REVISTA
ACADÉMICA
ISSN 2314 - 1662
PRO - SECRETARÍA
DE INVESTIGACIÓN
UCSE - DASS
Volumen 18
Agosto 2020
EDICIONES UCSE
COMITÉ EDITORIAL REVISTA DIGITAL DIFUSIONES:
Editores
Dra. MÓNICA MONTENEGRO, UCSE-DASS
Dr. MARCELO BRUNET, UCSE-DASS
Equipo Editorial
Lic. PABLO RUIZ. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Lic. SUSANA ZAZZARINI. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Prof. CARINA TERCERO. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Lic. FABIO MENDEZ. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Abog. JAVIER ZAPANA. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Comité Científico
Dr. SERGIO SALINAS ALCEGA. Universidad de Zaragoza, España
Mg. JOSÉ LUIS AGUIRRE ALVIS. Universidad Católica de Bolivia “San Pablo”, Bolivia
Dr. LEANDRO ANTONELLI. Universidad Nacional de la Plata, Argentina
Dra. MARÍA DEL PILAR BUENO. Universidad Nacional de Rosario - CONICET, Argentina
Dr. CARLOS GONZÁLEZ PÉREZ. Universidad Nacional de Jujuy, Argentina
Dr. JOSÉ ANTONIO MUSSO. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Dra. PATRICIA NIGRO. Universidad Austral, Argentina
Dra. PAOLA SILVIA RAMUNDO. Universidad Católica Argentina - CONICET, Argentina.
Lic. KARINA OLARTE QUIRÓZ. Universidad Católica de Bolivia “San Pablo”, Bolivia -
ABOIC - ALAIC
Mg. SILVINA SÁNCHEZ MERA. La Trobe University, Australia -
Dr. ESTEBAN ANDRÉS ZUNINO. Universidad Nacional de Cuyo, Argentina
Comité de Arbitraje
Se selecciona según la temática de cada número. Las/os evaluadoras/es y árbitros son
externas/os al equipo editorial de la revista.
Gestor de la Revista
Ing. GABRIELA E. BEJARANO. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Diseño Gráfico y Maquetación
Lic. ESTEFANÍA ZALAZAR. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Traducción
Mg y T.P. LILIANA CHÁVEZ. Universidad Católica de Santiago del Estero - Universidad
Nacional de Jujuy.
indice
Normas de Publicación
Características de personalidad y variables sociodemográficas de los hombres
con conductas violentas contra la mujer en el ámbito doméstico que asisten
al grupo terapéutico XY del Hospital Dr. Néstor Sequeiros de San Salvador
de Jujuy en el año 2019 .................................................................................................................. Pag. 6
Estrategias de consumo alimentario de los hogares en situación de pobreza
de la Ciudad Capital de Santiago del Estero ............................................................................ Pag. 29
La violencia de género en el contexto de pandemia. Una obligada reflexión
sobre la eficacia de los mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia .............. Pag. 47
Re-pensando el campo de intervención del trabajo social junto a las víctimas
de violencia de género, durante la pandemia de COVID-19 .............................................. Pag. 59
Vivir en las periferias. Una etnografía con los habitantes de un asentamiento
localizado en el interior de corrientes ...................................................................................... Pag. 68
Artículos Originales
pág. 4
COMITÉ EDITORIAL REVISTA DIGITAL DIFUSIONES:
Editores
Dra. MÓNICA MONTENEGRO, UCSE-DASS
Dr. MARCELO BRUNET, UCSE-DASS
Equipo Editorial
Lic. PABLO RUIZ. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Lic. SUSANA ZAZZARINI. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Prof. CARINA TERCERO. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Lic. FABIO MENDEZ. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Abog. JAVIER ZAPANA. Universidad Católica de Santiago del Estero, DASS
Comité Científico
Dr. SERGIO SALINAS ALCEGA. Universidad de Zaragoza, España
Mg. JOSÉ LUIS AGUIRRE ALVIS. Universidad Católica de Bolivia “San Pablo”, Bolivia
Dr. LEANDRO ANTONELLI. Universidad Nacional de la Plata, Argentina
Dra. MARÍA DEL PILAR BUENO. Universidad Nacional de Rosario - CONICET, Argentina
Dr. CARLOS GONZÁLEZ PÉREZ. Universidad Nacional de Jujuy, Argentina
Dr. JOSÉ ANTONIO MUSSO. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Dra. PATRICIA NIGRO. Universidad Austral, Argentina
Dra. PAOLA SILVIA RAMUNDO. Universidad Católica Argentina - CONICET, Argentina.
Lic. KARINA OLARTE QUIRÓZ. Universidad Católica de Bolivia “San Pablo”, Bolivia -
ABOIC - ALAIC
Mg. SILVINA SÁNCHEZ MERA. La Trobe University, Australia -
Dr. ESTEBAN ANDRÉS ZUNINO. Universidad Nacional de Cuyo, Argentina
Comité de Arbitraje
Se selecciona según la temática de cada número. Las/os evaluadoras/es y árbitros son
externas/os al equipo editorial de la revista.
Gestor de la Revista
Ing. GABRIELA E. BEJARANO. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Diseño Gráfico y Maquetación
Lic. ESTEFANÍA ZALAZAR. Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina
Traducción
Mg y T.P. LILIANA CHÁVEZ. Universidad Católica de Santiago del Estero - Universidad
Nacional de Jujuy.
indice
Normas de Publicación
Características de personalidad y variables sociodemográficas de los hombres
con conductas violentas contra la mujer en el ámbito doméstico que asisten
al grupo terapéutico XY del Hospital Dr. Néstor Sequeiros de San Salvador
de Jujuy en el año 2019 .................................................................................................................. Pag. 6
Estrategias de consumo alimentario de los hogares en situación de pobreza
de la Ciudad Capital de Santiago del Estero ............................................................................ Pag. 29
La violencia de género en el contexto de pandemia. Una obligada reflexión
sobre la eficacia de los mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia .............. Pag. 47
Re-pensando el campo de intervención del trabajo social junto a las víctimas
de violencia de género, durante la pandemia de COVID-19 .............................................. Pag. 59
Vivir en las periferias. Una etnografía con los habitantes de un asentamiento
localizado en el interior de corrientes ...................................................................................... Pag. 68
Artículos Originales
pág. 4
· Los dibujos, gráficos, cuadros, mapas o fotografías, incluidos en el artículo deben estar
acompañados de sus respectivas leyendas.
Estén internamente organizados, con subtitulación jerarquizada.
· Con aparato científico correcto (notas, referencias a las fuentes, referencias bibliográficas, etc.).
Los trabajos
Serán presentados -científicamente terminados- en todos sus aspectos, considerando que:
Para el caso de los trabajos de investigadores y profesionales deberán ser de preferencia, productos de
investigación, comunicación científica o creaciones originales. Pueden adquirir formas de artículos
científicos, estudios de casos, ensayos, investigación o reseña bibliográfica, reportajes, crónicas, entrevistas,
relatos de experiencia u otros.
Los artículos científicos no deben superar las treinta (30) carillas, y no deben ser inferiores a ocho (8). El
Comité Editorial se reserva el derecho de considerar la publicación de trabajos que excedan esas
características. Los trabajos serán acompañados de:
NORMAS DE PUBLICACIÓN
Especialmente para los artículos científicos, detallamos las normas de publicación.
La Revista digital Difusiones publicará artículos científicos de diversas disciplinas; producciones y
descripciones de procesos pedagógicos innovadores en el ámbito educativo, entrevistas, producciones
destacadas de estudiantes y todo material relevante para el campo académico universitario.
Los trabajos podrán ser: científicos, artísticos, piezas comunicativas, estrategias didácticas, experiencias
áulicas y/o de extensión, escritos en castellano o inglés en extensiones ofimáticas de PC o compatible
(preferentemente .doc o .docx). Los gráficos en Excel (respetando como medida máxima 12x19 centímetros).
La fotografías en formato JPEG. El texto deberá escribirse en hojas tamaño A4, con márgenes superiores e
inferior de 2.5 cm y de 3 cm en márgenes derecho e izquierdo. El espaciado será doble con letras tipo Times
New Roman de tamaño 12. Los títulos se especificarán en mayúsculas y negritas, y los subtitulos en
minúscula y negritas.
a) Una carátula en donde conste: Titulo del trabajo, apellido y nombres de los autores, instituciones de
pertenencia y dirección postal y electrónica donde contactarse con el primer autor.
Los materiales deberán estar sujetos a las siguientes normas:
b) Una segunda hoja con un breve curriculum vitae del o los autor/es, que no supere los diez (10) renglones.
c) En la tercera hoja se presenta el resumen del trabajo y 4 palabras claves (key words). El resumen deberá
contener 250 palabras.
e) A partir de la quinta hoja se presenta el cuerpo del trabajo. En el caso de investigaciones y estudios, se
recomienda que el artículo contemple, al menos, los siguientes aspectos: introducción, objetivos, materiales
y métodos, resultados, discusión, conclusiones y bibliografía. La bibliografía utilizada será presentada por
orden alfabético y deberá ajustarse a las normas APA. En caso de ser necesario se puede agregar los
agradecimientos.
Nota: Ítems c y d no se aplican para ensayos.
d) En la cuarta hoja se adjuntará el abstract y título en inglés. Posteriormente se presentan las 4 Key Words
(palabras claves).
Normativas para la presentación de producciones a publicar
Comité de Arbitraje
1- Difusiones se plantea como publicación electrónica elaborada con el aporte de docentes, investigadores y
alumnos de la UCSE-DASS; y de docentes, investigadores y/o profesionales externos.
6- Las opiniones vertidas por los autores que publican sus artículos en Difusiones son de su entera
responsabilidad. Difusiones no reconoce como propia -por la sola publicación- a ninguna de dichas
opiniones, salvo las presentadas en la sección "Editorial".
3- Difusiones se reserva el derecho de publicar cualquier producción presentada.
7- Todo el material original publicado en Difusiones es de entera propiedad de sus autores. Queda
expresamente prohibido reproducirlo por cualquier medio sin en expreso consentimiento de los mismos.
5- Se presume la veracidad de la información publicada, siendo los autores los únicos responsables de la
misma.
2- El acceso al material es libre y gratuito.
El comité recibirá los artículos y los derivará a los integrantes del comité editorial, quienes sugerirán sobre la
pertinencia de los mismos y eventualmente podrán ser evaluadores. Posteriormente, los artículos serán
enviados a miembros del comité consultor para complementar el proceso de evaluación. Estos pares
revisores podrán pedir modificaciones o aceptar los artículos tal cual como fueron enviados. Una vez
aprobados los mismos serán publicados en el siguiente número de la revista. En caso de rechazo, se emitirá
un informe al autor/a donde se señalen las razones de la decisión.
8- El formato gráfico de Difusiones es propiedad intelectual de DASS, así como todas sus partes individuales.
Queda prohibida su reproducción total o parcial.
9- Publicaciones posteriores: Los artículos aparecidos en Difusiones podrán ser publicados posteriormente
en otros medios. Para ello es necesario informar al Director. Luego, el artículo podrá ser publicado haciendo
referencia completa a su origen (autor, revista, año, volumen y número de páginas).
San Salvador de Jujuy, Lavalle Nro. 333
Tel. 4236881 Int. 130
Normativas generales
Prosecretaría de Investigación
UCSE-DASS
difusiones.dass@ucse.edu.ar
4- Se presume la autoría de los artículos recibidos para su publicación. Ante cualquier duda o reclamo
fehaciente el/los artículo/s cuestionado/s por derecho de copyrigth será responsabilidad de el/los presuntos
autores.
· Redactados correctamente en los aspectos gramatical, sintáctico y estilístico.
Para el caso de piezas comunicativas (fotografías, cuentos, poesía) el formato es libre, siempre que se
presenten en archivos digitales, en medida que no supere los 10 Mb.
· Los dibujos, gráficos, cuadros, mapas o fotografías, incluidos en el artículo deben estar
acompañados de sus respectivas leyendas.
Estén internamente organizados, con subtitulación jerarquizada.
· Con aparato científico correcto (notas, referencias a las fuentes, referencias bibliográficas, etc.).
Los trabajos
Serán presentados -científicamente terminados- en todos sus aspectos, considerando que:
Para el caso de los trabajos de investigadores y profesionales deberán ser de preferencia, productos de
investigación, comunicación científica o creaciones originales. Pueden adquirir formas de artículos
científicos, estudios de casos, ensayos, investigación o reseña bibliográfica, reportajes, crónicas, entrevistas,
relatos de experiencia u otros.
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Comité Editorial se reserva el derecho de considerar la publicación de trabajos que excedan esas
características. Los trabajos serán acompañados de:
NORMAS DE PUBLICACIÓN
Especialmente para los artículos científicos, detallamos las normas de publicación.
La Revista digital Difusiones publicará artículos científicos de diversas disciplinas; producciones y
descripciones de procesos pedagógicos innovadores en el ámbito educativo, entrevistas, producciones
destacadas de estudiantes y todo material relevante para el campo académico universitario.
Los trabajos podrán ser: científicos, artísticos, piezas comunicativas, estrategias didácticas, experiencias
áulicas y/o de extensión, escritos en castellano o inglés en extensiones ofimáticas de PC o compatible
(preferentemente .doc o .docx). Los gráficos en Excel (respetando como medida máxima 12x19 centímetros).
La fotografías en formato JPEG. El texto deberá escribirse en hojas tamaño A4, con márgenes superiores e
inferior de 2.5 cm y de 3 cm en márgenes derecho e izquierdo. El espaciado será doble con letras tipo Times
New Roman de tamaño 12. Los títulos se especificarán en mayúsculas y negritas, y los subtitulos en
minúscula y negritas.
a) Una carátula en donde conste: Titulo del trabajo, apellido y nombres de los autores, instituciones de
pertenencia y dirección postal y electrónica donde contactarse con el primer autor.
Los materiales deberán estar sujetos a las siguientes normas:
b) Una segunda hoja con un breve curriculum vitae del o los autor/es, que no supere los diez (10) renglones.
c) En la tercera hoja se presenta el resumen del trabajo y 4 palabras claves (key words). El resumen deberá
contener 250 palabras.
e) A partir de la quinta hoja se presenta el cuerpo del trabajo. En el caso de investigaciones y estudios, se
recomienda que el artículo contemple, al menos, los siguientes aspectos: introducción, objetivos, materiales
y métodos, resultados, discusión, conclusiones y bibliografía. La bibliografía utilizada será presentada por
orden alfabético y deberá ajustarse a las normas APA. En caso de ser necesario se puede agregar los
agradecimientos.
Nota: Ítems c y d no se aplican para ensayos.
d) En la cuarta hoja se adjuntará el abstract y título en inglés. Posteriormente se presentan las 4 Key Words
(palabras claves).
Normativas para la presentación de producciones a publicar
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1- Difusiones se plantea como publicación electrónica elaborada con el aporte de docentes, investigadores y
alumnos de la UCSE-DASS; y de docentes, investigadores y/o profesionales externos.
6- Las opiniones vertidas por los autores que publican sus artículos en Difusiones son de su entera
responsabilidad. Difusiones no reconoce como propia -por la sola publicación- a ninguna de dichas
opiniones, salvo las presentadas en la sección "Editorial".
3- Difusiones se reserva el derecho de publicar cualquier producción presentada.
7- Todo el material original publicado en Difusiones es de entera propiedad de sus autores. Queda
expresamente prohibido reproducirlo por cualquier medio sin en expreso consentimiento de los mismos.
5- Se presume la veracidad de la información publicada, siendo los autores los únicos responsables de la
misma.
2- El acceso al material es libre y gratuito.
El comité recibirá los artículos y los derivará a los integrantes del comité editorial, quienes sugerirán sobre la
pertinencia de los mismos y eventualmente podrán ser evaluadores. Posteriormente, los artículos serán
enviados a miembros del comité consultor para complementar el proceso de evaluación. Estos pares
revisores podrán pedir modificaciones o aceptar los artículos tal cual como fueron enviados. Una vez
aprobados los mismos serán publicados en el siguiente número de la revista. En caso de rechazo, se emitirá
un informe al autor/a donde se señalen las razones de la decisión.
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Queda prohibida su reproducción total o parcial.
9- Publicaciones posteriores: Los artículos aparecidos en Difusiones podrán ser publicados posteriormente
en otros medios. Para ello es necesario informar al Director. Luego, el artículo podrá ser publicado haciendo
referencia completa a su origen (autor, revista, año, volumen y número de páginas).
San Salvador de Jujuy, Lavalle Nro. 333
Tel. 4236881 Int. 130
Normativas generales
Prosecretaría de Investigación
UCSE-DASS
difusiones.dass@ucse.edu.ar
4- Se presume la autoría de los artículos recibidos para su publicación. Ante cualquier duda o reclamo
fehaciente el/los artículo/s cuestionado/s por derecho de copyrigth será responsabilidad de el/los presuntos
autores.
· Redactados correctamente en los aspectos gramatical, sintáctico y estilístico.
Para el caso de piezas comunicativas (fotografías, cuentos, poesía) el formato es libre, siempre que se
presenten en archivos digitales, en medida que no supere los 10 Mb.
Características de personalidad
y variables sociodemográficas
de los hombres con conductas
violentas contra la mujer en el ámbito
doméstico que asisten al grupo
terautico XY del Hospital Dr. Néstor
Sequeiros de San Salvador de Jujuy
en el o 2019
Autor: Franco Emmanuel Rivero
UCSE-DASS
E-mail: franco_emma93@hotmail.com
Licenciado en Psicología
7
Artículos Originales
Fecha de recepción: 18-03-2020. Fecha de aceptación: 10-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p6-28
La presente investigación tuvo por objetivo describir las características de personalidad y
variables sociodemográficas de los hombres con conductas violentas contra la mujer en el
ámbito doméstico que asisten al grupo terapéutico XY en el Hospital Néstor Sequeiros de S.
S. de Jujuy.
Los resultados del MIPS evidenciaron que las escalas predominantes fueron las de
Apertura, Modificación, Protección, Extraversión, Sensación, Reflexión, Afectividad,
Sistematización, Comunicatividad, Firmeza, Conformismo y Concordancia. Rondan una
edad entre 31 a 60 años. De este grupo, un 82% llegó a un nivel de instrucción escolar
secundario, un 36% tienen como ocupación el Autoempleo/Trabaja por su cuenta y el
estado civil predominante es Soltero. Respecto a la Composición del hogar
paterno/materno, el 59% de ellos vivió en un hogar con Ambos padres y otros familiares. El
El estudio se realizó desde un enfoque cuantitativo experimental, de tipo descriptivo-
comparativo y transversal. Se estudiaron 22 hombres seleccionados mediante un muestreo
no probabilístico, por cuotas. Los instrumentos de recolección de datos fueron el
Inventario de Estilo de Personalidad de Millon (MIPS) y un Cuestionario Sociodemográfico.
Resumen
Características de personalidad
y variables sociodemográficas
de los hombres con conductas
violentas contra la mujer en el ámbito
doméstico que asisten al grupo
terautico XY del Hospital Dr. Néstor
Sequeiros de San Salvador de Jujuy
en el o 2019
Autor: Franco Emmanuel Rivero
UCSE-DASS
E-mail: franco_emma93@hotmail.com
Licenciado en Psicología
7
Artículos Originales
Fecha de recepción: 18-03-2020. Fecha de aceptación: 10-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p6-28
La presente investigación tuvo por objetivo describir las características de personalidad y
variables sociodemográficas de los hombres con conductas violentas contra la mujer en el
ámbito doméstico que asisten al grupo terapéutico XY en el Hospital Néstor Sequeiros de S.
S. de Jujuy.
Los resultados del MIPS evidenciaron que las escalas predominantes fueron las de
Apertura, Modificación, Protección, Extraversión, Sensación, Reflexión, Afectividad,
Sistematización, Comunicatividad, Firmeza, Conformismo y Concordancia. Rondan una
edad entre 31 a 60 años. De este grupo, un 82% llegó a un nivel de instrucción escolar
secundario, un 36% tienen como ocupación el Autoempleo/Trabaja por su cuenta y el
estado civil predominante es Soltero. Respecto a la Composición del hogar
paterno/materno, el 59% de ellos vivió en un hogar con Ambos padres y otros familiares. El
El estudio se realizó desde un enfoque cuantitativo experimental, de tipo descriptivo-
comparativo y transversal. Se estudiaron 22 hombres seleccionados mediante un muestreo
no probabilístico, por cuotas. Los instrumentos de recolección de datos fueron el
Inventario de Estilo de Personalidad de Millon (MIPS) y un Cuestionario Sociodemográfico.
Resumen
8 9
45% son el Principal sostén económico de su hogar y el 59% presenta como Tipo de
violencia predominante hacia su pareja, la Psicológica. No se evidenciaron diferencias
significativas en las características de personalidad según cual fue su composición principal
del hogar materno/paterno. Tampoco se evidenciaron diferencias significativas según la
forma predominante de violencia (psicológica o física) excepto en la escala Sensación
donde se encontraron diferencias.
Palabras clave
Violencia contra la mujer Características de personalidad –Grupo terapéutico de violencia
masculina - Variables sociodemográficas.
Abstract
The objective of this research was to describe the personality characteristics and
sociodemographic variables of men with violent behaviors against women in the domestic
environment who attend the XY therapeutic group at the Hospital Néstor Sequeiros de S. S.
de Jujuy.
The MIPS results evidenced that the predominant scales were those of Openness,
Modification, Protection, Extraversion, Sensation, Reflection, Affectivity, Systematization,
Communicativity, Firmness, Conformity and Concordance. They are around 31 to 60 years
old. Of this group, 82% reached secondary school level, 36% are self-employed / self-
employed and the predominant marital status is single. Regarding the composition of the
paternal / maternal home, 59% of them lived in a home with both parents and other
relatives. 45% are the main economic support of their home and 59% present as the
predominant type of violence towards their partner, Psychological. There were no
significant differences in personality characteristics depending on the main composition of
the maternal / paternal home. There were also no significant differences according to the
predominant form of violence (psychological or physical) except on the Sensation scale
where differences were found.
The study was carried out from an experimental, descriptive-comparative and transversal
quantitative approach. Twenty-two selected men were studied by means of non-probability
sampling, by quotas. The data collection instruments were the Millon Personality Style
Inventory (MIPS) and a Sociodemographic Questionnaire.
Key words
Violence against women - Personality characteristics - Therapeutic group of male violence -
Sociodemographic variables.
Introducción
La violencia de género trae aparejada consecuencias a nivel psíquico en ambos miembros
de la pareja, siendo posible causa de depresión, trastorno de estrés postraumático,
ansiedad, insomnio, trastornos alimentarios e intento de suicidio; por lo que constituye un
grave problema de Salud Pública y una violación a los Derechos Humanos (Organización
Mundial de la Salud [OMS], 2002). Un estudio a nivel mundial muestra que entre el 10 y 69%
de las mujeres señalan haber sido agredidas físicamente por una pareja masculina en algún
momento de sus vidas (OMS, 2002, p. 18).
Dentro de la provincia, existen diferentes ofertas terapéuticas grupales específicas para el
abordaje de la violencia masculina. La que más tiempo lleva en funcionamiento, siendo
referente en esta temática en Jujuy, es el Grupo XY del Hospital Néstor Sequeiros al cual son
derivados casos judiciales de violencia de género. El Grupo XY fue creado en el 2007 con el
objetivo de brindar un programa de tratamiento para hombres violentos tanto para
personas de la comunidad como las que están cumpliendo condena por violencia de
género. Actualmente, están organizados en tres grupos: uno para los hombres privados de
su libertad por intervención judicial, otro para los que no están privados de su libertad que
se desarrolla en el Hospital Sequeiros, y el tercero para miembros de las fuerzas de
seguridad que se reúne en el Hospital San Roque.
La Ley Nacional de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres establece que se deben: generar programas de reeducación destinados
a los hombres que ejercen violencia” (Ley 26.485, 2009, Art. 10, Inc. 7). Por lo que, para
abordar el fenómeno de la violencia de forma integral, tanto en su investigación como en el
tratamiento, se debe contemplar: “la figura del agresor como causa del conflicto, lo que
contribuiría a conocer mejor la etiología del problema y a desarrollar intervenciones
basadas en evidencias científicas, tanto preventivas como de rehabilitación” (Carrasco-
Portiño citado en Montás, 2011, p. 362).
El Mapa de Violencia de Género en Argentina sobre las características, evolución y posibles
explicaciones de ésta, entre los años 2007 y 2009, posiciona en quinto lugar provincial a
Jujuy respecto al índice de golpes, violaciones, suicidios y homicidios en mujeres, luego de
CABA, Salta, Corrientes y Mendoza (Fleitas Ortiz de Rozas, 2012, p. 28 - 35). La Unidad Fiscal
Especializada en Violencia Familiar, de Género y de Delitos contra la Integridad Sexual, en su
informe estadístico evidencia que de los 427 casos registrados en Jujuy entre Junio a
Diciembre del año 2017, el 55,65% corresponden a delitos de tipo Lesión en mujeres
(Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Jujuy, 2018).
En la actualidad, la violencia contra la pareja constituye un problema social de considerable
magnitud. Lo cual ha suscitado él: interés por la puesta en práctica de procedimientos
terapéuticos para los agresores por violencia de género (Arce y Fariña et. al, citado en
Arrigoni, 2013, p. 4).
8 9
45% son el Principal sostén económico de su hogar y el 59% presenta como Tipo de
violencia predominante hacia su pareja, la Psicológica. No se evidenciaron diferencias
significativas en las características de personalidad según cual fue su composición principal
del hogar materno/paterno. Tampoco se evidenciaron diferencias significativas según la
forma predominante de violencia (psicológica o física) excepto en la escala Sensación
donde se encontraron diferencias.
Palabras clave
Violencia contra la mujer Características de personalidad –Grupo terapéutico de violencia
masculina - Variables sociodemográficas.
Abstract
The objective of this research was to describe the personality characteristics and
sociodemographic variables of men with violent behaviors against women in the domestic
environment who attend the XY therapeutic group at the Hospital Néstor Sequeiros de S. S.
de Jujuy.
The MIPS results evidenced that the predominant scales were those of Openness,
Modification, Protection, Extraversion, Sensation, Reflection, Affectivity, Systematization,
Communicativity, Firmness, Conformity and Concordance. They are around 31 to 60 years
old. Of this group, 82% reached secondary school level, 36% are self-employed / self-
employed and the predominant marital status is single. Regarding the composition of the
paternal / maternal home, 59% of them lived in a home with both parents and other
relatives. 45% are the main economic support of their home and 59% present as the
predominant type of violence towards their partner, Psychological. There were no
significant differences in personality characteristics depending on the main composition of
the maternal / paternal home. There were also no significant differences according to the
predominant form of violence (psychological or physical) except on the Sensation scale
where differences were found.
The study was carried out from an experimental, descriptive-comparative and transversal
quantitative approach. Twenty-two selected men were studied by means of non-probability
sampling, by quotas. The data collection instruments were the Millon Personality Style
Inventory (MIPS) and a Sociodemographic Questionnaire.
Key words
Violence against women - Personality characteristics - Therapeutic group of male violence -
Sociodemographic variables.
Introducción
La violencia de género trae aparejada consecuencias a nivel psíquico en ambos miembros
de la pareja, siendo posible causa de depresión, trastorno de estrés postraumático,
ansiedad, insomnio, trastornos alimentarios e intento de suicidio; por lo que constituye un
grave problema de Salud Pública y una violación a los Derechos Humanos (Organización
Mundial de la Salud [OMS], 2002). Un estudio a nivel mundial muestra que entre el 10 y 69%
de las mujeres señalan haber sido agredidas físicamente por una pareja masculina en algún
momento de sus vidas (OMS, 2002, p. 18).
Dentro de la provincia, existen diferentes ofertas terapéuticas grupales específicas para el
abordaje de la violencia masculina. La que más tiempo lleva en funcionamiento, siendo
referente en esta temática en Jujuy, es el Grupo XY del Hospital Néstor Sequeiros al cual son
derivados casos judiciales de violencia de género. El Grupo XY fue creado en el 2007 con el
objetivo de brindar un programa de tratamiento para hombres violentos tanto para
personas de la comunidad como las que están cumpliendo condena por violencia de
género. Actualmente, están organizados en tres grupos: uno para los hombres privados de
su libertad por intervención judicial, otro para los que no están privados de su libertad que
se desarrolla en el Hospital Sequeiros, y el tercero para miembros de las fuerzas de
seguridad que se reúne en el Hospital San Roque.
La Ley Nacional de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres establece que se deben: generar programas de reeducación destinados
a los hombres que ejercen violencia” (Ley 26.485, 2009, Art. 10, Inc. 7). Por lo que, para
abordar el fenómeno de la violencia de forma integral, tanto en su investigación como en el
tratamiento, se debe contemplar: “la figura del agresor como causa del conflicto, lo que
contribuiría a conocer mejor la etiología del problema y a desarrollar intervenciones
basadas en evidencias científicas, tanto preventivas como de rehabilitación” (Carrasco-
Portiño citado en Montás, 2011, p. 362).
El Mapa de Violencia de Género en Argentina sobre las características, evolución y posibles
explicaciones de ésta, entre los años 2007 y 2009, posiciona en quinto lugar provincial a
Jujuy respecto al índice de golpes, violaciones, suicidios y homicidios en mujeres, luego de
CABA, Salta, Corrientes y Mendoza (Fleitas Ortiz de Rozas, 2012, p. 28 - 35). La Unidad Fiscal
Especializada en Violencia Familiar, de Género y de Delitos contra la Integridad Sexual, en su
informe estadístico evidencia que de los 427 casos registrados en Jujuy entre Junio a
Diciembre del año 2017, el 55,65% corresponden a delitos de tipo Lesión en mujeres
(Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Jujuy, 2018).
En la actualidad, la violencia contra la pareja constituye un problema social de considerable
magnitud. Lo cual ha suscitado él: interés por la puesta en práctica de procedimientos
terapéuticos para los agresores por violencia de género (Arce y Fariña et. al, citado en
Arrigoni, 2013, p. 4).
10 11
Cabe mencionar que en Jujuy hay pocas investigaciones respecto a hombres que ejercen
violencia, tanto aquellos privados de la libertad como los que no lo están, evidenciando un
vacío de conocimiento respecto a la temática. También se desconoce si las variables
sociodemográficas como la composición del hogar materno/paterno o el tipo de violencia
ejercida en esta población, tienen un papel importante a la hora de poder generar un perfil
del agresor jujeño.
La presente investigación se generó debido al interés en conocer características de
personalidad de los hombres del grupo XY, ya que en la provincia de Jujuy existen pocos
estudios respecto a los agresores en situaciones de violencia contra la mujer. Por otra parte,
describir las variables sociodemográficas (por ejemplo, edad, estado civil, nivel educativo)
propias de la población de hombres jujeños que asisten a este grupo, permitirá contar con
una mejor descripción del perfil de los agresores que participan de esta estrategia de
abordaje.
· Describir las características de personalidad predominantes en los hombres del
grupo XY.
La metodología implementada se enmaren el Paradigma Positivista, el estudio se realizó
desde enfoque cuantitativo experimental, de tipo descriptivo-comparativo y transversal. Se
utilizó un tipo de muestreo no probabilístico, por cuotas. La población estudiada fueron los
hombres que asistieron a los tres grupos XY dentro del Hospital Dr. Sequeiros en San
Salvador de Jujuy durante los meses de Febrero y Marzo del año 2019. Los instrumentos de
recolección de datos fueron: el Inventario de Estilo de Personalidad de Millon (MIPS) y un
Cuestionario Sociodemográfico de elaboración propia.
El objetivo general de esta investigación fue describir las características de personalidad y
variables sociodemográficas de los hombres con conductas violentas contra la mujer en el
ámbito doméstico que asisten al grupo terapéutico XY. Siendo los objetivos específicos los
siguientes:
El tratamiento grupal consiste en ayudarles a superar sus carencias psicológicas y a
responsabilizarlos de los episodios violentos, motindolos para modificar su
comportamiento agresivo, como a su vez, reorientarlo para que puedan afrontar la realidad
sin generar violencia (Echeburria y Fernández-Moltovalvo, 2004, p. 16). Los factores que
condicionan al hombre con conductas violentas hacia la pareja a responder de este modo,
son multicausales. El modelo del sistema familiar de origen, el nivel socioeconómico, el
nivel educativo y los sucesos relativos a su infancia como maltrato infantil y otros relativos a
la adaptación social deben tenerse en cuenta para al proceso resolutorio de la situación
social de la violencia de género e intrafamiliar (Reyes Ruiz et al, 2016, p. 11). Por lo expuesto,
es necesario conocer en profundidad que características de personalidad y que variables
sociodemográficas están en juego en estos hombres que afrontan sus relaciones de pareja
de manera violenta.
· Describir las características sociodemográficas del grupo de hombres antes
mencionados.
· Comparar si existen diferencias en las características de personalidad de los
sujetos bajo estudio según el tipo predominante de violencia ejercida contra la pareja.
· Comparar si existen diferencias en las características de personalidad según cual
fue su composición principal del hogar materno/paterno del grupo de hombres antes
mencionado.
Materiales y métodos
El grupo XY del Sequeiros está abierto para el ingreso de toda la población masculina, mayor
de 18 años de la provincia. Para participar del grupo, deben pasar por una entrevista de
admisión en el hospital a cargo de los profesionales psicólogos quienes evalúan si cumplen
con los criterios de admisión: si es conveniente el tratamiento grupal, si el hombre puede
tener un registro consiente de sus episodios de violencia y mostrar responsabilidad de sus
conductas agresivas. De no cumplir con estos requisitos, se los deriva para realizar
tratamiento psicológico individual dentro de la institución.
Los grupos terapéuticos con la población de hombres penitenciarios tienen su encuentro,
uno los días martes de 9:00 a 10:30 y otro los jueves de 15:00 a 16:30. El grupo para
hombres no privados de su libertad se reúne los jueves en el mismo horario. En cada grupo
participan alrededor de 10 a 25 personas por encuentro. Para esta investigación se tomaron
estos tres grupos XY como uno solo que funciona en el Hospital Dr. Néstor Sequeiros,
debido a que había una mayor cantidad de personas privadas de su libertad que de las que
no lo están, siento estos últimos un grupo muy reducido.
La investigación se llevó a cabo en el Hospital “Dr. Néstor M. Sequeiros” donde se encuentra
el Salón Palta, lugar de reunión de los grupos terapéuticos XY. Desde comienzos del año
2018 el grupo XY ha tenido que dividirse en diferentes grupos dependiendo de la población
a trabajar, debido a la necesidad de responder a la demanda constante de tratamiento por
las instituciones carcelarias como el Penal de Gorriti. Por lo que actualmente existen tres
grupos XY, los dos primeros para la población masculina privada de su libertad por
intervención legal, y otro para las personas que no tienen esa restricción y que por pedido
del juez o por voluntad propia desean ingresar al grupo. Independiente de estos grupos,
existe un cuarto para los miembros de las fuerzas policiales y penitenciarias que funciona en
el Hospital San Roque, este grupo no formó parte de la presente investigación.
Se utilizó un tipo de muestreo no probabilístico por cuotas, debido a que no se conoce el
universo de personas que concurren al grupo en el período considerado. Se realizó la
recolección de datos durante dos meses a los miembros que asistieron a los grupos durante
ese periodo de tiempo y hayan aceptado participar mediante la firma del consentimiento
10 11
Cabe mencionar que en Jujuy hay pocas investigaciones respecto a hombres que ejercen
violencia, tanto aquellos privados de la libertad como los que no lo están, evidenciando un
vacío de conocimiento respecto a la temática. También se desconoce si las variables
sociodemográficas como la composición del hogar materno/paterno o el tipo de violencia
ejercida en esta población, tienen un papel importante a la hora de poder generar un perfil
del agresor jujeño.
La presente investigación se generó debido al interés en conocer características de
personalidad de los hombres del grupo XY, ya que en la provincia de Jujuy existen pocos
estudios respecto a los agresores en situaciones de violencia contra la mujer. Por otra parte,
describir las variables sociodemográficas (por ejemplo, edad, estado civil, nivel educativo)
propias de la población de hombres jujeños que asisten a este grupo, permitirá contar con
una mejor descripción del perfil de los agresores que participan de esta estrategia de
abordaje.
· Describir las características de personalidad predominantes en los hombres del
grupo XY.
La metodología implementada se enmaren el Paradigma Positivista, el estudio se realizó
desde enfoque cuantitativo experimental, de tipo descriptivo-comparativo y transversal. Se
utilizó un tipo de muestreo no probabilístico, por cuotas. La población estudiada fueron los
hombres que asistieron a los tres grupos XY dentro del Hospital Dr. Sequeiros en San
Salvador de Jujuy durante los meses de Febrero y Marzo del año 2019. Los instrumentos de
recolección de datos fueron: el Inventario de Estilo de Personalidad de Millon (MIPS) y un
Cuestionario Sociodemográfico de elaboración propia.
El objetivo general de esta investigación fue describir las características de personalidad y
variables sociodemográficas de los hombres con conductas violentas contra la mujer en el
ámbito doméstico que asisten al grupo terapéutico XY. Siendo los objetivos específicos los
siguientes:
El tratamiento grupal consiste en ayudarles a superar sus carencias psicológicas y a
responsabilizarlos de los episodios violentos, motindolos para modificar su
comportamiento agresivo, como a su vez, reorientarlo para que puedan afrontar la realidad
sin generar violencia (Echeburria y Fernández-Moltovalvo, 2004, p. 16). Los factores que
condicionan al hombre con conductas violentas hacia la pareja a responder de este modo,
son multicausales. El modelo del sistema familiar de origen, el nivel socioeconómico, el
nivel educativo y los sucesos relativos a su infancia como maltrato infantil y otros relativos a
la adaptación social deben tenerse en cuenta para al proceso resolutorio de la situación
social de la violencia de género e intrafamiliar (Reyes Ruiz et al, 2016, p. 11). Por lo expuesto,
es necesario conocer en profundidad que características de personalidad y que variables
sociodemográficas están en juego en estos hombres que afrontan sus relaciones de pareja
de manera violenta.
· Describir las características sociodemográficas del grupo de hombres antes
mencionados.
· Comparar si existen diferencias en las características de personalidad de los
sujetos bajo estudio según el tipo predominante de violencia ejercida contra la pareja.
· Comparar si existen diferencias en las características de personalidad según cual
fue su composición principal del hogar materno/paterno del grupo de hombres antes
mencionado.
Materiales y métodos
El grupo XY del Sequeiros está abierto para el ingreso de toda la población masculina, mayor
de 18 años de la provincia. Para participar del grupo, deben pasar por una entrevista de
admisión en el hospital a cargo de los profesionales psicólogos quienes evalúan si cumplen
con los criterios de admisión: si es conveniente el tratamiento grupal, si el hombre puede
tener un registro consiente de sus episodios de violencia y mostrar responsabilidad de sus
conductas agresivas. De no cumplir con estos requisitos, se los deriva para realizar
tratamiento psicológico individual dentro de la institución.
Los grupos terapéuticos con la población de hombres penitenciarios tienen su encuentro,
uno los días martes de 9:00 a 10:30 y otro los jueves de 15:00 a 16:30. El grupo para
hombres no privados de su libertad se reúne los jueves en el mismo horario. En cada grupo
participan alrededor de 10 a 25 personas por encuentro. Para esta investigación se tomaron
estos tres grupos XY como uno solo que funciona en el Hospital Dr. Néstor Sequeiros,
debido a que había una mayor cantidad de personas privadas de su libertad que de las que
no lo están, siento estos últimos un grupo muy reducido.
La investigación se llevó a cabo en el Hospital “Dr. Néstor M. Sequeiros” donde se encuentra
el Salón Palta, lugar de reunión de los grupos terapéuticos XY. Desde comienzos del año
2018 el grupo XY ha tenido que dividirse en diferentes grupos dependiendo de la población
a trabajar, debido a la necesidad de responder a la demanda constante de tratamiento por
las instituciones carcelarias como el Penal de Gorriti. Por lo que actualmente existen tres
grupos XY, los dos primeros para la población masculina privada de su libertad por
intervención legal, y otro para las personas que no tienen esa restricción y que por pedido
del juez o por voluntad propia desean ingresar al grupo. Independiente de estos grupos,
existe un cuarto para los miembros de las fuerzas policiales y penitenciarias que funciona en
el Hospital San Roque, este grupo no formó parte de la presente investigación.
Se utilizó un tipo de muestreo no probabilístico por cuotas, debido a que no se conoce el
universo de personas que concurren al grupo en el período considerado. Se realizó la
recolección de datos durante dos meses a los miembros que asistieron a los grupos durante
ese periodo de tiempo y hayan aceptado participar mediante la firma del consentimiento
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Los perfiles validos serán los que tengan de puntaje en las escalas de Impresión Positiva (IP)
e Impresión Negativa (IN) 5 puntos o menos, y en la escala de Consistencia (Co) 3 puntos o
más. Cualquier puntaje fuera de las siguientes combinaciones es considerado perfil válido.
Como instrumentos de recolección de datos se usaron el MIPS y un Cuestionario
Sociodemográfico (CS). El CS compuesto por 7 ítems es auto administrado y de confección
propia.
El MIPS es un inventario de 180 ítems que se utiliza para evaluar la personalidad de sujetos
adultos y apunta a ponderar los rasgos de las personalidades comprendidas dentro del
funcionamiento “normal”. Theodore Millon se basa en lo que denominó el “abordaje
teórico de lo latente”, que no recurre a técnicas estadísticas para sacar a luz rasgos latentes
o profundos. Antes bien, afirma la presencia de ciertos rasgos basándose en la lógica
explicativa y el razonamiento deductivo. Está compuesto por 180 ítems respecto de los
cuales el sujeto debe responder verdadero / falso, el tiempo estimado para completarlo es
de 30 minutos. Su objetivo es medir la personalidad de individuos adultos cuya edad está
comprendida entre 18 y 65 años. Consta de 24 escalas agrupadas en 12 pares, que a su vez
se organizan en tres áreas. Aunque están agrupadas las escalas en pares, cada una es
independiente de los ítems que miden y la puntación de una escala no será inversamente
proporcional a la puntación del par. Su corrección y puntuación es computarizada.
Además de estas Escalas de Contenido, el MIPS incluye tres indicadores de validez:
Impresión Positiva, Impresión Negativa y Consistencia, que permiten al evaluador advertir
la tendencia del evaluado a distorsionar las respuestas a fin de dar una imagen positiva o
negativa de sí mismo, es decir, son índices de control que permiten vislumbrar si el
entrevistado quiere dar una imagen demasiado positiva de sí mismo en el test, responder
con una imagen autopercepción generalizada negativa o ha falseado las respuestas al
encontrarse inconsistencias entre estas. Los 10 ítems de cada una de estas estas escalas son
independientes de las de contenido de las 24 escalas.
La administración de las técnicas fue de forma individual y auto administrada. A cada sujeto
se le entregó el CS en formato impreso, luego de contestarlo se le presentó la versión
informatizada en tercer nivel del MIPS, por medio de la plataforma del departamento de
evaluación psicológica de la editorial Paidós [PaidósDEP] (2019), en un dispositivo
electrónico para que responda los ítems. La recolección de datos de cada sujeto se hizo de
uno a la vez. Considerando que la información de los hombres de los grupos XY fue obtenida
por medios propios, la fuente de datos es Primaria. Finalizando la administración, por cada
sujeto evaluado con ambos instrumentos se le puso un código numérico para identificarlos.
Los sujetos que en los indicadores de validez del MIPS dieron perfil inválido, fueron
excluidos de la investigación.
La puntuación de la variable Estilo de Personalidad (EP) fue analizada con la versión
informado.
Se realizó un análisis inferencial para la comparación intragrupal. Se hizo usando las VS
composición del hogar materno/paterno” y Tipo predominante de violencia ejercida
contra la pareja” como variables independientes y EP como variable dependiente, se realizó
la prueba Paramétrica AnovaUnifactorial para cada una de las escalas que esté presente el
rasgo en la población. Las comparaciones se realizaron mediante el programa estadístico
SPSS 15.0.
informatizada de tercer nivel de la técnica MIPS. Los datos de ambas variables EP y VS
fueron analizados de forma descriptiva, presentado en tablas y gráficos, a partir del
programa del paquete de Office Excel 2010 y su complemento de Herramientas para
Análisis de Datos Estadística Descriptiva.
Resultados
Análisis Descriptivo de la Variable Estilo de Personalidad
De los 28 hombres que asisten al grupo XY, 6 de ellos tuvieron en las escalas de validez
puntaciones inválidas en el test MIPS, por lo que solo se realizó el análisis descriptivo e
inferencial de las variables Estilo de Personalidad y Variables Sociodemográficas con los 22
sujetos que dieron perfil válido.
La escala de validez mostró que en promedio los sujetos no pretenden brindar una imagen
positiva (IP: 5,05) o desfavorecida (IN: 4,05) de mismos, tampoco presentarían
distorsiones o contradicciones evidentes (Co: 3,50).
En los hombres estudiados están presentes los siguientes rasgos de estilo de personalidad,
teniendo en cuenta su bipolaridad:
a) Metas Motivacionales
1. Apertura Preservación: Presencia moderada del rasgo de Apertura (65 pp.) y
ausencia del rasgo Preservación (36 pp.) Remite a ser optimistas en cuanto al futuro,
les resulta fácil pasarlo bien y aceptan los altibajos de la existencia
2. Modificación Acomodación: Presencia moderada del rasgo Modificación (60 pp.)
y ausencia del rasgo Acomodación (37 pp.). Implica que creen que el futuro depende
de ellos, por lo que intentan cambiar su entorno para conseguir sus deseos
5. Sensación Intuición: Presencia moderada del rasgo Sensación (67 pp.) y ausencia
b) Modos Cognitivos:
3. Individualismo-Protección: Presencia marcada del rasgo Protección (70 pp.) y
Ausencia del rasgo Individualismo (40 pp.). En consecuencia, se sienten motivados a
satisfacer primero a los demás antes que a mismos.
4. Extraversión – Introversión: Presencia moderada del rasgo Extraversión (59 pp.) y
ausencia del rasgo Introversión (44 pp.). Hay una preferencia de recurrir a los demás
para buscar estimulación, mantener alta su autoestima y para que les conforten.
12 13
Los perfiles validos serán los que tengan de puntaje en las escalas de Impresión Positiva (IP)
e Impresión Negativa (IN) 5 puntos o menos, y en la escala de Consistencia (Co) 3 puntos o
más. Cualquier puntaje fuera de las siguientes combinaciones es considerado perfil válido.
Como instrumentos de recolección de datos se usaron el MIPS y un Cuestionario
Sociodemográfico (CS). El CS compuesto por 7 ítems es auto administrado y de confección
propia.
El MIPS es un inventario de 180 ítems que se utiliza para evaluar la personalidad de sujetos
adultos y apunta a ponderar los rasgos de las personalidades comprendidas dentro del
funcionamiento “normal”. Theodore Millon se basa en lo que denominó el “abordaje
teórico de lo latente”, que no recurre a técnicas estadísticas para sacar a luz rasgos latentes
o profundos. Antes bien, afirma la presencia de ciertos rasgos basándose en la lógica
explicativa y el razonamiento deductivo. Está compuesto por 180 ítems respecto de los
cuales el sujeto debe responder verdadero / falso, el tiempo estimado para completarlo es
de 30 minutos. Su objetivo es medir la personalidad de individuos adultos cuya edad está
comprendida entre 18 y 65 años. Consta de 24 escalas agrupadas en 12 pares, que a su vez
se organizan en tres áreas. Aunque están agrupadas las escalas en pares, cada una es
independiente de los ítems que miden y la puntación de una escala no será inversamente
proporcional a la puntación del par. Su corrección y puntuación es computarizada.
Además de estas Escalas de Contenido, el MIPS incluye tres indicadores de validez:
Impresión Positiva, Impresión Negativa y Consistencia, que permiten al evaluador advertir
la tendencia del evaluado a distorsionar las respuestas a fin de dar una imagen positiva o
negativa de sí mismo, es decir, son índices de control que permiten vislumbrar si el
entrevistado quiere dar una imagen demasiado positiva de sí mismo en el test, responder
con una imagen autopercepción generalizada negativa o ha falseado las respuestas al
encontrarse inconsistencias entre estas. Los 10 ítems de cada una de estas estas escalas son
independientes de las de contenido de las 24 escalas.
La administración de las técnicas fue de forma individual y auto administrada. A cada sujeto
se le entregó el CS en formato impreso, luego de contestarlo se le presentó la versión
informatizada en tercer nivel del MIPS, por medio de la plataforma del departamento de
evaluación psicológica de la editorial Paidós [PaidósDEP] (2019), en un dispositivo
electrónico para que responda los ítems. La recolección de datos de cada sujeto se hizo de
uno a la vez. Considerando que la información de los hombres de los grupos XY fue obtenida
por medios propios, la fuente de datos es Primaria. Finalizando la administración, por cada
sujeto evaluado con ambos instrumentos se le puso un código numérico para identificarlos.
Los sujetos que en los indicadores de validez del MIPS dieron perfil inválido, fueron
excluidos de la investigación.
La puntuación de la variable Estilo de Personalidad (EP) fue analizada con la versión
informado.
Se realizó un análisis inferencial para la comparación intragrupal. Se hizo usando las VS
composición del hogar materno/paterno” y Tipo predominante de violencia ejercida
contra la pareja” como variables independientes y EP como variable dependiente, se realizó
la prueba Paramétrica AnovaUnifactorial para cada una de las escalas que esté presente el
rasgo en la población. Las comparaciones se realizaron mediante el programa estadístico
SPSS 15.0.
informatizada de tercer nivel de la técnica MIPS. Los datos de ambas variables EP y VS
fueron analizados de forma descriptiva, presentado en tablas y gráficos, a partir del
programa del paquete de Office Excel 2010 y su complemento de Herramientas para
Análisis de Datos Estadística Descriptiva.
Resultados
Análisis Descriptivo de la Variable Estilo de Personalidad
De los 28 hombres que asisten al grupo XY, 6 de ellos tuvieron en las escalas de validez
puntaciones inválidas en el test MIPS, por lo que solo se realizó el análisis descriptivo e
inferencial de las variables Estilo de Personalidad y Variables Sociodemográficas con los 22
sujetos que dieron perfil válido.
La escala de validez mostró que en promedio los sujetos no pretenden brindar una imagen
positiva (IP: 5,05) o desfavorecida (IN: 4,05) de mismos, tampoco presentarían
distorsiones o contradicciones evidentes (Co: 3,50).
En los hombres estudiados están presentes los siguientes rasgos de estilo de personalidad,
teniendo en cuenta su bipolaridad:
a) Metas Motivacionales
1. Apertura Preservación: Presencia moderada del rasgo de Apertura (65 pp.) y
ausencia del rasgo Preservación (36 pp.) Remite a ser optimistas en cuanto al futuro,
les resulta fácil pasarlo bien y aceptan los altibajos de la existencia
2. Modificación Acomodación: Presencia moderada del rasgo Modificación (60 pp.)
y ausencia del rasgo Acomodación (37 pp.). Implica que creen que el futuro depende
de ellos, por lo que intentan cambiar su entorno para conseguir sus deseos
5. Sensación Intuición: Presencia moderada del rasgo Sensación (67 pp.) y ausencia
b) Modos Cognitivos:
3. Individualismo-Protección: Presencia marcada del rasgo Protección (70 pp.) y
Ausencia del rasgo Individualismo (40 pp.). En consecuencia, se sienten motivados a
satisfacer primero a los demás antes que a mismos.
4. Extraversión – Introversión: Presencia moderada del rasgo Extraversión (59 pp.) y
ausencia del rasgo Introversión (44 pp.). Hay una preferencia de recurrir a los demás
para buscar estimulación, mantener alta su autoestima y para que les conforten.
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del rasgo Intuición (41 pp.). Por lo que son de derivar sus conocimientos de lo
concreto, confiando en la experiencia directa y en lo observable
6. Reflexión – Afectividad: Presencia moderada en los rasgos Afectividad (53. pp.) y
Reflexión (50 pp.). Implica que forman sus propias reacciones afectivas y guiándose
por sus valores personales. A su vez que procesan los conocimientos por medio de la
lógica y lo analítico, sus decisiones están basadas en juicios objetivos
c) Comportamiento Interpersonales:
3. Discrepancia Conformismo: presencia del rasgo Conformismo (69 pp.) y ausencia
del rasgo Discrepancia (33 pp.). Se muestran honrados con autodominio, respetando
la autoridad y cooperando.
1. Retraimiento – Comunicatividad: Presencia del rasgo Comunicatividad (51 pp.). y
ausencia del rasgo Retraimiento (40pp.), Se relacionan buscando estimulación y
atención, siendo simpáticos y brillantes como también exigentes y manipuladores.
4. Sometimiento – Control: Ausencia de los rasgos Control (47 pp.) y Sometimiento
(39 pp.). No se puede hablar de una descripción categórica de esta bipolaridad, ya que
los evaluados no se han descrito con alguna cualidad de estos rasgos.
7. Sistematización Innovación: Presencia moderada del rasgo Sistematización (68
pp.) y ausencia del rasgo Innovación (43 pp.). Daría cuenta de personas organizadas
que transforman informacn nueva adecuándola a lo conocido, siendo
perfeccionistas y eficientes.
5. Insatisfacción Concordancia: Presencia del rasgo Concordancia (59 pp.) y ausencia
del rasgo Insatisfacción (38 pp.) Esto remite a personas simpáticos socialmente las
cuales establecen vínculos afectivos y lealtades muy fuertes, pero ocultan sus
sentimientos negativos.
2. Vacilación Firmeza: presencia del rasgo Firmeza (61 pp.) y ausencia del rasgo
Vacilación (41 pp.) Estas personas creen ser talentosos y competentes, son
ambiciosos, egocéntricos y seguros de mismos.
Análisis Descriptivo de las Variables Sociodemográficas
El análisis de las VS se realizó con los 22 hombres que asisten al XY, que en el MIPS tienen el
perfil valido.
B. Nivel de instrucción escolar: De los 22 hombres que asisten al grupo XY y
A. Edad: Se observa que predominan en el grupo estudiado los hombres con edades
entre 31 y 60 años, es decir adultos de edad intermedia. Es menor el número de
hombres jóvenes adultos. No hay hombres de edad avanzada que tengan más de 60
años.
G. Tipo predominante de violencia ejercida contra la pareja: Se observó 13 de ellos
declararon Violencia Psicológica, 9 aplicaron Violencia Física. Ninguno reconoció
ejercer Violencia Simbólica, Económica y patrimonial o Sexual.
participaron de la investigación, predominan aquellos que tienen un nivel
secundario completo con 12 casos, le siguen aquellos con primaria finalizada en 6
casos y solo 4 llegaron a concluir la Educación Superior.
C. Ocupación: De los 22 hombres que asisten al grupo XY, más de un tercio (36%)
tienen por ocupación el Autoempleo o Trabajan por su cuenta, mientras que un
32% tienen Relación de dependencia o son asalariados, y un porcentaje igual del
32% tienen un Trabajo no registrado, informal, o en negro. En el grupo estudiado no
hay hombres que nunca hayan trabajado.
D. Estado Civil: De los 22 hombres que asisten al XY, 14 de ellos están Solteros, 4
están Casados y 4 están en una Unión no formal, hay dos que están separados. No
hay hombres que sean Viudos.
E. Composición del hogar paterno/materno: Durante la mayor parte de su infancia
de los hombres que asisten al grupo XY, 13 de ellos tuvieron familias compuestas
por ambos padres y otros familiares, 7 vivieron con un solo padre/madre, 1 en
Alguna Institución y otro con otros familiares. No hay hombres que hayan sido
criados por ambos padres siendo hijo único o que hayan tenido otra composición
familiar.
F. Principal sostén económico del hogar: De los 22 hombres que asisten al grupo XY,
10 de ellos fueron el Principal sostén económico, 5 de ellos expresan que son
Ambos miembros de la pareja quienes aportan al sostén del hogar, 5 que son
Familiares suyos los que ayudan económicamente y 2 manifiestan que son otros los
que los sustentan. En ningún caso el principal sostén del hogar es Su Pareja o
Familiares de su pareja.
Análisis Unifactorial de las Variables Composición del hogar
paterno/materno y Estilo de Personalidad.
14 15
del rasgo Intuición (41 pp.). Por lo que son de derivar sus conocimientos de lo
concreto, confiando en la experiencia directa y en lo observable
6. Reflexión – Afectividad: Presencia moderada en los rasgos Afectividad (53. pp.) y
Reflexión (50 pp.). Implica que forman sus propias reacciones afectivas y guiándose
por sus valores personales. A su vez que procesan los conocimientos por medio de la
lógica y lo analítico, sus decisiones están basadas en juicios objetivos
c) Comportamiento Interpersonales:
3. Discrepancia Conformismo: presencia del rasgo Conformismo (69 pp.) y ausencia
del rasgo Discrepancia (33 pp.). Se muestran honrados con autodominio, respetando
la autoridad y cooperando.
1. Retraimiento – Comunicatividad: Presencia del rasgo Comunicatividad (51 pp.). y
ausencia del rasgo Retraimiento (40pp.), Se relacionan buscando estimulación y
atención, siendo simpáticos y brillantes como también exigentes y manipuladores.
4. Sometimiento – Control: Ausencia de los rasgos Control (47 pp.) y Sometimiento
(39 pp.). No se puede hablar de una descripción categórica de esta bipolaridad, ya que
los evaluados no se han descrito con alguna cualidad de estos rasgos.
7. Sistematización Innovación: Presencia moderada del rasgo Sistematización (68
pp.) y ausencia del rasgo Innovación (43 pp.). Daría cuenta de personas organizadas
que transforman informacn nueva adecuándola a lo conocido, siendo
perfeccionistas y eficientes.
5. Insatisfacción Concordancia: Presencia del rasgo Concordancia (59 pp.) y ausencia
del rasgo Insatisfacción (38 pp.) Esto remite a personas simpáticos socialmente las
cuales establecen vínculos afectivos y lealtades muy fuertes, pero ocultan sus
sentimientos negativos.
2. Vacilación Firmeza: presencia del rasgo Firmeza (61 pp.) y ausencia del rasgo
Vacilación (41 pp.) Estas personas creen ser talentosos y competentes, son
ambiciosos, egocéntricos y seguros de mismos.
Análisis Descriptivo de las Variables Sociodemográficas
El análisis de las VS se realizó con los 22 hombres que asisten al XY, que en el MIPS tienen el
perfil valido.
B. Nivel de instrucción escolar: De los 22 hombres que asisten al grupo XY y
A. Edad: Se observa que predominan en el grupo estudiado los hombres con edades
entre 31 y 60 años, es decir adultos de edad intermedia. Es menor el número de
hombres jóvenes adultos. No hay hombres de edad avanzada que tengan más de 60
años.
G. Tipo predominante de violencia ejercida contra la pareja: Se observó 13 de ellos
declararon Violencia Psicológica, 9 aplicaron Violencia Física. Ninguno reconoció
ejercer Violencia Simbólica, Económica y patrimonial o Sexual.
participaron de la investigación, predominan aquellos que tienen un nivel
secundario completo con 12 casos, le siguen aquellos con primaria finalizada en 6
casos y solo 4 llegaron a concluir la Educación Superior.
C. Ocupación: De los 22 hombres que asisten al grupo XY, más de un tercio (36%)
tienen por ocupación el Autoempleo o Trabajan por su cuenta, mientras que un
32% tienen Relación de dependencia o son asalariados, y un porcentaje igual del
32% tienen un Trabajo no registrado, informal, o en negro. En el grupo estudiado no
hay hombres que nunca hayan trabajado.
D. Estado Civil: De los 22 hombres que asisten al XY, 14 de ellos están Solteros, 4
están Casados y 4 están en una Unión no formal, hay dos que están separados. No
hay hombres que sean Viudos.
E. Composición del hogar paterno/materno: Durante la mayor parte de su infancia
de los hombres que asisten al grupo XY, 13 de ellos tuvieron familias compuestas
por ambos padres y otros familiares, 7 vivieron con un solo padre/madre, 1 en
Alguna Institución y otro con otros familiares. No hay hombres que hayan sido
criados por ambos padres siendo hijo único o que hayan tenido otra composición
familiar.
F. Principal sostén económico del hogar: De los 22 hombres que asisten al grupo XY,
10 de ellos fueron el Principal sostén económico, 5 de ellos expresan que son
Ambos miembros de la pareja quienes aportan al sostén del hogar, 5 que son
Familiares suyos los que ayudan económicamente y 2 manifiestan que son otros los
que los sustentan. En ningún caso el principal sostén del hogar es Su Pareja o
Familiares de su pareja.
Análisis Unifactorial de las Variables Composición del hogar
paterno/materno y Estilo de Personalidad.
16 17
Cuadro 1. Medias de las escalas de la variable Estilo de Personalidad según la Composición
del hogar paterno/materno (En alguna institución; Otros familiares; Ambos padres
y otros familiares; Monoparental)
En base a los datos analizados, la significación de cada una de las escalas fue superior al alfa
al margen de error (0,05) por lo que no habría diferencias significativas entre las medias de
cada una de estas según la composición materno/paterno. De esta forma se puede decir
que los diferentes tipos de composición familiar durante los primeros años de los hombres
que asisten al grupo XY no afecta su estilo de personalidad, en ninguna de las escalas (Metas
motivacionales, Modos Cognitivos y Conductas interpersonales), respecto a la forma con la
cual ellos actúan de determinada forma, que fuentes usan para adquirir conocimientos
sobre realidad y como transformarla, y la preferencia respecto a la manera de interactuar
con los demás. Esto se afirma con una probabilidad de acierto 1-α de 0,95 o en el 95% de las
veces.
Análisis Unifactorial de las Variables Tipo de Violencia
Predominante y Estilo de Personalidad
Cuadro 2. Medias de las escalas de la variable Estilo de Personalidad
según los Tipos de Violencia Predominantes (Física y Psicológica)
En base a los resultados obtenidos, las medias de los estilos de personalidad según los dos
tipos de violencia predominantes no se encontraron diferencias significativas según la
significación. Salvo en la escala de Sensación la cual es mayor en violencia física. Por lo
tanto, el tipo de violencia predominante solo afectaría la forma en que los hombres del
grupo XY dirigen su atención a los sucesos que ocurren en el aquí y ahora, confiando en la
experiencia directa, dejando en segundo plano el juicio intelectual. Esto se afirma con una
probabilidad de acierto 1-α de 0,95 o en el 95% de las veces
16 17
Cuadro 1. Medias de las escalas de la variable Estilo de Personalidad según la Composición
del hogar paterno/materno (En alguna institución; Otros familiares; Ambos padres
y otros familiares; Monoparental)
En base a los datos analizados, la significación de cada una de las escalas fue superior al alfa
al margen de error (0,05) por lo que no habría diferencias significativas entre las medias de
cada una de estas según la composición materno/paterno. De esta forma se puede decir
que los diferentes tipos de composición familiar durante los primeros años de los hombres
que asisten al grupo XY no afecta su estilo de personalidad, en ninguna de las escalas (Metas
motivacionales, Modos Cognitivos y Conductas interpersonales), respecto a la forma con la
cual ellos actúan de determinada forma, que fuentes usan para adquirir conocimientos
sobre realidad y como transformarla, y la preferencia respecto a la manera de interactuar
con los demás. Esto se afirma con una probabilidad de acierto 1-α de 0,95 o en el 95% de las
veces.
Análisis Unifactorial de las Variables Tipo de Violencia
Predominante y Estilo de Personalidad
Cuadro 2. Medias de las escalas de la variable Estilo de Personalidad
según los Tipos de Violencia Predominantes (Física y Psicológica)
En base a los resultados obtenidos, las medias de los estilos de personalidad según los dos
tipos de violencia predominantes no se encontraron diferencias significativas según la
significación. Salvo en la escala de Sensación la cual es mayor en violencia física. Por lo
tanto, el tipo de violencia predominante solo afectaría la forma en que los hombres del
grupo XY dirigen su atención a los sucesos que ocurren en el aquí y ahora, confiando en la
experiencia directa, dejando en segundo plano el juicio intelectual. Esto se afirma con una
probabilidad de acierto 1-α de 0,95 o en el 95% de las veces
18 19
Discusión y conclusiones
Respecto a los resultados del primer objetivo “describir las características de personalidad
predominantes en los hombres del grupo XY, los resultados del MIPS muestran que las
escalas que predominan en esta población son las Apertura, Modificación, Protección en
las Metas Motivacionales; Extraversión, Sensación, Reflexión, Afectividad, Sistematización
en los Modos Cognitivos; Comunicatividad, Firmeza, Conformismo y Concordancia en las
Relaciones Interpersonales. Se caracterizarían por ser personas optimistas respecto a su
vida, que buscan la satisfacción inmediata pudiendo ser estrategas en la forma de conseguir
lo que desean, son protectores de sus seres queridos, son realistas y pragmáticos respecto a
cómo interpretan el mundo, tienen en consideración sus propias afectos a la hora de emitir
juicios siendo racionales, suelen ser estructurados a la hora de conocer y actuar en la
realidad, y buscan la interacción y el reconocimiento de sus habilidades por parte del otro,
siendo hábiles en el trato social y simpáticos ante el público, aunque pueden ser tomados
como arrogantes y desconsiderados al creerse competentes y talentosos.
En este trabajo de investigación se encontraron diferencias respecto al trabajo de Aladzeme
(2014) realizado en la misma institución con los hombres que asistían en ese momento al
grupo. El grupo de hombres del XY del año 2019 mostró una mayor capacidad y aspectos
más positivos en características de personalidad que el de los 42 hombres del grupo XY en el
año 2014. Los del grupo XY del 2014 presentaron características de personalidad como la
dificultad de expresar sus emociones, dificultades en habilidades comunicativas y
dificultades para solucionar problemas, diferentes a las del grupo XY del 2019, aunque en
ambos está presente la impulsividad.
Al comparar los resultados obtenidos con otras investigaciones, se observa que respecto al
estudio de Landes (2003), que trabajó con un grupo de 25 hombres de Capital Federal y del
conurbano bonaerense imputados de violencia familiar y otro de hombres no imputados,
los resultados del MIPS del grupo de Jujuy con el grupo de imputados por violencia, las
escalas que coincidieron fueron de Modificación, Individualismo, Reflexión,
Comunicatividad y Firmeza. Por otra parte, al comparar el grupo XY con el de hombres no
imputados, los resultados difieren al encontrar en ellos la escala predominante
Acomodación.
Los resultados del trabajo de Arrigoni (2013) en donde aplicó el MIPS en un grupo de 38
hombres condenados por violencia de género en España, las escalas predominantes
coindicen con los del grupo XY siendo éstas: Apertura/Expansión, Modificación,
Adecuación/Acomodación, Protección, Extraversión, Sensación, Sentimiento/Afectividad,
Sistematizacn, Sociabilidad/Comunicatividad, Decisión/Firmeza, Conformismo,
Sometimiento/Sumisión y Aquiescencia/Concordancia.
Los resultados difieren del grupo estudiado en España de Fernández-Montalvo y Echeburúa
(2008) constituido por 76 hombres judicializados por un delito grave de violencia contra la
Teniendo en cuenta la clasificación de Gottman et al. (Citado en Amor y Echeburúa, 2009) a
los hombres del XY se los podría agrupar en los maltratadores tipo Pitbull. Siendo estos
hombres impulsivos y con dificultades para expresar sus emociones, llegando a tener
explosiones de ira hacia la pareja. Esto se aprecia en los motivos por los cuales, la mayoría,
asiste al grupo por pedido del juez debido a las causas penales de violencia de género que
presentan. A su vez se vinculan con ella de forma dependiente e insegura, buscando
mantenerla en su control manifestando conductas pasivo-agresivas.
El segundo objetivo describir las características sociodemográficas del grupo de hombres
antes mencionados”, los hombres del grupo XY rondan una edad entre 31 a 60 años. De este
grupo, la mayoría llegó a un nivel de instrucción escolar de secundaria y una minoría ellos,
alcan estudios superiores. La mayoría de ellos tienen como ocupación el
Autoempleo/Trabaja por su cuenta y su estado civil es Soltero. Respecto a la Composición
del hogar paterno/materno, el tipo que más se repite entre estos hombres es de un hogar
con Ambos padres y otros familiares. Un gran número de ellos son el Principal sostén
Estos sujetos entrarían en la tipología de hombres Maltratadores en el Ámbito Familiar
(Holtworth-Munroe y Stuart, citado en Amor y Echeburúa, 2009), siendo violentos
fundamentalmente en el hogar con su pareja e hijos, aunque de menor frecuencia y
gravedad que de otros grupos, ejerciendo violencia física y psicológica, pero es muy poco
probable que ejerzan violencia sexual. Pueden presentarse rasgos de personalidad de tipo
dependiente y obsesiva, es decir son personas que suelen arrepentirse después del
episodio violento.
pareja. Mientras que en el grupo español los hombres evidencian una excesiva
dependencia emocional, como también obsesividad y la atribución sistemática de los males
propios a otras personas y la presencia de al menos un trastorno de personalidad (trastorno
obsesivo compulsivo, trastorno dependiente de la personalidad, trastorno paranoide,
rasgos psicopáticos). En el grupo jujeño se evidencia en la forma de relación interpersonal
una necesidad de ser reconocidos, valorados y agradarles a las personas del entorno de la
cual depende su autoestima, pero difieren del grupo español al reflexionar sobre sus actos
siendo responsables de estos y no se presentan trastornos de la personalidad.
Se evidencian en estos hombres las características generales de los agresores planteadas
por Corsi y Amato (citado en Montas, 2011). Está presente, en cierto grado, la tendencia a
intelectualizar las situaciones que les ocurren, aunque reconocen sus emociones frente a
esto. Buscan el éxito y el reconocimiento de los demás llegando a ser competitivos. Se
presentan con una doble fachada respecto a cómo se muestran a las personas fuera del
ámbito familiar tratando de agradar al otro. En menor grado, aparece el deseo de control,
como también la dependencia emocional hacia sus seres queridos. Llegaron a manifestar
violencia hacia la pareja en forma de manipulación y chantaje, como parte de la violencia
psicológica.
18 19
Discusión y conclusiones
Respecto a los resultados del primer objetivo “describir las características de personalidad
predominantes en los hombres del grupo XY, los resultados del MIPS muestran que las
escalas que predominan en esta población son las Apertura, Modificación, Protección en
las Metas Motivacionales; Extraversión, Sensación, Reflexión, Afectividad, Sistematización
en los Modos Cognitivos; Comunicatividad, Firmeza, Conformismo y Concordancia en las
Relaciones Interpersonales. Se caracterizarían por ser personas optimistas respecto a su
vida, que buscan la satisfacción inmediata pudiendo ser estrategas en la forma de conseguir
lo que desean, son protectores de sus seres queridos, son realistas y pragmáticos respecto a
cómo interpretan el mundo, tienen en consideración sus propias afectos a la hora de emitir
juicios siendo racionales, suelen ser estructurados a la hora de conocer y actuar en la
realidad, y buscan la interacción y el reconocimiento de sus habilidades por parte del otro,
siendo hábiles en el trato social y simpáticos ante el público, aunque pueden ser tomados
como arrogantes y desconsiderados al creerse competentes y talentosos.
En este trabajo de investigación se encontraron diferencias respecto al trabajo de Aladzeme
(2014) realizado en la misma institución con los hombres que asistían en ese momento al
grupo. El grupo de hombres del XY del año 2019 mostró una mayor capacidad y aspectos
más positivos en características de personalidad que el de los 42 hombres del grupo XY en el
año 2014. Los del grupo XY del 2014 presentaron características de personalidad como la
dificultad de expresar sus emociones, dificultades en habilidades comunicativas y
dificultades para solucionar problemas, diferentes a las del grupo XY del 2019, aunque en
ambos está presente la impulsividad.
Al comparar los resultados obtenidos con otras investigaciones, se observa que respecto al
estudio de Landes (2003), que trabajó con un grupo de 25 hombres de Capital Federal y del
conurbano bonaerense imputados de violencia familiar y otro de hombres no imputados,
los resultados del MIPS del grupo de Jujuy con el grupo de imputados por violencia, las
escalas que coincidieron fueron de Modificación, Individualismo, Reflexión,
Comunicatividad y Firmeza. Por otra parte, al comparar el grupo XY con el de hombres no
imputados, los resultados difieren al encontrar en ellos la escala predominante
Acomodación.
Los resultados del trabajo de Arrigoni (2013) en donde aplicó el MIPS en un grupo de 38
hombres condenados por violencia de género en España, las escalas predominantes
coindicen con los del grupo XY siendo éstas: Apertura/Expansión, Modificación,
Adecuación/Acomodación, Protección, Extraversión, Sensación, Sentimiento/Afectividad,
Sistematizacn, Sociabilidad/Comunicatividad, Decisión/Firmeza, Conformismo,
Sometimiento/Sumisión y Aquiescencia/Concordancia.
Los resultados difieren del grupo estudiado en España de Fernández-Montalvo y Echeburúa
(2008) constituido por 76 hombres judicializados por un delito grave de violencia contra la
Teniendo en cuenta la clasificación de Gottman et al. (Citado en Amor y Echeburúa, 2009) a
los hombres del XY se los podría agrupar en los maltratadores tipo Pitbull. Siendo estos
hombres impulsivos y con dificultades para expresar sus emociones, llegando a tener
explosiones de ira hacia la pareja. Esto se aprecia en los motivos por los cuales, la mayoría,
asiste al grupo por pedido del juez debido a las causas penales de violencia de género que
presentan. A su vez se vinculan con ella de forma dependiente e insegura, buscando
mantenerla en su control manifestando conductas pasivo-agresivas.
El segundo objetivo describir las características sociodemográficas del grupo de hombres
antes mencionados”, los hombres del grupo XY rondan una edad entre 31 a 60 años. De este
grupo, la mayoría llegó a un nivel de instrucción escolar de secundaria y una minoría ellos,
alcan estudios superiores. La mayoría de ellos tienen como ocupación el
Autoempleo/Trabaja por su cuenta y su estado civil es Soltero. Respecto a la Composición
del hogar paterno/materno, el tipo que más se repite entre estos hombres es de un hogar
con Ambos padres y otros familiares. Un gran número de ellos son el Principal sostén
Estos sujetos entrarían en la tipología de hombres Maltratadores en el Ámbito Familiar
(Holtworth-Munroe y Stuart, citado en Amor y Echeburúa, 2009), siendo violentos
fundamentalmente en el hogar con su pareja e hijos, aunque de menor frecuencia y
gravedad que de otros grupos, ejerciendo violencia física y psicológica, pero es muy poco
probable que ejerzan violencia sexual. Pueden presentarse rasgos de personalidad de tipo
dependiente y obsesiva, es decir son personas que suelen arrepentirse después del
episodio violento.
pareja. Mientras que en el grupo español los hombres evidencian una excesiva
dependencia emocional, como también obsesividad y la atribución sistemática de los males
propios a otras personas y la presencia de al menos un trastorno de personalidad (trastorno
obsesivo compulsivo, trastorno dependiente de la personalidad, trastorno paranoide,
rasgos psicopáticos). En el grupo jujeño se evidencia en la forma de relación interpersonal
una necesidad de ser reconocidos, valorados y agradarles a las personas del entorno de la
cual depende su autoestima, pero difieren del grupo español al reflexionar sobre sus actos
siendo responsables de estos y no se presentan trastornos de la personalidad.
Se evidencian en estos hombres las características generales de los agresores planteadas
por Corsi y Amato (citado en Montas, 2011). Está presente, en cierto grado, la tendencia a
intelectualizar las situaciones que les ocurren, aunque reconocen sus emociones frente a
esto. Buscan el éxito y el reconocimiento de los demás llegando a ser competitivos. Se
presentan con una doble fachada respecto a cómo se muestran a las personas fuera del
ámbito familiar tratando de agradar al otro. En menor grado, aparece el deseo de control,
como también la dependencia emocional hacia sus seres queridos. Llegaron a manifestar
violencia hacia la pareja en forma de manipulación y chantaje, como parte de la violencia
psicológica.
20 21
A pesar de no haber encontrado diferencias, la presencia de una mayoría de hombres con la
composición familiar de ambos padres y hermanos (familia nuclear) concuerda con lo
económico de su hogar. La mayoría tiene como Tipo de violencia predominante hacia su
pareja, la Psicológica y en segundo lugar, la Física.
La investigación de Arrigoni (2013) no difiere mucho de la presente investigación respecto a
las variables sociodemográficas entre ambos grupos. Los hombres condenados tenían un
rango de edad de 20 a 63 años siendo un rango mayor al jujeño. En el estudio del 2013, 14 de
ellos estaban solteros y la misma cantidad divorciados/separados, en cambio los de este
grupo, 18 de los 28 eran solteros, lo que representa el 64%, 4 declararon ser casados, otros 4
sostenían una unión estable y solo 2 eran divorciados. Respecto al nivel de estudio
alcanzado, 16 de los hombres españoles tenían finalizado el primario, 4 no llegaron a
terminarlo, 11 llegaron a completar el secundario y 2 obtuvieron estudios superiores, a
diferencia de la población jujeña, en la cual 10 llegaron a finalizarla primaria, 14 la
secundaria y 4 estudios superiores.
Según Erikson (citado en Monreal-Gineno et al., 2001), parte de los sujetos grupo XY está
atravesando la sexta etapa del desarrollo psicosocial, mientras que otra parte está
atravesando la séptima. El grupo de los jóvenes adultos (de 18 a 30 años) estarían o
estuvieron en la búsqueda de una relación estable con el sexo opuesto. Respecto al grupo
de hombres en edad de adultez intermedia, el acarreamiento de crisis vitales anteriores sin
resolver dificultaría la madurez de la personalidad, esto se aprecia en el hecho de que la
mayoría de estos hombres están judicializados con privación de la libertad resultando en
una imagen negativa frente a la sociedad y no pudiendo participar de esta.
Los resultados del tercer objetivo “comparar si existen diferencias en las características de
personalidad según cual fue su composición principal del hogar materno/paterno del grupo
de hombres antes mencionado”, evidencian que no habría diferencias según la
composición familiar durante la infancia. Lo cual concuerda con lo expuesto por Hall y Lynch
(citado en Landes, 2002) respecto a que indistintamente de las diferencias de clases
sociales, de edad, culturales entre otras, la violencia se manifiesta en todas las parejas
adultas.
Si se compara estos hallazgos con el tipo de violencia percibida por las 8 mujeres que
asistieron al Grupo de Autoayuda Renacer la Vida en San Salvador de Jujuy de la
investigación de Bueno (2018). Se concluye que sólo una minoría de las mujeres expresó
haber recibido exclusivamente violencia psicológica, mientras que la mayoría han padecido
múltiples violencias simultáneamente, es decir que la violencia no se presenta de una sola
manera sino en formas combinadas, corroborando lo que otras investigaciones han puesto
en evidencia. En el grupo XY ninguna de sus parejas aporta al sustento familiar por lo que la
violencia económica que el hombre proveedor podría ejercer no es reconocida por éste,
pero si desde el punto de vista de la mujer.
expuesto Reyes Ruiz et al. (2016). En la mayoría de las familias donde se criaron agresores,
aparece una división estricta de las tareas de género, donde el padre es quien da el ingreso
económico y la madre queda al cuidado de sus hijos. Esto influye en la composición de sus
familias, donde son ellos el principal sostén económico de estas y repitiendo el patrón
comportamental que experimentaron de sus padres durante su infancia.
Los tipos de violencia de esta investigación, coinciden con los descriptos en el trabajo de
Aladzeme (2014), de los 42 hombres un 80% de ellos ejerció maltrato físico y el 90%
maltrato psíquico. Pero en la investigación de Aladzeme se evidencia maltrato económico
en un 45% de estos hombres, este tipo de violencia no está reconocida por los participantes
de esta investigación.
Teniendo en cuenta el tipo de violencia y su gravedad, los hombres del XY entrarían en la
clasificación descripta por Cavanaugh y Gelles (citado en Amor y Echeburúa, 2009) como
maltratadores de riesgo moderado. En estos sujetos la violencia física y psíquica es
En referencia al cuarto objetivo comparar si existen diferencias en las características de
personalidad de los sujetos bajo estudio según el tipo predominante de violencia ejercida
contra la pareja”, se puede decir que no hay diferencias significativas según la forma
predominante de violencia (ya sea física o psicológica) excepto en la escala Sensación que si
mostró diferencias significativas.
Sobre esto, Urzagasti (2006) expresa que, al mantener estos roles rígidos en las familias
tradicionales, dan lugar a la violencia contra la mujer al haber una desigualdad de poder
entre los cónyuges. Por parte de la mujer, Bueno (2018) dice que las concepciones
personales de conservar la familia y el matrimonio, la idea del amor y la obediencia a la
pareja juegan un papel muy importante cuando las mujeres evalúan su situación frente al
maltrato. Por lo que esta dinámica familiar no solo respondería a un modelo de la infancia
del agresor, sino también a creencias por parte de la mujer reflejo de una sociedad
patriarcal aún presente en la provincia.
La presencia de diferencias en la escala de sensación, respecto al tipo de violencia ya sea
psicológica o física, se relaciona con lo planteado por Ruiz-Jarabo y Blanco (citado en Reyes
Ruiz et al, 2016), donde ambas formas de violencia están asociadas, es así que la presencia
de maltrato físico denota la existencia de maltratos psicológicos en la historia de la pareja.
Mientras que Reyes Ruiz et al. (2016) argumenta que, de haber violencia física, esta
generará impacto emocional en la victima. Esto parece evidenciar que ambas formas de
violencia estarían presentes, de manera simultánea, en la relación de pareja. Acordando
con lo planteado por Bueno (2018) que no hay una forma única de violencia expresada en la
pareja, sino que hay combinaciones de estas, por lo que manifestaciones de violencia como
insultos, gritos y descalificaciones frente a otros, estarían acompañados de desde episodios
leves como empujar, zamarronear hasta la existencia de episodios de maltrato intenso
como golpes de puño, golpear y arrojar objetos.
20 21
A pesar de no haber encontrado diferencias, la presencia de una mayoría de hombres con la
composición familiar de ambos padres y hermanos (familia nuclear) concuerda con lo
económico de su hogar. La mayoría tiene como Tipo de violencia predominante hacia su
pareja, la Psicológica y en segundo lugar, la Física.
La investigación de Arrigoni (2013) no difiere mucho de la presente investigación respecto a
las variables sociodemográficas entre ambos grupos. Los hombres condenados tenían un
rango de edad de 20 a 63 años siendo un rango mayor al jujeño. En el estudio del 2013, 14 de
ellos estaban solteros y la misma cantidad divorciados/separados, en cambio los de este
grupo, 18 de los 28 eran solteros, lo que representa el 64%, 4 declararon ser casados, otros 4
sostenían una unión estable y solo 2 eran divorciados. Respecto al nivel de estudio
alcanzado, 16 de los hombres españoles tenían finalizado el primario, 4 no llegaron a
terminarlo, 11 llegaron a completar el secundario y 2 obtuvieron estudios superiores, a
diferencia de la población jujeña, en la cual 10 llegaron a finalizarla primaria, 14 la
secundaria y 4 estudios superiores.
Según Erikson (citado en Monreal-Gineno et al., 2001), parte de los sujetos grupo XY está
atravesando la sexta etapa del desarrollo psicosocial, mientras que otra parte está
atravesando la séptima. El grupo de los jóvenes adultos (de 18 a 30 años) estarían o
estuvieron en la búsqueda de una relación estable con el sexo opuesto. Respecto al grupo
de hombres en edad de adultez intermedia, el acarreamiento de crisis vitales anteriores sin
resolver dificultaría la madurez de la personalidad, esto se aprecia en el hecho de que la
mayoría de estos hombres están judicializados con privación de la libertad resultando en
una imagen negativa frente a la sociedad y no pudiendo participar de esta.
Los resultados del tercer objetivo “comparar si existen diferencias en las características de
personalidad según cual fue su composición principal del hogar materno/paterno del grupo
de hombres antes mencionado”, evidencian que no habría diferencias según la
composición familiar durante la infancia. Lo cual concuerda con lo expuesto por Hall y Lynch
(citado en Landes, 2002) respecto a que indistintamente de las diferencias de clases
sociales, de edad, culturales entre otras, la violencia se manifiesta en todas las parejas
adultas.
Si se compara estos hallazgos con el tipo de violencia percibida por las 8 mujeres que
asistieron al Grupo de Autoayuda Renacer la Vida en San Salvador de Jujuy de la
investigación de Bueno (2018). Se concluye que sólo una minoría de las mujeres expresó
haber recibido exclusivamente violencia psicológica, mientras que la mayoría han padecido
múltiples violencias simultáneamente, es decir que la violencia no se presenta de una sola
manera sino en formas combinadas, corroborando lo que otras investigaciones han puesto
en evidencia. En el grupo XY ninguna de sus parejas aporta al sustento familiar por lo que la
violencia económica que el hombre proveedor podría ejercer no es reconocida por éste,
pero si desde el punto de vista de la mujer.
expuesto Reyes Ruiz et al. (2016). En la mayoría de las familias donde se criaron agresores,
aparece una división estricta de las tareas de género, donde el padre es quien da el ingreso
económico y la madre queda al cuidado de sus hijos. Esto influye en la composición de sus
familias, donde son ellos el principal sostén económico de estas y repitiendo el patrón
comportamental que experimentaron de sus padres durante su infancia.
Los tipos de violencia de esta investigación, coinciden con los descriptos en el trabajo de
Aladzeme (2014), de los 42 hombres un 80% de ellos ejerció maltrato físico y el 90%
maltrato psíquico. Pero en la investigación de Aladzeme se evidencia maltrato económico
en un 45% de estos hombres, este tipo de violencia no está reconocida por los participantes
de esta investigación.
Teniendo en cuenta el tipo de violencia y su gravedad, los hombres del XY entrarían en la
clasificación descripta por Cavanaugh y Gelles (citado en Amor y Echeburúa, 2009) como
maltratadores de riesgo moderado. En estos sujetos la violencia física y psíquica es
En referencia al cuarto objetivo comparar si existen diferencias en las características de
personalidad de los sujetos bajo estudio según el tipo predominante de violencia ejercida
contra la pareja”, se puede decir que no hay diferencias significativas según la forma
predominante de violencia (ya sea física o psicológica) excepto en la escala Sensación que si
mostró diferencias significativas.
Sobre esto, Urzagasti (2006) expresa que, al mantener estos roles rígidos en las familias
tradicionales, dan lugar a la violencia contra la mujer al haber una desigualdad de poder
entre los cónyuges. Por parte de la mujer, Bueno (2018) dice que las concepciones
personales de conservar la familia y el matrimonio, la idea del amor y la obediencia a la
pareja juegan un papel muy importante cuando las mujeres evalúan su situación frente al
maltrato. Por lo que esta dinámica familiar no solo respondería a un modelo de la infancia
del agresor, sino también a creencias por parte de la mujer reflejo de una sociedad
patriarcal aún presente en la provincia.
La presencia de diferencias en la escala de sensación, respecto al tipo de violencia ya sea
psicológica o física, se relaciona con lo planteado por Ruiz-Jarabo y Blanco (citado en Reyes
Ruiz et al, 2016), donde ambas formas de violencia están asociadas, es así que la presencia
de maltrato físico denota la existencia de maltratos psicológicos en la historia de la pareja.
Mientras que Reyes Ruiz et al. (2016) argumenta que, de haber violencia física, esta
generará impacto emocional en la victima. Esto parece evidenciar que ambas formas de
violencia estarían presentes, de manera simultánea, en la relación de pareja. Acordando
con lo planteado por Bueno (2018) que no hay una forma única de violencia expresada en la
pareja, sino que hay combinaciones de estas, por lo que manifestaciones de violencia como
insultos, gritos y descalificaciones frente a otros, estarían acompañados de desde episodios
leves como empujar, zamarronear hasta la existencia de episodios de maltrato intenso
como golpes de puño, golpear y arrojar objetos.
22 23
En conclusión, respecto a las características de sociodemográficas de los hombres del grupo
estudiado, se puede describir a los hombres del grupo XY como personas con edades de
entre 31 a 60 años. De este grupo, un 82% llegó a un nivel de instrucción escolar de
secundaria y el 18% llegó a tener estudios superiores. Un 36% de ellos tienen como
ocupación el Autoempleo/Trabaja por su cuenta. El 64% tiene como estado civil Soltero. Los
hombres del grupo XY pueden ser descriptos de edad de adultez intermedia, los cuales
fueron criados en un grupo familiar en donde además de estar con ambos padres
interactuaron con otros miembros de la familia extensa; al haber llegado a finalizar el
secundario buscan trabajar por su cuenta y además no llegaron a formalizar la relación con
su pareja. Debido a sus actos de violencia contra la mujer, la mayoría terminó judicializado y
con restricción de su libertad impidiendo su desarrollo psicosocial respecto a un rol social,
el sustento económico estable y la forma de relación con la pareja, por lo que se tratarían de
adultos inmaduros.
frecuente, habiendo presencia de historia delictiva.
En cuanto a su estilo de personalidad, respecto a lo que incita y guía a las personas con los
propósitos y fines que llevan a que actúen de un modo determinado. Se observa que los
hombres que asisten al grupo XY tienen la tendencia a ver el lado bueno de las cosas siendo
optimistas en cuento a las posibilidades que le ofrece el futuro, les resulta fácil disfrutar las
actividades mostrando conductas destinadas a promover y enriquecer sus vidas (Apertura).
Son de influir en los acontecimientos a fin de que éstos satisfagan sus necesidades y deseos;
a la hora de buscar placeres y recompensas puede ser impulsivos, excitables e imprudentes,
pero pueden implementar estrategias y explorar alternativas para superar obstáculos o
evitar el sufrimiento (Modificación). También están motivados a ocuparse del bienestar y
los deseos de los otros antes que, de los propios, procuran satisfacer las necesidades
sociales de pertenencia, establecen relaciones íntimas y afectuosas en las que brindar
amor, es tan importante para ellos como recibirlo (Protección).
Las fuentes usadas para adquirir conocimientos respecto a la vida y modo de
transformación de ésta, estos hombres derivan sus conocimientos en lo tangible y
concreto, les favorece la información estructurada bien definida accesible a los sentidos,
están cómodos y confiados con lo práctico, lo literal y lo fáctico; confían en la experiencia
directa y en los fenómenos observables, eligen acciones pragmáticas y realistas, dirigen su
atención a los sucesos de aquí y ahora (Sensación). Se guían por sus valores y metas
personales, evalúan subjetivamente las consecuencias que tendrán sus actos para quienes
resulten afectados por ellos, forman juicios tomando en consideración sus propias
reacciones afectivas frente a las circunstancias, suelen registrar más lo que sienten los
demás, y no tanto lo que piensan (Afectividad). Aunque también pueden procesar los
conocimientos por el razonamiento lógico, analizando los acontecimientos por medio de la
razón crítica y con intervención del pensamiento racional y sensato (Reflexión). Son
No se evidenciaron diferencias significativas de las características de personalidad según
cual fue su composición principal del hogar materno/paterno de los hombres grupo de
estudio. Lo llamativo es que el 59% de ellos vivió en un hogar con Ambos padres y otros
familiares como ser hermanos. Esta predominancia de familias tradicionales evidenciaría
una forma de familia durante su infancia marcada por roles en los padres muy rígidos, en
donde el padre tenía el poder sobre los demás. Lo cual estos hombres usaron de modelo en
la dinámica dentro de su propia familia, donde mantendría el poder, en este caso el
económico siendo, el 45% de ellos el Principal sostén económico de su hogar.
Aunque no se evidenciaron rasgos psicopatológicos, estos hombres tendrían las
características generales de agresores hacia la mujer. La falta de indicios de trastornos de
personalidad podría deberse a que se muestran diferentes fuera del ámbito familiar,
habiendo querido mostrar una buena impresión durante la investigación. Esto también
puede deberse a que son ingresantes nuevos del grupo XY y aún no han transitado el
proceso para llegar a reconocer sus rasgos de personalidad violenta.
La preferencia de los sujetos en cuanto a la manera de interactuar con los demás, los
hombres se presentan como hábiles para el trato social buscando estimulación, excitación y
atención; generalmente disfrutando participando en actividades sociales para hacerse de
nuevas relaciones, pueden ser hábiles para manipular a la gente con el fin de satisfacer sus
necesidades (Comunicabilidad). Suelen ser muy simpáticos socialmente, no les agrada
molestar a los demás, hasta llegan a ocultar sus sentimientos negativos, en especial cuando
éstos pueden parecerles así a las personas a quienes desean agradar (Cordialidad). Son
audaces, astutos, persuasivos, competitivos, ambiciosos y seguros de mismo; son de
creerse más competentes y talentosos que quienes los rodean, esperando que los demás
reconozcan sus cualidades y se esfuercen por complacerlos teniendo el suficiente atractivo
para lograr que los demás apoyen sus causas y propósitos, llegando a ser egocéntricos y
comprendidos por los demás como arrogantes y desconsiderados (Firmeza). Respecto a las
tradiciones y la autoridad, son muy respetuosos y critican a quienes no lo son, siendo
percibidos en esos momentos como poco simpáticos, intolerantes e inflexibles
(Conformismo).
convencionales, previsores, ordenados, meticulosos, metódicos, disciplinados, decididos,
exigentes y están dispuestos a actuar sin apartarse de las perspectivas establecidas; su
manera de abordar las experiencias de la vida es organizada y predecible, transforman
conocimientos nuevos en los ya conocidos habiendo un alto grado de formalidad y
coherencia en su funcionamiento (Sistematización). Desean influir en los sucesos de la vida
cotidiana y ser influidos por estos, a su vez, busca en las otras personas ayuda para
mantener alta su autoestima siendo sus amigos y colegas fuentes de ideas y orientación,
inspiración y energía; sienten la necesidad de participar y seguir la corriente de los demás
(Extraversión).
22 23
En conclusión, respecto a las características de sociodemográficas de los hombres del grupo
estudiado, se puede describir a los hombres del grupo XY como personas con edades de
entre 31 a 60 años. De este grupo, un 82% llegó a un nivel de instrucción escolar de
secundaria y el 18% llegó a tener estudios superiores. Un 36% de ellos tienen como
ocupación el Autoempleo/Trabaja por su cuenta. El 64% tiene como estado civil Soltero. Los
hombres del grupo XY pueden ser descriptos de edad de adultez intermedia, los cuales
fueron criados en un grupo familiar en donde además de estar con ambos padres
interactuaron con otros miembros de la familia extensa; al haber llegado a finalizar el
secundario buscan trabajar por su cuenta y además no llegaron a formalizar la relación con
su pareja. Debido a sus actos de violencia contra la mujer, la mayoría terminó judicializado y
con restricción de su libertad impidiendo su desarrollo psicosocial respecto a un rol social,
el sustento económico estable y la forma de relación con la pareja, por lo que se tratarían de
adultos inmaduros.
frecuente, habiendo presencia de historia delictiva.
En cuanto a su estilo de personalidad, respecto a lo que incita y guía a las personas con los
propósitos y fines que llevan a que actúen de un modo determinado. Se observa que los
hombres que asisten al grupo XY tienen la tendencia a ver el lado bueno de las cosas siendo
optimistas en cuento a las posibilidades que le ofrece el futuro, les resulta fácil disfrutar las
actividades mostrando conductas destinadas a promover y enriquecer sus vidas (Apertura).
Son de influir en los acontecimientos a fin de que éstos satisfagan sus necesidades y deseos;
a la hora de buscar placeres y recompensas puede ser impulsivos, excitables e imprudentes,
pero pueden implementar estrategias y explorar alternativas para superar obstáculos o
evitar el sufrimiento (Modificación). También están motivados a ocuparse del bienestar y
los deseos de los otros antes que, de los propios, procuran satisfacer las necesidades
sociales de pertenencia, establecen relaciones íntimas y afectuosas en las que brindar
amor, es tan importante para ellos como recibirlo (Protección).
Las fuentes usadas para adquirir conocimientos respecto a la vida y modo de
transformación de ésta, estos hombres derivan sus conocimientos en lo tangible y
concreto, les favorece la información estructurada bien definida accesible a los sentidos,
están cómodos y confiados con lo práctico, lo literal y lo fáctico; confían en la experiencia
directa y en los fenómenos observables, eligen acciones pragmáticas y realistas, dirigen su
atención a los sucesos de aquí y ahora (Sensación). Se guían por sus valores y metas
personales, evalúan subjetivamente las consecuencias que tendrán sus actos para quienes
resulten afectados por ellos, forman juicios tomando en consideración sus propias
reacciones afectivas frente a las circunstancias, suelen registrar más lo que sienten los
demás, y no tanto lo que piensan (Afectividad). Aunque también pueden procesar los
conocimientos por el razonamiento lógico, analizando los acontecimientos por medio de la
razón crítica y con intervención del pensamiento racional y sensato (Reflexión). Son
No se evidenciaron diferencias significativas de las características de personalidad según
cual fue su composición principal del hogar materno/paterno de los hombres grupo de
estudio. Lo llamativo es que el 59% de ellos vivió en un hogar con Ambos padres y otros
familiares como ser hermanos. Esta predominancia de familias tradicionales evidenciaría
una forma de familia durante su infancia marcada por roles en los padres muy rígidos, en
donde el padre tenía el poder sobre los demás. Lo cual estos hombres usaron de modelo en
la dinámica dentro de su propia familia, donde mantendría el poder, en este caso el
económico siendo, el 45% de ellos el Principal sostén económico de su hogar.
Aunque no se evidenciaron rasgos psicopatológicos, estos hombres tendrían las
características generales de agresores hacia la mujer. La falta de indicios de trastornos de
personalidad podría deberse a que se muestran diferentes fuera del ámbito familiar,
habiendo querido mostrar una buena impresión durante la investigación. Esto también
puede deberse a que son ingresantes nuevos del grupo XY y aún no han transitado el
proceso para llegar a reconocer sus rasgos de personalidad violenta.
La preferencia de los sujetos en cuanto a la manera de interactuar con los demás, los
hombres se presentan como hábiles para el trato social buscando estimulación, excitación y
atención; generalmente disfrutando participando en actividades sociales para hacerse de
nuevas relaciones, pueden ser hábiles para manipular a la gente con el fin de satisfacer sus
necesidades (Comunicabilidad). Suelen ser muy simpáticos socialmente, no les agrada
molestar a los demás, hasta llegan a ocultar sus sentimientos negativos, en especial cuando
éstos pueden parecerles así a las personas a quienes desean agradar (Cordialidad). Son
audaces, astutos, persuasivos, competitivos, ambiciosos y seguros de mismo; son de
creerse más competentes y talentosos que quienes los rodean, esperando que los demás
reconozcan sus cualidades y se esfuercen por complacerlos teniendo el suficiente atractivo
para lograr que los demás apoyen sus causas y propósitos, llegando a ser egocéntricos y
comprendidos por los demás como arrogantes y desconsiderados (Firmeza). Respecto a las
tradiciones y la autoridad, son muy respetuosos y critican a quienes no lo son, siendo
percibidos en esos momentos como poco simpáticos, intolerantes e inflexibles
(Conformismo).
convencionales, previsores, ordenados, meticulosos, metódicos, disciplinados, decididos,
exigentes y están dispuestos a actuar sin apartarse de las perspectivas establecidas; su
manera de abordar las experiencias de la vida es organizada y predecible, transforman
conocimientos nuevos en los ya conocidos habiendo un alto grado de formalidad y
coherencia en su funcionamiento (Sistematización). Desean influir en los sucesos de la vida
cotidiana y ser influidos por estos, a su vez, busca en las otras personas ayuda para
mantener alta su autoestima siendo sus amigos y colegas fuentes de ideas y orientación,
inspiración y energía; sienten la necesidad de participar y seguir la corriente de los demás
(Extraversión).
24 25
La única diferencia significativa encontrada es en la escala de Sensación, respecto a las
formas de violencia predominantes física o psicológica. Pero al no presentarse diferencias
en las demás escalas, esto indiciaría que la elección de una u otro dependen de la forma que
originan juicios en ese momento de generar el acto como respuesta a este. Pero ambas
formas de violencia parecerían ser simultáneas donde los hombres ejercerían ambas de
manera predominante respecto a las otras. La supuesta ausencia de los demás tipos de
violencia podría deberse a la posibilidad de estar presentes varias en forma combinada
siendo las predominantes las que reconoce, o también puede que estos hombres estarían
queriendo mostrar una imagen menos violenta durante la investigación. Esto lleva a
plantearse, dentro de la dinámica de la pareja, cuales son los tipos de violencia que
reconoce el agresor y cuales la mujer para conocer si habría concordancia entre estos.
Sobre la relación de violencia y quien es el sustento económico de la familia, dio a plantear
la posibilidad que aunque no esté presente como forma predominante la violencia
económica, al ser la mayoría de estos hombres los productores de ingresos para el hogar si
estaría presente, pero no visualizados por ellos como violencia. En cambio, aparecerían las
agresiones de tipo física y psicológica, para mantener una dinámica de pareja donde los
roles asimétricos serian rígidos. Esto puede ser una consecuencia de una dificultad para
superar crisis vitales en su historia personal, más específicamente a las de generar buenos
vínculos con el sexo opuesto. Estas dificultares para lograr una relación de confianza,
autonomía y aceptación con el otro podría ser una de los factores del surgimiento de la
violencia hacia la mujer.
Deberían plantearse más investigaciones que permitan indagar el vínculo entre las parejas
en relaciones violentas, y no delimitarse a solamente la figura del hombre o de la mujer,
reduciendo al fenómeno a algo parcial. De la misma forma, debería haber más
investigaciones que comparen las perspectivas tanto de la víctima como del agresor.
Respecto a esto, la misma ley 26.486 plantea como violencia de género el acto de agresión
del hombre hacia la mujer, entendiéndose que cuando el acto es a la inversa no se estaría
hablando de violencia de género y en cierta medida invisibilizan las consecuencias de la
violencia por parte de la mujer a estos hombres, que ambos estarían en posición de
agresores y victimas en la relación.
Finalizando, esta investigación trató de aportar nuevo conocimiento respecto a las
características de los agresores locales, como un medio para seguir profundizando respecto
a la temática de la violencia contra la mujer. Poder encarar esta temática siguiendo un
enfoque cuantitativo fue útil para describir las características de personalidad de los
hombres y compararlo según las variables sociodemográficas más llamativas de esta
población en busca de diferencias. Esta perspectiva llevó a comprender que un fenómeno
tan amplio como es la violencia, necesita poder ser abordada desde sus diferentes
dimensiones. Éste es un hecho que hay que tener presente para el diseño de futuros
programas de intervención, prevención y de investigación.
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formas de violencia predominantes física o psicológica. Pero al no presentarse diferencias
en las demás escalas, esto indiciaría que la elección de una u otro dependen de la forma que
originan juicios en ese momento de generar el acto como respuesta a este. Pero ambas
formas de violencia parecerían ser simultáneas donde los hombres ejercerían ambas de
manera predominante respecto a las otras. La supuesta ausencia de los demás tipos de
violencia podría deberse a la posibilidad de estar presentes varias en forma combinada
siendo las predominantes las que reconoce, o también puede que estos hombres estarían
queriendo mostrar una imagen menos violenta durante la investigación. Esto lleva a
plantearse, dentro de la dinámica de la pareja, cuales son los tipos de violencia que
reconoce el agresor y cuales la mujer para conocer si habría concordancia entre estos.
Sobre la relación de violencia y quien es el sustento económico de la familia, dio a plantear
la posibilidad que aunque no esté presente como forma predominante la violencia
económica, al ser la mayoría de estos hombres los productores de ingresos para el hogar si
estaría presente, pero no visualizados por ellos como violencia. En cambio, aparecerían las
agresiones de tipo física y psicológica, para mantener una dinámica de pareja donde los
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autonomía y aceptación con el otro podría ser una de los factores del surgimiento de la
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h t t p : / / s e r v i c i o s . i n f o l e g . g o b . a r / i n f o l e g I n t e r n e t / a n e x o s / 1 5 0 0 0 0 -
154999/152155/norma.htm
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mundial de la prevención de la violencia. Recuperado el 28 de Marzo de 2018, de
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Monreal-Gimeno, C.; Macarro, M.J.; Muñoz, L. V. (2001). El adulto: etapas y
consideraciones para el aprendizaje. Eúphoros, 3, 97-112-
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especializada en violencia familiar, de género y de delitos contra la integridad sexual:
estadística de expedientes ingresados desde 01-06-2017 hasta 31-12-2017. Recuperado el
2018 de Marzo de 28, de Ministerio Público de las Acusación Provincia de Jujuy:
http://mpajujuy.gob.ar/pdfs/Unidad_Fiscal_Especializada_En_Violencia_Familiar_De_Ge
nero_Y_De_Delitos_Contra_La_Integridad_Sexual.pdf
28 29
Sánchez-López, M. y Aparicio, M. E (1998). El Inventario Millon de Estilos de Personalidad:
su fiabilidad y validez en España y Argentina. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y
Evaluación Psicológica, 4(2), 87-110.
Sánchez-López, M.; Martina, M., y Aparicio, M. E. (1998). Estilos diferenciales de
personalidad en población adulta española y argentina. Revista de Psicopatología y
Psicología Clínica, 4(1), 37-47.
Raquel ConchellDiranzo, R. C., Murillo, M. L., y Catalá-Miñana, A. (12 de Junio de 2016).
Intervención con hombres penados por violencia contra la mujer en las relaciones de
pareja: el Programa Contexto. Información Psicológica (111), 51-63.
Urzagasti, O. A. (2006). Estructura de la familia de origen y nuclear en varones que ejercen
violencia física en el ámbito conyugal. AJAYU, 4(2), 268-289
Reyes Ruiz, W.; Tavárez, R.; Beltré; M. (2016). Perfil psicosocial del hombre agresor que
participa en el programa de modificación de conductas violentas de 18 a 65 años y su
incidencia en el aumento de violencia intrafamiliar y de género, municipio de Santiago de
los caballeros. Enero- abril 2016. Universidad abierta para adultos UAPA
Reglamento de Trabajos Integradores Finales y Trabajos Finales de Grado. Disposición Nº:
373/2014. Universidad Católica Santiago del Estero - Departamento Académico San
Salvador de Jujuy, República Argentina.
Rivas-Diez, R. (2011). Inventario de Estilos de Personalidad de Millon (MIPS) en mujeres
chilenas. RIDEP 31(1). 177-193.
Tonin, S.; Elías, D.; y Urrutia, M. (2016). Los modos cognitivos en el MIPS. Investigación en
estudiantes de psicología. VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica
Profesional en Psicología XXIII Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología -Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires.
Zamudio, R. L. (2000). Atención Terapéutica con Hombres que Ejercen Violencia Conyugal,
algunas reflexiones. Recuperado el 2018 de Marzo de 28, de Raullizana:
http://www.raullizana.com/docs/art%C3%ADculo-atenci%C3%B3n-terap%C3%A9utica-
con-hombres.pdf
Pichon-Rivière, E. (1999). El proceso grupal. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
Sampieri, R. H., y Collado, C. F. (2010). Metodología de la investigación - Quinta Edición.
México D.F.: McGraHi Educación.
Sánchez, R. O. (Julio-Diciembre de 2003). Theodore Millon, una teoría de la personalidad y
su patología. Psico-USF, 8(2), 163-173.
Salinero, J. G. (10 de Mayo de 2004). Estudios descriptivos. Nure Investigación (7).
R e c u p e r a d o e l 2 8 d e M a r z o d e 2 0 1 8 , d e N u r e I n v e s t i g a c i ó n :
http://www.nureinvestigacion.es/OJS/index.php/nure/article/view/180/163
Estrategias de consumo alimentario
de los hogares en situación
de pobreza de la Ciudad
Capital de Santiago del Estero
Autora: Analía Marcela Valentini Cristina
Universidad Católica de Santiago del Estero
analiavalentini@gmail.com
Licenciada en Sociología. Especialista en Enseñanza de la Educación Superior. Especialista
en Investigación Educativa y Formación Docente. Magister en Ciencias Sociales.
Coordinadora del Área Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de UCSE
Resumen
En este artículo compartimos las estrategias que organizan cotidianamente el acto de
comer en los hogares santiagueños en situación de pobreza. Condicionantes como los
ingresos, el número de comensales, la presencia de enfermedades, limitan y justifican las
decisiones de cada hogar; pero además enlazan la historia, la cultura, la tradición y los
afectos.
A partir de entrevistas a los encargados de los hogares sobre lo que comen a diario, los
circuitos de abastecimiento, las formas de preparación y los principios que organizan la
Fecha de recepción: 21-05-2020. Fecha de aceptación: 26-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p29-46
Artículos Originales
28 29
Sánchez-López, M. y Aparicio, M. E (1998). El Inventario Millon de Estilos de Personalidad:
su fiabilidad y validez en España y Argentina. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y
Evaluación Psicológica, 4(2), 87-110.
Sánchez-López, M.; Martina, M., y Aparicio, M. E. (1998). Estilos diferenciales de
personalidad en población adulta española y argentina. Revista de Psicopatología y
Psicología Clínica, 4(1), 37-47.
Raquel ConchellDiranzo, R. C., Murillo, M. L., y Catalá-Miñana, A. (12 de Junio de 2016).
Intervención con hombres penados por violencia contra la mujer en las relaciones de
pareja: el Programa Contexto. Información Psicológica (111), 51-63.
Urzagasti, O. A. (2006). Estructura de la familia de origen y nuclear en varones que ejercen
violencia física en el ámbito conyugal. AJAYU, 4(2), 268-289
Reyes Ruiz, W.; Tavárez, R.; Beltré; M. (2016). Perfil psicosocial del hombre agresor que
participa en el programa de modificación de conductas violentas de 18 a 65 años y su
incidencia en el aumento de violencia intrafamiliar y de género, municipio de Santiago de
los caballeros. Enero- abril 2016. Universidad abierta para adultos UAPA
Reglamento de Trabajos Integradores Finales y Trabajos Finales de Grado. Disposición Nº:
373/2014. Universidad Católica Santiago del Estero - Departamento Académico San
Salvador de Jujuy, República Argentina.
Rivas-Diez, R. (2011). Inventario de Estilos de Personalidad de Millon (MIPS) en mujeres
chilenas. RIDEP 31(1). 177-193.
Tonin, S.; Elías, D.; y Urrutia, M. (2016). Los modos cognitivos en el MIPS. Investigación en
estudiantes de psicología. VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica
Profesional en Psicología XXIII Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología -Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires.
Zamudio, R. L. (2000). Atención Terapéutica con Hombres que Ejercen Violencia Conyugal,
algunas reflexiones. Recuperado el 2018 de Marzo de 28, de Raullizana:
http://www.raullizana.com/docs/art%C3%ADculo-atenci%C3%B3n-terap%C3%A9utica-
con-hombres.pdf
Pichon-Rivière, E. (1999). El proceso grupal. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
Sampieri, R. H., y Collado, C. F. (2010). Metodología de la investigación - Quinta Edición.
México D.F.: McGraHi Educación.
Sánchez, R. O. (Julio-Diciembre de 2003). Theodore Millon, una teoría de la personalidad y
su patología. Psico-USF, 8(2), 163-173.
Salinero, J. G. (10 de Mayo de 2004). Estudios descriptivos. Nure Investigación (7).
R e c u p e r a d o e l 2 8 d e M a r z o d e 2 0 1 8 , d e N u r e I n v e s t i g a c i ó n :
http://www.nureinvestigacion.es/OJS/index.php/nure/article/view/180/163
Estrategias de consumo alimentario
de los hogares en situación
de pobreza de la Ciudad
Capital de Santiago del Estero
Autora: Analía Marcela Valentini Cristina
Universidad Católica de Santiago del Estero
analiavalentini@gmail.com
Licenciada en Sociología. Especialista en Enseñanza de la Educación Superior. Especialista
en Investigación Educativa y Formación Docente. Magister en Ciencias Sociales.
Coordinadora del Área Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de UCSE
Resumen
En este artículo compartimos las estrategias que organizan cotidianamente el acto de
comer en los hogares santiagueños en situación de pobreza. Condicionantes como los
ingresos, el número de comensales, la presencia de enfermedades, limitan y justifican las
decisiones de cada hogar; pero además enlazan la historia, la cultura, la tradición y los
afectos.
A partir de entrevistas a los encargados de los hogares sobre lo que comen a diario, los
circuitos de abastecimiento, las formas de preparación y los principios que organizan la
Fecha de recepción: 21-05-2020. Fecha de aceptación: 26-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p29-46
Artículos Originales
30 31
comensalidad emergen preguntas que movilizan y preocupan en la mayoría de estos
hogares ¿qué comeremos hoy? ¿comeremos hoy? A partir de ellas recuperamos una serie
de decisiones que se asumen en forma colectiva en cada familia y organizan la
cotidianeidad alimentaria, reinventando estrategias para satisfacer a los comensales.
Las cocinas familiares de los hogares en situación de pobreza de nuestra provincia se
inscriben y reproducen formas de organización como la familia numerosa y extensa, activan
redes solidarias, remiten a formas de producción y clasificación relacionadas con el origen
rural de alguno de sus miembros y enlazan rituales festivos que otorgan una fisonomía
particular a la mesa de estos santiagueños.
Palabras clave
estrategia alimentaria cocinas familiares- comensalidad -hogares en situación de pobreza
Abstract
In this article we share the strategies that daily organize the act of eating in Santiago
households in poverty. Determinants such as income, the number of diners, the presence of
diseases, limit and justify the decisions of each household; but they also link history, culture,
tradition and affections. From interviews with the heads of the households on what they eat
daily, the supply circuits, the ways of preparation and the principles that organize
commensality, questions emerge that mobilize and worry in most of these households, what
will we eat today? Shall we eat today From them we recover a series of decisions that are
taken collectively in each family and organize daily food, reinventing strategies to satisfy
diners. The family kitchens of poor households in our province register and reproduce forms
of organization such as the large and extended family, activate solidarity networks, refer to
forms of production and classification related to the rural origin of some of its members and
link festive rituals that give a particular appearance to the table of these people from
Santiago
food strategy- family kitchens- commensality - households in poverty
Key Words
Introducción
Existe cantidad de literatura que evidencia la relación entre la nutrición de las personas y el
desarrollo económico de las mismas. Una persona bien nutrida tendrá mayor capacidad de
trabajo lo que redundará en un aumento de los ingresos, mientras que aquellas personas
con una alimentación deficiente tienen mayor riesgo de enfermar lo que acarreará otra
clase de privaciones sumiendo a las personas en el círculo vicioso de la pobreza.
Si bien todas las clases sociales organizan cotidianamente su acto de comer, son los sectores
en situación de pobreza quienes deben invertir mayor tiempo e ingenio táctico para ello.
Para Huergo (2016), este dispositivo, denominado gestión diaria del comer familiar, no hace
alusión a acciones de repetición mecánica, por el contrario, obedece a razones culturales
propias de las condiciones de privación material en las que se inscribe su existencia.
Este proyecto se enlaza en gran medida con la Responsabilidad Social Universitaria,
entendida como una exigencia ética de sostenibilidad que nos obliga como actores
fundamentales en tanto comunidad universitaria a preocuparnos de las consecuencias
sociales y ambientales de nuestros actos.
Ante este panorama los pobres presentarán un doble riesgo para su salud, por un lado un
déficit de micronutrientes; que tiene que ver con la falta de consumo de alimentos
protectores como las frutas, las verduras, carnes y lácteos, y por el otro lado problemas de
sobrepeso por el consumo de alimentos altamente energéticos. Un tipo de alimentación
que predispone a la pérdida de la salud, y si tenemos en cuenta los grupos críticos que
conforman algunas familias, veremos que presentan un doble riesgo de vulnerabilidad
nutricional. Por un lado una dieta nutricionalmente deficiente y por el otro lado, la
organización de la comensalidad privilegiando al hombre proveedor con platos más
abundantes; mientras que las mujeres, niños y ancianos suelen servirse de platos más
escasos.
La responsabilidad social nos interpela desde la fragilidad de otros cuya carencia
Este trabajo tiene como propósito compartir algunas reflexiones y resultados que se
desprenden de una investigación interdisciplinar aprobada y financiada en el marco del
Concurso SeCyT - Convocatoria 2016. (Res 247/17 Universidad Católica de Santiago del
Estero), la cual tuvo como objetivo general comprender las estrategias de consumo
alimentario en hogares pobres de nuestra provincia. La búsqueda se orientó a captar las
prácticas que las familias pobres realizan en el marco de la vida cotidiana para mantener o
mejorar la alimentación y las razones que se aducen para justificarlas.
En la Argentina cada gobierno de turno fue implementando distintos programas de ajuste
económico. Estos tuvieron su impacto en el patrón de consumo de los distintos sectores
sociales produciendo cambios materiales y simbólicos a la hora de organizar la
comensalidad. El contexto político en el que se inscribió nuestro trabajo profundizó el
ajuste impactando directamente en los consumos básicos.
30 31
comensalidad emergen preguntas que movilizan y preocupan en la mayoría de estos
hogares ¿qué comeremos hoy? ¿comeremos hoy? A partir de ellas recuperamos una serie
de decisiones que se asumen en forma colectiva en cada familia y organizan la
cotidianeidad alimentaria, reinventando estrategias para satisfacer a los comensales.
Las cocinas familiares de los hogares en situación de pobreza de nuestra provincia se
inscriben y reproducen formas de organización como la familia numerosa y extensa, activan
redes solidarias, remiten a formas de producción y clasificación relacionadas con el origen
rural de alguno de sus miembros y enlazan rituales festivos que otorgan una fisonomía
particular a la mesa de estos santiagueños.
Palabras clave
estrategia alimentaria cocinas familiares- comensalidad -hogares en situación de pobreza
Abstract
In this article we share the strategies that daily organize the act of eating in Santiago
households in poverty. Determinants such as income, the number of diners, the presence of
diseases, limit and justify the decisions of each household; but they also link history, culture,
tradition and affections. From interviews with the heads of the households on what they eat
daily, the supply circuits, the ways of preparation and the principles that organize
commensality, questions emerge that mobilize and worry in most of these households, what
will we eat today? Shall we eat today From them we recover a series of decisions that are
taken collectively in each family and organize daily food, reinventing strategies to satisfy
diners. The family kitchens of poor households in our province register and reproduce forms
of organization such as the large and extended family, activate solidarity networks, refer to
forms of production and classification related to the rural origin of some of its members and
link festive rituals that give a particular appearance to the table of these people from
Santiago
food strategy- family kitchens- commensality - households in poverty
Key Words
Introducción
Existe cantidad de literatura que evidencia la relación entre la nutrición de las personas y el
desarrollo económico de las mismas. Una persona bien nutrida tendrá mayor capacidad de
trabajo lo que redundará en un aumento de los ingresos, mientras que aquellas personas
con una alimentación deficiente tienen mayor riesgo de enfermar lo que acarreará otra
clase de privaciones sumiendo a las personas en el círculo vicioso de la pobreza.
Si bien todas las clases sociales organizan cotidianamente su acto de comer, son los sectores
en situación de pobreza quienes deben invertir mayor tiempo e ingenio táctico para ello.
Para Huergo (2016), este dispositivo, denominado gestión diaria del comer familiar, no hace
alusión a acciones de repetición mecánica, por el contrario, obedece a razones culturales
propias de las condiciones de privación material en las que se inscribe su existencia.
Este proyecto se enlaza en gran medida con la Responsabilidad Social Universitaria,
entendida como una exigencia ética de sostenibilidad que nos obliga como actores
fundamentales en tanto comunidad universitaria a preocuparnos de las consecuencias
sociales y ambientales de nuestros actos.
Ante este panorama los pobres presentarán un doble riesgo para su salud, por un lado un
déficit de micronutrientes; que tiene que ver con la falta de consumo de alimentos
protectores como las frutas, las verduras, carnes y lácteos, y por el otro lado problemas de
sobrepeso por el consumo de alimentos altamente energéticos. Un tipo de alimentación
que predispone a la pérdida de la salud, y si tenemos en cuenta los grupos críticos que
conforman algunas familias, veremos que presentan un doble riesgo de vulnerabilidad
nutricional. Por un lado una dieta nutricionalmente deficiente y por el otro lado, la
organización de la comensalidad privilegiando al hombre proveedor con platos más
abundantes; mientras que las mujeres, niños y ancianos suelen servirse de platos más
escasos.
La responsabilidad social nos interpela desde la fragilidad de otros cuya carencia
Este trabajo tiene como propósito compartir algunas reflexiones y resultados que se
desprenden de una investigación interdisciplinar aprobada y financiada en el marco del
Concurso SeCyT - Convocatoria 2016. (Res 247/17 Universidad Católica de Santiago del
Estero), la cual tuvo como objetivo general comprender las estrategias de consumo
alimentario en hogares pobres de nuestra provincia. La búsqueda se orientó a captar las
prácticas que las familias pobres realizan en el marco de la vida cotidiana para mantener o
mejorar la alimentación y las razones que se aducen para justificarlas.
En la Argentina cada gobierno de turno fue implementando distintos programas de ajuste
económico. Estos tuvieron su impacto en el patrón de consumo de los distintos sectores
sociales produciendo cambios materiales y simbólicos a la hora de organizar la
comensalidad. El contexto político en el que se inscribió nuestro trabajo profundizó el
ajuste impactando directamente en los consumos básicos.
32 33
condiciona sus estrategias de vida y las orientan a la reproducción de desigualdades.
Comer en contextos de pobreza
El comer es una de las prácticas cotidianas que se repiten día a día en el seno de cada familia
y que, si bien cumple una función primaria, como es la de ingerir nutrientes para sobrevivir;
también cumple una función social muy importante ya que genera identidad social, marca
la pertenencia a una cultura o grupo social.
Las familias “hacen cosas” ponen en juego su saber y su creatividad, lo que aprendieron en
el pasado y lo que en otros hogares “funciona”, y con esas prácticas cotidianas, a fuerza de
invertir su creatividad y su energía, logran mejorar sus condiciones de existencia (Huergo,
2016).
Las estrategias domésticas de los hogares nos permiten comprender como se organiza el
acto cotidiano de comer. Para Aguirre (2004) estas estrategias no son individuales sino
familiares, a pesar que son los individuos los que actúan, sus prácticas están fuertemente
condicionadas por las decisiones del hogar, a través de un procesos de negociación sobre el
destino de los ingresos y egresos, la preparación, distribución y consumo de los alimentos,
todo esto justificado por creencias y valores acerca de qué se debe o puede comer y a quién
le corresponde cada cosa.
En lo que respecta a las preparaciones alimentarias propias de los contextos de pobreza,
hay que distinguir los vínculos entre los platos más característicos y las formas de cocción
más frecuentemente empleadas. En relación a los primeros, predominan los platos
colectivos, que son funcionales a la comensalidad, al tiempo de la cocinera, a la tecnología
de cocción, y a las representaciones alimentarias de las clases populares: alimentos fuertes
para cuerpos fuertes (que realizan trabajos de fuerza), que se comen colectivamente. Las
limitaciones de vajilla e instrumentos de cocción (instrumentos necesarios para la
preparación de un plato), hacen que la comida deba prepararse teniendo en cuenta un solo
fuego y un solo recipiente, esto limita las preparaciones posibles a: sopas, guisos o frituras.
Se partió de la premisa que todo proceso de empobrecimiento llevará sin duda a
restricciones en la calidad de vida e impactará en la alimentación de los hogares, pero no se
puede convertir linealmente pobreza en hambre y desnutrición. Dependiendo en gran
medida del punto de partida, de su vulnerabilidad, de sus saberes y sus posibilidades:
comerán distinto, sustituirán productos caros (frutas, verduras, lácteos, carnes) por otros
más baratos (pan, fideos, grasas, azúcares), comerán menor variedad de productos y platos
únicos (comida de olla), se “llenarán” con pan y mate, cambiarán la manera de distribuir la
comida entre los miembros del hogar, se reunirán con otras familias en su misma condición
para intentar acciones comunes, recurrirán a instituciones públicas o privadas en busca de
asistencia, etc. Es decir, generarán estrategias para afrontar la carencia.
Por otra parte, en el mundo de lo posible no de lo elegible, las decisiones que hacen a la
autonomía de las familias en relación al cómo se vive, cómo se obtienen/apropian los
alimentos/comidas y cómo se come está reescrito para estos sectores por las definiciones
que el Estado toma sobre su alimentación a través de políticas subsidiarias (Huergo, 2016).
Con este estudio se intentó recuperar prácticas alimentarias con un pensamiento situado,
que no desconoce la perspectiva estructural pero que intenta dar cuenta de patrones
locales que redefinen el acto de comer y posibilita acercarse a la mesa familiar del
santiagueño.
Para Di Lulo (1935) hay una relación ineludible entre el comer y el vivir; por lo tanto son
distintos los hombres y los pueblos, según la forma, cantidad y calidad de su ración
alimenticia. El autor describe la alimentación popular santiagueña en los siguientes
términos: de una sólida y permanente materia nutricia, se complace, no obstante en la
diversidad gustativa de sus adobos, salsa y formas culinarias” (p.118)
Estas preparaciones, ofrecen la posibilidad de estirarse” con el agregado de agua si más
integrantes se unen a la mesa, y pueden acompañarse con pan para dar volumen y mayor
saciedad (Aguirre, 2011)
Reconstruir las prácticas de alimentación supone también “historizarel comer de un lugar,
no sólo se trata de lo que comemos “nosotros” en tanto gusto de clase”, sino también que
comemos “nosotros los santiagueños”, lo que hace a la identificación de un pueblo y sus
tradiciones.
Contexto del estudio
El estudio se llevó a cabo en algunos barrios en situación de pobreza en Ciudad Capital de
1
Santiago del Estero, los mismos están mayormente emplazados en la nueva periferia . De
estos seleccionamos los barrios Bruno Volta, Cáceres, Don Bosco, General Paz, John
Kennedy, Juan Felipe Ibarra, Juan Díaz de Solís, La Católica, Mosconi y 8 de Abril con una
población total de 45.753 según un estudio realizado en estos barrios (Caumo, Santillán y
Gómez, 2017).
La nueva periferia en Santiago del Estero acompaña en forma envolvente las actuales líneas
de fijación y está conformada por veintitrés barrios, heterogéneos en su superficie, número
de habitantes y equipamiento. Mantienen características urbanas de escaso dinamismo. Se
advierten sectores reducidos con viviendas surgidas por iniciativa oficial, que coexisten con
prevalencia de viviendas realizadas por iniciativa privada.
En ellos se observa en general, un tejido urbano discontinuo con un importante número de
1
Según un estudio realizado por Colucci, Caumo, Santillán, Cantos, Moreira y Gioria (2012) las actuales líneas de fijación
incorporan dentro de ellas diez barrios de la antigüa periferia. De ellos Seleccionamos los barrios impactados con distintos
programas y acciones desde la Universidad Católica de Santiago del Estero.
32 33
condiciona sus estrategias de vida y las orientan a la reproducción de desigualdades.
Comer en contextos de pobreza
El comer es una de las prácticas cotidianas que se repiten día a día en el seno de cada familia
y que, si bien cumple una función primaria, como es la de ingerir nutrientes para sobrevivir;
también cumple una función social muy importante ya que genera identidad social, marca
la pertenencia a una cultura o grupo social.
Las familias “hacen cosas” ponen en juego su saber y su creatividad, lo que aprendieron en
el pasado y lo que en otros hogares “funciona”, y con esas prácticas cotidianas, a fuerza de
invertir su creatividad y su energía, logran mejorar sus condiciones de existencia (Huergo,
2016).
Las estrategias domésticas de los hogares nos permiten comprender como se organiza el
acto cotidiano de comer. Para Aguirre (2004) estas estrategias no son individuales sino
familiares, a pesar que son los individuos los que actúan, sus prácticas están fuertemente
condicionadas por las decisiones del hogar, a través de un procesos de negociación sobre el
destino de los ingresos y egresos, la preparación, distribución y consumo de los alimentos,
todo esto justificado por creencias y valores acerca de qué se debe o puede comer y a quién
le corresponde cada cosa.
En lo que respecta a las preparaciones alimentarias propias de los contextos de pobreza,
hay que distinguir los vínculos entre los platos más característicos y las formas de cocción
más frecuentemente empleadas. En relación a los primeros, predominan los platos
colectivos, que son funcionales a la comensalidad, al tiempo de la cocinera, a la tecnología
de cocción, y a las representaciones alimentarias de las clases populares: alimentos fuertes
para cuerpos fuertes (que realizan trabajos de fuerza), que se comen colectivamente. Las
limitaciones de vajilla e instrumentos de cocción (instrumentos necesarios para la
preparación de un plato), hacen que la comida deba prepararse teniendo en cuenta un solo
fuego y un solo recipiente, esto limita las preparaciones posibles a: sopas, guisos o frituras.
Se partió de la premisa que todo proceso de empobrecimiento llevará sin duda a
restricciones en la calidad de vida e impactará en la alimentación de los hogares, pero no se
puede convertir linealmente pobreza en hambre y desnutrición. Dependiendo en gran
medida del punto de partida, de su vulnerabilidad, de sus saberes y sus posibilidades:
comerán distinto, sustituirán productos caros (frutas, verduras, lácteos, carnes) por otros
más baratos (pan, fideos, grasas, azúcares), comerán menor variedad de productos y platos
únicos (comida de olla), se “llenarán” con pan y mate, cambiarán la manera de distribuir la
comida entre los miembros del hogar, se reunirán con otras familias en su misma condición
para intentar acciones comunes, recurrirán a instituciones públicas o privadas en busca de
asistencia, etc. Es decir, generarán estrategias para afrontar la carencia.
Por otra parte, en el mundo de lo posible no de lo elegible, las decisiones que hacen a la
autonomía de las familias en relación al cómo se vive, cómo se obtienen/apropian los
alimentos/comidas y cómo se come está reescrito para estos sectores por las definiciones
que el Estado toma sobre su alimentación a través de políticas subsidiarias (Huergo, 2016).
Con este estudio se intentó recuperar prácticas alimentarias con un pensamiento situado,
que no desconoce la perspectiva estructural pero que intenta dar cuenta de patrones
locales que redefinen el acto de comer y posibilita acercarse a la mesa familiar del
santiagueño.
Para Di Lulo (1935) hay una relación ineludible entre el comer y el vivir; por lo tanto son
distintos los hombres y los pueblos, según la forma, cantidad y calidad de su ración
alimenticia. El autor describe la alimentación popular santiagueña en los siguientes
términos: de una sólida y permanente materia nutricia, se complace, no obstante en la
diversidad gustativa de sus adobos, salsa y formas culinarias” (p.118)
Estas preparaciones, ofrecen la posibilidad de estirarse” con el agregado de agua si más
integrantes se unen a la mesa, y pueden acompañarse con pan para dar volumen y mayor
saciedad (Aguirre, 2011)
Reconstruir las prácticas de alimentación supone también “historizarel comer de un lugar,
no sólo se trata de lo que comemos “nosotros” en tanto gusto de clase”, sino también que
comemos “nosotros los santiagueños”, lo que hace a la identificación de un pueblo y sus
tradiciones.
Contexto del estudio
El estudio se llevó a cabo en algunos barrios en situación de pobreza en Ciudad Capital de
1
Santiago del Estero, los mismos están mayormente emplazados en la nueva periferia . De
estos seleccionamos los barrios Bruno Volta, Cáceres, Don Bosco, General Paz, John
Kennedy, Juan Felipe Ibarra, Juan Díaz de Solís, La Católica, Mosconi y 8 de Abril con una
población total de 45.753 según un estudio realizado en estos barrios (Caumo, Santillán y
Gómez, 2017).
La nueva periferia en Santiago del Estero acompaña en forma envolvente las actuales líneas
de fijación y está conformada por veintitrés barrios, heterogéneos en su superficie, número
de habitantes y equipamiento. Mantienen características urbanas de escaso dinamismo. Se
advierten sectores reducidos con viviendas surgidas por iniciativa oficial, que coexisten con
prevalencia de viviendas realizadas por iniciativa privada.
En ellos se observa en general, un tejido urbano discontinuo con un importante número de
1
Según un estudio realizado por Colucci, Caumo, Santillán, Cantos, Moreira y Gioria (2012) las actuales líneas de fijación
incorporan dentro de ellas diez barrios de la antigüa periferia. De ellos Seleccionamos los barrios impactados con distintos
programas y acciones desde la Universidad Católica de Santiago del Estero.
34 35
espacios vacantes, calles sin pavimentar, viviendas precarias, basurales espontáneos, que
señalan entre otras cosas la vulnerabilidad de sus habitantes (Colucci, Caumo, Santillán,
Cantos. Moreira y Gioria, 2012).
El ritmo del trabajo de campo estuvo condicionado por la disponibilidad de cada UPA para
recibirnos, ya que las mismas dependen de un calendario anual para sus actividades, de
vacunación, de implementación de campañas de prevención y promoción. Pese a la buena
2
predisposición de los agentes sanitarios, la coyuntura política nos obligó a redefinir algunas
decisiones de orden metodológico.
Las Upas se organizan y llevan a cabo actividades de promoción de la salud y de prevención
de la enfermedad, a partir de los Programas implementados desde el Ministerio de Salud.
Tienen acercamiento efectivo y permanente a los domicilios de las familias que se
encuentran en el área de cobertura, a través de los agentes sanitarios, quienes se
constituyeron en informantes claves y “porteros” a los efectos de nuestra investigación.
El ingreso a los hogares de los barrios seleccionados fue a través de las Unidades Primarias
de Atención, llamadas actualmente también Unidades de Pronta Atención (UPA). Las
mismas se crearon en nuestra provincia con la finalidad de poner a disposición de la
población una serie de servicios básicos en 35 centros de salud del nivel I de complejidad,
para descomprimir la atención de emergencias en hospitales de mayor complejidad y dar
respuestas rápidas en zonas de mucha población.
2
En el transcurso del corriente año, como consecuencia de los ajustes realizados en el sector salud, renunciaron algunos
profesionales o fueron removidos de sus lugares, se redujo no sólo el número sino los perfiles profesionales. Esto generó una
redistribución de recursos humanos, con la consecuente sobrecarga de actividades en los Centros y en los agentes sanitarios.
Objetivos
Objetivo General:
· Analizar las estrategias de consumo alimentario de los hogares en situación de pobreza de
la Ciudad Capital de Santiago del Estero
Objetivos Específicos:
· Describir la rutina alimentaria de los hogares en situación de pobreza
· Indagar las justificaciones en la elección de los alimentos, comidas preferidas y los
circuitos de abastecimiento alimentario de la familia.
· Caracterizar las cocinas familiares y la organización que determina la comensalidad de los
miembros del grupo familiar.
Materiales y metodos
La comprensión de estrategias generadas en los hogares pobres para enfrentar el problema
alimentario supone la discusión de perspectivas teóricas en torno al problema de la
alimentación y el concepto de pobreza con las consiguientes decisiones metodológicas,
dado que tales dimensiones son inseparables en un proceso de investigación
También se realizaron tres entrevistas grupales en la sala de espera de una de las Upas. El
tiempo de espera para turnos médicos, especialmente para consultas a pediatras y
obstetras facilitó el acceso a mujeres mayormente jóvenes o de mediana edad quienes a
veces asistían acompañadas de algún familiar. Estas entrevistas se llevaron a cabo en
horarios de la siesta por ser lo previstos para la atención de pacientes. El equipo de
investigación era presentado por los agentes sanitarios de turno, solicitando su
consentimiento y colaboración. Seguidamente se exponía en términos sencillos los
propósitos y se realizaban preguntas disparadoras para romper el hielo entre los
participantes. Los encuentros fueron filmados y grabados previo consentimiento.
En el marco de este estudio la unidad de análisis fue la unidad doméstica (hogares)
considerada la misma como el centro de las actividades ligadas a la reproducción cotidiana
de los individuos que la componen.
Para el cumplimiento de los objetivos se definió un diseño exploratorio. A través de una
mirada cualitativa y participativa se procuró recuperar la perspectiva de los actores
sociales, con la convicción que esta perspectiva demanda una generosa dosis de
reflexividad ¿Qué queremos decir con esto? Básicamente que apelamos a reconocernos
como parte del mundo que estudiamos, indagar reflexivamente de qué manera se co-
produce el conocimiento a través de sus nociones y sus actitudes y desarrollar la reflexión
crítica acerca de sus supuestos, su sentido común, su lugar en el campo y las condiciones
históricas y socioculturales en que el investigador lleva a cabo su labor (…) esto suele
designarse como “reflexividad” (Guber, 1988).
En cuanto a las técnicas de recolección de datos, se administraron veinticinco entrevistas
semi estructuradas en los domicilios familiares en compañía de agentes sanitarios. Las
mismas se anunciaban con anticipación respetando la organización cotidiana del
encargado del hogar.
La entrevista grupal fue una modalidad que se adoptó al no poder realizar los talleres
participativos previstos en el proyecto, por dos motivos principalmente: la falta de un
espacio adecuado para interactuar y porque los asistentes a la Upas estaban
acostumbrados a la organización de espera” y temían perder sus turnos si retiraban del
recinto que cumple esa función.
La entrevista grupal tomó la modalidad de una charla amena acompañada con algunas
confituras o dulces que llevamos para compartir mientras transcurrían las mismas.
En ambos casos, entrevistas domiciliarias y entrevistas grupales, se focalizó la atención en la
34 35
espacios vacantes, calles sin pavimentar, viviendas precarias, basurales espontáneos, que
señalan entre otras cosas la vulnerabilidad de sus habitantes (Colucci, Caumo, Santillán,
Cantos. Moreira y Gioria, 2012).
El ritmo del trabajo de campo estuvo condicionado por la disponibilidad de cada UPA para
recibirnos, ya que las mismas dependen de un calendario anual para sus actividades, de
vacunación, de implementación de campañas de prevención y promoción. Pese a la buena
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predisposición de los agentes sanitarios, la coyuntura política nos obligó a redefinir algunas
decisiones de orden metodológico.
Las Upas se organizan y llevan a cabo actividades de promoción de la salud y de prevención
de la enfermedad, a partir de los Programas implementados desde el Ministerio de Salud.
Tienen acercamiento efectivo y permanente a los domicilios de las familias que se
encuentran en el área de cobertura, a través de los agentes sanitarios, quienes se
constituyeron en informantes claves y “porteros” a los efectos de nuestra investigación.
El ingreso a los hogares de los barrios seleccionados fue a través de las Unidades Primarias
de Atención, llamadas actualmente también Unidades de Pronta Atención (UPA). Las
mismas se crearon en nuestra provincia con la finalidad de poner a disposición de la
población una serie de servicios básicos en 35 centros de salud del nivel I de complejidad,
para descomprimir la atención de emergencias en hospitales de mayor complejidad y dar
respuestas rápidas en zonas de mucha población.
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En el transcurso del corriente año, como consecuencia de los ajustes realizados en el sector salud, renunciaron algunos
profesionales o fueron removidos de sus lugares, se redujo no sólo el número sino los perfiles profesionales. Esto generó una
redistribución de recursos humanos, con la consecuente sobrecarga de actividades en los Centros y en los agentes sanitarios.
Objetivos
Objetivo General:
· Analizar las estrategias de consumo alimentario de los hogares en situación de pobreza de
la Ciudad Capital de Santiago del Estero
Objetivos Específicos:
· Describir la rutina alimentaria de los hogares en situación de pobreza
· Indagar las justificaciones en la elección de los alimentos, comidas preferidas y los
circuitos de abastecimiento alimentario de la familia.
· Caracterizar las cocinas familiares y la organización que determina la comensalidad de los
miembros del grupo familiar.
Materiales y metodos
La comprensión de estrategias generadas en los hogares pobres para enfrentar el problema
alimentario supone la discusión de perspectivas teóricas en torno al problema de la
alimentación y el concepto de pobreza con las consiguientes decisiones metodológicas,
dado que tales dimensiones son inseparables en un proceso de investigación
También se realizaron tres entrevistas grupales en la sala de espera de una de las Upas. El
tiempo de espera para turnos médicos, especialmente para consultas a pediatras y
obstetras facilitó el acceso a mujeres mayormente jóvenes o de mediana edad quienes a
veces asistían acompañadas de algún familiar. Estas entrevistas se llevaron a cabo en
horarios de la siesta por ser lo previstos para la atención de pacientes. El equipo de
investigación era presentado por los agentes sanitarios de turno, solicitando su
consentimiento y colaboración. Seguidamente se exponía en términos sencillos los
propósitos y se realizaban preguntas disparadoras para romper el hielo entre los
participantes. Los encuentros fueron filmados y grabados previo consentimiento.
En el marco de este estudio la unidad de análisis fue la unidad doméstica (hogares)
considerada la misma como el centro de las actividades ligadas a la reproducción cotidiana
de los individuos que la componen.
Para el cumplimiento de los objetivos se definió un diseño exploratorio. A través de una
mirada cualitativa y participativa se procuró recuperar la perspectiva de los actores
sociales, con la convicción que esta perspectiva demanda una generosa dosis de
reflexividad ¿Qué queremos decir con esto? Básicamente que apelamos a reconocernos
como parte del mundo que estudiamos, indagar reflexivamente de qué manera se co-
produce el conocimiento a través de sus nociones y sus actitudes y desarrollar la reflexión
crítica acerca de sus supuestos, su sentido común, su lugar en el campo y las condiciones
históricas y socioculturales en que el investigador lleva a cabo su labor (…) esto suele
designarse como “reflexividad” (Guber, 1988).
En cuanto a las técnicas de recolección de datos, se administraron veinticinco entrevistas
semi estructuradas en los domicilios familiares en compañía de agentes sanitarios. Las
mismas se anunciaban con anticipación respetando la organización cotidiana del
encargado del hogar.
La entrevista grupal fue una modalidad que se adoptó al no poder realizar los talleres
participativos previstos en el proyecto, por dos motivos principalmente: la falta de un
espacio adecuado para interactuar y porque los asistentes a la Upas estaban
acostumbrados a la organización de espera” y temían perder sus turnos si retiraban del
recinto que cumple esa función.
La entrevista grupal tomó la modalidad de una charla amena acompañada con algunas
confituras o dulces que llevamos para compartir mientras transcurrían las mismas.
En ambos casos, entrevistas domiciliarias y entrevistas grupales, se focalizó la atención en la
36
37
narrativa del encargado del hogar, esto es aquel que organiza y dispone la adquisición,
elaboración y distribución de la comida. No obstante estuvimos atentos a los aportes de los
acompañantes, sean estos hombres o mujeres, que en muchas ocasiones se mostraron
deseosos de participar y relatarnos su experiencia, probablemente por pertenecer al
mismo grupo familiar y ser partícipe de las decisiones en torno a las estrategias
alimentarias.
Se inició el proceso con algunas certezas e intuiciones, transitamos zonas de
incertidumbre, invertimos mucho tiempo y esfuerzo en negociaciones para entrar a campo.
Experimentamos tal como lo plantea Bourdieu (1995) que no hay nada más universal que la
dificultad en la investigación.
Resultados
La rutina diaria del comer: “no somos delicados
Los criterios que organizan la comida diaria de las familias entrevistadas tienen una rutina
similar: el mate cocido marca el inicio del día en muchos hogares; la opción por la leche está
presente si hay niños en la familia.
El mate acompaña la rutina mate todo el día…a medida que vamos haciendo cosas, vamos
tomando mate,…ya viene el otro y seguimos así, todo el día, para muchos matiza la siesta La
constante es que el mate se endulza con importantes cantidades de azúcar “un bolsón de
El cocinarse asocia a la complejidad de ese hacer, los encargados del hogar sostienen que
cocina una vez al díapor el tiempo que demanda la elaboración y se prioriza el almuerzo.
En la cena se elaboran platos más simples, recalentando… si queda se calienta o sino se
cocina….o reciclando si queda guiso, eso ya no quieren”… por ahí uso huevos porque me
gusta hacer torrejita del guiso que te queda. La idea siempre es comer algo más “livianito
a la noche y esto puede ser “una taza de leche o mate cocido” cuando hay adultos en la
casa; si hay niños o jóvenes la opción “liviana” es fiambre, papas fritas, “revueltos” o tortilla
de papa. Una premisa en estos hogares frente a la decisión de lo que se come es no somos
delicados”.
Los condicionantes de la preparación de la comida diaria están vinculados fuertemente al
“hoyde las familias, básicamente a la disponibilidad de dinero para su adquisición.
Se establecen reglas y rituales que las familias comparten entre como la idea que un buen
mate “no va solo nunca”, “se procura el pan de cada día” y “la comida no se tira”. La comida
casera, es decir, hecha por uno mismo en el hogar se venera y marca una diferencia
importante: “yo cocino siempre, y…hago de todo, yo prefiero hacer que comprar, pero los
avatares que impone la precariedad económica, hace que se resigne este hábito cediendo a
la urgencia… cuando él llega (refiriéndose al marido)…, a eso de las cuatro, a veces, cruzo al
frente, a la despensa y compro un poco de fiambre o unas milanesas.
azúcar (10 kg) me dura tres días…somos muchos… ¡como 60 kilos tengo que comprar!
(risas). El uso de edulcorante se asocia a enfermedad, especialmente la diabetes.
Entre lo que se prefiere y lo que se puede: “Sí o sí tienes que cocinar
Pese a la notoria preferencia por la carne, algunas frituras y salsas suculentas también los
entrevistados manifiestan su interés por las comidas que consideran saludables. Es decir,
sostienen que se debe comer variado, muchas verduras, pescado y leche, argumentando
sus beneficios: pescado trato de comer, porque tengo tiroides y leí una vez en una revistita
“Selecciones” que es muy bueno, así que como pescados, tomate en lata y lentejas... y
arvejas en latas, pero... cada taaanto(Carola)
En muchas entrevistas se destaca la disposición para describir las estrategias de
aprovisionamiento, detalles de lugares y precios y justificaciones de la elección, dando
cuenta de una especie de experticia en la economía doméstica.
La sopa que antaño era un plato que complementaba el menú diario, se convierte en
“relleno” para completar una comida no tan sustentosa”… si te toca bife, la carne es
cara y hacemos uno así para cada uno con ensalada (marca una porción pequeña con la
mano como de diez cm)…ahí completamos con sopa…(Juan).
Zanahoria no les pongo mucho porque no, no los convence (por la hija y el marido) yo que
es la “proteína segura”, pero la verdad por ahí no(Doris)
Bueno cuando ellos quieren comer un guiso, si se hace, o una salsa, se hace… generalmente
de pollo, poco la carne, poco, está muy cara…(Estela)
Es posible que se trate reproducciones de discursos nutricionales aprendidos sobre la
alimentación o de dar cuenta de hábitos saludables delante de los agentes de la salud que
nos acompañaron“…le hago para ella la dieta especial que tiene, por ahí, sí le hago pollo…
con ensalada de, de verduras crudas, achicoria, tomate. Ella sabe que debe cuidarse
(Estela)
Guiso y sopa casi todos los días” (Jazmín)
Entre las preparaciones nombradas con más frecuencia, se destacan el guiso, la sopa, “la
salsa”, “la milanesa”, “la empanada”.
Busco el precio de la verdura. Detalla los precios: $50 el kilo de pan, $20 y $30 el fideo Tío
Nico en Montenegro, $45 el aceite de litro “900 cm” $248 el kilo de palomita, $75 el kilo de
pollo en el barrio, tres kilos de pierna por $154, $25 el kilo de menudo. -aclara que gasta dos
mil pesos por semana para mercadería, eso es lo que puede destinar-. Compro una pieza
entera de queso,- recuerda que la última vez pago $415-. Busco el mejor precio en el barrio.
Compro la verdura cuando pasa el verdulero en su camión, dos kilos de papa por $25, $20 el
kilo de zanahoria, $45 el kilo de pimiento, $25 el kilo de cebolla, cocina con gas en garrafa,
pago $315 la garrafa de 10 kilos. Cuando quedo sin gas cocina con leña. Pago $85 la bolsa,
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narrativa del encargado del hogar, esto es aquel que organiza y dispone la adquisición,
elaboración y distribución de la comida. No obstante estuvimos atentos a los aportes de los
acompañantes, sean estos hombres o mujeres, que en muchas ocasiones se mostraron
deseosos de participar y relatarnos su experiencia, probablemente por pertenecer al
mismo grupo familiar y ser partícipe de las decisiones en torno a las estrategias
alimentarias.
Se inició el proceso con algunas certezas e intuiciones, transitamos zonas de
incertidumbre, invertimos mucho tiempo y esfuerzo en negociaciones para entrar a campo.
Experimentamos tal como lo plantea Bourdieu (1995) que no hay nada más universal que la
dificultad en la investigación.
Resultados
La rutina diaria del comer: “no somos delicados
Los criterios que organizan la comida diaria de las familias entrevistadas tienen una rutina
similar: el mate cocido marca el inicio del día en muchos hogares; la opción por la leche está
presente si hay niños en la familia.
El mate acompaña la rutina mate todo el día…a medida que vamos haciendo cosas, vamos
tomando mate,…ya viene el otro y seguimos así, todo el día, para muchos matiza la siesta La
constante es que el mate se endulza con importantes cantidades de azúcar “un bolsón de
El cocinarse asocia a la complejidad de ese hacer, los encargados del hogar sostienen que
cocina una vez al díapor el tiempo que demanda la elaboración y se prioriza el almuerzo.
En la cena se elaboran platos más simples, recalentando… si queda se calienta o sino se
cocina….o reciclando si queda guiso, eso ya no quieren”… por ahí uso huevos porque me
gusta hacer torrejita del guiso que te queda. La idea siempre es comer algo más “livianito
a la noche y esto puede ser “una taza de leche o mate cocido” cuando hay adultos en la
casa; si hay niños o jóvenes la opción “liviana” es fiambre, papas fritas, “revueltos” o tortilla
de papa. Una premisa en estos hogares frente a la decisión de lo que se come es no somos
delicados”.
Los condicionantes de la preparación de la comida diaria están vinculados fuertemente al
“hoyde las familias, básicamente a la disponibilidad de dinero para su adquisición.
Se establecen reglas y rituales que las familias comparten entre como la idea que un buen
mate “no va solo nunca”, “se procura el pan de cada día” y “la comida no se tira”. La comida
casera, es decir, hecha por uno mismo en el hogar se venera y marca una diferencia
importante: “yo cocino siempre, y…hago de todo, yo prefiero hacer que comprar, pero los
avatares que impone la precariedad económica, hace que se resigne este hábito cediendo a
la urgencia… cuando él llega (refiriéndose al marido)…, a eso de las cuatro, a veces, cruzo al
frente, a la despensa y compro un poco de fiambre o unas milanesas.
azúcar (10 kg) me dura tres días…somos muchos… ¡como 60 kilos tengo que comprar!
(risas). El uso de edulcorante se asocia a enfermedad, especialmente la diabetes.
Entre lo que se prefiere y lo que se puede: “Sí o sí tienes que cocinar
Pese a la notoria preferencia por la carne, algunas frituras y salsas suculentas también los
entrevistados manifiestan su interés por las comidas que consideran saludables. Es decir,
sostienen que se debe comer variado, muchas verduras, pescado y leche, argumentando
sus beneficios: pescado trato de comer, porque tengo tiroides y leí una vez en una revistita
“Selecciones” que es muy bueno, así que como pescados, tomate en lata y lentejas... y
arvejas en latas, pero... cada taaanto(Carola)
En muchas entrevistas se destaca la disposición para describir las estrategias de
aprovisionamiento, detalles de lugares y precios y justificaciones de la elección, dando
cuenta de una especie de experticia en la economía doméstica.
La sopa que antaño era un plato que complementaba el menú diario, se convierte en
“relleno” para completar una comida no tan sustentosa”… si te toca bife, la carne es
cara y hacemos uno así para cada uno con ensalada (marca una porción pequeña con la
mano como de diez cm)…ahí completamos con sopa…(Juan).
Zanahoria no les pongo mucho porque no, no los convence (por la hija y el marido) yo que
es la “proteína segura”, pero la verdad por ahí no(Doris)
Bueno cuando ellos quieren comer un guiso, si se hace, o una salsa, se hace… generalmente
de pollo, poco la carne, poco, está muy cara…(Estela)
Es posible que se trate reproducciones de discursos nutricionales aprendidos sobre la
alimentación o de dar cuenta de hábitos saludables delante de los agentes de la salud que
nos acompañaron“…le hago para ella la dieta especial que tiene, por ahí, sí le hago pollo…
con ensalada de, de verduras crudas, achicoria, tomate. Ella sabe que debe cuidarse
(Estela)
Guiso y sopa casi todos los días” (Jazmín)
Entre las preparaciones nombradas con más frecuencia, se destacan el guiso, la sopa, “la
salsa”, “la milanesa”, “la empanada”.
Busco el precio de la verdura. Detalla los precios: $50 el kilo de pan, $20 y $30 el fideo Tío
Nico en Montenegro, $45 el aceite de litro “900 cm” $248 el kilo de palomita, $75 el kilo de
pollo en el barrio, tres kilos de pierna por $154, $25 el kilo de menudo. -aclara que gasta dos
mil pesos por semana para mercadería, eso es lo que puede destinar-. Compro una pieza
entera de queso,- recuerda que la última vez pago $415-. Busco el mejor precio en el barrio.
Compro la verdura cuando pasa el verdulero en su camión, dos kilos de papa por $25, $20 el
kilo de zanahoria, $45 el kilo de pimiento, $25 el kilo de cebolla, cocina con gas en garrafa,
pago $315 la garrafa de 10 kilos. Cuando quedo sin gas cocina con leña. Pago $85 la bolsa,
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La creatividad es puesta en práctica por la mayoría de las familias, forma parte de la gestión
diaria del comer. La misma no se reduce a una repetición mecánica sino que obedece a
razones culturales propias de las condiciones de privación material en las que se inscribe la
existencia de estos hogares.
Estrategias como “buscar la oferta”, aprovechar cuando pasa el verdulero”, comparar
precio y distancia”, implican un sacar ventajapara procurar el alimento diario: si o si
tienes que cocinar
Nosotros aquí somos humildes pero la comida aquí, como le digo, no falta” (Claudia).
pero dura mucho. A mi marido le encanta el locro, pero no hace últimamente por el gasto
(Andrea)
Coincidimos con Cattáneo (2000) que la experiencia vivida, la multiplicación de otras
instancias mediadoras a las que se ha transferido parte de la responsabilidad en el reparto
de alimentos, ha modificado en cierto sentido esa percepción del acceso alimentario como
un desafío cotidiano de vivir.
A la leche me la dan en la sala, es marca Manfrey. Cuando se me acaba la compro en la
plaza del ocho de abril a algunas mujeres retiran de la UPA y la vende algunas a 75 y otras a
100: -“A veces sacas dos cajas por 150,… están apretadas y venden… y yo pienso, te están
dando tus hijos deben consumir(Andrea)
De las cocinas familiares en Santiago del Estero: “comer mucho
y bien en fiesta”.
Para Fischler (1995) la cocina es mucho más que la suma de ingredientes y técnicas que se
utilizan para cocinar, ya que representan las creencias y prácticas asociadas a ella y que
comparten los individuos pertenecientes a una misma cultura.
Las cocinas familiares se construyen y las modalidades familiares de llevar adelante la
práctica de comer presentan tanto coincidencias como diferencias de familia a familia. En
ese marco la gramática culinaria estructura la cocina, codificando, evaluando y controlando
con precisión (por medio de marcadores tanto sensoriales como sociales) cada uno de sus
engranajes: hora, número de comidas, asociaciones de alimentos, preferencias, valores
simbólicos y tradiciones familiares, modos de preparar, servir, distribuir y compartir la
mesa, los tiempos y los espacios (Huergo, 2012)
La tarea de analizar las cocinas familiares comienza con la descripción de su puesta en
marcha a través de sus gramáticas culinarias. Para Huergo (2016) la construcción analítica
Di Lulo (1935), pensando en Santiago del Estero, planteaba que un renglón de las
costumbres, harto descuidado era la cocina. Y sin embargo, nada más importante que ella
para conocer el carácter de los individuos, desde que es posible descubrir, a través de sus
predilecciones, modalidades psicológicas bien interesantes.
de la gramática culinaria familiar presenta cuatro dimensiones relacionales que
adoptaremos a los fines de este análisis: Carta de menús familiares (comidas/bebidas
frecuentes, comidas in-imaginables de existencia, comidas que generan curiosidad de ser
probadas, comidas consideradas no comidas, comidas que se extrañan, sus
modificaciones); Cocinero (Transmisión de los haceres/saberes culinarios, Rol asumido al
cocinar, Criterios para elegir el menú, sensibilidades asociadas al cocinar, normativa
impartida); Comensales (Niños como destinatarios, Adultos como destinatarios); La
situación de compartir el espacio-tiempo de comer (Con un nos-Otros, Con un-Otro de
clase, Significados del compartir la comida).
Cartas de Menús Familiares
Existen en las cartas de menú alimentos que evocan la nostalgia, alimentos biográficos. Su
preparación se asocia a recuerdos gratificantes, personas queridas y lugares que forman
parte de la historia y crianza de quienes ejercen el rol de cocinero en las cocinas
Santiagueñas.
En las primeras décadas del siglo pasado, Di Lulo (1935) marcaba un patrón en la
alimentación de nuestro pueblo, afirmaba que el régimen carneo fue y es la base de la
alimentación popular de Santiago. Era natural que la carne interviniese en la preparación de
los más diversos platos, a tal punto que los que no la contenían eran designados como
comida de gringos”:
3
A mi me encantala la añapa , no si usted ha escuchado nombrar… lo lavamos a la
Santiago del Estero tiene predominio de población rural, por lo cual muchas familias, de
distintos sectores atan sus raíces o guardan relaciones de parentesco con familias rurales.
En los relatos se marca la continuidad de ciertas costumbres y patrones alimentarios.
De todo traigo cuando voy al campo, una bolsa de anquín, gallina, huevos…aquí es caro y
feo. Usted no sabe lo que salen los bizcochuelos con huevos caseros(Estela)
Según Zapata, Rovirosa y Carmuega (2019) en Argentina los hogares rurales presentan
mayor consumo aparente de gran parte de los grupos de alimentos. Para los autores estas
diferencias observadas se relacionan con las condiciones en la disponibilidad y la
accesibilidad de algunos grupos de alimentos en el entorno rural como, por ejemplo, el caso
de los alimentos frescos de más difícil acceso, y la carne ovina y porcina que, por ser muchas
veces de producción local, se consume en mayor cantidad.
A la siesta o a la tarde en vez de hacerles matecocido les preparo “masa blanca” como nos
hacía mi abuela. Andrea repasa afanosamente la receta, cuenta que sus abuelos eran del
campo y que ellos les enseñaron a cocinar, con maíz tostado.
3
Añapa (quechua,kakán) beb NOA, Catamarca, Salta, La Rioja, Santiago del Estero. Bebida refrescante que se prepara con
algarroba machacada, macerada en agua que no se deja entrar en fermentación. A diferencia de la aloja que es una bebida
fermentada con una preparación similar. Definición extraída de Alimentos, saberes y sabores. Pequeño atlas del patrimonio
gastronómico del Noroeste Argentino de Jorge Alberto Garufi Aglamisis.
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La creatividad es puesta en práctica por la mayoría de las familias, forma parte de la gestión
diaria del comer. La misma no se reduce a una repetición mecánica sino que obedece a
razones culturales propias de las condiciones de privación material en las que se inscribe la
existencia de estos hogares.
Estrategias como “buscar la oferta”, aprovechar cuando pasa el verdulero”, comparar
precio y distancia”, implican un sacar ventajapara procurar el alimento diario: si o si
tienes que cocinar
Nosotros aquí somos humildes pero la comida aquí, como le digo, no falta” (Claudia).
pero dura mucho. A mi marido le encanta el locro, pero no hace últimamente por el gasto
(Andrea)
Coincidimos con Cattáneo (2000) que la experiencia vivida, la multiplicación de otras
instancias mediadoras a las que se ha transferido parte de la responsabilidad en el reparto
de alimentos, ha modificado en cierto sentido esa percepción del acceso alimentario como
un desafío cotidiano de vivir.
A la leche me la dan en la sala, es marca Manfrey. Cuando se me acaba la compro en la
plaza del ocho de abril a algunas mujeres retiran de la UPA y la vende algunas a 75 y otras a
100: -“A veces sacas dos cajas por 150,… están apretadas y venden… y yo pienso, te están
dando tus hijos deben consumir(Andrea)
De las cocinas familiares en Santiago del Estero: “comer mucho
y bien en fiesta”.
Para Fischler (1995) la cocina es mucho más que la suma de ingredientes y técnicas que se
utilizan para cocinar, ya que representan las creencias y prácticas asociadas a ella y que
comparten los individuos pertenecientes a una misma cultura.
Las cocinas familiares se construyen y las modalidades familiares de llevar adelante la
práctica de comer presentan tanto coincidencias como diferencias de familia a familia. En
ese marco la gramática culinaria estructura la cocina, codificando, evaluando y controlando
con precisión (por medio de marcadores tanto sensoriales como sociales) cada uno de sus
engranajes: hora, número de comidas, asociaciones de alimentos, preferencias, valores
simbólicos y tradiciones familiares, modos de preparar, servir, distribuir y compartir la
mesa, los tiempos y los espacios (Huergo, 2012)
La tarea de analizar las cocinas familiares comienza con la descripción de su puesta en
marcha a través de sus gramáticas culinarias. Para Huergo (2016) la construcción analítica
Di Lulo (1935), pensando en Santiago del Estero, planteaba que un renglón de las
costumbres, harto descuidado era la cocina. Y sin embargo, nada más importante que ella
para conocer el carácter de los individuos, desde que es posible descubrir, a través de sus
predilecciones, modalidades psicológicas bien interesantes.
de la gramática culinaria familiar presenta cuatro dimensiones relacionales que
adoptaremos a los fines de este análisis: Carta de menús familiares (comidas/bebidas
frecuentes, comidas in-imaginables de existencia, comidas que generan curiosidad de ser
probadas, comidas consideradas no comidas, comidas que se extrañan, sus
modificaciones); Cocinero (Transmisión de los haceres/saberes culinarios, Rol asumido al
cocinar, Criterios para elegir el menú, sensibilidades asociadas al cocinar, normativa
impartida); Comensales (Niños como destinatarios, Adultos como destinatarios); La
situación de compartir el espacio-tiempo de comer (Con un nos-Otros, Con un-Otro de
clase, Significados del compartir la comida).
Cartas de Menús Familiares
Existen en las cartas de menú alimentos que evocan la nostalgia, alimentos biográficos. Su
preparación se asocia a recuerdos gratificantes, personas queridas y lugares que forman
parte de la historia y crianza de quienes ejercen el rol de cocinero en las cocinas
Santiagueñas.
En las primeras décadas del siglo pasado, Di Lulo (1935) marcaba un patrón en la
alimentación de nuestro pueblo, afirmaba que el régimen carneo fue y es la base de la
alimentación popular de Santiago. Era natural que la carne interviniese en la preparación de
los más diversos platos, a tal punto que los que no la contenían eran designados como
comida de gringos”:
3
A mi me encantala la añapa , no si usted ha escuchado nombrar… lo lavamos a la
Santiago del Estero tiene predominio de población rural, por lo cual muchas familias, de
distintos sectores atan sus raíces o guardan relaciones de parentesco con familias rurales.
En los relatos se marca la continuidad de ciertas costumbres y patrones alimentarios.
De todo traigo cuando voy al campo, una bolsa de anquín, gallina, huevos…aquí es caro y
feo. Usted no sabe lo que salen los bizcochuelos con huevos caseros(Estela)
Según Zapata, Rovirosa y Carmuega (2019) en Argentina los hogares rurales presentan
mayor consumo aparente de gran parte de los grupos de alimentos. Para los autores estas
diferencias observadas se relacionan con las condiciones en la disponibilidad y la
accesibilidad de algunos grupos de alimentos en el entorno rural como, por ejemplo, el caso
de los alimentos frescos de más difícil acceso, y la carne ovina y porcina que, por ser muchas
veces de producción local, se consume en mayor cantidad.
A la siesta o a la tarde en vez de hacerles matecocido les preparo “masa blanca” como nos
hacía mi abuela. Andrea repasa afanosamente la receta, cuenta que sus abuelos eran del
campo y que ellos les enseñaron a cocinar, con maíz tostado.
3
Añapa (quechua,kakán) beb NOA, Catamarca, Salta, La Rioja, Santiago del Estero. Bebida refrescante que se prepara con
algarroba machacada, macerada en agua que no se deja entrar en fermentación. A diferencia de la aloja que es una bebida
fermentada con una preparación similar. Definición extraída de Alimentos, saberes y sabores. Pequeño atlas del patrimonio
gastronómico del Noroeste Argentino de Jorge Alberto Garufi Aglamisis.
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algarroba, y le sacas el palito de ahí y luego lo machacamos con la mano del mortero y así
sabía hacer mi mamá y mi papá en el campo(Carmen)
Cocinero/a
Aprendí de mi mamá y viendo (silencio) y viendo, buscando recetas y de ahí…Y… en la tele,
revistas, en cosas que encuentro(Marcela)
Así cobra centralidad la estrecha vinculación entre el significante cocina y rol materno.
Tanto la presencia de los hijos como prioridad al momento de seleccionar, elaborar y
compartir los alimentos, como las comidas provistas en algún momento de la vida por
madres y abuelas otorgan una carga simbólica tal a las prácticas culinarias que permanece
vigente frente a las complejas formas de vida de la sociedad actual.
Los recuerdos sobre quién les enseñó el oficio de cocinar forman parte de las decisiones y
elecciones de las cocinas que dirigen los encargados del hogar. El afecto pasa por la
transmisión de los saberes aprendidos de generación en generación.
En mi casa, en mi mamá, ella me enseñó a cocinar, ella me enseñó la comida, a envasar las
frutas, los dulces, todo eso hacía ella(Carola)
Así sabía hacer mi mamá y mi papá y yo he aprendido de ellos(Carmen)
Y bueno generalmente yo decido que es lo que se va a comer (Cecilia)
Este rol se acompaña principalmente por hijas mujeres y nueras y eventualmente por hijos
varones o maridos en ocasiones especiales, en comidas como el asado u otras
preparaciones en parrilla u horno de barro.
En la cultura occidental, las “gramáticas culinarias” (Fischler, 1995) son transmitidas
principalmente por vía materna y están fuertemente vinculadas a la trama familiar que a su
alrededor se configura.
Mi marido él hace tortilla por ahí, hacemos, por ejemplo, hace dos kg y ya nos queda tortilla
para toda la semana(Jazmín)
Los recuerdos y aprendizajes no siempre se relacionan con los afectos, a veces originan
angustia. Los relatos están atravesados por emociones e imágenes contundentes, y definen
el saber y el hacer”:
Aprendí a cocinar sola, mi mamá no nos dejaba acercarnos a la cocina… (rompe en llanto),
no nos dirigía la palabra(Roxana)
Si bien hoy en día este rol de hacerse cargo de la cocina ha sufrido algunas
transformaciones, especialmente en ciertos grupos y sectores y el rol de la mujer se ha ido
modificando estratégicamente al interior de los diferentes estratos sociales (Del Campo y
Navarro, 2012), pero quienes tienen el privilegio de ejercerlo en las familias entrevistadas
son las mujeres.
Comensales
La comensalidad como engranaje de la historia de las cocinas familiares, es entendida por
las familias, como el acto en el que se reúnen a comer y beber alrededor de la mesa;
comprende el: dónde”, cuándo”, quiénes” y qué” se come.
Del acompañamiento y la presencia alrededor de la mesa se desprenden sensaciones,
sentimientos y hasta el propio gusto por la comida:Antes estábamos todos, ahí hacía todo
eso. Yo hacía todo casero, pastas, mayonesa, ahora ya no, somos dos nomás,…cuando
vivíamos con mi marido, por ejemplo… se comía asado, pizas empanadas…(Palmira)
En referencia a la comensalidad, se observó por parte de todas las familias, la importancia
del comer juntos”, tanto en su pasado como en el presente. La costumbre de la reunión
familiar, se concreta pese a cualquier circunstancia.
nosotros tenemos comedor comunitario en casasu mujer acompaña con risa cómplice…
todos pasan a la hora de la comida y ya se quedan, mi hija, el yerno, el chiquito…el otro
también… compramos la gaseosa nomás…dicen que rico y se sientan. Ella es buena cocinera
y yo pago con esto (golpeándose con palmadas la espalda)…los domingo somos dieciocho y
los otros días como catorce
Una de las prácticas que contribuye significativamente a acceder a los alimentos, es la
articulación entre unidades familiares sumando sus provisiones para comer juntos. En
otros casos se trata sencillamente de hogares extendidos, esto es, un grupo formado por la
familia nuclear (matrimonio con hijos) y otras personas emparentadas donde varios
aportan económicamente para la elaboración de la comida principal
“Mi hijo de 32 años y yo ponemos la plata para las compras. Mi nuera cocina. Comemos
todos juntos, somos trece. Puede ser dos kilos de milanesa y una botella de aceite de 900ml
para que alcance o sino guiso de arroz con pollo o ensalada, la hacemos con pollo hervido y
verdura, como salpicón(Roxana)
La presencia del otro, referente afectivo, garantiza el disfrute y que el acto de comer no se
vuelva una simple rutina. Siempre se cocina de acuerdo al gusto de los comensales y de sus
necesidades.
Mi hija también aparte de su miastenia, y por su osteoporosis también y por su diabetes,
(…), entonces generalmente nosotros no cocinamos cosas que puedan hacer mal, por
ejemplo, muchas harinas, no” (Estela)
Los comensales especiales son los niños, destinatarios tanto de alimentos considerados
saludables para su crecimiento “por ejemplo, a ella no le podría faltar la leche… si ella no
tiene leche, no se… yogures, eso sí, también!” (Daniela) Los abuelos tienen sus reservas para
los nietos que van de visita;- por ahí hago flan, compro flan, gelatina y les tengo ya
-“Los fines de semana, cuando nos invitan nuestros viejos un domingo, si, comemos asado
(Jazmín)
Ir a comer a la “la casa de los padres”, más allá de constituir una estrategia racional de
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algarroba, y le sacas el palito de ahí y luego lo machacamos con la mano del mortero y así
sabía hacer mi mamá y mi papá en el campo(Carmen)
Cocinero/a
Aprendí de mi mamá y viendo (silencio) y viendo, buscando recetas y de ahí…Y… en la tele,
revistas, en cosas que encuentro(Marcela)
Así cobra centralidad la estrecha vinculación entre el significante cocina y rol materno.
Tanto la presencia de los hijos como prioridad al momento de seleccionar, elaborar y
compartir los alimentos, como las comidas provistas en algún momento de la vida por
madres y abuelas otorgan una carga simbólica tal a las prácticas culinarias que permanece
vigente frente a las complejas formas de vida de la sociedad actual.
Los recuerdos sobre quién les enseñó el oficio de cocinar forman parte de las decisiones y
elecciones de las cocinas que dirigen los encargados del hogar. El afecto pasa por la
transmisión de los saberes aprendidos de generación en generación.
En mi casa, en mi mamá, ella me enseñó a cocinar, ella me enseñó la comida, a envasar las
frutas, los dulces, todo eso hacía ella(Carola)
Así sabía hacer mi mamá y mi papá y yo he aprendido de ellos(Carmen)
Y bueno generalmente yo decido que es lo que se va a comer (Cecilia)
Este rol se acompaña principalmente por hijas mujeres y nueras y eventualmente por hijos
varones o maridos en ocasiones especiales, en comidas como el asado u otras
preparaciones en parrilla u horno de barro.
En la cultura occidental, las “gramáticas culinarias” (Fischler, 1995) son transmitidas
principalmente por vía materna y están fuertemente vinculadas a la trama familiar que a su
alrededor se configura.
Mi marido él hace tortilla por ahí, hacemos, por ejemplo, hace dos kg y ya nos queda tortilla
para toda la semana(Jazmín)
Los recuerdos y aprendizajes no siempre se relacionan con los afectos, a veces originan
angustia. Los relatos están atravesados por emociones e imágenes contundentes, y definen
el saber y el hacer”:
Aprendí a cocinar sola, mi mamá no nos dejaba acercarnos a la cocina… (rompe en llanto),
no nos dirigía la palabra(Roxana)
Si bien hoy en día este rol de hacerse cargo de la cocina ha sufrido algunas
transformaciones, especialmente en ciertos grupos y sectores y el rol de la mujer se ha ido
modificando estratégicamente al interior de los diferentes estratos sociales (Del Campo y
Navarro, 2012), pero quienes tienen el privilegio de ejercerlo en las familias entrevistadas
son las mujeres.
Comensales
La comensalidad como engranaje de la historia de las cocinas familiares, es entendida por
las familias, como el acto en el que se reúnen a comer y beber alrededor de la mesa;
comprende el: dónde”, cuándo”, quiénes” y qué” se come.
Del acompañamiento y la presencia alrededor de la mesa se desprenden sensaciones,
sentimientos y hasta el propio gusto por la comida:Antes estábamos todos, ahí hacía todo
eso. Yo hacía todo casero, pastas, mayonesa, ahora ya no, somos dos nomás,…cuando
vivíamos con mi marido, por ejemplo… se comía asado, pizas empanadas…(Palmira)
En referencia a la comensalidad, se observó por parte de todas las familias, la importancia
del comer juntos”, tanto en su pasado como en el presente. La costumbre de la reunión
familiar, se concreta pese a cualquier circunstancia.
nosotros tenemos comedor comunitario en casasu mujer acompaña con risa cómplice…
todos pasan a la hora de la comida y ya se quedan, mi hija, el yerno, el chiquito…el otro
también… compramos la gaseosa nomás…dicen que rico y se sientan. Ella es buena cocinera
y yo pago con esto (golpeándose con palmadas la espalda)…los domingo somos dieciocho y
los otros días como catorce
Una de las prácticas que contribuye significativamente a acceder a los alimentos, es la
articulación entre unidades familiares sumando sus provisiones para comer juntos. En
otros casos se trata sencillamente de hogares extendidos, esto es, un grupo formado por la
familia nuclear (matrimonio con hijos) y otras personas emparentadas donde varios
aportan económicamente para la elaboración de la comida principal
“Mi hijo de 32 años y yo ponemos la plata para las compras. Mi nuera cocina. Comemos
todos juntos, somos trece. Puede ser dos kilos de milanesa y una botella de aceite de 900ml
para que alcance o sino guiso de arroz con pollo o ensalada, la hacemos con pollo hervido y
verdura, como salpicón(Roxana)
La presencia del otro, referente afectivo, garantiza el disfrute y que el acto de comer no se
vuelva una simple rutina. Siempre se cocina de acuerdo al gusto de los comensales y de sus
necesidades.
Mi hija también aparte de su miastenia, y por su osteoporosis también y por su diabetes,
(…), entonces generalmente nosotros no cocinamos cosas que puedan hacer mal, por
ejemplo, muchas harinas, no” (Estela)
Los comensales especiales son los niños, destinatarios tanto de alimentos considerados
saludables para su crecimiento “por ejemplo, a ella no le podría faltar la leche… si ella no
tiene leche, no se… yogures, eso sí, también!” (Daniela) Los abuelos tienen sus reservas para
los nietos que van de visita;- por ahí hago flan, compro flan, gelatina y les tengo ya
-“Los fines de semana, cuando nos invitan nuestros viejos un domingo, si, comemos asado
(Jazmín)
Ir a comer a la “la casa de los padres”, más allá de constituir una estrategia racional de
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Las fechas especiales se celebran con comidas especiales y abundantes. Cumpleaños,
bautismos, casamientos, aniversarios, feriados y otras fechas significativas son ocasiones
de encuentro con familiares y amigos. Los anfitriones preparan comida en abundancia
exhibiendo sus dotes culinarias.
ahorro”, se relaciona principalmente con sostener los lazos familiares.
Aquí todos, a mi todos me viene por la empanada. Yo… todos los eventos, así, 15 y
casamiento… siempre vienen y me encargan empanada, empanada.”(Marcela)
Se trata de comer mucho y bien en fiesta”, enfada quedar excluído…“yo estaba operada de
vesícula y era día del padre, de todo han hecho…y yo con el pollo y las verduritas,…a eso de
las 4 hey sacado todo de la heladera, de bronca, todo hey comido: el lechón, chorizo,
empanadas, me he mando un fernet con las chicas, hey agarro la bici y me hey ido para mis
amigas…mirá si ellos nomás van a festejar, con la faja de la operación puesta andaba
todavía(Susana)
El locro… cuando cumplo años yo los 25 de mayo” y nos deleita con su receta que cuando se
puede (haciendo referencia a lo económico) incluye todo tipo de cortes de carne
(especialmente vísceras) y legumbres: “Le hago amanecer al poroto y al maíz, después lo
pongo tempranito (…) mucho zapallo, me lo sale re cremoso, chorizo, lleva tripo gorda,
chorizo común o puede ser el colorado, este… el mondongo, pucheritos de chancho, eso,
pedacitos e carne, de pala, puchero, de todo…
Di Lullo (1935) al respecto comentaba: las matronas rivalizaban en la preparación de platos
suculentos que se obsequiaban entre las familias. La comida es un placer y las familias se
enorgullecen de dulces, de pastas, de arropes, de fórmulas delicadas y se esmeran en
prolijos métodos
Tiempo y espacio del comer
En algunos casos este momento es compartido con “otras mesas”, especialmente por los
niños que asisten a escuelas estatales: Los más chicos comen en la casa y en el comedor de
la escuela(Roxana)
También se entretejen en torno a estos espacios otros vinculados a organizaciones
vecinales:-“En algunos casos se juntan en una casa familiares y vecinos y realizan una
comida comunitaria”; “Le están ayudando con mercadería y dinero para poder pasar el
día”; “Están tratando de realizar alguna huerta, aunque sea en macetas(Entrevista grupal)
El escenario privilegiado para comer es el del hogar donde se conviven aunque no suele ser
a un acto a “puertas cerradas”. La precariedad habitacional, algunas veces impone cocinar
al aire libre, con una mesa improvisada que oficia de mesada durante la preparación de la
comida y mesa a la hora de servirla y compartirla.
El comer juntos en un tiempo y espacio determinado otorga identidad y sentido a las
vivencias de cada integrante de la familia, Pero como todos la mayoría vienen todos los
“… de hambre, de ahí en más, no nos vamos a morir(Marcela).
El olorcito a asado que atrae, aglutina y genera felicidad y sirve para “presumirque estoy
compartiendo con la familia ese alimento deseado por todos los vecinos; todos se sientan a
la mesa cuando está lista la comida.
Así, la comida del mediodía se extiende con el mate de la siesta, muchas veces como tiempo
deseado y buscado de unión y especialmente los fines de semana.
Espacios que transcurren mayormente entre pisos de tierra y cemento, dónde las
preparaciones del día a día todavía se desarrollan con la noble leña y el carbón y se crean
asadores improvisados o espontáneos entre chapas, con algunos ladrillos que se
encuentran en los terrenos, puede ser al fondo o adelante a la vista de todos, como
buscando los testigos vecinales de este tiempo que se comparte para adentro y para afuera
con orgullo.
días, vienen en total 12 o más también, 15, vienen los hijos y sus nietos, más está aquí que
allá(Cármen)
En muchos hogares a los miembros de la familia que vuelven de trabajar fuera se los espera
para almorzar:-“Si, por ahí ya a esa hora ya cocino yo, por q, ahí eh.. esa hora viene pue él y
esa hora comemos juntos(Jazmín)
Conclusiones
Desde una matriz interpretativa procuramos desentramar sentidos y significados
compartidos por los santiagueños en torno a las prácticas cotidianas del comer en
contextos de pobreza. Acercarnos a las mesas familiares santiagueñas e indagar qué se
come cada día implicó el desafío de escuchar historias “con sabores” y “sin sabores” sobre
sus estrategias para afrontar la carencia y satisfacer una necesidad básica irrenunciable.
En coincidencia con autores que nos sirvieron como punto de partida en estos hogares
(Aguirre, 2011; Huergo, 2016 y Sottile, 2015) predominan las comidas de olla”,
“rendidoras”; elaboradas a base de salsas y aceite, preferentemente condimentadas y con
carne.
Se observó que las familias santiagueñas en contexto de pobreza generan numerosas
estrategias para afrontar la carencia en el marco de sus restricciones. El hecho de “buscar la
oferta”, de establecer prioridades en la provisión de alimentos para niños y los enfermos da
cuenta del esfuerzo, tiempo y energía investida para planificar las estrategias alimentarias.
La mesa familiar santiagueña es predominantemente extendida y participan de ella
comensales fijos (los que están todos los días) e invitados (frecuentes, ocasionales y
circunstanciales); se trata de compartir “lo que se tiene” porque se considera que “donde
comen muchos, puede comer uno más”.
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Las fechas especiales se celebran con comidas especiales y abundantes. Cumpleaños,
bautismos, casamientos, aniversarios, feriados y otras fechas significativas son ocasiones
de encuentro con familiares y amigos. Los anfitriones preparan comida en abundancia
exhibiendo sus dotes culinarias.
ahorro”, se relaciona principalmente con sostener los lazos familiares.
Aquí todos, a mi todos me viene por la empanada. Yo… todos los eventos, así, 15 y
casamiento… siempre vienen y me encargan empanada, empanada.”(Marcela)
Se trata de comer mucho y bien en fiesta”, enfada quedar excluído…“yo estaba operada de
vesícula y era día del padre, de todo han hecho…y yo con el pollo y las verduritas,…a eso de
las 4 hey sacado todo de la heladera, de bronca, todo hey comido: el lechón, chorizo,
empanadas, me he mando un fernet con las chicas, hey agarro la bici y me hey ido para mis
amigas…mirá si ellos nomás van a festejar, con la faja de la operación puesta andaba
todavía(Susana)
El locro… cuando cumplo años yo los 25 de mayo” y nos deleita con su receta que cuando se
puede (haciendo referencia a lo económico) incluye todo tipo de cortes de carne
(especialmente vísceras) y legumbres: “Le hago amanecer al poroto y al maíz, después lo
pongo tempranito (…) mucho zapallo, me lo sale re cremoso, chorizo, lleva tripo gorda,
chorizo común o puede ser el colorado, este… el mondongo, pucheritos de chancho, eso,
pedacitos e carne, de pala, puchero, de todo…
Di Lullo (1935) al respecto comentaba: las matronas rivalizaban en la preparación de platos
suculentos que se obsequiaban entre las familias. La comida es un placer y las familias se
enorgullecen de dulces, de pastas, de arropes, de fórmulas delicadas y se esmeran en
prolijos métodos
Tiempo y espacio del comer
En algunos casos este momento es compartido con “otras mesas”, especialmente por los
niños que asisten a escuelas estatales: Los más chicos comen en la casa y en el comedor de
la escuela(Roxana)
También se entretejen en torno a estos espacios otros vinculados a organizaciones
vecinales:-“En algunos casos se juntan en una casa familiares y vecinos y realizan una
comida comunitaria”; “Le están ayudando con mercadería y dinero para poder pasar el
día”; “Están tratando de realizar alguna huerta, aunque sea en macetas(Entrevista grupal)
El escenario privilegiado para comer es el del hogar donde se conviven aunque no suele ser
a un acto a “puertas cerradas”. La precariedad habitacional, algunas veces impone cocinar
al aire libre, con una mesa improvisada que oficia de mesada durante la preparación de la
comida y mesa a la hora de servirla y compartirla.
El comer juntos en un tiempo y espacio determinado otorga identidad y sentido a las
vivencias de cada integrante de la familia, Pero como todos la mayoría vienen todos los
“… de hambre, de ahí en más, no nos vamos a morir(Marcela).
El olorcito a asado que atrae, aglutina y genera felicidad y sirve para “presumirque estoy
compartiendo con la familia ese alimento deseado por todos los vecinos; todos se sientan a
la mesa cuando está lista la comida.
Así, la comida del mediodía se extiende con el mate de la siesta, muchas veces como tiempo
deseado y buscado de unión y especialmente los fines de semana.
Espacios que transcurren mayormente entre pisos de tierra y cemento, dónde las
preparaciones del día a día todavía se desarrollan con la noble leña y el carbón y se crean
asadores improvisados o espontáneos entre chapas, con algunos ladrillos que se
encuentran en los terrenos, puede ser al fondo o adelante a la vista de todos, como
buscando los testigos vecinales de este tiempo que se comparte para adentro y para afuera
con orgullo.
días, vienen en total 12 o más también, 15, vienen los hijos y sus nietos, más está aquí que
allá(Cármen)
En muchos hogares a los miembros de la familia que vuelven de trabajar fuera se los espera
para almorzar:-“Si, por ahí ya a esa hora ya cocino yo, por q, ahí eh.. esa hora viene pue él y
esa hora comemos juntos(Jazmín)
Conclusiones
Desde una matriz interpretativa procuramos desentramar sentidos y significados
compartidos por los santiagueños en torno a las prácticas cotidianas del comer en
contextos de pobreza. Acercarnos a las mesas familiares santiagueñas e indagar qué se
come cada día implicó el desafío de escuchar historias “con sabores” y “sin sabores” sobre
sus estrategias para afrontar la carencia y satisfacer una necesidad básica irrenunciable.
En coincidencia con autores que nos sirvieron como punto de partida en estos hogares
(Aguirre, 2011; Huergo, 2016 y Sottile, 2015) predominan las comidas de olla”,
“rendidoras”; elaboradas a base de salsas y aceite, preferentemente condimentadas y con
carne.
Se observó que las familias santiagueñas en contexto de pobreza generan numerosas
estrategias para afrontar la carencia en el marco de sus restricciones. El hecho de “buscar la
oferta”, de establecer prioridades en la provisión de alimentos para niños y los enfermos da
cuenta del esfuerzo, tiempo y energía investida para planificar las estrategias alimentarias.
La mesa familiar santiagueña es predominantemente extendida y participan de ella
comensales fijos (los que están todos los días) e invitados (frecuentes, ocasionales y
circunstanciales); se trata de compartir “lo que se tiene” porque se considera que “donde
comen muchos, puede comer uno más”.
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Coincidimos con Sottile (2015) que “la cocina como práctica cargada simbólicamente
constituye uno de los lugares donde se han gestado y modificado los roles atribuidos
socialmente a hombres y mujeres y la formación de sus respectivas identidades” (p. 9). En
este sentido, existen trabajos que muestran la vinculación entre alimentación cotidiana y
mujeres así como entre prácticas y representaciones alimentarias e identidades de género
en coincidencia con nuestros resultados que ubican mujer como organizadora y principal
estratega (emocional y racionalmente).
La cocina continúa siendo una práctica con una función trasmisora de valores y de
identificación de roles de género, en permanente tensión con otros discursos y prácticas
sociales. Punto que este que quedará como elemento futuro de investigaciones en relación
al género que pudieran surgir a partir de la presente.
Una reflexión que se desprende de la investigación es que no hay registro en los relatos de la
asistencia económica por parte del Estado. Los encargados de hogar refieren mayormente a
la inversión de dinero obtenido a diario de trabajos informales; sólo en algunos casos se hizo
4
referencia a la Tarjeta Social .
Las estrategias alimentarias de las familias santiagueñas en contexto de pobreza, involucran
Sin embargo el hombre aparece en nuestro caso como auxiliar y compañero que colabora
en algunos casos activamente con la mujer en la cocina familiar santiagueña.
Se distingue una comensalidad cotidiana, la de todos los días, y una comensalidad especial,
de ocasiones particulares. En referencia a la primera, se organiza en función de horarios y
obligaciones (trabajo, estudio y rutina del hogar). Y representan momentos para compartir,
para cuidar la unión familiar y conversar. Las ocasiones especiales se caracterizan por la
mayor dedicación de las cocineras en la elaboración de las comidas: celebraciones con
platos especiales y cargados de afecto. Muchos y muy frecuentes son los motivos de
celebración, van desde cumpleaños, casamientos, bautismos y aniversarios a
celebraciones patrias.
Los denominados Alimentos biográficos construyen la identidad de la cocina santiagueña y
estos resultados, en coincidencia con Sottile (2015), dan cuenta que la transmisión cultural
es más que el aprendizaje de una técnica de cocina o de manejo del fuego -en nuestro caso
con leña y carbón- abarca la historia en que esinmersa nuestra comunidad, la historia de
vida de sus integrantes, y la historia de las comidas en mismas según ingredientes, estilos,
procedencias. Refiere también a la formación de un gusto específico por ciertas comidas o
ciertos condimentos que no son universales, sino particulares del grupo de procedencia:
son señas de identidad. Esas que se desarrolla en torno al “Olorcito a asado” ligado a
nuestro régimen cárneo, al “locro del cumpleaños de la abuela” y al comer todos juntos el
domingo en “la casa de los padres”.
la gestión diaria del comer, apelando a la creatividad y planificando en el marco de sus
restricciones económicas. Esta organización incluye la cotidianeidad donde se esfuerzan
por garantizar al menos una comida y el gasto festivo de comer en el marco de la familia
extendida. La Carta de menús familiares, la generosa inclusión de otros comensales, en
contextos de carencia se la lleva como estandarte de resistencia y protección de la historia
alimentaria familiar, cultural e histórica. Cuando se puede, se celebra, cuando se celebra se
come mucho y bien en fiesta”
4
La Tarjeta Social es un programa del Ministerio de Desarrollo Social que permite que las familias que se encuentran por
debajo de la línea de indigencia compren alimentos que ayuden a cubrir sus necesidades nutricionales básicas.
Referencias bibliográficas
Hintze, S. (1997). Apuntes para un Abordaje Multidisciplinario del Problema Alimentario.
Cadernos de Debate (Revista do Núcleo de Estudos e Pesquisas em Alimentação - NEPA/
Caumo M., Santillán O. y Gomez D. (2017). Los barrios del sector periférico de la ciudad de
Santiago del Estero. Características socio-territoriales. Revista Trazos Universitarios.
Recuperada de http://revistatrazos.ucse.edu.ar/index.php/2017/05/29/los-barrios-del-
sector-periferico-la-ciudad-santiago-del-estero-caracteristicas-socio-territoriales/
Aguirre, P. (2004). Ricos flacos y gordos pobres. La alimentación en crisis Claves para Todos.
Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires.
Cattáneo, A. (2000). Alimentación, salud y pobreza: la intervención desde un programa de
d e s n u t r i c i ó n . R e c u p e r a d o d e
https://unlp.edu.ar/frontend/media/70/4570/398f110f8e483e934a91cfd00244649a.pdf
https://unlp.edu.ar/frontend/media/72/4572/ff3f7792dddcf8ea6286301d455f1d56.pdf
Hammersley, M.; Atkinson, P (1994). Etnografía. Métodos de Investigación. Paidós,
Barcelona.
Aguirre, P. (2008). Los alimentos rendidores y el cuerpo de los pobres. Recuperado de
Bourdieu, P. & Wacquant L. (1998). Respuestas por una antropología reflexiva. Ed. Grijalbo,
México.
Colucci, A., Caumo M., Santillán H., Cantos A., Moreira, L. y Gioria; A. (2012). La expansión
de la ciudad de Santiago del Estero. Los servicio de salud, educación y transporte en la
nueva periferia. Nuevas Propuestas, 51&55, 93-124.
Di Lulo, O. (1935). La Medicina Popular de Santiago del Estero. La Alimentación Popular de
Santiago del Estero. Editorial El Liberal, Santiago del Estero.
Eguía, A. (1997). Un estudio comparativo de las vías de acceso al consumo alimentario de
familias pobres urbanas en el Gran La Plata (1988-1994) Programas estatales,
autoabastecimiento y autoayuda. Consumo alimentario de sectores pobres en el Gran La
Plata. Recuperado de http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.188/pm.188.pdf
Guber R. (1988): El salvaje metropolitano. Colección Comunicación y Sociedad. Editorial
Legasa, Buenos Aires.
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Coincidimos con Sottile (2015) que “la cocina como práctica cargada simbólicamente
constituye uno de los lugares donde se han gestado y modificado los roles atribuidos
socialmente a hombres y mujeres y la formación de sus respectivas identidades” (p. 9). En
este sentido, existen trabajos que muestran la vinculación entre alimentación cotidiana y
mujeres así como entre prácticas y representaciones alimentarias e identidades de género
en coincidencia con nuestros resultados que ubican mujer como organizadora y principal
estratega (emocional y racionalmente).
La cocina continúa siendo una práctica con una función trasmisora de valores y de
identificación de roles de género, en permanente tensión con otros discursos y prácticas
sociales. Punto que este que quedará como elemento futuro de investigaciones en relación
al género que pudieran surgir a partir de la presente.
Una reflexión que se desprende de la investigación es que no hay registro en los relatos de la
asistencia económica por parte del Estado. Los encargados de hogar refieren mayormente a
la inversión de dinero obtenido a diario de trabajos informales; sólo en algunos casos se hizo
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referencia a la Tarjeta Social .
Las estrategias alimentarias de las familias santiagueñas en contexto de pobreza, involucran
Sin embargo el hombre aparece en nuestro caso como auxiliar y compañero que colabora
en algunos casos activamente con la mujer en la cocina familiar santiagueña.
Se distingue una comensalidad cotidiana, la de todos los días, y una comensalidad especial,
de ocasiones particulares. En referencia a la primera, se organiza en función de horarios y
obligaciones (trabajo, estudio y rutina del hogar). Y representan momentos para compartir,
para cuidar la unión familiar y conversar. Las ocasiones especiales se caracterizan por la
mayor dedicación de las cocineras en la elaboración de las comidas: celebraciones con
platos especiales y cargados de afecto. Muchos y muy frecuentes son los motivos de
celebración, van desde cumpleaños, casamientos, bautismos y aniversarios a
celebraciones patrias.
Los denominados Alimentos biográficos construyen la identidad de la cocina santiagueña y
estos resultados, en coincidencia con Sottile (2015), dan cuenta que la transmisión cultural
es más que el aprendizaje de una técnica de cocina o de manejo del fuego -en nuestro caso
con leña y carbón- abarca la historia en que esinmersa nuestra comunidad, la historia de
vida de sus integrantes, y la historia de las comidas en mismas según ingredientes, estilos,
procedencias. Refiere también a la formación de un gusto específico por ciertas comidas o
ciertos condimentos que no son universales, sino particulares del grupo de procedencia:
son señas de identidad. Esas que se desarrolla en torno al “Olorcito a asado” ligado a
nuestro régimen cárneo, al “locro del cumpleaños de la abuela” y al comer todos juntos el
domingo en “la casa de los padres”.
la gestión diaria del comer, apelando a la creatividad y planificando en el marco de sus
restricciones económicas. Esta organización incluye la cotidianeidad donde se esfuerzan
por garantizar al menos una comida y el gasto festivo de comer en el marco de la familia
extendida. La Carta de menús familiares, la generosa inclusión de otros comensales, en
contextos de carencia se la lleva como estandarte de resistencia y protección de la historia
alimentaria familiar, cultural e histórica. Cuando se puede, se celebra, cuando se celebra se
come mucho y bien en fiesta”
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La Tarjeta Social es un programa del Ministerio de Desarrollo Social que permite que las familias que se encuentran por
debajo de la línea de indigencia compren alimentos que ayuden a cubrir sus necesidades nutricionales básicas.
Referencias bibliográficas
Hintze, S. (1997). Apuntes para un Abordaje Multidisciplinario del Problema Alimentario.
Cadernos de Debate (Revista do Núcleo de Estudos e Pesquisas em Alimentação - NEPA/
Caumo M., Santillán O. y Gomez D. (2017). Los barrios del sector periférico de la ciudad de
Santiago del Estero. Características socio-territoriales. Revista Trazos Universitarios.
Recuperada de http://revistatrazos.ucse.edu.ar/index.php/2017/05/29/los-barrios-del-
sector-periferico-la-ciudad-santiago-del-estero-caracteristicas-socio-territoriales/
Aguirre, P. (2004). Ricos flacos y gordos pobres. La alimentación en crisis Claves para Todos.
Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires.
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Legasa, Buenos Aires.
46 47
UNICAMP), Campinas, v. V, p.1-20.
Zapata, M., Rovirosa, A., Carmuega, E. (2019). Urbano y rural. Diferencias en la alimentación
de los hogares argentinos según nivel de ingreso y área de residencia en salud colectiva |
Universidad Nacional de Lanús | issN 1669-2381 | eissN 1851-8265 | doi:
10.18294/sc.2019.2201
Patiño, F. y Milena, S. (2010). Aportes de la Sociología al estudio de la alimentación familiar
Contributions of sociology to family nutrition dynamics. Manizales, 2010-04-30 (Rev. 2010-
0 9 - 1 2 ) R e v i s t a L u n a A z u l I S S N 1 9 0 9 - 2 4 7 4 R e c u p e r a d o e n
http://www.scielo.org.co/pdf/luaz/n31/n31a10.pdf
Huergo J (2012). Encima que les dan, eligen, Políticas alimentarias, cuerpos, emociones.
Revista Latinoamericana de estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad 8. Año 4.
Abril Julio 2012. Argentina, p. 29 a 42
Huergo J (2016) Reproducción alimentaria-nutricional de las familias de Villa La Tela,
Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba. Editorial del Centro de Estudios Avanzados,
Córdoba, Argentina
Huergo, J (2016). Darse un gustito. Cocinar y comer en familia. Villa La Tela, Córdoba,
Argentina, Physis Revista de Saúde Coletiva, Rio de Janeiro, 26 [ 4 ]: 1125-1159, en
http://dx.doi.org/10.1590/S0103-73312016000400004
Sottile, C. (2015) A través de la mesa. Los saberes alimentarios y su modificación en la
segunda mitad del Siglo XX, en la Ciudad de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura Universidad
de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Ciencias Antropológicas
R e c u p e r a d o d e
http://antropologia.filo.uba.ar/sites/antropologia.filo.uba.ar/files/documentos/Sottile%
20-%20Tesis.pdf
La violencia de género
en el contexto de pandemia.
Una obligada reflexión sobre la
eficacia de los mecanismos de
seguimiento a víctimas de violencia
Autora: María Paula Carril
UCSE-DASS
E-mail: mpcarril@justiciajujuy.gov.ar
Abogada (UCSE). Posgrado en Derecho Laboral (con certificación de la UBA). Posgrado en
Derecho Penal y Diversidad Cultural (con certificación de la UNJU). Secretaria de Fiscalía
General del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy.
Resumen
La obligación de aislamiento social, preventivo y obligatorio constituye una decisión estatal
acertada y tomada a término para evitar la sobrecarga y saturación del sistema sanitario de
salud, pero afecta a la totalidad de los planos sociales, e innegablemente repercute en el
acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género. El impacto del coronavirus es
transversal y en lo que respecta a la temática de género no sólo dificulta o imposibilita el
acceso a la justicia de la víctima sino el sistema de seguimiento institucional de la misma. Si
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p47-58
Fecha de recepción: 20-06-2020. Fecha de aceptación: 10-07-2020
Artículos Originales
46 47
UNICAMP), Campinas, v. V, p.1-20.
Zapata, M., Rovirosa, A., Carmuega, E. (2019). Urbano y rural. Diferencias en la alimentación
de los hogares argentinos según nivel de ingreso y área de residencia en salud colectiva |
Universidad Nacional de Lanús | issN 1669-2381 | eissN 1851-8265 | doi:
10.18294/sc.2019.2201
Patiño, F. y Milena, S. (2010). Aportes de la Sociología al estudio de la alimentación familiar
Contributions of sociology to family nutrition dynamics. Manizales, 2010-04-30 (Rev. 2010-
0 9 - 1 2 ) R e v i s t a L u n a A z u l I S S N 1 9 0 9 - 2 4 7 4 R e c u p e r a d o e n
http://www.scielo.org.co/pdf/luaz/n31/n31a10.pdf
Huergo J (2012). Encima que les dan, eligen, Políticas alimentarias, cuerpos, emociones.
Revista Latinoamericana de estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad 8. Año 4.
Abril Julio 2012. Argentina, p. 29 a 42
Huergo J (2016) Reproducción alimentaria-nutricional de las familias de Villa La Tela,
Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba. Editorial del Centro de Estudios Avanzados,
Córdoba, Argentina
Huergo, J (2016). Darse un gustito. Cocinar y comer en familia. Villa La Tela, Córdoba,
Argentina, Physis Revista de Saúde Coletiva, Rio de Janeiro, 26 [ 4 ]: 1125-1159, en
http://dx.doi.org/10.1590/S0103-73312016000400004
Sottile, C. (2015) A través de la mesa. Los saberes alimentarios y su modificación en la
segunda mitad del Siglo XX, en la Ciudad de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura Universidad
de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Ciencias Antropológicas
R e c u p e r a d o d e
http://antropologia.filo.uba.ar/sites/antropologia.filo.uba.ar/files/documentos/Sottile%
20-%20Tesis.pdf
La violencia de género
en el contexto de pandemia.
Una obligada reflexión sobre la
eficacia de los mecanismos de
seguimiento a víctimas de violencia
Autora: María Paula Carril
UCSE-DASS
E-mail: mpcarril@justiciajujuy.gov.ar
Abogada (UCSE). Posgrado en Derecho Laboral (con certificación de la UBA). Posgrado en
Derecho Penal y Diversidad Cultural (con certificación de la UNJU). Secretaria de Fiscalía
General del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy.
Resumen
La obligación de aislamiento social, preventivo y obligatorio constituye una decisión estatal
acertada y tomada a término para evitar la sobrecarga y saturación del sistema sanitario de
salud, pero afecta a la totalidad de los planos sociales, e innegablemente repercute en el
acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género. El impacto del coronavirus es
transversal y en lo que respecta a la temática de género no sólo dificulta o imposibilita el
acceso a la justicia de la víctima sino el sistema de seguimiento institucional de la misma. Si
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p47-58
Fecha de recepción: 20-06-2020. Fecha de aceptación: 10-07-2020
Artículos Originales
48 49
bien a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas en materia de género en contexto
de pandemia han sido brindadas adecuadamente y con premura, pusieron de manifiesto la
carencia y la incapacidad de algunos métodos de seguimiento y de denuncia en materia de
género. Sería óptimo que cuando pase la situación de excepción, se analice cuáles de las
medidas especiales de carácter temporal implementadas deben ser derogadas; cuáles
reconfiguradas o readaptadas para darse una continuidad con algunas modificaciones,
siendo que el aislamiento social, preventivo y obligatorio habría pasado; y cuáles adquirir
rango de permanentes o al menos que las mismas puedan seguir siendo sostenidas en el
tiempo y más allá de esta etapa excepcional.
Palabras clave
coronavirus- violencia de género- seguimiento- medidas de protección.
Abstract
The obligation of social, preventive and compulsory isolation constitutes a sound state
decision and taken to term to avoid the overload and saturation of the health system, but it
affects all social levels, and undeniably affects access to justice in victims of gender violence.
The impact of the coronavirus is transversal and with regard to gender issues, it not only
makes access to justice more difficult or impossible for the victim, but also the institutional
monitoring system of the victim. Although at the institutional and jurisdictional level,
responses on gender in the context of a pandemic have been provided adequately and
quickly, they highlighted the lack and incapacity of some methods of monitoring and
reporting on gender issues. It would be optimal that when the exceptional situation passes,
it is analyzed which of the temporary special measures implemented should be repealed;
which reconfigured or readapted to give continuity with some modifications, being that the
social, preventive and compulsory isolation would have passed; and which ones to acquire
permanent status or at least that they can continue to be sustained over time and beyond
this exceptional stage.
coronavirus- gender violence- monitoring- protection measures.
Key Words
Introito
La medida constituye una decisión estatal acertada y tomada a término para evitar la
sobrecarga y saturación del sistema sanitario de salud (con la consiguiente dificultad que
inevitablemente se presentaría en la atención de casos y la imposibilidad de brindar
adecuada respuesta a lo que la pandemia nos pone de frente). Pero, afecta a la totalidad de
los planos sociales, e innegablemente repercute en el acceso a la justicia de las víctimas de
violencia de género.
A poco tiempo de que fuera calificado como pandemia por la Organización Mundial de la
Salud, el covid-19 arribaría a suelo argentino luego de una rapidísima propagación por más
de 114 países. Llegaría para instalarse entre nosotros, para cambiar la vida de todos, y para
repensar en un sinnúmero de consideraciones que repercutirían en todo estamento de la
realidad.
Con adecuado tino, y atento a la premura que exigía tomar postura respecto a los recaudos
de prevención, el Poder Ejecutivo Nacional estableció la obligación de aislamiento social,
preventivo y obligatorio, que hoy todos conocemos con la sigla ASPO.
El impacto del coronavirus es transversal y en lo que respecta a la temática de género no
sólo repercute en el acceso a la justicia de la víctima, sino en el sistema de seguimiento
institucional de la misma. La pandemia recrudece los niveles de violencia doméstica y de
género.
Este escenario, en que justificadamente se restringen las libertades personales en aras de
proteger la salud pública, obliga a pensar en sus consecuencias e invita a reflexionar sobre la
idoneidad del sistema jurisdiccional para contener y sostener soluciones a largo plazo en
materia de violencia de género.
Efecto coronavirus y DNU 297/20
Se señalaba precedentemente que la medida del aislamiento social afecta todos los planos
sociales. Uno de ellos es el acceso a justicia de las víctimas de violencia, toda vez que se les
torna dificultoso trasladarse y acceder a tribunales, fiscalías, defensorías y comisarías, e
inclusive complejiza el contacto de las víctimas con sus abogados. Esto se conjuga además
con el sistema de transporte reducido y tribunales de feria judicial extraordinaria con
reducido personal. El servicio de justicia no aparece disponible al justiciable en su plenitud.
Desde lo institucional las limitaciones que hemos marcado bastan para arribar a una
incipiente afirmación inicial: el contexto de pandemia y la situación de confinamiento
agravan las circunstancias en las que se produce la violencia ya que el encierro en lugares
reducidos exacerba los ánimos y los motivos que permiten que la violencia se ponga de
manifiesto. A ello, debe sumarse la cuestión económica que implica la grave circunstancia
48 49
bien a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas en materia de género en contexto
de pandemia han sido brindadas adecuadamente y con premura, pusieron de manifiesto la
carencia y la incapacidad de algunos métodos de seguimiento y de denuncia en materia de
género. Sería óptimo que cuando pase la situación de excepción, se analice cuáles de las
medidas especiales de carácter temporal implementadas deben ser derogadas; cuáles
reconfiguradas o readaptadas para darse una continuidad con algunas modificaciones,
siendo que el aislamiento social, preventivo y obligatorio habría pasado; y cuáles adquirir
rango de permanentes o al menos que las mismas puedan seguir siendo sostenidas en el
tiempo y más allá de esta etapa excepcional.
Palabras clave
coronavirus- violencia de género- seguimiento- medidas de protección.
Abstract
The obligation of social, preventive and compulsory isolation constitutes a sound state
decision and taken to term to avoid the overload and saturation of the health system, but it
affects all social levels, and undeniably affects access to justice in victims of gender violence.
The impact of the coronavirus is transversal and with regard to gender issues, it not only
makes access to justice more difficult or impossible for the victim, but also the institutional
monitoring system of the victim. Although at the institutional and jurisdictional level,
responses on gender in the context of a pandemic have been provided adequately and
quickly, they highlighted the lack and incapacity of some methods of monitoring and
reporting on gender issues. It would be optimal that when the exceptional situation passes,
it is analyzed which of the temporary special measures implemented should be repealed;
which reconfigured or readapted to give continuity with some modifications, being that the
social, preventive and compulsory isolation would have passed; and which ones to acquire
permanent status or at least that they can continue to be sustained over time and beyond
this exceptional stage.
coronavirus- gender violence- monitoring- protection measures.
Key Words
Introito
La medida constituye una decisión estatal acertada y tomada a término para evitar la
sobrecarga y saturación del sistema sanitario de salud (con la consiguiente dificultad que
inevitablemente se presentaría en la atención de casos y la imposibilidad de brindar
adecuada respuesta a lo que la pandemia nos pone de frente). Pero, afecta a la totalidad de
los planos sociales, e innegablemente repercute en el acceso a la justicia de las víctimas de
violencia de género.
A poco tiempo de que fuera calificado como pandemia por la Organización Mundial de la
Salud, el covid-19 arribaría a suelo argentino luego de una rapidísima propagación por más
de 114 países. Llegaría para instalarse entre nosotros, para cambiar la vida de todos, y para
repensar en un sinnúmero de consideraciones que repercutirían en todo estamento de la
realidad.
Con adecuado tino, y atento a la premura que exigía tomar postura respecto a los recaudos
de prevención, el Poder Ejecutivo Nacional estableció la obligación de aislamiento social,
preventivo y obligatorio, que hoy todos conocemos con la sigla ASPO.
El impacto del coronavirus es transversal y en lo que respecta a la temática de género no
sólo repercute en el acceso a la justicia de la víctima, sino en el sistema de seguimiento
institucional de la misma. La pandemia recrudece los niveles de violencia doméstica y de
género.
Este escenario, en que justificadamente se restringen las libertades personales en aras de
proteger la salud pública, obliga a pensar en sus consecuencias e invita a reflexionar sobre la
idoneidad del sistema jurisdiccional para contener y sostener soluciones a largo plazo en
materia de violencia de género.
Efecto coronavirus y DNU 297/20
Se señalaba precedentemente que la medida del aislamiento social afecta todos los planos
sociales. Uno de ellos es el acceso a justicia de las víctimas de violencia, toda vez que se les
torna dificultoso trasladarse y acceder a tribunales, fiscalías, defensorías y comisarías, e
inclusive complejiza el contacto de las víctimas con sus abogados. Esto se conjuga además
con el sistema de transporte reducido y tribunales de feria judicial extraordinaria con
reducido personal. El servicio de justicia no aparece disponible al justiciable en su plenitud.
Desde lo institucional las limitaciones que hemos marcado bastan para arribar a una
incipiente afirmación inicial: el contexto de pandemia y la situación de confinamiento
agravan las circunstancias en las que se produce la violencia ya que el encierro en lugares
reducidos exacerba los ánimos y los motivos que permiten que la violencia se ponga de
manifiesto. A ello, debe sumarse la cuestión económica que implica la grave circunstancia
50 51
57
…se debe tener presente que el confinamiento obligatorio en los domicilios, el estrés
que genera la pandemia viral, el temor ante la posibilidad de enfermar y las
consecuencias económicas que genera esta situación, sumados al contexto de
vulnerabilidad por razones de género de base, son factores que pueden incrementar de
la tensión en parejas convivientes con vínculos violentos. Esto puede significar el
recrudecimiento de las agresiones, con hechos más frecuentes o de mayor intensidad,
potenciando la escalada de violencia".
Dice Medina (2020), que es imperioso dar mayor flexibilidad a la forma en que las denuncias
son realizadas, ampliando los plazos de las medidas cautelares dictadas mientras dure la
emergencia y mejorar los lugares donde se toman las denuncias para mantener las
distancias recomendadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio.
El Consejo Federal de Defensores y Asesores Generales de la República Argentina emitió un
comunicado de fecha 26/03/2020 específicamente sobre violencia de género en contexto
del aislamiento social preventivo y obligatorio en el que se resalta:
por la que atraviesa el país y en muchos casos la imposibilidad de trabajar.
No debe perderse de vista que la República Argentina se encuentra comprometida por su
adhesión a la Convención de Belén do Para, a adoptar por todos los medios apropiados y sin
dilaciones, políticas, orientadas a prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de
violencia contra la mujer (Capitulo III, deberes de los estados, art. 7 Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer -
"Convención de Belem do Pará"); al tiempo que ha asumido el deber de garantizar a las
víctimas de violencia de género un efectivo acceso a la justicia.
Sentada esta base primordial, y teniendo en consideración que en épocas de aislamiento la
violencia avanza o se potencia a mayores niveles, resulta necesario repensar en las
respuestas que el sistema podrá idear para contener los casos de violencia de género y
brindar adecuada respuesta estatal y jurisdiccional.
Respecto de la prórroga automática de medidas cautelares que muchas Cortes Provinciales
han dispuesto con motivo de la emergencia sanitaria y el aislamiento social, parece
adecuado no imponer un límite temporal en su implementación, más que todo el tiempo
que dure el aislamiento preventivo y obligatorio.
La cuestión edilicia de los Juzgados de Género no es una cuestión menor y debe ponerse
Resulta interesante la implementación de flexibilizaciones que en materia de formalización
de denuncias han implementado algunas Provincias. La Corte de la Provincia de Buenos
Aires autoriza a los Juzgados de Familia y de Paz en turno, a recibir de las respectivas
comisarías, por cualquier medio telemático en los teléfonos oficiales, incluso utilizando la
aplicación de mensajería instantánea whatsapp o equivalentes. La medida tiene amplia
aceptación desde la practicidad y desde la lógica mundana. Acerca a la víctima de violencia
de género al estrado judicial desde un reducto fácil y alcanzable a todos.
Los esfuerzos descomunales que esta pandemia le exige al personal de salud en lo que es
materia sanitaria son inconmensurables. No obstante, la materia que nos ocupa también
requiere de su colaboración. Y es que, hipotetizando que una víctima de violencia presente
sintomatología -y más aún si el registro de caso acontece positivo- el personal de salud
deberá colaborar para la realización de la denuncia y así evitar el desplazamiento.
En algunas jurisdicciones en que se permite la posibilidad de realizar la denuncia por
medios digitales o equivalentes, la circunstancia debe interpretarse tal como se plantea: es
una posibilidad más a la que la víctima de violencia podrá echar mano. Mas ello, no importa
de manera alguna concluir que aunque se encuentren habilitadas vías telefónicas o
digitales, puede cercenarse el derecho que les asiste de realizar la denuncia del modo
“tradicional” ante la autoridad policial o judicial correspondiente. Esta afirmación
encuentra basamento en la consideración de que no todas las víctimas tienen posibilidad
de acceder a recursos digitales; y que, a veces no sólo por una cuestión económica sino
cultural, la persona prefiere apersonarse para exponer su situación.
sobre el tapete. La pandemia obliga a tomar recaudos básicos para evitar la cercanía de las
personas y cumplir las disposiciones sanitarias de mantener distancia reglamentaria entre
una persona y la otra.
La imposibilidad de circulación o circulación limitada, genera el interrogante respecto de si
las víctimas de violencia de género pueden desplazarse a hacer una denuncia sin violar la
prohibición de circulación. La respuesta es afirmativa e implica sostener que las víctimas de
violencia de género o doméstica se encuentran exceptuadas del cumplimiento del ASPO
porque se encuentran ante una situación de fuerza mayor que deben atender.
Simplemente debe bastar esa invocación para que la circulación en la vía pública no les
fuera limitada.
1
Sobre la particular situación, Gherardi , expone: “Frente a estas situaciones, lo importante
es ver cuáles son los recursos disponibles, cuando muchas veces la socialización, la
interacción con otras personas, los vínculos de trabajo y amistad, son los que te sostienen,
2
te animan y te dan un salvavidas”. En ese orden de ideas, Rico aporta que es imprescindible
que las víctimas se sientan acompañadas, porque estas medidas de distanciamiento social,
incrementan su grado de vulnerabilidad.
Entrevista a Ada Rico, titular de La Casa del Encuentro, disponible en www.lacasadelencuentro.org
2
1
Entrevista a Natalia Gherardi, Directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y nero, disponible en
www.lanacion.com.ar
A nivel local
El 30 de marzo de 2020, por resolución 08-PSTJ-2020, Presidencia del Superior Tribunal de
Justicia de la Provincia de Jujuy, dispuso: 1) Prorrogar automáticamente las medidas
cautelares a vencerse durante el receso judicial extraordinario, por el término de noventa
50 51
57
…se debe tener presente que el confinamiento obligatorio en los domicilios, el estrés
que genera la pandemia viral, el temor ante la posibilidad de enfermar y las
consecuencias económicas que genera esta situación, sumados al contexto de
vulnerabilidad por razones de género de base, son factores que pueden incrementar de
la tensión en parejas convivientes con vínculos violentos. Esto puede significar el
recrudecimiento de las agresiones, con hechos más frecuentes o de mayor intensidad,
potenciando la escalada de violencia".
Dice Medina (2020), que es imperioso dar mayor flexibilidad a la forma en que las denuncias
son realizadas, ampliando los plazos de las medidas cautelares dictadas mientras dure la
emergencia y mejorar los lugares donde se toman las denuncias para mantener las
distancias recomendadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio.
El Consejo Federal de Defensores y Asesores Generales de la República Argentina emitió un
comunicado de fecha 26/03/2020 específicamente sobre violencia de género en contexto
del aislamiento social preventivo y obligatorio en el que se resalta:
por la que atraviesa el país y en muchos casos la imposibilidad de trabajar.
No debe perderse de vista que la República Argentina se encuentra comprometida por su
adhesión a la Convención de Belén do Para, a adoptar por todos los medios apropiados y sin
dilaciones, políticas, orientadas a prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de
violencia contra la mujer (Capitulo III, deberes de los estados, art. 7 Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer -
"Convención de Belem do Pará"); al tiempo que ha asumido el deber de garantizar a las
víctimas de violencia de género un efectivo acceso a la justicia.
Sentada esta base primordial, y teniendo en consideración que en épocas de aislamiento la
violencia avanza o se potencia a mayores niveles, resulta necesario repensar en las
respuestas que el sistema podrá idear para contener los casos de violencia de género y
brindar adecuada respuesta estatal y jurisdiccional.
Respecto de la prórroga automática de medidas cautelares que muchas Cortes Provinciales
han dispuesto con motivo de la emergencia sanitaria y el aislamiento social, parece
adecuado no imponer un límite temporal en su implementación, más que todo el tiempo
que dure el aislamiento preventivo y obligatorio.
La cuestión edilicia de los Juzgados de Género no es una cuestión menor y debe ponerse
Resulta interesante la implementación de flexibilizaciones que en materia de formalización
de denuncias han implementado algunas Provincias. La Corte de la Provincia de Buenos
Aires autoriza a los Juzgados de Familia y de Paz en turno, a recibir de las respectivas
comisarías, por cualquier medio telemático en los teléfonos oficiales, incluso utilizando la
aplicación de mensajería instantánea whatsapp o equivalentes. La medida tiene amplia
aceptación desde la practicidad y desde la lógica mundana. Acerca a la víctima de violencia
de género al estrado judicial desde un reducto fácil y alcanzable a todos.
Los esfuerzos descomunales que esta pandemia le exige al personal de salud en lo que es
materia sanitaria son inconmensurables. No obstante, la materia que nos ocupa también
requiere de su colaboración. Y es que, hipotetizando que una víctima de violencia presente
sintomatología -y más aún si el registro de caso acontece positivo- el personal de salud
deberá colaborar para la realización de la denuncia y así evitar el desplazamiento.
En algunas jurisdicciones en que se permite la posibilidad de realizar la denuncia por
medios digitales o equivalentes, la circunstancia debe interpretarse tal como se plantea: es
una posibilidad más a la que la víctima de violencia podrá echar mano. Mas ello, no importa
de manera alguna concluir que aunque se encuentren habilitadas vías telefónicas o
digitales, puede cercenarse el derecho que les asiste de realizar la denuncia del modo
“tradicional” ante la autoridad policial o judicial correspondiente. Esta afirmación
encuentra basamento en la consideración de que no todas las víctimas tienen posibilidad
de acceder a recursos digitales; y que, a veces no sólo por una cuestión económica sino
cultural, la persona prefiere apersonarse para exponer su situación.
sobre el tapete. La pandemia obliga a tomar recaudos básicos para evitar la cercanía de las
personas y cumplir las disposiciones sanitarias de mantener distancia reglamentaria entre
una persona y la otra.
La imposibilidad de circulación o circulación limitada, genera el interrogante respecto de si
las víctimas de violencia de género pueden desplazarse a hacer una denuncia sin violar la
prohibición de circulación. La respuesta es afirmativa e implica sostener que las víctimas de
violencia de género o doméstica se encuentran exceptuadas del cumplimiento del ASPO
porque se encuentran ante una situación de fuerza mayor que deben atender.
Simplemente debe bastar esa invocación para que la circulación en la vía pública no les
fuera limitada.
1
Sobre la particular situación, Gherardi , expone: “Frente a estas situaciones, lo importante
es ver cuáles son los recursos disponibles, cuando muchas veces la socialización, la
interacción con otras personas, los vínculos de trabajo y amistad, son los que te sostienen,
2
te animan y te dan un salvavidas”. En ese orden de ideas, Rico aporta que es imprescindible
que las víctimas se sientan acompañadas, porque estas medidas de distanciamiento social,
incrementan su grado de vulnerabilidad.
Entrevista a Ada Rico, titular de La Casa del Encuentro, disponible en www.lacasadelencuentro.org
2
1
Entrevista a Natalia Gherardi, Directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y nero, disponible en
www.lanacion.com.ar
A nivel local
El 30 de marzo de 2020, por resolución 08-PSTJ-2020, Presidencia del Superior Tribunal de
Justicia de la Provincia de Jujuy, dispuso: 1) Prorrogar automáticamente las medidas
cautelares a vencerse durante el receso judicial extraordinario, por el término de noventa
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(90) días, desde el día de su vencimiento. 2) Extender automáticamente, las medidas
cautelares que se hayan vencido durante el receso judicial extraordinario, por el término de
noventa (90) días desde la fecha de emisión de la resolución. 3) Hacer saber a la Policía
Federal y de la Provincia de Jujuy que respecto de las medidas cautelares judicialmente
dispuestas en los términos de la Ley Nº 5.107 de “Atención integral a la violencia familiar,
así como la Ley 5.738 de Adhesión a la Ley Nacional 26.485 de Protección Integral para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” y Ley 5897 Creación de los
Juzgados de Violencia de Genero” -exclusión del hogar, prohibición de acercamiento y
contacto, otorgamiento de botón antipánico o tobillera, o cualquier otra que haga a la
protección de la persona con carácter general - aun las vencidas durante la emergencia
sanitaria, deberán prestar la asistencia que les sea requerida, considerándolas al efecto
prorrogadas por el plazo de noventa días (90) a partir de la fecha de emisión de la presente.
De sus considerandos se extrae: “En el marco de la emergencia sanitaria de que se trata,
resulta imperioso garantizar el acceso a la justicia de personas vulnerables en los términos
recomendados por las “Reglas de Brasilia” y de la Ley 5.107 de Atención Integral a la
Violencia Familiar, así como la Ley 5.738 de Adhesión a la Ley Nacional 26.485 de
Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” y
Ley 5897 de Creación de los Juzgados de Violencia de Genero, todo lo cual supone la
adopción por parte de las autoridades públicas de medidas de acción positiva, en particular
de las víctimas de violencia familiar y/o de género, que requieren medidas de protección
para hacer cesar o evitar una situación de riesgo en el contexto de aislamiento social,
preventivo y obligatorio” imperante”.
Como bien sostiene Medina (2020), dentro de las potestades organizativas de los poderes
judiciales se encuentra la facultad de dictar políticas públicas para cumplir con los
imperativos convencionales y legales de prevenir la violencia y lograr el acceso a Justicia de
personas en condiciones de vulnerabilidad. La resolución se enmarca en esa télesis.
El Poder Judicial de Jujuy restableció su actividad laboral a pleno, al reanudarse el pasado 4
de mayo de 2020, los plazos procesales que estaban suspendidos y comenzar las audiencias
en Juzgados y Tribunales. La justicia jujeña fue la primera en el país en alcanzar el
funcionamiento pleno, en el marco de la emergencia sanitaria por covid-19 y las
restricciones vigentes por el aislamiento social, progresivo y obligatorio. Lo hace mediante
dos mecanismos: presencial (y de modo alternado) y a distancia.
A partir del 27 de abril de 2020, el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy dispuso el
restablecimiento progresivo de la actividad judicial, para lo cual instauró un Protocolo de
Bioseguridad, aprobado por el Comité de Operativo de Emergencia (COE).
Durante los primeros trece días de cuarentena, en Jujuy, el Consejo Provincial de la Mujer e
Identidad de Género, realizó un total de 249 atenciones, 130 correspondieron a
seguimiento de casos de violencia de género denunciados con anterioridad, y 96 casos
En 16/06/2020, algunas Localidades y Departamentos, retornaban a fase 1 por disposición
del COE y el Gobierno de la Provincia de Jujuy, disposición que se replicó días más tarde en
que la medida alcanzó a la totalidad de la Provincia. Con ese motivo, el Poder Judicial de la
Provincia emitió la Acordada 67/2020, declaró feria judicial extraordinaria con afectación
reducida del personal correspondiente a los fueros penales, de menores y de primera
instancia en violencia de género.
nuevos que respondieron a necesidades de asistencia. Se recibieron 23 nuevas solicitudes
3
sobre violencia de género .
3
Datos expuestos por la Dra. Alejandra Martínez, titular del Consejo Provincial de la Mujer e Identidad de Género, en el marco
del Informe n| 20 del COE (Comité Operativo de Emergencia).
4
https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/03/covid-como-incorporar-a-las-mujeres-y-la-igualdad-de-
genero-en-la-gestion-de-respuesta (Consultado el 02/04/2020).
Una obligada reflexión sobre la eficacia de los
mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia.
Este escenario, parafraseando a Herrera (2020), genera un momento que resulta propicio
para reavivar el análisis de las recomendaciones provenientes del Comité de la CEDAW.
Asimismo, como ya dijimos, invita a repensar en la eficacia de los mecanismos de
seguimiento a víctimas de violencia.
Desde la ONU Mujeres, se ha señalado: "Las medidas restrictivas adoptadas en todo el
mundo para luchar contra del COVID-19 intensifican el riesgo de violencia doméstica y los
Gobiernos deben defender los derechos humanos de las mujeres y los niños y proponer
4
medidas urgentes para las víctimas de esa violencia" .
Sobre las medidas que resultan necesarias para mitigar la violencia de género en tiempos
de coronavirus, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de
Belém do Pará (MESECVI) solicitó la incorporación de la perspectiva de género en las
medidas que se tomen para la mitigación del covid-19 y el reforzamiento de acciones para la
prevención y atención de la violencia de género. Algunas de las medidas que se proponen
consisten en:
"i) El establecimiento de albergues y refugios dignos en los que las mujeres, sus hijas
e hijos, las y los adultos mayores y cualquier otra persona en riesgo de vivir violencia
puedan acceder durante las cuarentenas que sean establecidas para la mitigación
del COVID-19; ii) se faciliten y se difundan estratégicamente los medios para
denunciar la violencia de género, a través, por ejemplo, de mensajes de texto, de
páginas de internet o de estrategias en las farmacias, supermercados o cualquier
otro establecimiento a los que se pueda acceder en caso de cuarentena o de
cualquier otro medio que no ponga en riesgo a la mujer al ser vista o escuchada por
52 53
(90) días, desde el día de su vencimiento. 2) Extender automáticamente, las medidas
cautelares que se hayan vencido durante el receso judicial extraordinario, por el término de
noventa (90) días desde la fecha de emisión de la resolución. 3) Hacer saber a la Policía
Federal y de la Provincia de Jujuy que respecto de las medidas cautelares judicialmente
dispuestas en los términos de la Ley Nº 5.107 de “Atención integral a la violencia familiar,
así como la Ley 5.738 de Adhesión a la Ley Nacional 26.485 de Protección Integral para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” y Ley 5897 Creación de los
Juzgados de Violencia de Genero” -exclusión del hogar, prohibición de acercamiento y
contacto, otorgamiento de botón antipánico o tobillera, o cualquier otra que haga a la
protección de la persona con carácter general - aun las vencidas durante la emergencia
sanitaria, deberán prestar la asistencia que les sea requerida, considerándolas al efecto
prorrogadas por el plazo de noventa días (90) a partir de la fecha de emisión de la presente.
De sus considerandos se extrae: “En el marco de la emergencia sanitaria de que se trata,
resulta imperioso garantizar el acceso a la justicia de personas vulnerables en los términos
recomendados por las “Reglas de Brasilia” y de la Ley 5.107 de Atención Integral a la
Violencia Familiar, así como la Ley 5.738 de Adhesión a la Ley Nacional 26.485 de
Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” y
Ley 5897 de Creación de los Juzgados de Violencia de Genero, todo lo cual supone la
adopción por parte de las autoridades públicas de medidas de acción positiva, en particular
de las víctimas de violencia familiar y/o de género, que requieren medidas de protección
para hacer cesar o evitar una situación de riesgo en el contexto de aislamiento social,
preventivo y obligatorio” imperante”.
Como bien sostiene Medina (2020), dentro de las potestades organizativas de los poderes
judiciales se encuentra la facultad de dictar políticas públicas para cumplir con los
imperativos convencionales y legales de prevenir la violencia y lograr el acceso a Justicia de
personas en condiciones de vulnerabilidad. La resolución se enmarca en esa télesis.
El Poder Judicial de Jujuy restableció su actividad laboral a pleno, al reanudarse el pasado 4
de mayo de 2020, los plazos procesales que estaban suspendidos y comenzar las audiencias
en Juzgados y Tribunales. La justicia jujeña fue la primera en el país en alcanzar el
funcionamiento pleno, en el marco de la emergencia sanitaria por covid-19 y las
restricciones vigentes por el aislamiento social, progresivo y obligatorio. Lo hace mediante
dos mecanismos: presencial (y de modo alternado) y a distancia.
A partir del 27 de abril de 2020, el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy dispuso el
restablecimiento progresivo de la actividad judicial, para lo cual instauró un Protocolo de
Bioseguridad, aprobado por el Comité de Operativo de Emergencia (COE).
Durante los primeros trece días de cuarentena, en Jujuy, el Consejo Provincial de la Mujer e
Identidad de Género, realizó un total de 249 atenciones, 130 correspondieron a
seguimiento de casos de violencia de género denunciados con anterioridad, y 96 casos
En 16/06/2020, algunas Localidades y Departamentos, retornaban a fase 1 por disposición
del COE y el Gobierno de la Provincia de Jujuy, disposición que se replicó días más tarde en
que la medida alcanzó a la totalidad de la Provincia. Con ese motivo, el Poder Judicial de la
Provincia emitió la Acordada 67/2020, declaró feria judicial extraordinaria con afectación
reducida del personal correspondiente a los fueros penales, de menores y de primera
instancia en violencia de género.
nuevos que respondieron a necesidades de asistencia. Se recibieron 23 nuevas solicitudes
3
sobre violencia de género .
3
Datos expuestos por la Dra. Alejandra Martínez, titular del Consejo Provincial de la Mujer e Identidad de Género, en el marco
del Informe n| 20 del COE (Comité Operativo de Emergencia).
4
https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/03/covid-como-incorporar-a-las-mujeres-y-la-igualdad-de-
genero-en-la-gestion-de-respuesta (Consultado el 02/04/2020).
Una obligada reflexión sobre la eficacia de los
mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia.
Este escenario, parafraseando a Herrera (2020), genera un momento que resulta propicio
para reavivar el análisis de las recomendaciones provenientes del Comité de la CEDAW.
Asimismo, como ya dijimos, invita a repensar en la eficacia de los mecanismos de
seguimiento a víctimas de violencia.
Desde la ONU Mujeres, se ha señalado: "Las medidas restrictivas adoptadas en todo el
mundo para luchar contra del COVID-19 intensifican el riesgo de violencia doméstica y los
Gobiernos deben defender los derechos humanos de las mujeres y los niños y proponer
4
medidas urgentes para las víctimas de esa violencia" .
Sobre las medidas que resultan necesarias para mitigar la violencia de género en tiempos
de coronavirus, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de
Belém do Pará (MESECVI) solicitó la incorporación de la perspectiva de género en las
medidas que se tomen para la mitigación del covid-19 y el reforzamiento de acciones para la
prevención y atención de la violencia de género. Algunas de las medidas que se proponen
consisten en:
"i) El establecimiento de albergues y refugios dignos en los que las mujeres, sus hijas
e hijos, las y los adultos mayores y cualquier otra persona en riesgo de vivir violencia
puedan acceder durante las cuarentenas que sean establecidas para la mitigación
del COVID-19; ii) se faciliten y se difundan estratégicamente los medios para
denunciar la violencia de género, a través, por ejemplo, de mensajes de texto, de
páginas de internet o de estrategias en las farmacias, supermercados o cualquier
otro establecimiento a los que se pueda acceder en caso de cuarentena o de
cualquier otro medio que no ponga en riesgo a la mujer al ser vista o escuchada por
54 55
Comulgamos con Herrera que esta idea del "barbijo rojo" pensada como la "contraseña
para las mujeres golpeadas en las farmacias"parte de una idea falaz: pensar que se trata de
una contraseña. Sucede que para ser tal no tiene que ser conocida por el agresor ,y al
tratarse de una campaña masiva, no solo llega a la víctima sino también al agresor. Por otra
parte, cabría preguntarse si el personal que trabaja en las farmacias está preparado para
contener a mujeres víctimas de violencia de género que, si denuncian por esa vía cuando
sus victimarios; iii) se establezcan células de reacción inmediata para atender
eficazmente las denuncias y los casos de violencia de género; iv) se fortalezcan las
medidas de protección para las mujeres y niñas en riesgo; v) se evite la venta de
alcohol, drogas, armas y cualquier otro detonante de la violencia de género durante
los periodos de aislamiento; vi) se mantengan activas todas las acciones y servicios
necesarios para prevenir, atender, juzgar y sancionar la violencia contra las mujeres
y las niñas", agregándose también la generación de "esquemas de pagos únicos por
causa de fuerza mayor en las instituciones, organizaciones y empresas que no
formen parte del salario cotidiano para que las familias puedan enfrentar el
aislamiento sin que se vean afectados sus derechos mínimos a la alimentación, a la
salud y a la vida digna, entre otros; así como subsidios por parte de los gobiernos
para las mujeres y hombres que trabajan en la informalidad o que su sustento
5
dependa de la reactivación de la economía" .
Todas las medidas -no sólo las especiales temporales- deben tener en cuenta como lo
expresa la Recomendación nro. 25 de la CEDAW "tanto la discriminación directa como
indirecta, entendida esta última como toda ley, política, programa que se basan en criterios
que aparentemente son neutros desde el punto de vista del género pero que, de hecho,
6
repercuten negativamente en la mujer" . En este sentido, se considera que sería
discriminación directa aquella que se focaliza en un grupo -en este caso, en las mujeres-
cuya exposición sin la debida contención, las deja en un lugar de mayor vulnerabilidad,
actitud o acción. Cuando es promovida por el Estado se observa una mayor gravedad. Esto
refiere, por ejemplo, a lo que diferentes espacios feministas debaten en torno a la iniciativa
adoptada en forma conjunta entre el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la
Nación (MMGyD) y la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) para que las mujeres y
personas LGBTI+ puedan acercarse a partir del 01/04/2020 -y siempre que la cuarentena
esté activa- a la farmacia más cercana del barrio o llamar a la de confianza y solicitar un
barbijo rojo, para que el personal comprenda que se trata de una situación de violencia por
motivos de género y gestione una comunicación con la Línea 144.
Si bien puede decirse que a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas -a lo largo y a lo
ancho del país- han sido brindadas adecuadamente y con la premura que ameritaba el caso,
no resulta menor señalar que pusieron de manifiesto la carencia y la incapacidad de algunos
métodos de seguimiento y de denuncia en materia de género.
Lo cierto es que, esta impensada situación que se presenta en todos los ámbitos de la vida -y
del Derecho- genera una nueva perspectiva (un tanto desconocida) sobre los alcances de
los mecanismos actuales de seguimiento y contención a la víctima de violencia que hoy
conocemos. De alguna manera, la pandemia y el aislamiento social han puesto luz roja
sobre la emergencia que no solo es sanitaria, sino que en materia de violencia, también
urge atender.
Sobre la renovación automática de las medidas de protección de las mujeres, es
incuestionable que la medida aporta tranquilidad y seguridad y pone en evidencia en ese
aspecto la madurez de un sistema judicial que -si bien con inevitables falencias- ante la
situación de emergencia sanitaria, identifica la problemática y busca garantizar protección.
Durante la prórroga de las medidas de alejamiento y no comunicación, se genera una
situación de seguridad en las víctimas, presuntamente garantizada por el Estado, pero es un
hecho que la vigilancia y los seguimientos no son infalibles, y el miedo de las víctimas se
intensifica dependiendo de la particular casuística de cada una de ellas.
Decíamos bajo el título que presenta este trabajo, que la circunstancia actual que envuelve
nuestra realidad, en la que coexisten la violencia y la pandemia, gesta una obligada reflexión
sobre la eficacia de los mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia.
pueden salir a la calle por alguna razón excepcional en atención a la situación de aislamiento
social, preventivo y obligatorio, es porque se trata de un caso de extrema gravedad en el que
la intervención debe ser bien precisa y elocuente. ¿Acaso, abrir canales de denuncia sin
preparación no podría ser considerada una medida que profundiza la violencia por parte de
quien es el garante último en la protección y no discriminación en razón de la violencia de
género? Además, si lo que se pretende es abrir canales de denuncia teniéndose como base
una línea telefónica gratuita de carácter federal como lo es la línea 144 disponible las 24
horas, sólo bastaría informar mediante campañas de difusión su existencia y facilitar los
medios para acceder a este llamado a todos los negocios abiertos al público según los
servicios declarados esenciales en el Decreto 297/2020, no siendo el personal de las
farmacias los únicos comprometidos para colaborar a denunciar situaciones de violencia de
género.
Dice Herrera (2020) que "la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer con miras a lograr la igualdad de jure y de facto entre el hombre y la mujer en el goce
de los derechos humanos y las libertades fundamentales de ambos" constituye un objetivo
que se lo observa con mayor dificultad o en un horizonte más alejado cuando acontecen
situaciones excepcionales como las que se están viviendo a nivel mundial.
6
Conforme la Recomendación 25/2004, la discriminación indirecta acontece cuando "de manera inadvertida, estilos de vida
masculinos y así no tener en cuenta aspectos de la vida de la mujer que pueden diferir de los del hombre. Estas diferencias
pueden existir como consecuencia de expectativas, actitudes y comportamientos estereotípicos hacia la mujer que se basan
en las diferencias biológicas entre los sexos. También pueden deberse a la subordinación generalizada de la mujer al hombre".
5
https://mailchi.mp/dist/comunicado-covid-19-y-el-reforzamiento-de-acciones-para-la-prevencin-y-atencin-de-la-
violencia-de-gnero?e=148d9c4077 (Consultado el 02/04/2020).
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Comulgamos con Herrera que esta idea del "barbijo rojo" pensada como la "contraseña
para las mujeres golpeadas en las farmacias"parte de una idea falaz: pensar que se trata de
una contraseña. Sucede que para ser tal no tiene que ser conocida por el agresor ,y al
tratarse de una campaña masiva, no solo llega a la víctima sino también al agresor. Por otra
parte, cabría preguntarse si el personal que trabaja en las farmacias está preparado para
contener a mujeres víctimas de violencia de género que, si denuncian por esa vía cuando
sus victimarios; iii) se establezcan células de reacción inmediata para atender
eficazmente las denuncias y los casos de violencia de género; iv) se fortalezcan las
medidas de protección para las mujeres y niñas en riesgo; v) se evite la venta de
alcohol, drogas, armas y cualquier otro detonante de la violencia de género durante
los periodos de aislamiento; vi) se mantengan activas todas las acciones y servicios
necesarios para prevenir, atender, juzgar y sancionar la violencia contra las mujeres
y las niñas", agregándose también la generación de "esquemas de pagos únicos por
causa de fuerza mayor en las instituciones, organizaciones y empresas que no
formen parte del salario cotidiano para que las familias puedan enfrentar el
aislamiento sin que se vean afectados sus derechos mínimos a la alimentación, a la
salud y a la vida digna, entre otros; así como subsidios por parte de los gobiernos
para las mujeres y hombres que trabajan en la informalidad o que su sustento
5
dependa de la reactivación de la economía" .
Todas las medidas -no sólo las especiales temporales- deben tener en cuenta como lo
expresa la Recomendación nro. 25 de la CEDAW "tanto la discriminación directa como
indirecta, entendida esta última como toda ley, política, programa que se basan en criterios
que aparentemente son neutros desde el punto de vista del género pero que, de hecho,
6
repercuten negativamente en la mujer" . En este sentido, se considera que sería
discriminación directa aquella que se focaliza en un grupo -en este caso, en las mujeres-
cuya exposición sin la debida contención, las deja en un lugar de mayor vulnerabilidad,
actitud o acción. Cuando es promovida por el Estado se observa una mayor gravedad. Esto
refiere, por ejemplo, a lo que diferentes espacios feministas debaten en torno a la iniciativa
adoptada en forma conjunta entre el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la
Nación (MMGyD) y la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) para que las mujeres y
personas LGBTI+ puedan acercarse a partir del 01/04/2020 -y siempre que la cuarentena
esté activa- a la farmacia más cercana del barrio o llamar a la de confianza y solicitar un
barbijo rojo, para que el personal comprenda que se trata de una situación de violencia por
motivos de género y gestione una comunicación con la Línea 144.
Si bien puede decirse que a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas -a lo largo y a lo
ancho del país- han sido brindadas adecuadamente y con la premura que ameritaba el caso,
no resulta menor señalar que pusieron de manifiesto la carencia y la incapacidad de algunos
métodos de seguimiento y de denuncia en materia de género.
Lo cierto es que, esta impensada situación que se presenta en todos los ámbitos de la vida -y
del Derecho- genera una nueva perspectiva (un tanto desconocida) sobre los alcances de
los mecanismos actuales de seguimiento y contención a la víctima de violencia que hoy
conocemos. De alguna manera, la pandemia y el aislamiento social han puesto luz roja
sobre la emergencia que no solo es sanitaria, sino que en materia de violencia, también
urge atender.
Sobre la renovación automática de las medidas de protección de las mujeres, es
incuestionable que la medida aporta tranquilidad y seguridad y pone en evidencia en ese
aspecto la madurez de un sistema judicial que -si bien con inevitables falencias- ante la
situación de emergencia sanitaria, identifica la problemática y busca garantizar protección.
Durante la prórroga de las medidas de alejamiento y no comunicación, se genera una
situación de seguridad en las víctimas, presuntamente garantizada por el Estado, pero es un
hecho que la vigilancia y los seguimientos no son infalibles, y el miedo de las víctimas se
intensifica dependiendo de la particular casuística de cada una de ellas.
Decíamos bajo el título que presenta este trabajo, que la circunstancia actual que envuelve
nuestra realidad, en la que coexisten la violencia y la pandemia, gesta una obligada reflexión
sobre la eficacia de los mecanismos de seguimiento a víctimas de violencia.
pueden salir a la calle por alguna razón excepcional en atención a la situación de aislamiento
social, preventivo y obligatorio, es porque se trata de un caso de extrema gravedad en el que
la intervención debe ser bien precisa y elocuente. ¿Acaso, abrir canales de denuncia sin
preparación no podría ser considerada una medida que profundiza la violencia por parte de
quien es el garante último en la protección y no discriminación en razón de la violencia de
género? Además, si lo que se pretende es abrir canales de denuncia teniéndose como base
una línea telefónica gratuita de carácter federal como lo es la línea 144 disponible las 24
horas, sólo bastaría informar mediante campañas de difusión su existencia y facilitar los
medios para acceder a este llamado a todos los negocios abiertos al público según los
servicios declarados esenciales en el Decreto 297/2020, no siendo el personal de las
farmacias los únicos comprometidos para colaborar a denunciar situaciones de violencia de
género.
Dice Herrera (2020) que "la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer con miras a lograr la igualdad de jure y de facto entre el hombre y la mujer en el goce
de los derechos humanos y las libertades fundamentales de ambos" constituye un objetivo
que se lo observa con mayor dificultad o en un horizonte más alejado cuando acontecen
situaciones excepcionales como las que se están viviendo a nivel mundial.
6
Conforme la Recomendación 25/2004, la discriminación indirecta acontece cuando "de manera inadvertida, estilos de vida
masculinos y así no tener en cuenta aspectos de la vida de la mujer que pueden diferir de los del hombre. Estas diferencias
pueden existir como consecuencia de expectativas, actitudes y comportamientos estereotípicos hacia la mujer que se basan
en las diferencias biológicas entre los sexos. También pueden deberse a la subordinación generalizada de la mujer al hombre".
5
https://mailchi.mp/dist/comunicado-covid-19-y-el-reforzamiento-de-acciones-para-la-prevencin-y-atencin-de-la-
violencia-de-gnero?e=148d9c4077 (Consultado el 02/04/2020).
56 57
Tal es la situación, que para bien, debe abrir los ojos de quienes ejercen la actividad
parlamentaria y de quienes juegan el rol de intérpretes de la ley, para que puedan
sancionarse y aplicarse nuevas formas de abordaje en materia de género, flexibles para
cada caso particular, pero que instauren reglas procedimentales y principios básicos de
actuación para la generalidad de los caso. Para que la ley no siempre llegue después del
caso, dando por sentado la existencia de lagunas normativas que tanta inseguridad jurídica
generan.
Para el supuesto de seguimiento de caso, los mecanismos se “han quedado cortos”, y basta
afirmar que existe un vacío en lo que respecta a un sistema integral de contención y
seguimiento a la víctima de violencia, que -potenciado con la particular situación de
convivencia con el agresor en situación de aislamiento social-, recrudece cualquier cuadro
de violencia, e impide o por lo menos dificulta alcanzar -con los actuales mecanismos- una
adecuada tutela jurisdiccional de la víctima de violencia.
A modo de conclusión
La línea 144 que se creó en el 2013 para cumplir los objetivos propuestos en la ley 26.485,
resulta insuficiente para abordar la problemática de la violencia de género que se agrava
con la emergencia epidemiológica, contexto en el que muchas niñas, niños y mujeres se ven
obligados a cumplir aislamiento junto a sus agresores.
La seguridad jurídica demanda que se unifiquen las políticas públicas que se han puesto en
marcha en casi la totalidad de las Provincias Argentinas en el contexto de pandemia; para
evitar la diversidad de plazos y medidas, que generan incertidumbres que no
necesariamente contribuyen a garantizar el acceso a justicia.
La particular situación que nos convoca motiva a arbitrar al máximo las medidas para evitar
la producción de eventos violentos y facilitar el acceso a la justicia. Es imperioso también
dar mayor flexibilidad a la forma en que las denuncias son realizadas, ampliando los plazos
de las medidas cautelares dictadas mientras dure la emergencia y mejorar los lugares
donde se toman las denuncias para mantener las distancias recomendadas por las
autoridades sanitarias para evitar el contagio. La concreción de esta clase de medidas, será
el reflejo de la existencia de un Poder Judicial comprometido con la obligación de hacer
realidad el acceso a la justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad.
Repensar en los mecanismos de seguimiento y contención a las víctimas de violencia de
género, importa no hacer oídos sordos al llamado que desde algunos sectores se efectiviza
Se puede afirmar sin hesitación alguna que la pandemia, el coronavirus y el necesario
marco de aislamiento vigente en nuestros días, impacta de un modo transversal y negativo
en la vida de todos, particularmente en las mujeres y que; en particular, la temática más
acuciante es la relativa a la violencia de género.
Desde el punto de vista práctico, resta aportar que sería óptimo que cuando pase la
situación de excepción, se analice cuáles de las medidas especiales de carácter temporal
implementadas deben ser derogadas; cuáles reconfiguradas o readaptadas para darse una
continuidad con algunas modificaciones, siendo que el aislamiento social, preventivo y
obligatorio habría pasado; y cuáles adquirir rango de permanentes o al menos que las
mismas puedan seguir siendo sostenidas en el tiempo y más allá de esta etapa excepcional.
Si bien a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas en materia de género en contexto
de pandemia han sido brindadas adecuadamente y con premura, pusieron de manifiesto la
carencia y la incapacidad de algunos métodos de seguimiento y de denuncia en materia de
género. Para el supuesto de seguimiento de caso, los mecanismos se “han quedado cortos”
y es necesario repensar en la eficacia de los mismos no sólo en relación al colectivo de
mujeres, sino también respecto de otros sectores vulnerables.
a los gobiernos y a las instituciones de salud globales para que consideren los efectos
sexuales y de género del brote de covid-19, tanto directos como indirectos, y realicen un
análisis de los impactos de género de los brotes múltiples, incorporando las voces de las
mujeres en la primera línea la respuesta al covid-19 y a los más afectados por la enfermedad
dentro de las políticas o prácticas de preparación y respuesta en el futuro.
Mucho antes de que supiéramos del coronavirus, la OMS (Organización Mundial de la
Salud) en 2013, consideró que la violencia hacia las mujeres es una pandemia y un
problema de salud pública.
Bibliografía
· Entrevista a Ada Rico, titular de La Casa del Encuentro, disponible en
www.lacasadelencuentro.org
· HERRERA, Marisa. Aislamiento social y violencia de género- Una revisión crítica a la luz de
las Recomendaciones Generales del Comité de la CEDAW”. RC D 1524/2020; Rubinzal
Culzoni Editores, Boletín Diario del 15/5/2020.
· https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/03/covid-como-incorporar-a-
las-mujeres-y-la-igualdad-de-genero-en-la-gestion-de-respuesta (Consultado el
02/04/2020).
· Entrevista a Natalia Gherardi, Directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género,
disponible en www.lanacion.com.ar
· https://mailchi.mp/dist/comunicado-covid-19-y-el-reforzamiento-de-acciones-para-la-
prevencin-y-atencin-de-la-violencia-de-gnero?e=148d9c4077 (Consultado el
02/04/2020).
· Informe 20 del COE (Comité Operativo de Emergencia).
· MEDINA, Graciela. “COVID-19, la violencia doméstica y de género”. RC D 1456/2020,
56 57
Tal es la situación, que para bien, debe abrir los ojos de quienes ejercen la actividad
parlamentaria y de quienes juegan el rol de intérpretes de la ley, para que puedan
sancionarse y aplicarse nuevas formas de abordaje en materia de género, flexibles para
cada caso particular, pero que instauren reglas procedimentales y principios básicos de
actuación para la generalidad de los caso. Para que la ley no siempre llegue después del
caso, dando por sentado la existencia de lagunas normativas que tanta inseguridad jurídica
generan.
Para el supuesto de seguimiento de caso, los mecanismos se “han quedado cortos”, y basta
afirmar que existe un vacío en lo que respecta a un sistema integral de contención y
seguimiento a la víctima de violencia, que -potenciado con la particular situación de
convivencia con el agresor en situación de aislamiento social-, recrudece cualquier cuadro
de violencia, e impide o por lo menos dificulta alcanzar -con los actuales mecanismos- una
adecuada tutela jurisdiccional de la víctima de violencia.
A modo de conclusión
La línea 144 que se creó en el 2013 para cumplir los objetivos propuestos en la ley 26.485,
resulta insuficiente para abordar la problemática de la violencia de género que se agrava
con la emergencia epidemiológica, contexto en el que muchas niñas, niños y mujeres se ven
obligados a cumplir aislamiento junto a sus agresores.
La seguridad jurídica demanda que se unifiquen las políticas públicas que se han puesto en
marcha en casi la totalidad de las Provincias Argentinas en el contexto de pandemia; para
evitar la diversidad de plazos y medidas, que generan incertidumbres que no
necesariamente contribuyen a garantizar el acceso a justicia.
La particular situación que nos convoca motiva a arbitrar al máximo las medidas para evitar
la producción de eventos violentos y facilitar el acceso a la justicia. Es imperioso también
dar mayor flexibilidad a la forma en que las denuncias son realizadas, ampliando los plazos
de las medidas cautelares dictadas mientras dure la emergencia y mejorar los lugares
donde se toman las denuncias para mantener las distancias recomendadas por las
autoridades sanitarias para evitar el contagio. La concreción de esta clase de medidas, será
el reflejo de la existencia de un Poder Judicial comprometido con la obligación de hacer
realidad el acceso a la justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad.
Repensar en los mecanismos de seguimiento y contención a las víctimas de violencia de
género, importa no hacer oídos sordos al llamado que desde algunos sectores se efectiviza
Se puede afirmar sin hesitación alguna que la pandemia, el coronavirus y el necesario
marco de aislamiento vigente en nuestros días, impacta de un modo transversal y negativo
en la vida de todos, particularmente en las mujeres y que; en particular, la temática más
acuciante es la relativa a la violencia de género.
Desde el punto de vista práctico, resta aportar que sería óptimo que cuando pase la
situación de excepción, se analice cuáles de las medidas especiales de carácter temporal
implementadas deben ser derogadas; cuáles reconfiguradas o readaptadas para darse una
continuidad con algunas modificaciones, siendo que el aislamiento social, preventivo y
obligatorio habría pasado; y cuáles adquirir rango de permanentes o al menos que las
mismas puedan seguir siendo sostenidas en el tiempo y más allá de esta etapa excepcional.
Si bien a nivel institucional y jurisdiccional, las respuestas en materia de género en contexto
de pandemia han sido brindadas adecuadamente y con premura, pusieron de manifiesto la
carencia y la incapacidad de algunos métodos de seguimiento y de denuncia en materia de
género. Para el supuesto de seguimiento de caso, los mecanismos se “han quedado cortos”
y es necesario repensar en la eficacia de los mismos no sólo en relación al colectivo de
mujeres, sino también respecto de otros sectores vulnerables.
a los gobiernos y a las instituciones de salud globales para que consideren los efectos
sexuales y de género del brote de covid-19, tanto directos como indirectos, y realicen un
análisis de los impactos de género de los brotes múltiples, incorporando las voces de las
mujeres en la primera línea la respuesta al covid-19 y a los más afectados por la enfermedad
dentro de las políticas o prácticas de preparación y respuesta en el futuro.
Mucho antes de que supiéramos del coronavirus, la OMS (Organización Mundial de la
Salud) en 2013, consideró que la violencia hacia las mujeres es una pandemia y un
problema de salud pública.
Bibliografía
· Entrevista a Ada Rico, titular de La Casa del Encuentro, disponible en
www.lacasadelencuentro.org
· HERRERA, Marisa. Aislamiento social y violencia de género- Una revisión crítica a la luz de
las Recomendaciones Generales del Comité de la CEDAW”. RC D 1524/2020; Rubinzal
Culzoni Editores, Boletín Diario del 15/5/2020.
· https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/03/covid-como-incorporar-a-
las-mujeres-y-la-igualdad-de-genero-en-la-gestion-de-respuesta (Consultado el
02/04/2020).
· Entrevista a Natalia Gherardi, Directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género,
disponible en www.lanacion.com.ar
· https://mailchi.mp/dist/comunicado-covid-19-y-el-reforzamiento-de-acciones-para-la-
prevencin-y-atencin-de-la-violencia-de-gnero?e=148d9c4077 (Consultado el
02/04/2020).
· Informe 20 del COE (Comité Operativo de Emergencia).
· MEDINA, Graciela. “COVID-19, la violencia doméstica y de género”. RC D 1456/2020,
58 59
· Recomendación 25/2004 Comité de la CEDAW.
Rubinzal Culzoni Editores. Boletín Diario del 14/5/2020.
· Violencia contra las mujeres: la pandemia en la sombra, disponible en
www.unwomen.org/es/news/stories/2020/4/statement-ed-phumzile-violence-against-
women-during-pandemic+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=ar
Re-pensando el campo
de intervención del trabajo
social junto a las víctimas
de violencia de género,
durante la pandemia de COVID-19
Autoras:
1 1,2
Érica Montenegro y Mónica Montenegro
1
UNJu
2
UCSE-DASS
E-mail: ericahuaico@gmail.com, monicarudy67@gmail.com
Érica Montenegro
Licenciada en Trabajo Social.
Docente de la Universidad Nacional de Jujuy
Prosecretaria Técnica de Juzgado. Poder Judicial Jujuy
Mónica Montenegro
Doctora y Magister en Antropología.
Prosecretaria de Investigación DASS-UCSE
Coordinadora del Gabinete de Investigación en Estudios Culturales DASS-UCSE.
Docente de la Universidad Nacional de Jujuy
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p59-67
Fecha de recepción: 25-06-2020. Fecha de aceptación: 14-07-2020
Artículos Originales
58 59
· Recomendación 25/2004 Comité de la CEDAW.
Rubinzal Culzoni Editores. Boletín Diario del 14/5/2020.
· Violencia contra las mujeres: la pandemia en la sombra, disponible en
www.unwomen.org/es/news/stories/2020/4/statement-ed-phumzile-violence-against-
women-during-pandemic+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=ar
Re-pensando el campo
de intervención del trabajo
social junto a las víctimas
de violencia de género,
durante la pandemia de COVID-19
Autoras:
1 1,2
Érica Montenegro y Mónica Montenegro
1
UNJu
2
UCSE-DASS
E-mail: ericahuaico@gmail.com, monicarudy67@gmail.com
Érica Montenegro
Licenciada en Trabajo Social.
Docente de la Universidad Nacional de Jujuy
Prosecretaria Técnica de Juzgado. Poder Judicial Jujuy
Mónica Montenegro
Doctora y Magister en Antropología.
Prosecretaria de Investigación DASS-UCSE
Coordinadora del Gabinete de Investigación en Estudios Culturales DASS-UCSE.
Docente de la Universidad Nacional de Jujuy
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, agosto 2020, p59-67
Fecha de recepción: 25-06-2020. Fecha de aceptación: 14-07-2020
Artículos Originales
60
61
El contexto mundial actual, severamente afectado por la Pandemia de CoVid-19, nos obliga
a reflexionar acerca de la preservación tanto de la vida humana como del medioambiente.
El espacio donde desarrollamos nuestra cotidianeidad se pone en tela de juicio y la propia
praxis disciplinar busca nuevos horizontes epistémicos para comprender esta nueva
realidad y delinear metodologías adecuadas para intervenirla. El confinamiento como
medida preventiva conlleva nuevas problemáticas; en el caso del Trabajo Social afecta
directamente la posibilidad material de intervención ante la limitación de circulación de los
equipos profesionales. Esta situación acrecienta las desigualdades sociales al impactar
severamente sobre los grupos más vulnerables, que cuentan con escasas redes de
contención, como es el caso de las mujeres víctimas de violencia de género quienes, en una
generalidad de casos, quedan atrapadas en sus hogares junto a sus victimarios. En este
trabajo nos permitimos re-pensar desde el trabajo social la necesidad de ampliar las
fronteras epistémicas disciplinares para acceder a la comprensión de esta nueva realidad, y
reflexionamos sobre la necesidad de delinear nuevas herramientas para intervenir con
mayor eficacia, en casos de violencia de género ejercida sobre mujeres en el ámbito
intrafamiliar durante el confinamiento.
Resumen
Palabras clave
Pandemia de Covid-19, Trabajo Social, violencia de género, intervención.
Abstract
The current global context, severely affected by the CoVid-19 Pandemic, forces us to reflect
on the preservation of both human life and the environment. The space where we develop
our daily life is called into question and the disciplinary practice itself seeks new epidemic
horizons to understand this new reality and outline appropriate methodologies to
intervene. Confinement as a preventive measure involves new problems; in the case of
social work directly affects the material possibility of intervention in the face of the
limitation of the circulation of professional teams. This situation increases social
inequalities by severely impacting the most vulnerable groups, which have few containment
networks, such as women victims of gender-based violence who, in a general case, are
trapped in their homes with their perpetrators. In this paper we allow ourselves to re-think
from social work the need to expand the disciplinary epistemic boundaries in order to gain
an understanding of this new reality, and we reflect on the need to outline new tools to
intervene more effectively, in cases of gender-based violence exercised on women in the
intra-family sphere during confinement.
Pandemic of Covid-1, Social Work, gender-based violence, intervention.
Key Words
Introducción
Según la declaración de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres del 6 de abril de 2020, a
partir de la situación de confinamiento en la que se encuentran 90 países para evitar el
contagio del COVID-19, han aumentado en todo el mundo las llamadas solicitando ayuda a
las líneas de atención y a los refugios para la violencia doméstica. Autoridades
gubernamentales, personas que defienden los derechos de las mujeres y aliados de la
sociedad civil en Argentina, Canadá, Australia, Singapur, España, Francia, Reino Unido,
Chipre, Alemania y Estados Unidos, han señalado un aumento de las denuncias de violencia
doméstica durante la crisis y mayor necesidad de protección de emergencia.
En nuestro país, las situaciones de vulnerabilidad de las poblaciones más carenciadas se
han agravado en estos tiempos de Pandemia de Covid-19, esto se ve reflejado en
situaciones como pérdida de empleos, precarización laboral, alteración de las rutinas
diarias, mayor número de episodios de ansiedad y depresión, crecimiento de adicciones,
aumento de casos de violencia doméstica e intrafamiliar en mujeres, niñas, niños y
adolescentes, y en casos más graves femicidios, que se van sumando día a día (Montenegro
y Montenegro 2020); este hecho interpela crudamente la praxis del Trabajo Social
obligándonos a re-pensar cómo gestionar las intervenciones en condiciones de Pandemia
de Covid-19.
En este trabajo presentamos algunos interrogantes y reflexiones interdisciplinarias acerca
del campo de intervención del Trabajo Social junto a las víctimas de violencia de género,
durante la Pandemia de covid-19, por ello nos interesa partir presentando un estado
general de situación sobre las mujeres víctimas de violencia de Género durante el
confinamiento.
Reconociendo el contexto de la praxis
Definitivamente a partir de la declaración de la pandemia de Covid-19, el mundo sufrió
grandes e inesperadas transformaciones en sus estructuras sanitarias, sociales,
económicas, políticas y hasta ideológicas. En Argentina, una de las primeras medidas que
tomó el Estado Nacional y los Estados provinciales, fue la instrumentación de dispositivos
legales para establecer eficazmente normas de confinamiento obligatorio de los
ciudadanos, tendientes a evitar la propagación del virus y los contagios masivos.
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El contexto mundial actual, severamente afectado por la Pandemia de CoVid-19, nos obliga
a reflexionar acerca de la preservación tanto de la vida humana como del medioambiente.
El espacio donde desarrollamos nuestra cotidianeidad se pone en tela de juicio y la propia
praxis disciplinar busca nuevos horizontes epistémicos para comprender esta nueva
realidad y delinear metodologías adecuadas para intervenirla. El confinamiento como
medida preventiva conlleva nuevas problemáticas; en el caso del Trabajo Social afecta
directamente la posibilidad material de intervención ante la limitación de circulación de los
equipos profesionales. Esta situación acrecienta las desigualdades sociales al impactar
severamente sobre los grupos más vulnerables, que cuentan con escasas redes de
contención, como es el caso de las mujeres víctimas de violencia de género quienes, en una
generalidad de casos, quedan atrapadas en sus hogares junto a sus victimarios. En este
trabajo nos permitimos re-pensar desde el trabajo social la necesidad de ampliar las
fronteras epistémicas disciplinares para acceder a la comprensión de esta nueva realidad, y
reflexionamos sobre la necesidad de delinear nuevas herramientas para intervenir con
mayor eficacia, en casos de violencia de género ejercida sobre mujeres en el ámbito
intrafamiliar durante el confinamiento.
Resumen
Palabras clave
Pandemia de Covid-19, Trabajo Social, violencia de género, intervención.
Abstract
The current global context, severely affected by the CoVid-19 Pandemic, forces us to reflect
on the preservation of both human life and the environment. The space where we develop
our daily life is called into question and the disciplinary practice itself seeks new epidemic
horizons to understand this new reality and outline appropriate methodologies to
intervene. Confinement as a preventive measure involves new problems; in the case of
social work directly affects the material possibility of intervention in the face of the
limitation of the circulation of professional teams. This situation increases social
inequalities by severely impacting the most vulnerable groups, which have few containment
networks, such as women victims of gender-based violence who, in a general case, are
trapped in their homes with their perpetrators. In this paper we allow ourselves to re-think
from social work the need to expand the disciplinary epistemic boundaries in order to gain
an understanding of this new reality, and we reflect on the need to outline new tools to
intervene more effectively, in cases of gender-based violence exercised on women in the
intra-family sphere during confinement.
Pandemic of Covid-1, Social Work, gender-based violence, intervention.
Key Words
Introducción
Según la declaración de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres del 6 de abril de 2020, a
partir de la situación de confinamiento en la que se encuentran 90 países para evitar el
contagio del COVID-19, han aumentado en todo el mundo las llamadas solicitando ayuda a
las líneas de atención y a los refugios para la violencia doméstica. Autoridades
gubernamentales, personas que defienden los derechos de las mujeres y aliados de la
sociedad civil en Argentina, Canadá, Australia, Singapur, España, Francia, Reino Unido,
Chipre, Alemania y Estados Unidos, han señalado un aumento de las denuncias de violencia
doméstica durante la crisis y mayor necesidad de protección de emergencia.
En nuestro país, las situaciones de vulnerabilidad de las poblaciones más carenciadas se
han agravado en estos tiempos de Pandemia de Covid-19, esto se ve reflejado en
situaciones como pérdida de empleos, precarización laboral, alteración de las rutinas
diarias, mayor número de episodios de ansiedad y depresión, crecimiento de adicciones,
aumento de casos de violencia doméstica e intrafamiliar en mujeres, niñas, niños y
adolescentes, y en casos más graves femicidios, que se van sumando día a día (Montenegro
y Montenegro 2020); este hecho interpela crudamente la praxis del Trabajo Social
obligándonos a re-pensar cómo gestionar las intervenciones en condiciones de Pandemia
de Covid-19.
En este trabajo presentamos algunos interrogantes y reflexiones interdisciplinarias acerca
del campo de intervención del Trabajo Social junto a las víctimas de violencia de género,
durante la Pandemia de covid-19, por ello nos interesa partir presentando un estado
general de situación sobre las mujeres víctimas de violencia de Género durante el
confinamiento.
Reconociendo el contexto de la praxis
Definitivamente a partir de la declaración de la pandemia de Covid-19, el mundo sufrió
grandes e inesperadas transformaciones en sus estructuras sanitarias, sociales,
económicas, políticas y hasta ideológicas. En Argentina, una de las primeras medidas que
tomó el Estado Nacional y los Estados provinciales, fue la instrumentación de dispositivos
legales para establecer eficazmente normas de confinamiento obligatorio de los
ciudadanos, tendientes a evitar la propagación del virus y los contagios masivos.
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Es sabido que muchas mujeres de sectores carenciados, no tienen acceso a consultas de
salud mental, sexual y reproductiva; como grupo poblacional vulnerable además de
enfrentarse a sentimientos de angustia y desesperanza no pueden imaginar la posibilidad
de un proyecto a futuro; máxime en estos tiempos de Pandemia, en que se ven
condicionadas a cohabitar con sus victimarios, amenazadas en su seguridad e integridad,
impedidas de acceder a redes de apoyo y contención ante situaciones de violencia
doméstica (Montenegro y Montenegro 2000).
El aislamiento social puede resultar efectivo para que las mujeres no se contagien de Covid-
19, aunque esta medida provoca una separación de las personas y los recursos que mejor
pueden ayudarlas, siendo esta situación perfecta para quienes ejercen comportamientos
controladores y violentos en el hogar. Entonces, al mismo tiempo que los sistemas
sanitarios se esfuerzan al límite para prevenir los contagios, los refugios para la violencia
doméstica alcanzan también su máxima capacidad, agravándose el déficit de servicio al
readaptar dichos centros a fin de ofrecer una respuesta adicional al Covid-19 (ONU
MUJERES- Informe 2020).
Sabemos que los cambios que se producen en el mundo externo repercuten en la
subjetividad de los individuos, en su mundo familiar generando en ocasiones precarización
psíquica (Briuoli 2007). La Pandemia no sólo amenaza la salud física, sino que impacta
1
severamente sobre la salud mental de los integrantes de las familias, generando en
Lamentablemente, en muchos casos el confinamiento alentó las condiciones de violencia
hacia las mujeres, que en algunos casos derivó en femicidios. El Observatorio de las
Violencias de Género Ahora Que Nos Ven” registró para el período 20/3/2020 y el
26/4/2020, un total de treinta y dos (32) femicidios en nuestro país durante el
confinamiento; del Informe se desprende que un 72% de los casos ocurrió en la vivienda de
las víctimas, evidenciando de esta manera que el “quédate en casa” representa un peligro
inminente para las mujeres.
Algunas especialistas sostienen que, en las familias más vulnerables, la vida cotidiana
transcurre en espacios limitados y muchas veces en hacinamiento, lo que ocasiona
conflictos entre los miembros del grupo familiar; desde que comenzó el confinamiento
obligatorio, es posible advertir que la situación de encierro agrava la violencia hacia las
mujeres. Se trate de una vivienda grande o pequeña, haya hijos o no, haya suficientes
alimentos o no, las relaciones de dominio existentes en las parejas debido al sistema
patriarcal imperante (Segato 2010), van llevando a un incremento de la violencia y tal vez
quienes hasta ahora no fueron víctimas hoy lo son y quienes ya eran víctimas antes de la
pandemia, hoy están en situación de mayor vulnerabilidad.
Como respuesta a esa problemática emergente, el Estado, a través de políticas de
emergencia, amplió la atención telefónica en la línea 144, y la línea 911 de emergencias.
También efectuó campañas de prevención de la Violencia de Género en distintos medios de
comunicación y en las redes sociales. Desde el Poder Judicial se prorrogaron las medidas de
protección, con las que contaban algunas mujeres por 90 días más, aunque esto claramente
resulta insuficiente; pensamos que los dispositivos que se encuentran funcionando para el
abordaje en la problemática (de orden policial y judicial) necesitan incorporar a
profesionales de otras disciplinas para realizar intervenciones psicosociales efectivas
durante esta emergencia sanitaria.
No debemos olvidar los casos de mujeres que trabajan en relación de dependencia, donde
el hogar se ha transformado en oficina y el tiempo de trabajo se ha extendido; y si pensamos
en las mujeres que se encuentran en relación de precariedad laboral, la angustia se
multiplica en forma exponencial, dado que no pueden implementar las estrategias de
supervivencia que desarrollan habitualmente para aportar un mínimo de ingresos
económicos al grupo familiar.
muchos casos angustias, fobias y otros trastornos psicológicos. Esto se acentúa en el caso
de las mujeres porque es en ellas, donde recae generalmente la mayoría de las cargas
familiares: las actividades domésticas, el cuidado de los hijos y el desarrollo de las
actividades de alfabetización de los mismos.
A esto debemos sumarle, la frágil condición laboral de gran parte de los profesionales del
Trabajo Social en la provincia de Jujuy que por un lado se encuentran obligados a trabajar en
condiciones de precarización y flexibilización laboral (como resultado de años de
desacertadas decisiones socioeconómicas y políticas por parte del Estado); y por otro, la
drástica reducción del personal en diferentes áreas y servicios ya que debido a su edad se
encuentran entre la población de riesgo (sin que estas medidas hayan contemplado la
posibilidad de garantizar reemplazos para estos espacios), lo que presenta una notable
reducción de profesionales para dar respuestas a las demandas presentadas
cotidianamente, que van en crecimiento (Costas Frisón, Montenegro- 2020).
1
Se define la Salud Mental desde la Ley vigente 26657/10, que en su artículo 3, expresa “como un proceso determinado por
componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento, implica
una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona
Implicancia del Trabajo Social en contextos
de Pandemia de COVID 19
Desde el plano epistémico debe esforzarse con comprender de modo holístico el contexto
El Trabajo Social no es ajeno a la situación de pandemia que atravesamos y, al igual que otras
disciplinas científicas, se ve interpelada a partir del aislamiento social preventivo y
obligatorio, en forma dialéctica en sus dos planos: el epistémico y el de la intervención
profesional.
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Es sabido que muchas mujeres de sectores carenciados, no tienen acceso a consultas de
salud mental, sexual y reproductiva; como grupo poblacional vulnerable además de
enfrentarse a sentimientos de angustia y desesperanza no pueden imaginar la posibilidad
de un proyecto a futuro; máxime en estos tiempos de Pandemia, en que se ven
condicionadas a cohabitar con sus victimarios, amenazadas en su seguridad e integridad,
impedidas de acceder a redes de apoyo y contención ante situaciones de violencia
doméstica (Montenegro y Montenegro 2000).
El aislamiento social puede resultar efectivo para que las mujeres no se contagien de Covid-
19, aunque esta medida provoca una separación de las personas y los recursos que mejor
pueden ayudarlas, siendo esta situación perfecta para quienes ejercen comportamientos
controladores y violentos en el hogar. Entonces, al mismo tiempo que los sistemas
sanitarios se esfuerzan al límite para prevenir los contagios, los refugios para la violencia
doméstica alcanzan también su máxima capacidad, agravándose el déficit de servicio al
readaptar dichos centros a fin de ofrecer una respuesta adicional al Covid-19 (ONU
MUJERES- Informe 2020).
Sabemos que los cambios que se producen en el mundo externo repercuten en la
subjetividad de los individuos, en su mundo familiar generando en ocasiones precarización
psíquica (Briuoli 2007). La Pandemia no sólo amenaza la salud física, sino que impacta
1
severamente sobre la salud mental de los integrantes de las familias, generando en
Lamentablemente, en muchos casos el confinamiento alentó las condiciones de violencia
hacia las mujeres, que en algunos casos derivó en femicidios. El Observatorio de las
Violencias de Género Ahora Que Nos Ven” registró para el período 20/3/2020 y el
26/4/2020, un total de treinta y dos (32) femicidios en nuestro país durante el
confinamiento; del Informe se desprende que un 72% de los casos ocurrió en la vivienda de
las víctimas, evidenciando de esta manera que el “quédate en casa” representa un peligro
inminente para las mujeres.
Algunas especialistas sostienen que, en las familias más vulnerables, la vida cotidiana
transcurre en espacios limitados y muchas veces en hacinamiento, lo que ocasiona
conflictos entre los miembros del grupo familiar; desde que comenzó el confinamiento
obligatorio, es posible advertir que la situación de encierro agrava la violencia hacia las
mujeres. Se trate de una vivienda grande o pequeña, haya hijos o no, haya suficientes
alimentos o no, las relaciones de dominio existentes en las parejas debido al sistema
patriarcal imperante (Segato 2010), van llevando a un incremento de la violencia y tal vez
quienes hasta ahora no fueron víctimas hoy lo son y quienes ya eran víctimas antes de la
pandemia, hoy están en situación de mayor vulnerabilidad.
Como respuesta a esa problemática emergente, el Estado, a través de políticas de
emergencia, amplió la atención telefónica en la línea 144, y la línea 911 de emergencias.
También efectuó campañas de prevención de la Violencia de Género en distintos medios de
comunicación y en las redes sociales. Desde el Poder Judicial se prorrogaron las medidas de
protección, con las que contaban algunas mujeres por 90 días más, aunque esto claramente
resulta insuficiente; pensamos que los dispositivos que se encuentran funcionando para el
abordaje en la problemática (de orden policial y judicial) necesitan incorporar a
profesionales de otras disciplinas para realizar intervenciones psicosociales efectivas
durante esta emergencia sanitaria.
No debemos olvidar los casos de mujeres que trabajan en relación de dependencia, donde
el hogar se ha transformado en oficina y el tiempo de trabajo se ha extendido; y si pensamos
en las mujeres que se encuentran en relación de precariedad laboral, la angustia se
multiplica en forma exponencial, dado que no pueden implementar las estrategias de
supervivencia que desarrollan habitualmente para aportar un mínimo de ingresos
económicos al grupo familiar.
muchos casos angustias, fobias y otros trastornos psicológicos. Esto se acentúa en el caso
de las mujeres porque es en ellas, donde recae generalmente la mayoría de las cargas
familiares: las actividades domésticas, el cuidado de los hijos y el desarrollo de las
actividades de alfabetización de los mismos.
A esto debemos sumarle, la frágil condición laboral de gran parte de los profesionales del
Trabajo Social en la provincia de Jujuy que por un lado se encuentran obligados a trabajar en
condiciones de precarización y flexibilización laboral (como resultado de años de
desacertadas decisiones socioeconómicas y políticas por parte del Estado); y por otro, la
drástica reducción del personal en diferentes áreas y servicios ya que debido a su edad se
encuentran entre la población de riesgo (sin que estas medidas hayan contemplado la
posibilidad de garantizar reemplazos para estos espacios), lo que presenta una notable
reducción de profesionales para dar respuestas a las demandas presentadas
cotidianamente, que van en crecimiento (Costas Frisón, Montenegro- 2020).
1
Se define la Salud Mental desde la Ley vigente 26657/10, que en su artículo 3, expresa “como un proceso determinado por
componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento, implica
una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona
Implicancia del Trabajo Social en contextos
de Pandemia de COVID 19
Desde el plano epistémico debe esforzarse con comprender de modo holístico el contexto
El Trabajo Social no es ajeno a la situación de pandemia que atravesamos y, al igual que otras
disciplinas científicas, se ve interpelada a partir del aislamiento social preventivo y
obligatorio, en forma dialéctica en sus dos planos: el epistémico y el de la intervención
profesional.
64 65
Para Fernandez Esquinas: 2020, “los retos más importantes se refieren a la orientación del
papel de las ciencias sociales para contribuir a resolver los efectos de una crisis como la
actual. Unos son de carácter interno a las disciplinas. Se encuentran en la manera en que los
profesionales orienten la enseñanza y sus habilidades de investigación y análisis para
resolver problemas reales.
Siguiendo a Quispe Crispin (2020) quién explica el caracter de la disciplina del Trabajo Social
pensado desde Paulo Netto con “Su carácter “profesionalizante”, consiste en su acomodo
y flexibilidad en torno a la demanda de afrontar situaciones sociales conforme el contexto lo
requiera”. Asimismo siguiendo a Max Agüero sabemos que el aspecto o dimensión que para
el Trabajo Social adquiere estatuto e objeto disciplinar y de intervención, no sería otro que
los modos de mediación simbólicos que construyen los agentes sociales en su vida
cotidiana en relación con sus necesidades y demandas sociales, en vínculo con las
condiciones de producción material, social y simbólica en un espacio, tiempo y tiempos
determinados.
Algunas investigadoras afirman que la actuación del trabajador Social se encuentra en un
campo problemático que abarca los problemas sociales que adquieren particularidad, en
tanto están referidos a la manifestación de la Cuestión Social que se expresa en la práctica
cotidiana de los sujetos; dicha práctica es condicionada por las posiciones diferenciadas
que establece un tipo determinado de organización social (Rozas Pagaza 2000). Esto nos
lleva a re-considerar las perspectivas de análisis del contexto social: el espacio teórico, la
inscripción de la práctica, el lugar epistemológico y las cuestiones éticas para comprender
desde que racionalidad pensamos y ponemos en acto la intervención, entendiendo la
necesidad de una actividad interdisciplinaria como propuesta para la acción cooperativa de
los sujetos (Simón y Montenegro 2018).
de intervención, analizando los nuevos atravesamientos que sufre el ejercicio de la
profesión en la actual crisis sanitaria; se trata de nuevos escenarios socioeconómicos donde
se están profundizando las condiciones de vulnerabilidad y empobrecimiento de las clases
trabajadoras debido al desempleo y a la precariedad laboral. Por lo antes mencionado, en el
plano de la intervención, se evidencia una complejización de las acciones que obliga a re-
pensar el campo de intervención junto a las víctimas de violencia de género, a partir de
nuevas herramientas metodológicas.
Re-pensando el campo de intervención
junto a las víctimas de violencia de género
A nuestro modo de ver, en este contexto de pandemia mundial, cuidar la vida es lo
primordial, y esto vale tanto para las mujeres víctimas de violencia de genero con las que
intervenimos en búsqueda de soluciones a los problemas sociales emergentes, como para
Ello trajo aparejado una nueva problemática para el ejercicio profesional dado que, aunque
las líneas telefónicas directas pueden funcionar como una herramienta efectiva para asistir
a las personas de la comunidad desde una perspectiva de género se hace necesario una
capacitación en esta área. Asimismo, se debe tener en cuenta que muchas mujeres en
confinamiento no cuentan con teléfonos celulares para comunicarse ni con conectividad
para hacerlo, lo que limita aún más la intervención.-
los profesionales del Trabajo Social.
La dinámica de la realidad social, es tan vertiginosa e incierta que nos interpela a ser
creativos en la búsqueda de nuevas estrategias como colectivo profesional. Los entornos de
protección, como las redes de apoyo familiar y social en las mujeres víctimas de violencia
son la clave para trabajar desde un abordaje comunitario, siendo necesaria la inclusión de
trabajos de prevención y de promoción de derechos.
2
Previo al establecimiento por decreto del Ejecutivo Nacional del aislamiento social
preventivo y obligatorio, una de las herramientas más utilizadas en el abordaje de la
problemática con víctimas de Violencia de Genero era la entrevista interdisciplinaria y la
visita domiciliaria. A partir del confinamiento, los trabajadores/as sociales vieron
obstaculizada su tarea en virtud de que algunas instituciones del Estado que abordan la
problemática de la violencia de género, solicitaron modificar el modo de intervención
optando por la vía telefónica o de videollamada: la provincia de Jujuy adhirió a esta
modalidad.
Esta situación interpela al colectivo de profesionales del Trabajo Social a re-pensar su praxis
que, de cierto modo incentivaron conversatorios organizados por distintas instituciones
(Colegios Profesionales de otras provincias, Organizaciones de la Sociedad Civil,
Universidades), y debates al interior de los equipos de trabajo, tendientes a definir
estrategias eficaces para el abordaje de las problemáticas, y nuevas herramientas para la
intervención. Se analizó críticamente el uso de la telefonía celular y las redes sociales, ante
la urgencia que significa el trabajo con víctimas de violencia de género, reconociendo que
no alcanzan para dar respuesta a esta problemática emergente.
Por ello es necesaria la creación de nuevos dispositivos de emergencia y de estrategias de
abordaje desde el Trabajo Social para garantizar una intervención de calidad y sobre todo de
respeto y restitución de los derechos de las mujeres que día a día soportan situaciones de
violencia.-
2
Decreto del Ejecutivo Nacional 297/2020, acerca del aislamiento soc ial preventivo y obligatorio, publicado en el Boletin
Oficial el 20/03/2020
64 65
Para Fernandez Esquinas: 2020, “los retos más importantes se refieren a la orientación del
papel de las ciencias sociales para contribuir a resolver los efectos de una crisis como la
actual. Unos son de carácter interno a las disciplinas. Se encuentran en la manera en que los
profesionales orienten la enseñanza y sus habilidades de investigación y análisis para
resolver problemas reales.
Siguiendo a Quispe Crispin (2020) quién explica el caracter de la disciplina del Trabajo Social
pensado desde Paulo Netto con “Su carácter “profesionalizante”, consiste en su acomodo
y flexibilidad en torno a la demanda de afrontar situaciones sociales conforme el contexto lo
requiera”. Asimismo siguiendo a Max Agüero sabemos que el aspecto o dimensión que para
el Trabajo Social adquiere estatuto e objeto disciplinar y de intervención, no sería otro que
los modos de mediación simbólicos que construyen los agentes sociales en su vida
cotidiana en relación con sus necesidades y demandas sociales, en vínculo con las
condiciones de producción material, social y simbólica en un espacio, tiempo y tiempos
determinados.
Algunas investigadoras afirman que la actuación del trabajador Social se encuentra en un
campo problemático que abarca los problemas sociales que adquieren particularidad, en
tanto están referidos a la manifestación de la Cuestión Social que se expresa en la práctica
cotidiana de los sujetos; dicha práctica es condicionada por las posiciones diferenciadas
que establece un tipo determinado de organización social (Rozas Pagaza 2000). Esto nos
lleva a re-considerar las perspectivas de análisis del contexto social: el espacio teórico, la
inscripción de la práctica, el lugar epistemológico y las cuestiones éticas para comprender
desde que racionalidad pensamos y ponemos en acto la intervención, entendiendo la
necesidad de una actividad interdisciplinaria como propuesta para la acción cooperativa de
los sujetos (Simón y Montenegro 2018).
de intervención, analizando los nuevos atravesamientos que sufre el ejercicio de la
profesión en la actual crisis sanitaria; se trata de nuevos escenarios socioeconómicos donde
se están profundizando las condiciones de vulnerabilidad y empobrecimiento de las clases
trabajadoras debido al desempleo y a la precariedad laboral. Por lo antes mencionado, en el
plano de la intervención, se evidencia una complejización de las acciones que obliga a re-
pensar el campo de intervención junto a las víctimas de violencia de género, a partir de
nuevas herramientas metodológicas.
Re-pensando el campo de intervención
junto a las víctimas de violencia de género
A nuestro modo de ver, en este contexto de pandemia mundial, cuidar la vida es lo
primordial, y esto vale tanto para las mujeres víctimas de violencia de genero con las que
intervenimos en búsqueda de soluciones a los problemas sociales emergentes, como para
Ello trajo aparejado una nueva problemática para el ejercicio profesional dado que, aunque
las líneas telefónicas directas pueden funcionar como una herramienta efectiva para asistir
a las personas de la comunidad desde una perspectiva de género se hace necesario una
capacitación en esta área. Asimismo, se debe tener en cuenta que muchas mujeres en
confinamiento no cuentan con teléfonos celulares para comunicarse ni con conectividad
para hacerlo, lo que limita aún más la intervención.-
los profesionales del Trabajo Social.
La dinámica de la realidad social, es tan vertiginosa e incierta que nos interpela a ser
creativos en la búsqueda de nuevas estrategias como colectivo profesional. Los entornos de
protección, como las redes de apoyo familiar y social en las mujeres víctimas de violencia
son la clave para trabajar desde un abordaje comunitario, siendo necesaria la inclusión de
trabajos de prevención y de promoción de derechos.
2
Previo al establecimiento por decreto del Ejecutivo Nacional del aislamiento social
preventivo y obligatorio, una de las herramientas más utilizadas en el abordaje de la
problemática con víctimas de Violencia de Genero era la entrevista interdisciplinaria y la
visita domiciliaria. A partir del confinamiento, los trabajadores/as sociales vieron
obstaculizada su tarea en virtud de que algunas instituciones del Estado que abordan la
problemática de la violencia de género, solicitaron modificar el modo de intervención
optando por la vía telefónica o de videollamada: la provincia de Jujuy adhirió a esta
modalidad.
Esta situación interpela al colectivo de profesionales del Trabajo Social a re-pensar su praxis
que, de cierto modo incentivaron conversatorios organizados por distintas instituciones
(Colegios Profesionales de otras provincias, Organizaciones de la Sociedad Civil,
Universidades), y debates al interior de los equipos de trabajo, tendientes a definir
estrategias eficaces para el abordaje de las problemáticas, y nuevas herramientas para la
intervención. Se analizó críticamente el uso de la telefonía celular y las redes sociales, ante
la urgencia que significa el trabajo con víctimas de violencia de género, reconociendo que
no alcanzan para dar respuesta a esta problemática emergente.
Por ello es necesaria la creación de nuevos dispositivos de emergencia y de estrategias de
abordaje desde el Trabajo Social para garantizar una intervención de calidad y sobre todo de
respeto y restitución de los derechos de las mujeres que día a día soportan situaciones de
violencia.-
2
Decreto del Ejecutivo Nacional 297/2020, acerca del aislamiento soc ial preventivo y obligatorio, publicado en el Boletin
Oficial el 20/03/2020
66 67
Reflexiones finales
Estamos convencidas de la necesidad de poder efectuar acciones coordinadas desde las
distintas áreas del Estado como alternativa posible, a los fines del seguimiento de los casos,
construyendo redes de apoyo familiar y social para las víctimas de Violencia de Género en el
territorio. Ese seguimiento debería de ser preferentemente no presencial para evitar
riesgos para la salud de los y las profesionales. El uso de la teleasistencia de forma más
intensa, haciendo un seguimiento más próximo y cercano y en el caso de ser necesario de
manera, presencial en domicilio o despacho.
La suspensión de muchas actividades, servicios presenciales como centros de día, centros
de atención en problemáticas de Violencia, suponen un recorte en la atención a estas
personas que ha de ser compensado por otros medios a los fines de no vulnerar sus
derechos a una vida sin violencia.
La pandemia, nos moviliza, obligándonos a planificar nuevas formas de intervención en
relación a nuevas problemáticas que emergen producto del cambio que se plantea en la
cotidianeidad de nuestras comunidades, en virtud que a partir del confinamiento los
sujetos con los que intervenimos bajo el lema quédate en casa”, se vieron obligados a
interrumpir sus actividades sociales, familiares, económicas y sanitarias, lo que impacta en
la salud mental de las personas, dificultándose los vínculos familiares y sociales por las
restricciones de contacto ante el peligro de contagio por Covid 19.
Atravesamos un momento histórico donde la vorágine del ejercicio de nuestra profesión, no
encontramos espacio para la reflexión de nuestras prácticas, apareciendo interrogantes, de
un futuro que se nos presenta incierto, y que posiblemente traerá dentro de sus efectos una
crisis económica-política y social que se profundizará a raíz de la situación sanitaria que nos
encontramos viviendo; lo que plantea nuevos desafíos para la restitución de derechos.-
Referencias bibliográficas
Fernández Esquinas, M. (2020). Sociología y Ciencias Sociales en tiempos de pandemia
Briuoli, N.M. (2007). La construcción de la subjetividad. El impacto de las políticas sociales.
HAOL, Núm. 13: 81-88.
Costas Frisón, C. y Montenegro, E. (2020). Reflexiones iniciales sobre el ejercicio profesional
del Trabajo Social en la provincia de Jujuy ante la situación de Pandemia covid19. En:
Bergesio, L. y Perassi, L (Coords.) Pensando la pandemia en/desde Jujuy reflexiones
situadas (pp. 51-55) Editorial Tiraxi.
Custo, M. (2008). Ciudadanía y Salud Mental. Una mirada del Trabajo Social. Buenos Aires:
Editorial Espacio
http://dx.doi.org/10.7203/RASE.13.2.17113 Págs. 105-113
Quispe Crispín, C. (2020). Trabajo Social y el COVID-19: Perspectiva Política, Praxis
P r o f e s i o n a l y P o s i b i l i d a d C o m u n i t a r i a . R e v i s t a M a r g e n
https://www.margen.org/pandemia/quispe.html
Rozas Pagaza, M. (2000): La intervención profesional en relación con la Cuestión Social.
Buenos Aires: Espacio
Max Agüero, E. (2012). Trabajo Social Familiar e Intervención Diagnóstica: Apuntes y
Contribuciones Teóricas- Epistemológicas. San Salvador de Jujuy.
Montenegro, E. y Montenegro, M. (2020). Revista Reflexiones 7 (en prensa).
Segato, R. (2010). Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre género entre la
antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos. Buenos Aires: Prometeo.
Simón, C. y Montenegro, E. (2018). El rol del trabajador social dentro del ámbito de la
justicia, en el marco de la Ley de Salud Mental 26657/10. Revista Difusiones 14:89-100.
Legislación y otros documentos consultados
ONU MUJERES. Violencia contra las mujeres: la pandemia en la sombra. Declaración de
Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres (Fecha: 06/04/2020)
https://www.unwomen.org/es/news/stories/2020/4/statement-ed-phumzile-violence-
against-women-during-pandemic
Ley 26.657. Ley Nacional de Salud Mental.
Ley Provincial N°5937 de Adhesión a La Ley Nacional de Salud Mental.
Ley Nacional de Ejercicio Profesional de Trabajo Social N°27072.
OBSERVATORIO DE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO Ahora Que Nos Ven” “Femicidios
durante la Cuarentena” Disponible en: http://idepsalud.org/hubo-32-femicidios-durante-
la-cuarentena-observatorio-ahora-que-si-nos-ven/
66 67
Reflexiones finales
Estamos convencidas de la necesidad de poder efectuar acciones coordinadas desde las
distintas áreas del Estado como alternativa posible, a los fines del seguimiento de los casos,
construyendo redes de apoyo familiar y social para las víctimas de Violencia de Género en el
territorio. Ese seguimiento debería de ser preferentemente no presencial para evitar
riesgos para la salud de los y las profesionales. El uso de la teleasistencia de forma más
intensa, haciendo un seguimiento más próximo y cercano y en el caso de ser necesario de
manera, presencial en domicilio o despacho.
La suspensión de muchas actividades, servicios presenciales como centros de día, centros
de atención en problemáticas de Violencia, suponen un recorte en la atención a estas
personas que ha de ser compensado por otros medios a los fines de no vulnerar sus
derechos a una vida sin violencia.
La pandemia, nos moviliza, obligándonos a planificar nuevas formas de intervención en
relación a nuevas problemáticas que emergen producto del cambio que se plantea en la
cotidianeidad de nuestras comunidades, en virtud que a partir del confinamiento los
sujetos con los que intervenimos bajo el lema quédate en casa”, se vieron obligados a
interrumpir sus actividades sociales, familiares, económicas y sanitarias, lo que impacta en
la salud mental de las personas, dificultándose los vínculos familiares y sociales por las
restricciones de contacto ante el peligro de contagio por Covid 19.
Atravesamos un momento histórico donde la vorágine del ejercicio de nuestra profesión, no
encontramos espacio para la reflexión de nuestras prácticas, apareciendo interrogantes, de
un futuro que se nos presenta incierto, y que posiblemente traerá dentro de sus efectos una
crisis económica-política y social que se profundizará a raíz de la situación sanitaria que nos
encontramos viviendo; lo que plantea nuevos desafíos para la restitución de derechos.-
Referencias bibliográficas
Fernández Esquinas, M. (2020). Sociología y Ciencias Sociales en tiempos de pandemia
Briuoli, N.M. (2007). La construcción de la subjetividad. El impacto de las políticas sociales.
HAOL, Núm. 13: 81-88.
Costas Frisón, C. y Montenegro, E. (2020). Reflexiones iniciales sobre el ejercicio profesional
del Trabajo Social en la provincia de Jujuy ante la situación de Pandemia covid19. En:
Bergesio, L. y Perassi, L (Coords.) Pensando la pandemia en/desde Jujuy reflexiones
situadas (pp. 51-55) Editorial Tiraxi.
Custo, M. (2008). Ciudadanía y Salud Mental. Una mirada del Trabajo Social. Buenos Aires:
Editorial Espacio
http://dx.doi.org/10.7203/RASE.13.2.17113 Págs. 105-113
Quispe Crispín, C. (2020). Trabajo Social y el COVID-19: Perspectiva Política, Praxis
P r o f e s i o n a l y P o s i b i l i d a d C o m u n i t a r i a . R e v i s t a M a r g e n
https://www.margen.org/pandemia/quispe.html
Rozas Pagaza, M. (2000): La intervención profesional en relación con la Cuestión Social.
Buenos Aires: Espacio
Max Agüero, E. (2012). Trabajo Social Familiar e Intervención Diagnóstica: Apuntes y
Contribuciones Teóricas- Epistemológicas. San Salvador de Jujuy.
Montenegro, E. y Montenegro, M. (2020). Revista Reflexiones 7 (en prensa).
Segato, R. (2010). Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre género entre la
antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos. Buenos Aires: Prometeo.
Simón, C. y Montenegro, E. (2018). El rol del trabajador social dentro del ámbito de la
justicia, en el marco de la Ley de Salud Mental 26657/10. Revista Difusiones 14:89-100.
Legislación y otros documentos consultados
ONU MUJERES. Violencia contra las mujeres: la pandemia en la sombra. Declaración de
Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres (Fecha: 06/04/2020)
https://www.unwomen.org/es/news/stories/2020/4/statement-ed-phumzile-violence-
against-women-during-pandemic
Ley 26.657. Ley Nacional de Salud Mental.
Ley Provincial N°5937 de Adhesión a La Ley Nacional de Salud Mental.
Ley Nacional de Ejercicio Profesional de Trabajo Social N°27072.
OBSERVATORIO DE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO Ahora Que Nos Ven” “Femicidios
durante la Cuarentena” Disponible en: http://idepsalud.org/hubo-32-femicidios-durante-
la-cuarentena-observatorio-ahora-que-si-nos-ven/
68 69
Palabras clave
periferia, territorialidad, segregación, villas.
Abstract
Diverse universities elaborated for a long period of time different productions in relation to a
problem that still registers certain conceptual obstacles, the approach to the slums.
Considering as a specific situation on what were the topics dealt with in the various
investigations, the central axis of them was permanently in the illegality of the lands
occupied by the inhabitants of a certain city. In the way that we can associate the center-
periphery binomial, the concept of town is intertwined with the periphery, which consists of
territories that are usually located on the margins of the city, it is from this that a social
distance is associated and represents , from the material and symbolic. The existing links
between periphery, towns and relegated spaces, allow to generate a multiplicity of
questions, it is from this that we must clarify that we understand periphery, making mention
of the difficulties that lie in a moral reading on the relegated urban territories. While the
villas respond to a sociocentric logic: if the villa was portrayed based on the historical-social
reality of the main industrialized cities, it is difficult to be able to use it in the smallest spaces
Fecha de recepción: 28-05-2020. Fecha de aceptación: 30-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, Agosto 2020, p68-94
Vivir en las periferias.
Una etnografía con los habitantes
de un asentamiento localizado
en el interior de Corrientes
Autor: Pablo Civila Orellana
Universidad de la Cuenca del Plata-Delegación Goya
E-mail: civilaorellanapablo_goy@ucp.edu.ar
Lic. en Psicología. Dr. en Sociología. Docente universitario e investigador. Docente en las
carreras de Abogacía y Psicología en la Universidad de la Cuenca del Plata - Delegación
Goya. Docente del Instituto Superior Goya y del Instituto Superior Santa Lucía. Coordinador
de Programas Comunitarios.
Resumen
Artículos Originales
Diversas universidades elaboraron durante un largo periodo de tiempo diferentes
producciones en relación con una problemática que aún registra ciertos obstáculos
conceptuales, el abordaje de las villas miseria. Considerando como una situación puntual
sobre cuáles fueron las temáticas tratadas en las variadas investigaciones, el eje central de
ellas radicaron permanentemente en la ilegalidad de las tierras ocupadas por los habitantes
de una determinada ciudad. En la manera que podemos asociar el binomio centro-
periferia, el concepto de villa se entrelaza con la periferia, que consiste en territorios que
usualmente se localizan en los márgenes de la ciudad, es a partir de ello que se asocia y
representa una distancia social, desde lo material y simbólico. Las vinculaciones existentes
entre periferia, villas y espacios relegados, permiten generan multiplicidad de
interrogantes, es a partir de ello que debemos clarificar que entendemos por periferia,
haciendo mención a las dificultades que residen en una lectura moral sobre los territorios
urbanos relegados. Mientras que las villas responden a una lógica sociocéntrica: si la villa
fue retratada en función de la realidad histórico-social de las principales ciudades
industrializadas, resulta complicado poder emplearla en los espacios más pequeños con
una trama urbana diferente. A partir de un estudio etnográfico sobre las ocupaciones de
tierras y la conformación de asentamientos en la ciudad de Goya, el presente artículo
pretende analizar la manera en que los imaginarios urbanos sobre la “villa” se visibilizan en
los discursos dados por los lugareños sobre el modo en que la cuestión social se expresa en
el territorio.
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Palabras clave
periferia, territorialidad, segregación, villas.
Abstract
Diverse universities elaborated for a long period of time different productions in relation to a
problem that still registers certain conceptual obstacles, the approach to the slums.
Considering as a specific situation on what were the topics dealt with in the various
investigations, the central axis of them was permanently in the illegality of the lands
occupied by the inhabitants of a certain city. In the way that we can associate the center-
periphery binomial, the concept of town is intertwined with the periphery, which consists of
territories that are usually located on the margins of the city, it is from this that a social
distance is associated and represents , from the material and symbolic. The existing links
between periphery, towns and relegated spaces, allow to generate a multiplicity of
questions, it is from this that we must clarify that we understand periphery, making mention
of the difficulties that lie in a moral reading on the relegated urban territories. While the
villas respond to a sociocentric logic: if the villa was portrayed based on the historical-social
reality of the main industrialized cities, it is difficult to be able to use it in the smallest spaces
Fecha de recepción: 28-05-2020. Fecha de aceptación: 30-06-2020
Revista Difusiones, ISSN 2314-1662, Num. 18, Agosto 2020, p68-94
Vivir en las periferias.
Una etnografía con los habitantes
de un asentamiento localizado
en el interior de Corrientes
Autor: Pablo Civila Orellana
Universidad de la Cuenca del Plata-Delegación Goya
E-mail: civilaorellanapablo_goy@ucp.edu.ar
Lic. en Psicología. Dr. en Sociología. Docente universitario e investigador. Docente en las
carreras de Abogacía y Psicología en la Universidad de la Cuenca del Plata - Delegación
Goya. Docente del Instituto Superior Goya y del Instituto Superior Santa Lucía. Coordinador
de Programas Comunitarios.
Resumen
Artículos Originales
Diversas universidades elaboraron durante un largo periodo de tiempo diferentes
producciones en relación con una problemática que aún registra ciertos obstáculos
conceptuales, el abordaje de las villas miseria. Considerando como una situación puntual
sobre cuáles fueron las temáticas tratadas en las variadas investigaciones, el eje central de
ellas radicaron permanentemente en la ilegalidad de las tierras ocupadas por los habitantes
de una determinada ciudad. En la manera que podemos asociar el binomio centro-
periferia, el concepto de villa se entrelaza con la periferia, que consiste en territorios que
usualmente se localizan en los márgenes de la ciudad, es a partir de ello que se asocia y
representa una distancia social, desde lo material y simbólico. Las vinculaciones existentes
entre periferia, villas y espacios relegados, permiten generan multiplicidad de
interrogantes, es a partir de ello que debemos clarificar que entendemos por periferia,
haciendo mención a las dificultades que residen en una lectura moral sobre los territorios
urbanos relegados. Mientras que las villas responden a una lógica sociocéntrica: si la villa
fue retratada en función de la realidad histórico-social de las principales ciudades
industrializadas, resulta complicado poder emplearla en los espacios más pequeños con
una trama urbana diferente. A partir de un estudio etnográfico sobre las ocupaciones de
tierras y la conformación de asentamientos en la ciudad de Goya, el presente artículo
pretende analizar la manera en que los imaginarios urbanos sobre la “villa” se visibilizan en
los discursos dados por los lugareños sobre el modo en que la cuestión social se expresa en
el territorio.
70 71
with a different urban plot. Based on an ethnographic study on land occupations and the
formation of settlements in the city of Goya, this article aims to analyze the way in which the
urban imagery about the "village" is made visible in the discourses given by the locals about
the way in which the social question is expressed in the territory.
periphery, territoriality, segregation, towns
Key Words
Introducción
De acuerdo al apartado metodológico, se puede mencionar que el trabajo de campo
etnográfico se llevó a cabo a mediado del mes de diciembre en el año 2018, a partir de una
primera aproximación exploratoria en los diversos asentamientos que conforman la ciudad,
especialmente aquellos localizados en las zonas ribereñas del Riacho Goya, cercanas a la
zona de Puerto y del Regimiento de Batallón de Ingenieros de Montes 12. Posteriormente,
se realizaron entrevistas a determinados sujetos quienes protagonizaron las tomas de
tierras, funcionarios de diversas dependencias municipales –directora de Planificación
Urbana, director de la Secretaría de Atención Primaria de la Salud, y director de la Secretaría
de Desarrollo Social-, entidades estatales con presencia territorial importante -como
Centros de Salud, al coordinador y personal enfermero, localizado en uno de los barrios en
las cercanías del asentamiento y la Escuelas Primaria, que se encuentra también en un
barrio en zonas lindantes- allí se estableció el contacto con la directora y una docente de
dicha institución. La observación participante se limitó a un asentamiento en concreto -
conocido como “La curva del Regimiento”-; cuando en el texto se alude a la opinión de los
pobladores de asentamientos, por lo general se está haciendo referencia a los residentes de
la “Curva del Regimiento” quienes expresaron sus comentarios al respecto, en donde se
El presente artículo surge a partir de un estudio etnográfico sobre las ocupaciones de tierras
y la posterior conformación de los asentamientos en la ciudad de Goya –provincia de
Corrientes, Nordeste Argentino. El eje del trabajo consiste en evaluar cómo la noción de
1
“villa” repercute en los discursos locales sobre la dimensión territorial en la que se
encuentran los grupos familiares que habitan en esos sectores de la ciudad.
registraron los aspectos cotidianos de los habitantes de este sector de la ciudad. Siguiendo
un criterio de selección vinculado al término “villa”, “asentamientos” o a la toma de tierras
como tema prioritario, se rastr en los sitios web, portales de noticias y en las
correspondientes versiones virtuales de los periódicos principales de la ciudad –TN Goya y
Power Noticias en donde los lectores publican sus opiniones acerca de la temática. El
artículo no pretende sobredimensionar la importancia analítica de tales notas u opiniones
de los diversos lectores de la ciudad; por el contrario, si se incluyen dichos relatos es por
entender que proporcionan un acercamiento sobre la significatividad del término “villa” en
las representaciones locales sobre los espacios de relegación urbana en la ciudad, los
habitantes de esa zona y las diversas estrategias de vida que emplean.
La categoría de “villa” es de uso complejo por fuera de las grandes ciudades del país,
muchas veces se coloca dicho atributo a territorios que no se adecuan a ese concepto
apropiadamente. Resulta ser un constructo que arquitectónicamente, a nivel estético o de
infraestructura, muchos de los asentamientos podrían ser definidos como villas y otros no,
pero sin embargo esta demarcación acerca de lo que es uno y lo que no es, aún no es
precisa. Pese a ello, la inmensa mayoría de los goyanos, y los residentes de asentamientos,
sostienen sin titubear que la ciudad se caracteriza por la ausencia de villas. A la hora de
referirse al modo en que los procesos de precariedad social se materializaron
territorialmente, en ocasiones puntuales se produce la excepción a la regla y la palabra
“villa” surge en los relatos; generando categorías. El empleo de tal término se percibe en los
discursos brindados no solamente por los residentes de la “Curva del Regimiento”, sino
también por el resto de los moradores de la ciudad. Conceptos centrales que muchas veces
se entrelazan con ideas preconcebidas que no suelen estar correspondidas de acuerdo a su
contexto histórico y social.
Responder a determinados interrogantes permitirá comprender por qué el artículo inicia
con un recorrido por el análisis del trazado y el imaginario urbano de ciudades como Buenos
Aires, cuando la investigación se concentra en las especificidades y usos de la categoría de
“villa” en una ciudad del interior de Corrientes, la argumentación en relación a ello radica en
la apropiación por parte de los habitantes a ese término. El primer apartado coloca el
acento en el eje centro-periferia en donde el imaginario urbano de una ciudad como resulta
ser Buenos Aires se desplaza hacia el modelo de Goya, y en la moral actúa como un criterio
fundamental para la constitución de dicho binomio. A partir de ello, se argumenta, que el
eje centro-periferia resulta clave en la articulación del imaginario social hegemónico sobre
las villas miseria en cuanto por ejemplo en CABA se presentan de una manera distinta con
respecto a lo que ocurre en otras latitudes del país, siendo que la población en Ciudad de
Buenos Aires se incrementa paulatinamente sin cesar. Más aún, dado el peso que las villas
miseria tuvieron en el nacimiento y consolidación de la sociología en nuestro país, las
mismas se convirtieron en el modelo tradicional de análisis, en una unidad de sentido
1
El articulo refiere de modo genérico a las “villas miseria” aunque, evidentemente, no se trata de un mundo homogéneo. Las
villas no pueden ser pensadas de manera monolítica, pues los significantes asociados con las mismas varían de acuerdo a
múltiples variables: si ciertas villas despiertan imágenes sociales ligadas con la delincuencia, otras pueden ser identificadas
como espacios de movilización y organización comunitaria. Demás está decir que incluso una misma villa responderá a
diferentes significados según quién sea el actor que las invoca, las divisiones del espacio en distintas zonas y de acuerdo a
ciertos ejes claves en la lectura del territorio –tales como alto/bajo, fondo/frente, etc. (Segura, 2011).
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with a different urban plot. Based on an ethnographic study on land occupations and the
formation of settlements in the city of Goya, this article aims to analyze the way in which the
urban imagery about the "village" is made visible in the discourses given by the locals about
the way in which the social question is expressed in the territory.
periphery, territoriality, segregation, towns
Key Words
Introducción
De acuerdo al apartado metodológico, se puede mencionar que el trabajo de campo
etnográfico se llevó a cabo a mediado del mes de diciembre en el año 2018, a partir de una
primera aproximación exploratoria en los diversos asentamientos que conforman la ciudad,
especialmente aquellos localizados en las zonas ribereñas del Riacho Goya, cercanas a la
zona de Puerto y del Regimiento de Batallón de Ingenieros de Montes 12. Posteriormente,
se realizaron entrevistas a determinados sujetos quienes protagonizaron las tomas de
tierras, funcionarios de diversas dependencias municipales –directora de Planificación
Urbana, director de la Secretaría de Atención Primaria de la Salud, y director de la Secretaría
de Desarrollo Social-, entidades estatales con presencia territorial importante -como
Centros de Salud, al coordinador y personal enfermero, localizado en uno de los barrios en
las cercanías del asentamiento y la Escuelas Primaria, que se encuentra también en un
barrio en zonas lindantes- allí se estableció el contacto con la directora y una docente de
dicha institución. La observación participante se limitó a un asentamiento en concreto -
conocido como “La curva del Regimiento”-; cuando en el texto se alude a la opinión de los
pobladores de asentamientos, por lo general se está haciendo referencia a los residentes de
la “Curva del Regimiento” quienes expresaron sus comentarios al respecto, en donde se
El presente artículo surge a partir de un estudio etnográfico sobre las ocupaciones de tierras
y la posterior conformación de los asentamientos en la ciudad de Goya –provincia de
Corrientes, Nordeste Argentino. El eje del trabajo consiste en evaluar cómo la noción de
1
“villa” repercute en los discursos locales sobre la dimensión territorial en la que se
encuentran los grupos familiares que habitan en esos sectores de la ciudad.
registraron los aspectos cotidianos de los habitantes de este sector de la ciudad. Siguiendo
un criterio de selección vinculado al término “villa”, “asentamientos” o a la toma de tierras
como tema prioritario, se rastr en los sitios web, portales de noticias y en las
correspondientes versiones virtuales de los periódicos principales de la ciudad –TN Goya y
Power Noticias en donde los lectores publican sus opiniones acerca de la temática. El
artículo no pretende sobredimensionar la importancia analítica de tales notas u opiniones
de los diversos lectores de la ciudad; por el contrario, si se incluyen dichos relatos es por
entender que proporcionan un acercamiento sobre la significatividad del término “villa” en
las representaciones locales sobre los espacios de relegación urbana en la ciudad, los
habitantes de esa zona y las diversas estrategias de vida que emplean.
La categoría de “villa” es de uso complejo por fuera de las grandes ciudades del país,
muchas veces se coloca dicho atributo a territorios que no se adecuan a ese concepto
apropiadamente. Resulta ser un constructo que arquitectónicamente, a nivel estético o de
infraestructura, muchos de los asentamientos podrían ser definidos como villas y otros no,
pero sin embargo esta demarcación acerca de lo que es uno y lo que no es, aún no es
precisa. Pese a ello, la inmensa mayoría de los goyanos, y los residentes de asentamientos,
sostienen sin titubear que la ciudad se caracteriza por la ausencia de villas. A la hora de
referirse al modo en que los procesos de precariedad social se materializaron
territorialmente, en ocasiones puntuales se produce la excepción a la regla y la palabra
“villa” surge en los relatos; generando categorías. El empleo de tal término se percibe en los
discursos brindados no solamente por los residentes de la “Curva del Regimiento”, sino
también por el resto de los moradores de la ciudad. Conceptos centrales que muchas veces
se entrelazan con ideas preconcebidas que no suelen estar correspondidas de acuerdo a su
contexto histórico y social.
Responder a determinados interrogantes permitirá comprender por qué el artículo inicia
con un recorrido por el análisis del trazado y el imaginario urbano de ciudades como Buenos
Aires, cuando la investigación se concentra en las especificidades y usos de la categoría de
“villa” en una ciudad del interior de Corrientes, la argumentación en relación a ello radica en
la apropiación por parte de los habitantes a ese término. El primer apartado coloca el
acento en el eje centro-periferia en donde el imaginario urbano de una ciudad como resulta
ser Buenos Aires se desplaza hacia el modelo de Goya, y en la moral actúa como un criterio
fundamental para la constitución de dicho binomio. A partir de ello, se argumenta, que el
eje centro-periferia resulta clave en la articulación del imaginario social hegemónico sobre
las villas miseria en cuanto por ejemplo en CABA se presentan de una manera distinta con
respecto a lo que ocurre en otras latitudes del país, siendo que la población en Ciudad de
Buenos Aires se incrementa paulatinamente sin cesar. Más aún, dado el peso que las villas
miseria tuvieron en el nacimiento y consolidación de la sociología en nuestro país, las
mismas se convirtieron en el modelo tradicional de análisis, en una unidad de sentido
1
El articulo refiere de modo genérico a las “villas miseria” aunque, evidentemente, no se trata de un mundo homogéneo. Las
villas no pueden ser pensadas de manera monolítica, pues los significantes asociados con las mismas varían de acuerdo a
múltiples variables: si ciertas villas despiertan imágenes sociales ligadas con la delincuencia, otras pueden ser identificadas
como espacios de movilización y organización comunitaria. Demás está decir que incluso una misma villa responderá a
diferentes significados según quién sea el actor que las invoca, las divisiones del espacio en distintas zonas y de acuerdo a
ciertos ejes claves en la lectura del territorio –tales como alto/bajo, fondo/frente, etc. (Segura, 2011).
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territorial y una referencia difícil de eludir a la hora de abordar otros espacios urbanos
relegados, conduciendo a un estereotipo establecido en otros lugares y que difícilmente se
pueda adecuar a una realidad urbana diferente. En otro momento de la reflexión
etnográfica, se analizó por qué la mayoría de los goyanos entienden que la villa no es un
atributo o no es una categoría aplicada en la ciudad, sino que la misma respondería a una
tradición urbanística propia de otras urbes, con atributos distintos a lo especificados para
esta ciudad. La villa es un término que se hace presente en determinados contextos
discursivos, vinculados con la amenaza de movimientos migratorios o descenso social que
desvían a la ciudad de su “esencia” histórica y turística.
Reflexionar sobre la “villa” como un discurso moral que se aplica a determinados territorios
urbanos permite detectar las conexiones entre los binomios centro-periferia, villas miseria
y espacios urbanos relegados, conduciendo a una serie de obstáculos epistemológicos que
impiden generar un abordaje específico sobre tal problemática. No se trata simplemente de
una carga moral implícita en las lecturas sino que las mismas, a su vez, responden a una
lógica sociocéntrica de las grandes ciudades y que es diferente en el resto de las ciudades
del país, ya sea por otro modelo urbanístico o extensión territorial. El estudio de los
espacios urbanos relegados en términos de centro y periferia, enfocados por lo general en
las villas miseria, han condicionado el imaginario y las prácticas territoriales, afectando
incluso ciertas representaciones nacionales sobre el espacio urbano (Grimson, 2009).
Consecuentemente, si la villa fue retratada en función de la realidad histórico-social de las
principales urbes industrializadas del país –especialmente de Buenos Aires-, debemos
pensar que nos limitamos únicamente a esta concepción de ciudad, despojando de las
características de cada una de las demás. El presente trabajo pretende dar cuenta cómo
esas miradas morales conducen a interpretaciones erróneas a la hora de analizar los
espacios urbanos relegados, así como dificultan la comprensión de las realidades urbanas
propias de otras ciudades del país; asimismo, el artículo supone la posibilidad de tomar
conciencia sobre la especificidad de las villas miseria y demás formas de “periferias
urbanas” que fueron analizadas en el suelo porteño y bonaerense.
Los del centro y de los márgenes. Una aproximación
hacia el concepto de asentamiento
La traza urbana de ciudades como Buenos Aires o Rosario se fue constituyendo a partir de
una “lógica de continuidad” considerando que tales ciudades crecerían en un futuro de
manera vertiginosa. Marcadas por una geografía accidentada, ciertas metrópolis como
Caracas o Río de Janeiro responden a un patrón espacial fragmentado, favoreciendo la
constitución de barreras entre sectores sociales, quedando claramente acentuada una
distinción en el acceso a la espacialidad y recursos en la ciudad. Por otro lado, las
características geográficas de Buenos Aires, a partir de la extensión de su territorio y la
conformación en las vías de comunicación/ transporte, permitió organizar su entretejido
entendiendo que es la capital del país y en donde se radican los representantes tanto del
poder legislativo, ejecutivo, judicial y grupos económicos. De esta manera la planificación
urbana de CABA se fue conformando de acuerdo a un modelo urbanístico que acrecienta el
espacio local -los barrios-, integrándolos en una trama formalmente homogénea
estableciendo una comunicación fluida con accesos y salidas inclusive hacia las distintas
autopistas que derivan en la provincia de Buenos Aires y que al mismo tiempo conectan con
el resto del territorio nacional. A su vez, dicha línea de continuidad territorial se basa en un
sistema espacial que produce sentido, el cual se organiza en torno a CABA rodeando de
manera circular tanto el primer y segundo cordón del Gran Buenos Aires. La lógica de
contigüidad no excluye la presencia de fronteras que delimitan el territorio dentro de la
misma ciudad; los límites se van estableciendo y al mismo tiempo se renuevan de acuerdo a
los modos, maneras y manifestaciones que los habitantes imaginan, actúan en el espacio
urbano, situación que se acentúa en determinados sectores en donde la presencia o
circulación de ciertos habitantes no es legítima. Los discursos hegemónicos logran
naturalizar dichas representaciones espaciales, imponiéndolas como sentido común,
internalizados por los moradores de CABA (Bourdieu, 2002). Así, la lógica espacial basada
en la continuidad de tres círculos concéntricos, es la misma que demarca la separación
entre cada uno de los mismos, generando la identificación peculiar de cada espacio.
Mediante la percepción de esta diferenciación, la frontera más significativa es aquella que
distingue a CABA de la RMBA, generando aquella dinámica espacial que tradicionalmente
fueron vividos en términos de centro y periferia.
El centro es la Ciudad de Buenos Aires, se constituye en eje de referencia a partir del cual se
calculan y evalúan las distintas periferias que conforman el conurbano bonaerense, punto
estratégico en donde se concentra una fuerte actividad económica, institucional y
administrativa. Siempre existieron diversos centros y periferias, tanto al interior de CABA
como de la RMBA. Pero a partir de este crecimiento e interjuego, la dinámica centrípeto-
centrifugo produjo la proliferación de los barrios cerrados y countries (Svampa, 2001), los
cuales expresan el surgimiento de nuevas centralidades y periferias en el ámbito de una
RMBA que, actualmente, se caracteriza por una fuerte fragmentación socioterritorial
(Prévot Schapira y Cattaneo Pineda, 2008) anudando y acentuando las diferencias en
cuanto a los accesos de recursos materiales y simbólicos, servicios públicos,
establecimientos educativos, centro de salud, entre otros bienes que se encuentran a
disposición de un determinado grupo social sin ningún inconveniente mientras que para
otros resulta inexistente o nulo el acceso. El considerar, el eje centro/periferia resulta
obsoleto para explicar la actual espacialidad urbana del RMBA; permitiera comprender que
72 73
territorial y una referencia difícil de eludir a la hora de abordar otros espacios urbanos
relegados, conduciendo a un estereotipo establecido en otros lugares y que difícilmente se
pueda adecuar a una realidad urbana diferente. En otro momento de la reflexión
etnográfica, se analizó por qué la mayoría de los goyanos entienden que la villa no es un
atributo o no es una categoría aplicada en la ciudad, sino que la misma respondería a una
tradición urbanística propia de otras urbes, con atributos distintos a lo especificados para
esta ciudad. La villa es un término que se hace presente en determinados contextos
discursivos, vinculados con la amenaza de movimientos migratorios o descenso social que
desvían a la ciudad de su “esencia” histórica y turística.
Reflexionar sobre la “villa” como un discurso moral que se aplica a determinados territorios
urbanos permite detectar las conexiones entre los binomios centro-periferia, villas miseria
y espacios urbanos relegados, conduciendo a una serie de obstáculos epistemológicos que
impiden generar un abordaje específico sobre tal problemática. No se trata simplemente de
una carga moral implícita en las lecturas sino que las mismas, a su vez, responden a una
lógica sociocéntrica de las grandes ciudades y que es diferente en el resto de las ciudades
del país, ya sea por otro modelo urbanístico o extensión territorial. El estudio de los
espacios urbanos relegados en términos de centro y periferia, enfocados por lo general en
las villas miseria, han condicionado el imaginario y las prácticas territoriales, afectando
incluso ciertas representaciones nacionales sobre el espacio urbano (Grimson, 2009).
Consecuentemente, si la villa fue retratada en función de la realidad histórico-social de las
principales urbes industrializadas del país –especialmente de Buenos Aires-, debemos
pensar que nos limitamos únicamente a esta concepción de ciudad, despojando de las
características de cada una de las demás. El presente trabajo pretende dar cuenta cómo
esas miradas morales conducen a interpretaciones erróneas a la hora de analizar los
espacios urbanos relegados, así como dificultan la comprensión de las realidades urbanas
propias de otras ciudades del país; asimismo, el artículo supone la posibilidad de tomar
conciencia sobre la especificidad de las villas miseria y demás formas de “periferias
urbanas” que fueron analizadas en el suelo porteño y bonaerense.
Los del centro y de los márgenes. Una aproximación
hacia el concepto de asentamiento
La traza urbana de ciudades como Buenos Aires o Rosario se fue constituyendo a partir de
una “lógica de continuidad” considerando que tales ciudades crecerían en un futuro de
manera vertiginosa. Marcadas por una geografía accidentada, ciertas metrópolis como
Caracas o Río de Janeiro responden a un patrón espacial fragmentado, favoreciendo la
constitución de barreras entre sectores sociales, quedando claramente acentuada una
distinción en el acceso a la espacialidad y recursos en la ciudad. Por otro lado, las
características geográficas de Buenos Aires, a partir de la extensión de su territorio y la
conformación en las vías de comunicación/ transporte, permitió organizar su entretejido
entendiendo que es la capital del país y en donde se radican los representantes tanto del
poder legislativo, ejecutivo, judicial y grupos económicos. De esta manera la planificación
urbana de CABA se fue conformando de acuerdo a un modelo urbanístico que acrecienta el
espacio local -los barrios-, integrándolos en una trama formalmente homogénea
estableciendo una comunicación fluida con accesos y salidas inclusive hacia las distintas
autopistas que derivan en la provincia de Buenos Aires y que al mismo tiempo conectan con
el resto del territorio nacional. A su vez, dicha línea de continuidad territorial se basa en un
sistema espacial que produce sentido, el cual se organiza en torno a CABA rodeando de
manera circular tanto el primer y segundo cordón del Gran Buenos Aires. La lógica de
contigüidad no excluye la presencia de fronteras que delimitan el territorio dentro de la
misma ciudad; los límites se van estableciendo y al mismo tiempo se renuevan de acuerdo a
los modos, maneras y manifestaciones que los habitantes imaginan, actúan en el espacio
urbano, situación que se acentúa en determinados sectores en donde la presencia o
circulación de ciertos habitantes no es legítima. Los discursos hegemónicos logran
naturalizar dichas representaciones espaciales, imponiéndolas como sentido común,
internalizados por los moradores de CABA (Bourdieu, 2002). Así, la lógica espacial basada
en la continuidad de tres círculos concéntricos, es la misma que demarca la separación
entre cada uno de los mismos, generando la identificación peculiar de cada espacio.
Mediante la percepción de esta diferenciación, la frontera más significativa es aquella que
distingue a CABA de la RMBA, generando aquella dinámica espacial que tradicionalmente
fueron vividos en términos de centro y periferia.
El centro es la Ciudad de Buenos Aires, se constituye en eje de referencia a partir del cual se
calculan y evalúan las distintas periferias que conforman el conurbano bonaerense, punto
estratégico en donde se concentra una fuerte actividad económica, institucional y
administrativa. Siempre existieron diversos centros y periferias, tanto al interior de CABA
como de la RMBA. Pero a partir de este crecimiento e interjuego, la dinámica centrípeto-
centrifugo produjo la proliferación de los barrios cerrados y countries (Svampa, 2001), los
cuales expresan el surgimiento de nuevas centralidades y periferias en el ámbito de una
RMBA que, actualmente, se caracteriza por una fuerte fragmentación socioterritorial
(Prévot Schapira y Cattaneo Pineda, 2008) anudando y acentuando las diferencias en
cuanto a los accesos de recursos materiales y simbólicos, servicios públicos,
establecimientos educativos, centro de salud, entre otros bienes que se encuentran a
disposición de un determinado grupo social sin ningún inconveniente mientras que para
otros resulta inexistente o nulo el acceso. El considerar, el eje centro/periferia resulta
obsoleto para explicar la actual espacialidad urbana del RMBA; permitiera comprender que
74 75
Demarcando aun la oposición interior/centro, concepciones que aún persisten en el tiempo
y se acentúa en diversas ocasiones. Cuando desde la Capital se renueva dicha oposición, el
Gran Buenos Aires es imaginado como alteridad, como diferencia, en donde las similitudes
casi son nulas y se remarcan estas posturas antagónicas en los distintos centros urbanos del
país. Las distancias físicas y simbólicas entre el centro y la periferia suponen una alta carga
moral, y han sido contaminadas por toda una serie de valoraciones que injustamente
demarcan la pertenencia territorial trasladada a otros planos. Así, Buenos Aires produjo un
sentido territorial en degradé”, el cual presupone una degradación que va en sentido
centro-periferia, en función de variables dispares como la contigüidad fisico-geográfica, el
nivel de ingresos económicos, o las representaciones sobre el espacio urbano, resultando
la construcción de los ejes centrales urbanos, como las redes de autopistas que conectan a
las mencionadas “urbanizaciones de la opulencia” (Davis, 2008), busquen alterar el modo
de representar a los diversos centros y periferias estableciendo de manera despótica las
distinciones que se fueron conformando al pasar del tiempo. No obstante, lo planteado no
invalida el argumento central: como sostienen algunos investigadores (Gorelik, 2004;
Romero, 2009), en donde el eje centro/periferia ha sido central en la conformación
histórica de los imaginarios urbanos de la región metropolitana Por otra parte, en dicha
tradición lo urbano, la distancia del centro con respecto a la periferia fue física, pero
también moral, resultando esta última en innumerables ocasiones la más resistente y
perdurable en el tiempo. Podría afirmarse que tradicionalmente existió un progresivo
descenso en términos de ingresos económicos a medida que uno se aleja del primer al
2
tercer círculo generando a medidas que se aleja hacia las periferias la escasez de ciertos
bienes y servicios que se encuentran disponibles únicamente en el centro y no en sus
alrededores, agudizando tal situación visibilizando aún más las distancias. Pero son las
fronteras simbólicas entre el centro y las periferias las que aquí interesan priorizar, y ello es
así por dos cuestiones: a) por cómo estructuran el imaginario territorial y las prácticas
espaciales; b) porque en buena medida exceden el ámbito metropolitano, afectando
ciertas representaciones nacionales sobre el espacio urbano. Como sostiene Grimson
(2011),
el límite capital/provincia tiene una serie de implicancias simbólicas en un Área
Metropolitana que actualiza de diferentes maneras ese antagonismo que se estableció en
la oposición fundante de la nación, capital/interior, con sus implicancias imaginarias acerca
de Europa y de América Latina, incluso de civilización y barbarie”
2
Nuevamente, esta afirmación debe ser relativizada: al interior de la CABA existen villas miseria, mientras que en el primer y
segundo cordón del conurbano encontramos barrios donde residen las clases acomodadas. Como se sostuvo anteriormente,
en las últimas décadas se observa una tendencia que contrasta con el patrón clásico de continuidad espacial y que se asocia
con la proliferación de barrios cerrados y countries aledaños a zonas destinadas a los sectores populares. A pesar de ello, el
argumento principal continúa vigente: en líneas generales, a medidas que nos alejamos de Capital hacia el tercer cordón, el
nivel de ingresos económicos suele descender (Grimson, 2011.)
hasta el costo de vida inclusive más elevado que el resto de las zonas residenciales del país.
Como veremos a continuación, la simbología que conlleva el par de opuesto centro-
periferia condujo ciertas equivocaciones y concepciones erróneas en el imaginario sobre
las villas miseria. La villa nacieron como una periferia, y no tanto porque se hayan localizado
en “las afueras de la ciudad” -muchas villas se construyeron y continúan dentro de la ciudad
de Buenos Aires; otras, no casualmente, fueron el epicentro del proceso de erradicación
durante la última dictadura militar-, sino porque conceptualmente se la definió en función
de su “lejanía” respecto de un centro concebido de manera positiva, siendo receptora de
todo aquello indeseable y negativo.
La periferia y lo espacios relegados de la ciudad.
Las nuevas configuraciones en relación a las villas
Los inmigrantes europeos que durante principios del siglo XX llegaron a la ciudad de Buenos
Aires se alojaron en edificios viejos y céntricos; convirtiendo a los conventillos, hoteles
familiares o inquilinatos en los primeros espacios urbanos relegados constituyéndose en la
actualidad como un atractivo turístico. Sin embargo, la reflexión sociológica sobre la
cuestión social recién se consolidó varias décadas después, tomando a las villas miseria
como unidad de análisis (Merklen, 2005) demarcando el interés que merecía un
acontecimiento de envergadura que no había sido abordado aún en nuestro país. En
Argentina, las villas surgieron a fines de la década de 1930 en los alrededores de Buenos
Aires y en otras ciudades del país, producto de un éxodo rural atraído por un proceso
industrializador y en donde las oportunidades laborales, educativas escaseaban en los
lugares de origen, lo que implicaba que los residentes se trasladaran a diaria desde la ciudad
hacia los sectores periféricos y viceversa.
Estas poblaciones afrontaron su problema habitacional mediante la ocupación de terrenos,
construyendo casillas que carecían de infraestructura y servicios urbanos básicos, no
estaba planificado un crecimiento exponencial para ese tiempo, lo cual fue generando un
crecimiento desproporcional. El proceso de configuración y localización urbana de las villas
guardó relación con la proximidad a los lugares de trabajo o la mayor frecuencia de los
medios de transporte público (colectivos, trenes), siendo uno de los primeros indicativos de
los principales motivos de la circulación (Fernández Wagner, 2008). Originalmente, se
trataba de tierras marginales, de auténticas “periferias”; con el paso del tiempo y a medida
que creció la ciudad, terminaron ubicándose cerca de la misma y sus tierras en muchos
casos fueron codiciadas por los especuladores inmobiliarios, quienes observando la
posibilidad de multiplicar sus negocios, fueron expulsando, agravándose la situación de
aquellos que no contaban con títulos de propiedad.
74 75
Demarcando aun la oposición interior/centro, concepciones que aún persisten en el tiempo
y se acentúa en diversas ocasiones. Cuando desde la Capital se renueva dicha oposición, el
Gran Buenos Aires es imaginado como alteridad, como diferencia, en donde las similitudes
casi son nulas y se remarcan estas posturas antagónicas en los distintos centros urbanos del
país. Las distancias físicas y simbólicas entre el centro y la periferia suponen una alta carga
moral, y han sido contaminadas por toda una serie de valoraciones que injustamente
demarcan la pertenencia territorial trasladada a otros planos. Así, Buenos Aires produjo un
sentido territorial en degradé”, el cual presupone una degradación que va en sentido
centro-periferia, en función de variables dispares como la contigüidad fisico-geográfica, el
nivel de ingresos económicos, o las representaciones sobre el espacio urbano, resultando
la construcción de los ejes centrales urbanos, como las redes de autopistas que conectan a
las mencionadas “urbanizaciones de la opulencia” (Davis, 2008), busquen alterar el modo
de representar a los diversos centros y periferias estableciendo de manera despótica las
distinciones que se fueron conformando al pasar del tiempo. No obstante, lo planteado no
invalida el argumento central: como sostienen algunos investigadores (Gorelik, 2004;
Romero, 2009), en donde el eje centro/periferia ha sido central en la conformación
histórica de los imaginarios urbanos de la región metropolitana Por otra parte, en dicha
tradición lo urbano, la distancia del centro con respecto a la periferia fue física, pero
también moral, resultando esta última en innumerables ocasiones la más resistente y
perdurable en el tiempo. Podría afirmarse que tradicionalmente existió un progresivo
descenso en términos de ingresos económicos a medida que uno se aleja del primer al
2
tercer círculo generando a medidas que se aleja hacia las periferias la escasez de ciertos
bienes y servicios que se encuentran disponibles únicamente en el centro y no en sus
alrededores, agudizando tal situación visibilizando aún más las distancias. Pero son las
fronteras simbólicas entre el centro y las periferias las que aquí interesan priorizar, y ello es
así por dos cuestiones: a) por cómo estructuran el imaginario territorial y las prácticas
espaciales; b) porque en buena medida exceden el ámbito metropolitano, afectando
ciertas representaciones nacionales sobre el espacio urbano. Como sostiene Grimson
(2011),
el límite capital/provincia tiene una serie de implicancias simbólicas en un Área
Metropolitana que actualiza de diferentes maneras ese antagonismo que se estableció en
la oposición fundante de la nación, capital/interior, con sus implicancias imaginarias acerca
de Europa y de América Latina, incluso de civilización y barbarie”
2
Nuevamente, esta afirmación debe ser relativizada: al interior de la CABA existen villas miseria, mientras que en el primer y
segundo cordón del conurbano encontramos barrios donde residen las clases acomodadas. Como se sostuvo anteriormente,
en las últimas décadas se observa una tendencia que contrasta con el patrón clásico de continuidad espacial y que se asocia
con la proliferación de barrios cerrados y countries aledaños a zonas destinadas a los sectores populares. A pesar de ello, el
argumento principal continúa vigente: en líneas generales, a medidas que nos alejamos de Capital hacia el tercer cordón, el
nivel de ingresos económicos suele descender (Grimson, 2011.)
hasta el costo de vida inclusive más elevado que el resto de las zonas residenciales del país.
Como veremos a continuación, la simbología que conlleva el par de opuesto centro-
periferia condujo ciertas equivocaciones y concepciones erróneas en el imaginario sobre
las villas miseria. La villa nacieron como una periferia, y no tanto porque se hayan localizado
en “las afueras de la ciudad” -muchas villas se construyeron y continúan dentro de la ciudad
de Buenos Aires; otras, no casualmente, fueron el epicentro del proceso de erradicación
durante la última dictadura militar-, sino porque conceptualmente se la definió en función
de su “lejanía” respecto de un centro concebido de manera positiva, siendo receptora de
todo aquello indeseable y negativo.
La periferia y lo espacios relegados de la ciudad.
Las nuevas configuraciones en relación a las villas
Los inmigrantes europeos que durante principios del siglo XX llegaron a la ciudad de Buenos
Aires se alojaron en edificios viejos y céntricos; convirtiendo a los conventillos, hoteles
familiares o inquilinatos en los primeros espacios urbanos relegados constituyéndose en la
actualidad como un atractivo turístico. Sin embargo, la reflexión sociológica sobre la
cuestión social recién se consolidó varias décadas después, tomando a las villas miseria
como unidad de análisis (Merklen, 2005) demarcando el interés que merecía un
acontecimiento de envergadura que no había sido abordado aún en nuestro país. En
Argentina, las villas surgieron a fines de la década de 1930 en los alrededores de Buenos
Aires y en otras ciudades del país, producto de un éxodo rural atraído por un proceso
industrializador y en donde las oportunidades laborales, educativas escaseaban en los
lugares de origen, lo que implicaba que los residentes se trasladaran a diaria desde la ciudad
hacia los sectores periféricos y viceversa.
Estas poblaciones afrontaron su problema habitacional mediante la ocupación de terrenos,
construyendo casillas que carecían de infraestructura y servicios urbanos básicos, no
estaba planificado un crecimiento exponencial para ese tiempo, lo cual fue generando un
crecimiento desproporcional. El proceso de configuración y localización urbana de las villas
guardó relación con la proximidad a los lugares de trabajo o la mayor frecuencia de los
medios de transporte público (colectivos, trenes), siendo uno de los primeros indicativos de
los principales motivos de la circulación (Fernández Wagner, 2008). Originalmente, se
trataba de tierras marginales, de auténticas “periferias”; con el paso del tiempo y a medida
que creció la ciudad, terminaron ubicándose cerca de la misma y sus tierras en muchos
casos fueron codiciadas por los especuladores inmobiliarios, quienes observando la
posibilidad de multiplicar sus negocios, fueron expulsando, agravándose la situación de
aquellos que no contaban con títulos de propiedad.
76 77
Durante los primeros gobiernos peronistas (1946-1955) se vivió un clima de optimismo en
el interior de las villas. El pleno empleo, la expansión de los derechos sociales o la
proliferación de loteos de tierra, llevaron a los residentes de las villas a reforzar la sensación
de que las mismas eran una solución transitoria a sus problemas.
Las distintas circunstancias históricas como por ejemplo el derrocamiento de Perón en 1955
implicó un claro retroceso en lo que refiere a la estigmatización de las villas miseria, siendo
las principales receptores de aquello denigrante y portador de lo “no apto” para la ciudad,
poseedor de las características negativas, indeseables. Entonces, el término cabecita
El nacimiento y la evolución del prejuicio contra quienes residen en las villas miseria guarda
relación con los orígenes migratorios de la población rural hacia la ciudad, a medida que fue
creciendo la ciudad se pudo evidenciar su presencia. La cuestión racial, el mito nacional
según el cual “los argentinos descendemos de los barcos”, la valorización de “lo moderno”
que a su vez se plantea como sinónimo de urbano y civilizado, fueron cuestiones que se
condensaron en un centro: Buenos Aires, demarcando claramente una distinción étnica,
económica y social con el resto. La “población blanca” de origen europeo, predominante en
Buenos Aires, desplegó diversos motes despectivos hacia quienes vivían en las villas en
función de sus rasgos físicos –especialmente el color de piel y cabello, a veces con
ascendiente indígena (Guber, 1991). Así, la forma dominante de nombrar a estas
poblaciones en las décadas de 1930 y 1940 fue como “cabecitas negras” cuestión que aun
permite identificar aquellos que no se presente como agradable, merecedores para residir
dentro de la ciudad (Rater, 1985).
Los numerosos planes de vivienda popular generaron indignación a más de un sector social;
fue en tal época cuando surgieron las “leyendas negras” acerca de quiénes eran los
beneficiarios de ciertos programas. Articuladas en torno al mito “barbarie o civilización”,
constitutivo de la etapa de conformación del estado/nación argentino del siglo XIX pero aún
vigente a mediados del siglo XX, las leyendas negras planteaban la incapacidad cultural o
innata de los cabecitas negras” para habitar adecuadamente” en departamentos, ya que
no se encontraban “habituados” a tales condiciones, siendo que gran parte de sus vidas
vivieron en carencias materiales (Guber, 2004). Como sostiene Romero (Op. Cit.:328)
respecto de la proliferación de villas, en aquellos años la ciudad de Buenos Aires descubrió
nuevamente su adversario no tanto en los viejos barrios urbanos, sino en las nacientes
aglomeraciones del Gran Buenos Aires, que crecían como mancha de aceite, y la oposición
volvió a plantearse entre el centro y la periferia”. Asimismo, es de notar que el mito de
origen del peronismo, es decir el 17 de octubre, fue caracterizado por la prensa de la época
como un “aluvión zoológico”, como el desplazamiento de la periferia al centro, como una
irrupción de los sectores populares en un espacio que hasta entonces les estaba vedado y
prohibido no solamente para permanecer, sino también “impensado” para circular
(Neiburg, 1995).
negra” fue cediendo espacio al mote de “villero”, el cual se concatenaba con otras formas
despectivas de nombrar, tales como “negro-bruto-ignorante-ladrón-sucio indolente-
borracho-prostituta” (Casabona y Guber, 1985)
El régimen de propiedad privada y el carácter especulativo del mercado inmobiliario;
acompañado de los procesos de industrialización intensivo en capital y la alta tecnología
que demandaban menos mano de obra en una primer etapa, y desps la
desindustrialización iniciada durante la última dictadura militar; la desregulación del
mercado de tierras, fueron algunas de las causas que produjeron el abandono de las
Por otra parte, a partir de la década de 1950 y durante varias décadas, en América Latina la
marginalidad fue la noción hegemónica en los estudios sobre la cuestión social, siendo una
temática también abordada en nuestro país y por el sistema cientifico en sus inicios.
Significativamente, en Argentina estas teorías tomaron a las villas miseria como unidad de
análisis (Eguía y Ortale, 2007). Es decir, la reflexión sociológica sobre la cuestión social llega
a su etapa adulta con la noción de marginalidad, la cual a su vez giró en torno a las villas
miseria como espacio relegado que posee determinada características que le hacen
diferentes y distintivas con el centro. Las producciones elaboradas por Gino Germani y a
José Nun representan la versión cultural de la marginalidad, durante la mitad del siglo XX. Su
análisis sobre la marginalidad se focalizó en un déficit de integración por un flujo migratorio
del campo a la ciudad, donde la dificultad de adaptación cultural por parte de los migrantes
rurales a un medio desconocido los llevaba a ser incorporados en pautas socioeconómicas y
culturales “tradicionales” que les impedían aprovechar las ventajas ofrecidas por el proceso
modernizador, despojando la posibilidad de un progreso en el grupo social al cual
pertenecen. Por otra parte, en esta propuesta teórica la villa era una periferia que se definía
en oposición a un centro: Buenos Aires. En ese binomio, el primero era imaginado como un
espacio de “ascendiente indígena, rural, tradicional, atrasado”, mientras que el segundo era
el punto que representaba lo europeo, lo urbano, lo moderno”, lo que permitía entender
que lo positivo y negativo de un país se encontraba alojado en la ubicación territorial con las
características que ella poseía.
Gradualmente, otros significantes fueron incorporados y complejizaron las
representaciones del espacio social conocido como “villa miseria”. Entre ellos, cabe
destacar la llegada de inmigrantes procedentes de países limítrofes. La dinámica
estigmatizadora comenzó a operar no sólo en términos racistas, sino también en función de
criterios de nacionalidad que reforzaron las identficaciones de la villa como un espacio de
otredad” en donde, si anteriormente gozaban de atributos negativos, esta situación se
refuerza con la intromisión de lo latinoamericano como sinónimo de “inferioridad” social,
económica, política y cultural. Asimismo, la esperanza de ascenso social y la representación
de la villa como un lugar de paso fueron desmoronándose, en donde los posibles proyectos
en relación a la mejora en la calidad de vida empezaron a desvanecerse.
76 77
Durante los primeros gobiernos peronistas (1946-1955) se vivió un clima de optimismo en
el interior de las villas. El pleno empleo, la expansión de los derechos sociales o la
proliferación de loteos de tierra, llevaron a los residentes de las villas a reforzar la sensación
de que las mismas eran una solución transitoria a sus problemas.
Las distintas circunstancias históricas como por ejemplo el derrocamiento de Perón en 1955
implicó un claro retroceso en lo que refiere a la estigmatización de las villas miseria, siendo
las principales receptores de aquello denigrante y portador de lo “no apto” para la ciudad,
poseedor de las características negativas, indeseables. Entonces, el término cabecita
El nacimiento y la evolución del prejuicio contra quienes residen en las villas miseria guarda
relación con los orígenes migratorios de la población rural hacia la ciudad, a medida que fue
creciendo la ciudad se pudo evidenciar su presencia. La cuestión racial, el mito nacional
según el cual “los argentinos descendemos de los barcos”, la valorización de “lo moderno”
que a su vez se plantea como sinónimo de urbano y civilizado, fueron cuestiones que se
condensaron en un centro: Buenos Aires, demarcando claramente una distinción étnica,
económica y social con el resto. La “población blanca” de origen europeo, predominante en
Buenos Aires, desplegó diversos motes despectivos hacia quienes vivían en las villas en
función de sus rasgos físicos –especialmente el color de piel y cabello, a veces con
ascendiente indígena (Guber, 1991). Así, la forma dominante de nombrar a estas
poblaciones en las décadas de 1930 y 1940 fue como “cabecitas negras” cuestión que aun
permite identificar aquellos que no se presente como agradable, merecedores para residir
dentro de la ciudad (Rater, 1985).
Los numerosos planes de vivienda popular generaron indignación a más de un sector social;
fue en tal época cuando surgieron las “leyendas negras” acerca de quiénes eran los
beneficiarios de ciertos programas. Articuladas en torno al mito “barbarie o civilización”,
constitutivo de la etapa de conformación del estado/nación argentino del siglo XIX pero aún
vigente a mediados del siglo XX, las leyendas negras planteaban la incapacidad cultural o
innata de los cabecitas negras” para habitar adecuadamente” en departamentos, ya que
no se encontraban “habituados” a tales condiciones, siendo que gran parte de sus vidas
vivieron en carencias materiales (Guber, 2004). Como sostiene Romero (Op. Cit.:328)
respecto de la proliferación de villas, en aquellos años la ciudad de Buenos Aires descubrió
nuevamente su adversario no tanto en los viejos barrios urbanos, sino en las nacientes
aglomeraciones del Gran Buenos Aires, que crecían como mancha de aceite, y la oposición
volvió a plantearse entre el centro y la periferia”. Asimismo, es de notar que el mito de
origen del peronismo, es decir el 17 de octubre, fue caracterizado por la prensa de la época
como un “aluvión zoológico”, como el desplazamiento de la periferia al centro, como una
irrupción de los sectores populares en un espacio que hasta entonces les estaba vedado y
prohibido no solamente para permanecer, sino también “impensado” para circular
(Neiburg, 1995).
negra” fue cediendo espacio al mote de “villero”, el cual se concatenaba con otras formas
despectivas de nombrar, tales como “negro-bruto-ignorante-ladrón-sucio indolente-
borracho-prostituta” (Casabona y Guber, 1985)
El régimen de propiedad privada y el carácter especulativo del mercado inmobiliario;
acompañado de los procesos de industrialización intensivo en capital y la alta tecnología
que demandaban menos mano de obra en una primer etapa, y desps la
desindustrialización iniciada durante la última dictadura militar; la desregulación del
mercado de tierras, fueron algunas de las causas que produjeron el abandono de las
Por otra parte, a partir de la década de 1950 y durante varias décadas, en América Latina la
marginalidad fue la noción hegemónica en los estudios sobre la cuestión social, siendo una
temática también abordada en nuestro país y por el sistema cientifico en sus inicios.
Significativamente, en Argentina estas teorías tomaron a las villas miseria como unidad de
análisis (Eguía y Ortale, 2007). Es decir, la reflexión sociológica sobre la cuestión social llega
a su etapa adulta con la noción de marginalidad, la cual a su vez giró en torno a las villas
miseria como espacio relegado que posee determinada características que le hacen
diferentes y distintivas con el centro. Las producciones elaboradas por Gino Germani y a
José Nun representan la versión cultural de la marginalidad, durante la mitad del siglo XX. Su
análisis sobre la marginalidad se focalizó en un déficit de integración por un flujo migratorio
del campo a la ciudad, donde la dificultad de adaptación cultural por parte de los migrantes
rurales a un medio desconocido los llevaba a ser incorporados en pautas socioeconómicas y
culturales “tradicionales” que les impedían aprovechar las ventajas ofrecidas por el proceso
modernizador, despojando la posibilidad de un progreso en el grupo social al cual
pertenecen. Por otra parte, en esta propuesta teórica la villa era una periferia que se definía
en oposición a un centro: Buenos Aires. En ese binomio, el primero era imaginado como un
espacio de “ascendiente indígena, rural, tradicional, atrasado”, mientras que el segundo era
el punto que representaba lo europeo, lo urbano, lo moderno”, lo que permitía entender
que lo positivo y negativo de un país se encontraba alojado en la ubicación territorial con las
características que ella poseía.
Gradualmente, otros significantes fueron incorporados y complejizaron las
representaciones del espacio social conocido como “villa miseria”. Entre ellos, cabe
destacar la llegada de inmigrantes procedentes de países limítrofes. La dinámica
estigmatizadora comenzó a operar no sólo en términos racistas, sino también en función de
criterios de nacionalidad que reforzaron las identficaciones de la villa como un espacio de
otredad” en donde, si anteriormente gozaban de atributos negativos, esta situación se
refuerza con la intromisión de lo latinoamericano como sinónimo de “inferioridad” social,
económica, política y cultural. Asimismo, la esperanza de ascenso social y la representación
de la villa como un lugar de paso fueron desmoronándose, en donde los posibles proyectos
en relación a la mejora en la calidad de vida empezaron a desvanecerse.
78 79
versiones más optimistas de la villa, reafirmando las lecturas de las mismas como espacios
de degradación” y como último refugio para poder sobrevivir ante tal expulsión del centro
(Hermite y Boivin, 1985). En tercer término, como consecuencia de una migración
espontánea y desordenada que jamás encontró una situación que la desalentara por
completo, inclusive se fue agravando aún más a pesar de la situación de hacinamiento
generado por el crecimiento demográfico de estos lugares, en donde los recursos y
servicios no eran suficientes ahora se agudizaba su escasez (Cravino, 2009). Buena parte de
los estigmas que descalifican a la villa apelando a criterios anómicos e higiénicos derivan de
dichos procesos de densificación poblacional que se convirtió en caótico este crecimiento
no planificado. Pero las villas no siempre fueron representadas en términos negativos, en
algunos momentos de la historia representaron la posibilidad de avizorar un futuro mejor,
una población que buscaba por todos los medios lograr mejorar su calidad de vida. Por el
contrario, ciertos imaginarios ligados con los discursos revolucionarios de fines de los 1960
y principios de los 1970 la caracterizaron como un espacio de esperanza, la posibilidad de
poder acceder a mejoras que en otros lugares le fueron negadas. No obstante, la villa como
territorio marcado por la militancia y la acción política, por la organización y movilización en
reclamo de los derechos de ciudadanía, sufrió un fuerte revés durante la última dictadura
militar, a partir de su llegada y la consolidación en el poder, el gobierno de facto produjo la
contrapartida de la disminución en las mejoras de las condiciones en las villas. Situación que
generó la expulsión de la mayoría de los habitantes de las villas porteñas a diversos sitos del
Gran Buenos Aires, agravando el problema habitacional del conurbano, y empeorando las
diversas condiciones de vida. Es a partir de este contexto histórico en donde se generaron
ciertos significantes ligados con la peligrosidad social, la higiene y el orden público -la villa
como refugio de delincuentes, prostitutas y alcohólicos. Al mismo tiempo, se reforzaron las
representaciones que caracterizan a los “villeros” como “vagos” en la que su estilo de vida
se basaba en vivir de la beneficencia, organizando su subsistencia a partir de un
asistencialismo que resultaría en muchas ocasiones contraproducente. Es la etapa donde
más se resalta la alteridad del villero, un “otro” radicalmente diferente al habitante de la
ciudad desde su apariencia física, vestimenta, modos de expresarse, gustos y lugar de
residencia. Considerando al RMBA como lugar de referencia, diversos estudios señalan que
los años 80 se establecieron nuevas modalidades ligadas al hábitat: la conformación de
asentamientos a partir de la ocupación de tierras. Uno de los principales elementos
destacados por investigadores como Merklen (2012) o Cravino (2009), consiste en los
esfuerzos que realizan los protagonistas de las tomas por diferenciarse de “los villeros”, en
dar a conocer una realidad diferente a los que muchas veces uno podría inmediatamente
ligar con la villa. La organización comunitaria, la creencia en el esfuerzo personal como
medio de integración, el respeto por los principios de urbanización vigentes, el
autodefinirse como un trabajador, la intención de mejorar el terreno obtenido, el descenso
de las clases medias, serían elementos destacados por quienes tomaron tierras en
oposición a ese “otro espacio” tan temido, como es la villa. Tomando en consideración los
puntos dados a conocer, los asentamientos supondrían la conformación no sólo de un
espacio físico sino también social, la producción de una identidad en contraposición a la
villa, lo cual es otro indicio del peso que la villa posee como unidad territorial de referencia
en el análisis de los procesos de relegación urbana y ser considerada como uno de los
espacios para habitar de manera indecorosa.
Luego de la crisis a principios del nuevo milenio, la etapa de postconvertibilidad significó
una recuperación a nivel de crecimiento económico, empleo y pobreza. Sin embargo, dicho
crecimiento fue muy desigual, desparejo lo cual condujo a diversos investigadores a
plantear que las brechas económicas y sociales parecen haberse consolidado,
concentrándose en los espacios relegados como resulta ser las villas generando al mismo
tiempo un sentimiento de resignación ante tal situación que les toca vivir (Kessler, 2011).
Durante la década de 1990 se intensificaron algunos significantes preexistentes acerca de lo
que es la villa, las costumbres y hábitos que en ella se generan. En primer lugar, en un
contexto de privatización de las empresas públicas, se consolidó el estigma del villero como
un “vago” que vive gratuitamente colgado de los servicios a expensas del resto de los
ciudadanos, sacando provecho de los recursos, sin colocar para ello algún esfuerzo, ya que
también aparecería el estado como principal cómplice a estas prácticas debido a que nos los
reprime o sanciona. En segunda instancia, en tales años se generaron estudios sobre la
fragmentación y segregación urbana, los cuales caracterizaron al aislamiento como una
característica central de las villas, generando el apartamiento de estos sectores de la ciudad
con relación al resto. Entones, se sostuvo que el desempleo y la precariedad económica
condujeron a la dificultad incluso para subsistir mediante la economía informal, mercado
laboral qué resulto el mayor captor de la población económicamente activa de estos
lugares, generando aún más las desventajas sociales y económicas (Saraví, 2006). A su vez,
la violencia pasó a ser un tema clave para la población villera, un factor que atentaría contra
los lazos de solidaridad barrial y promovería la autoreclusión en las propias viviendas,
generando que la gran mayoría de ellas posean paredes de una altura considerable en las
partes del patio y rejas en ventanas/puertas. Asimismo, la percepción de la villa como un
aguantadero de delincuentes” se produce en un contexto de desempleo o precarización
socioeconómica, cuando la droga como negocio y consumo se masifica, generando un
mayor número de usuario dentro de sus propios límites. Por último, los medios de
comunicación se convirtieron en un agente fundamental a la hora de estereotipar a las villas
como reductos inexpugnables, contribuyendo a cerrar a la villa en un proceso policial
represivo, estigmatizando, excluyendo a la totalidad de su población mediantes diversas
barreras simbólicas y materiales con respecto a los demás habitantes de otros sectores por
fuera de las villas (Puex, 2003).
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versiones más optimistas de la villa, reafirmando las lecturas de las mismas como espacios
de degradación” y como último refugio para poder sobrevivir ante tal expulsión del centro
(Hermite y Boivin, 1985). En tercer término, como consecuencia de una migración
espontánea y desordenada que jamás encontró una situación que la desalentara por
completo, inclusive se fue agravando aún más a pesar de la situación de hacinamiento
generado por el crecimiento demográfico de estos lugares, en donde los recursos y
servicios no eran suficientes ahora se agudizaba su escasez (Cravino, 2009). Buena parte de
los estigmas que descalifican a la villa apelando a criterios anómicos e higiénicos derivan de
dichos procesos de densificación poblacional que se convirtió en caótico este crecimiento
no planificado. Pero las villas no siempre fueron representadas en términos negativos, en
algunos momentos de la historia representaron la posibilidad de avizorar un futuro mejor,
una población que buscaba por todos los medios lograr mejorar su calidad de vida. Por el
contrario, ciertos imaginarios ligados con los discursos revolucionarios de fines de los 1960
y principios de los 1970 la caracterizaron como un espacio de esperanza, la posibilidad de
poder acceder a mejoras que en otros lugares le fueron negadas. No obstante, la villa como
territorio marcado por la militancia y la acción política, por la organización y movilización en
reclamo de los derechos de ciudadanía, sufrió un fuerte revés durante la última dictadura
militar, a partir de su llegada y la consolidación en el poder, el gobierno de facto produjo la
contrapartida de la disminución en las mejoras de las condiciones en las villas. Situación que
generó la expulsión de la mayoría de los habitantes de las villas porteñas a diversos sitos del
Gran Buenos Aires, agravando el problema habitacional del conurbano, y empeorando las
diversas condiciones de vida. Es a partir de este contexto histórico en donde se generaron
ciertos significantes ligados con la peligrosidad social, la higiene y el orden público -la villa
como refugio de delincuentes, prostitutas y alcohólicos. Al mismo tiempo, se reforzaron las
representaciones que caracterizan a los “villeros” como “vagos” en la que su estilo de vida
se basaba en vivir de la beneficencia, organizando su subsistencia a partir de un
asistencialismo que resultaría en muchas ocasiones contraproducente. Es la etapa donde
más se resalta la alteridad del villero, un “otro” radicalmente diferente al habitante de la
ciudad desde su apariencia física, vestimenta, modos de expresarse, gustos y lugar de
residencia. Considerando al RMBA como lugar de referencia, diversos estudios señalan que
los años 80 se establecieron nuevas modalidades ligadas al hábitat: la conformación de
asentamientos a partir de la ocupación de tierras. Uno de los principales elementos
destacados por investigadores como Merklen (2012) o Cravino (2009), consiste en los
esfuerzos que realizan los protagonistas de las tomas por diferenciarse de “los villeros”, en
dar a conocer una realidad diferente a los que muchas veces uno podría inmediatamente
ligar con la villa. La organización comunitaria, la creencia en el esfuerzo personal como
medio de integración, el respeto por los principios de urbanización vigentes, el
autodefinirse como un trabajador, la intención de mejorar el terreno obtenido, el descenso
de las clases medias, serían elementos destacados por quienes tomaron tierras en
oposición a ese “otro espacio” tan temido, como es la villa. Tomando en consideración los
puntos dados a conocer, los asentamientos supondrían la conformación no sólo de un
espacio físico sino también social, la producción de una identidad en contraposición a la
villa, lo cual es otro indicio del peso que la villa posee como unidad territorial de referencia
en el análisis de los procesos de relegación urbana y ser considerada como uno de los
espacios para habitar de manera indecorosa.
Luego de la crisis a principios del nuevo milenio, la etapa de postconvertibilidad significó
una recuperación a nivel de crecimiento económico, empleo y pobreza. Sin embargo, dicho
crecimiento fue muy desigual, desparejo lo cual condujo a diversos investigadores a
plantear que las brechas económicas y sociales parecen haberse consolidado,
concentrándose en los espacios relegados como resulta ser las villas generando al mismo
tiempo un sentimiento de resignación ante tal situación que les toca vivir (Kessler, 2011).
Durante la década de 1990 se intensificaron algunos significantes preexistentes acerca de lo
que es la villa, las costumbres y hábitos que en ella se generan. En primer lugar, en un
contexto de privatización de las empresas públicas, se consolidó el estigma del villero como
un “vago” que vive gratuitamente colgado de los servicios a expensas del resto de los
ciudadanos, sacando provecho de los recursos, sin colocar para ello algún esfuerzo, ya que
también aparecería el estado como principal cómplice a estas prácticas debido a que nos los
reprime o sanciona. En segunda instancia, en tales años se generaron estudios sobre la
fragmentación y segregación urbana, los cuales caracterizaron al aislamiento como una
característica central de las villas, generando el apartamiento de estos sectores de la ciudad
con relación al resto. Entones, se sostuvo que el desempleo y la precariedad económica
condujeron a la dificultad incluso para subsistir mediante la economía informal, mercado
laboral qué resulto el mayor captor de la población económicamente activa de estos
lugares, generando aún más las desventajas sociales y económicas (Saraví, 2006). A su vez,
la violencia pasó a ser un tema clave para la población villera, un factor que atentaría contra
los lazos de solidaridad barrial y promovería la autoreclusión en las propias viviendas,
generando que la gran mayoría de ellas posean paredes de una altura considerable en las
partes del patio y rejas en ventanas/puertas. Asimismo, la percepción de la villa como un
aguantadero de delincuentes” se produce en un contexto de desempleo o precarización
socioeconómica, cuando la droga como negocio y consumo se masifica, generando un
mayor número de usuario dentro de sus propios límites. Por último, los medios de
comunicación se convirtieron en un agente fundamental a la hora de estereotipar a las villas
como reductos inexpugnables, contribuyendo a cerrar a la villa en un proceso policial
represivo, estigmatizando, excluyendo a la totalidad de su población mediantes diversas
barreras simbólicas y materiales con respecto a los demás habitantes de otros sectores por
fuera de las villas (Puex, 2003).
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Se pudo observar cómo la villa miseria se convirtió en una referencia ineludible en los
estudios sobre el modo en que la precariedad social se expresa territorialmente, así como
indagamos la evolución de las representaciones sociales de tales espacios urbanos por lo
general ligados a un imaginario de degradación y vinculado al mundo de la delincuencia, se
busca establecer la línea demarcatoria entre aquello que resulta indeseable, problemático
para unos y otros. Sin embargo, el trabajo etnográfico realizado en un asentamiento
localizado en Goya nos permite advertir los riesgos inherentes a adoptar tal categoría de
manera acrítica y sin ningún tipo de análisis, generando clasificación sin ningún tipo de
respaldo teórico.
Asimismo, hoy en día las políticas sociales siguen siendo centrales en la vida económica,
social y política de muchos de estos espacios urbanos relegados, ya que los ingresos
económicos que suelen surgir a partir de percibir la AUH, pensiones, jubilaciones no
contributivas o pensiones. El análisis de cómo evolucionaron en estos últimos años los
procesos de estigmatización en territorios como las villas miseria, es aún una materia
pendiente, pero que se van incrementando paulatinamente.
Una propuesta etnográfica en Goya.
Las periferias de la ciudad
Para conocer cómo la noción de “villa” repercute en los discursos locales sobre la dimensión
3
territorial en la que se encuentran los grupos familiares que habitan en estos sectores de la
ciudad, fue necesario implementar el método cualitativo de investigación. En ciencias
sociales, la metodología cualitativa refiere a la investigación que produce datos
descriptivos: las propias palabras de las personas y la conducta observable. Por ello el
diseño de investigación es flexible, ya que los investigadores desarrollan conceptos,
intelecciones y comprensiones partiendo de los datos y no recogiendo datos para evaluar
modelos, hipótesis o teorías preconcebidas (Taylor y Bodgan, 1996). Los métodos
cualitativos suponen una perspectiva holística: las personas, los escenarios o los grupos no
son reducidos a variables, sino considerados como un todo. El investigador suspende sus
propias creencias y valoraciones, comprende a las personas en sus marcos de referencia y
no busca la verdad en un sentido esencial, para el todas las perspectivas son valiosas.
(Taylor y Bodgan, 1996). La conducta humana, lo que la gente dice y hace, es producto del
modo en que define su mundo, la tarea de los estudiosos de la metodología cualitativa, es
3
El articulo refiere de modo genérico a las “villas miseria” aunque, evidentemente, no se trata de un mundo homogéneo. Las
villas no pueden ser pensadas de manera monolítica, pues los significantes asociados con las mismas varían de acuerdo a
múltiples variables: si ciertas villas despiertan imágenes sociales ligadas con la delincuencia, otras pueden ser identificadas
como espacios de movilización y organización comunitaria. Demás está decir que incluso una misma villa responderá a
diferentes significados según quién sea el actor que las invoca, las divisiones del espacio en distintas zonas y de acuerdo a
ciertos ejes claves en la lectura del territorio –tales como alto/bajo, fondo/frente, etc. (Segura, 2011).
aprehender este proceso de interpretación. Las ventajas del método fenomenológico en la
descripción y comprensión de vivencias, conceptos, representaciones, emociones,
acciones, en suma, contenidos de conciencia son ampliamente reconocidas (Husserl, 1949;
Landgrebe, 1968; Silazi, 1973), en el campo de las ciencias sociales se destacan Schütz,
1972; Merleau Ponty, 1969; Garfinkel, 1967 y, en general, los investigadores que adhieren a
la antropología fenomenológica (por ejemplo, Good, 1994; Kleinman, 1991), al
interaccionismo simbólico (por ejemplo, Blumer, 1969, Kuhn, 1964) y a la etnometodología
(por ejemplo, Zinmerman y Wieder, 1970). El método fenomenológico supone un primer
momento que implica la reducción o puesta entre paréntesis de conocimientos previos
tanto teóricos como tradicionales y disposiciones pragmáticas y afectivas (Husserl, 1949;
Merleau Ponty, 1969). El sentido de la puesta entre paréntesis radica en acceder sin
prejuicios previos a los significados que las acciones y fenómenos tienen para los actores
sociales, en tanto contenidos de conciencia, esto es percepciones, representaciones,
conocimientos y emociones, en síntesis, vivencias. El tema que nos ocupa supone la
realización de un acabado fenomenismo de los significados y acciones que los actores
sociales vivencian en relación con la noción de villa y la repercusión de la misma en la
dimensión territorial. La descripción fenoménica requiere del relevamiento de todos los
aspectos que se asocian estructuralmente a la construcción de múltiples discursos y el
modo en que noción de “villa” repercute sobre la dimensión territorial en la que se
encuentran los grupos familiares que habitan en esos sectores de la ciudad, supone
consiguientemente una etnografía de la construcción de identidades en un contexto
multiétnico y pluricultural. En su segundo momento, el enfoque fenomenológico recurre
nuevamente a la reducción o puesta entre paréntesis, esta vez para alcanzar la esencia del
fenómeno (Husserl, 1949; Landgrebe, 1968; Szilasi, 1973). Para ello, es necesario reducir
todos aquellos aspectos de lo dado que sean secundarios o accesorios o que hagan a la
existencia histórica, procedimiento que permite descubrir y comprender la esencia, la cual
es una estructura de significación de carácter general.
La unidad de análisis fueron los habitantes de los asentamientos de la ciudad de Goya,
provincia de Corrientes. El enfoque metodológico pretendió desarrollar y profundizar una
etnografía que cuenta de los factores, vivencias y significados que explican el habitar en
los márgenes de la ciudad y la dimensión territorial condicionados por el contexto de
referencia. Entendemos por etnografía a la realización de trabajo de campo y al uso de
técnicas cualitativas que dan soporte a la descripción, comprensión y/o interpretación de
un grupo cultural y/o social.
Las técnicas clásicas de la etnografía ampliamente difundidas son las entrevistas abiertas y
la observación (Griaule, 1969; Robson, 2002; Taylor y Bodgan, 1996), a las que sumamos el
análisis de las noticias publicadas en dos portales digitales de noticias, Power Noticias y TN
Goya. En el campo, la mayor parte de la información fue recabada a través de entrevistas
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Se pudo observar cómo la villa miseria se convirtió en una referencia ineludible en los
estudios sobre el modo en que la precariedad social se expresa territorialmente, así como
indagamos la evolución de las representaciones sociales de tales espacios urbanos por lo
general ligados a un imaginario de degradación y vinculado al mundo de la delincuencia, se
busca establecer la línea demarcatoria entre aquello que resulta indeseable, problemático
para unos y otros. Sin embargo, el trabajo etnográfico realizado en un asentamiento
localizado en Goya nos permite advertir los riesgos inherentes a adoptar tal categoría de
manera acrítica y sin ningún tipo de análisis, generando clasificación sin ningún tipo de
respaldo teórico.
Asimismo, hoy en día las políticas sociales siguen siendo centrales en la vida económica,
social y política de muchos de estos espacios urbanos relegados, ya que los ingresos
económicos que suelen surgir a partir de percibir la AUH, pensiones, jubilaciones no
contributivas o pensiones. El análisis de cómo evolucionaron en estos últimos años los
procesos de estigmatización en territorios como las villas miseria, es aún una materia
pendiente, pero que se van incrementando paulatinamente.
Una propuesta etnográfica en Goya.
Las periferias de la ciudad
Para conocer cómo la noción de “villa” repercute en los discursos locales sobre la dimensión
3
territorial en la que se encuentran los grupos familiares que habitan en estos sectores de la
ciudad, fue necesario implementar el método cualitativo de investigación. En ciencias
sociales, la metodología cualitativa refiere a la investigación que produce datos
descriptivos: las propias palabras de las personas y la conducta observable. Por ello el
diseño de investigación es flexible, ya que los investigadores desarrollan conceptos,
intelecciones y comprensiones partiendo de los datos y no recogiendo datos para evaluar
modelos, hipótesis o teorías preconcebidas (Taylor y Bodgan, 1996). Los métodos
cualitativos suponen una perspectiva holística: las personas, los escenarios o los grupos no
son reducidos a variables, sino considerados como un todo. El investigador suspende sus
propias creencias y valoraciones, comprende a las personas en sus marcos de referencia y
no busca la verdad en un sentido esencial, para el todas las perspectivas son valiosas.
(Taylor y Bodgan, 1996). La conducta humana, lo que la gente dice y hace, es producto del
modo en que define su mundo, la tarea de los estudiosos de la metodología cualitativa, es
3
El articulo refiere de modo genérico a las “villas miseria” aunque, evidentemente, no se trata de un mundo homogéneo. Las
villas no pueden ser pensadas de manera monolítica, pues los significantes asociados con las mismas varían de acuerdo a
múltiples variables: si ciertas villas despiertan imágenes sociales ligadas con la delincuencia, otras pueden ser identificadas
como espacios de movilización y organización comunitaria. Demás está decir que incluso una misma villa responderá a
diferentes significados según quién sea el actor que las invoca, las divisiones del espacio en distintas zonas y de acuerdo a
ciertos ejes claves en la lectura del territorio –tales como alto/bajo, fondo/frente, etc. (Segura, 2011).
aprehender este proceso de interpretación. Las ventajas del método fenomenológico en la
descripción y comprensión de vivencias, conceptos, representaciones, emociones,
acciones, en suma, contenidos de conciencia son ampliamente reconocidas (Husserl, 1949;
Landgrebe, 1968; Silazi, 1973), en el campo de las ciencias sociales se destacan Schütz,
1972; Merleau Ponty, 1969; Garfinkel, 1967 y, en general, los investigadores que adhieren a
la antropología fenomenológica (por ejemplo, Good, 1994; Kleinman, 1991), al
interaccionismo simbólico (por ejemplo, Blumer, 1969, Kuhn, 1964) y a la etnometodología
(por ejemplo, Zinmerman y Wieder, 1970). El método fenomenológico supone un primer
momento que implica la reducción o puesta entre paréntesis de conocimientos previos
tanto teóricos como tradicionales y disposiciones pragmáticas y afectivas (Husserl, 1949;
Merleau Ponty, 1969). El sentido de la puesta entre paréntesis radica en acceder sin
prejuicios previos a los significados que las acciones y fenómenos tienen para los actores
sociales, en tanto contenidos de conciencia, esto es percepciones, representaciones,
conocimientos y emociones, en síntesis, vivencias. El tema que nos ocupa supone la
realización de un acabado fenomenismo de los significados y acciones que los actores
sociales vivencian en relación con la noción de villa y la repercusión de la misma en la
dimensión territorial. La descripción fenoménica requiere del relevamiento de todos los
aspectos que se asocian estructuralmente a la construcción de múltiples discursos y el
modo en que noción de “villa” repercute sobre la dimensión territorial en la que se
encuentran los grupos familiares que habitan en esos sectores de la ciudad, supone
consiguientemente una etnografía de la construcción de identidades en un contexto
multiétnico y pluricultural. En su segundo momento, el enfoque fenomenológico recurre
nuevamente a la reducción o puesta entre paréntesis, esta vez para alcanzar la esencia del
fenómeno (Husserl, 1949; Landgrebe, 1968; Szilasi, 1973). Para ello, es necesario reducir
todos aquellos aspectos de lo dado que sean secundarios o accesorios o que hagan a la
existencia histórica, procedimiento que permite descubrir y comprender la esencia, la cual
es una estructura de significación de carácter general.
La unidad de análisis fueron los habitantes de los asentamientos de la ciudad de Goya,
provincia de Corrientes. El enfoque metodológico pretendió desarrollar y profundizar una
etnografía que cuenta de los factores, vivencias y significados que explican el habitar en
los márgenes de la ciudad y la dimensión territorial condicionados por el contexto de
referencia. Entendemos por etnografía a la realización de trabajo de campo y al uso de
técnicas cualitativas que dan soporte a la descripción, comprensión y/o interpretación de
un grupo cultural y/o social.
Las técnicas clásicas de la etnografía ampliamente difundidas son las entrevistas abiertas y
la observación (Griaule, 1969; Robson, 2002; Taylor y Bodgan, 1996), a las que sumamos el
análisis de las noticias publicadas en dos portales digitales de noticias, Power Noticias y TN
Goya. En el campo, la mayor parte de la información fue recabada a través de entrevistas
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De acuerdo a lo mencionado anteriormente, podemos caracterizar a Goya como la segunda
ciudad de importancia legislativa, poblacional a nivel provincial y representa un punto de
contacto debido a que se encuentra en los márgenes de un brazo del Paraná, que suele
denominarse “riacho Goya”, resulta ser el canal de comunicación fluvial importante con la
provincia de Santa Fé y por vía terrestre lo hace con Entre Ríos y el resto de la provincia. El
censo nacional realizado en el 2010 arrojó la cifra de 77.379 habitantes, la ciudad cuenta
con una trama urbana extensa aproximadamente más de -120 kilómetros-, que
históricamente estuvo marcada por la discontinuidad entre los espacios habitados
–aunque, con el crecimiento poblacional, hoy en día dicha trama tiende a la contigüidad,
incrementándose la población en sectores anteriormente no habitados, como resulta ser la
zona norte.
abiertas, extensas y recurrentes con informantes calificados y grupos naturales (Coreil,
1995). Se procedió, asimismo, a la observación participante. Son informantes calificados los
habitantes de los márgenes y los representantes de las entidades cercanas a estos lugares,
directora, docente de la institución educativa y coordinador, enfermera del centro de salud.
En segundo lugar, fueron informantes algunos directores de Secretarias dependientes de la
Municipalidad –directores de Planificación Urbana, Atención Primaria de la Salud y
Desarrollo Social- y a integrantes de la Junta Vecinal, con el fin de cruzar esta información
con la aportada por los habitantes respecto de su situación territorial. Las entrevistas
fueron recabadas magnetofónicamente. En el gabinete se procedió a la transcripción literal
del material de entrevistas, posteriormente se realizó su clasificación y sistematización. Se
sistematizó el material proveniente de la observación, para luego proceder a su
confrontación con el material proveniente de entrevistas.
La ciudad surgió experimenta una expansión en el 1800, creció de acuerdo a los ritmos y
requerimientos de la actividad ligada al puerto, a la pesca, ganadería y agricultura. En sus
orígenes y durante décadas, se desarrolló principalmente hacia el sur el entramado urbano.
Los barrios de la zona norte nacieron principalmente a partir de nuevos emprendimientos
inmobiliarios como por ejemplo al barrio que actualmente recibe el nombre de Prefectura
Naval Argentina, denominado de esa manera por ser una cantidad de parcelas destinada a
los agentes de dicha fuerza, pero que paulatinamente fueron vendiendo la titularidad de las
tierras a particulares. En las cercanías de dicho sector habitacional se observa una industria
textil, zona de playas públicas y un centro deportivo perteneciente a una importante
cadena multinacional dedicado a la producción tabacalera. De manera paralela, el centro
de la ciudad fue incrementando el número de comercios y oficinas pertenecientes a la
administración estatal. A su vez, la disposición física fragmentada guardó relación con
características topográficas: las cuatro principales avenidas (en el norte la Mazzanti, en el
sur la avda. Sarmiento, en el este la J. J. Rolón y en el oeste la Caa Guazú y el riacho) divide al
centro de las demás zonas de la ciudad. Ello conllevó a que cada alguno de los sectores de la
Aquí localizamos el primer factor que explica por qué, para el sentido común local, en la
ciudad no existen las villas. El eje centro-periferia, clave en la interpretación nacional de los
territorios degradados en términos de “villas miseria”, no es aplicable en Goya. Por un lado,
y a pesar de nombrar las distinciones de los barrios de la zona norte o sur, los mismos
responden a los kilómetros de distancia que poseen con respecto al centro, la dispersión sin
continuidad espacial obturó la posibilidad de pensar al territorio siguiendo la lógica de
círculos concéntricos que se amplían, no estableciendo una modalidad estilo espiral. Por el
otro, la distancia al centro sólo se mide en términos físicos, no así morales con el caso de la
zona norte, ocurre una situación demarcatoria tanto con la zona del puerto como con la
zona Oeste. La fuerte relación entre una identidad laboral y barrial tradicionalmente
supuso un orgullo por el lugar de pertenencia, muchas veces esta situación se representa
por ser simpatizante o hinchas de clubes, como por ejemplo la zona norte se identifica con
Huracán de Goya mientras que el sector sur lo hace con Central Goya. Ser de la zona céntrica
permite comprender que se goza de una comodidad económica y social, lo mismo podría
decirse en contraposición con la zona sur en donde se presenta una amplia población que
responde al sector asalariado y cuentapropista. Por el contrario, en las representaciones
contemporáneas, el centro de la ciudad no sólo era el espacio de la administración pública,
sino también se convierte en el punto estratégico para la localización de establecimiento de
distintos rubros comerciales bares y centros recreativos orientados principalmente hacia
los trabajadores de las empresas tabacaleras y productores agrícolas-ganaderos
A mediados del siglo XX, y especialmente luego del crecimiento en la densidad poblacional
debido a la fuerte movilización interna en la misma provincia y de extranjeros, la ciudad
comenzó a expandirse hacia el oeste y el norte con habitantes claramente identificados. A
diferencia de lo que ocurriera con las zonas más antiguas (zona céntrica y los barrios del
sur), en la zona Norte se observa una continuidad espacial, mientras que su común
denominador es haber surgido de forma acelerada a partir de la compra de tierras por parte
de particulares y es en la actualidad que su ubicación también por ser un terreno no
ciudad posea su propio centro, comercios y espacios de recreación. Por otra parte, las
históricas diferencias socioterritoriales de la ciudad en buena medida respondieron al
acceso a determinados servicios públicos, calles, avenidas e ingresos económicos, los
mismo actuaron como barrera que no sólo separó al centro de la zona norte y sur, sino que
dicha barrera también se materializó en las lógicas de construcción y crecimiento de la
ciudad; es decir, si los “barrios” surgieron mediante las formas convencionales de acceso al
suelo urbano –el mercado inmobiliario y/o las políticas estatales de vivienda-, los
asentamientos se localizaron en las laderas de la ruta y en las orillas del riacho Goya, en
áreas declaradas como “no urbanizables” por la municipalidad, dichos habitantes hasta el
día de hoy continúan sin disponer de reconocimiento legal debido a problemáticas
vinculadas por ejemplo al ser zonas inundables o tierras bajas.
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De acuerdo a lo mencionado anteriormente, podemos caracterizar a Goya como la segunda
ciudad de importancia legislativa, poblacional a nivel provincial y representa un punto de
contacto debido a que se encuentra en los márgenes de un brazo del Paraná, que suele
denominarse “riacho Goya”, resulta ser el canal de comunicación fluvial importante con la
provincia de Santa Fé y por vía terrestre lo hace con Entre Ríos y el resto de la provincia. El
censo nacional realizado en el 2010 arrojó la cifra de 77.379 habitantes, la ciudad cuenta
con una trama urbana extensa aproximadamente más de -120 kilómetros-, que
históricamente estuvo marcada por la discontinuidad entre los espacios habitados
–aunque, con el crecimiento poblacional, hoy en día dicha trama tiende a la contigüidad,
incrementándose la población en sectores anteriormente no habitados, como resulta ser la
zona norte.
abiertas, extensas y recurrentes con informantes calificados y grupos naturales (Coreil,
1995). Se procedió, asimismo, a la observación participante. Son informantes calificados los
habitantes de los márgenes y los representantes de las entidades cercanas a estos lugares,
directora, docente de la institución educativa y coordinador, enfermera del centro de salud.
En segundo lugar, fueron informantes algunos directores de Secretarias dependientes de la
Municipalidad –directores de Planificación Urbana, Atención Primaria de la Salud y
Desarrollo Social- y a integrantes de la Junta Vecinal, con el fin de cruzar esta información
con la aportada por los habitantes respecto de su situación territorial. Las entrevistas
fueron recabadas magnetofónicamente. En el gabinete se procedió a la transcripción literal
del material de entrevistas, posteriormente se realizó su clasificación y sistematización. Se
sistematizó el material proveniente de la observación, para luego proceder a su
confrontación con el material proveniente de entrevistas.
La ciudad surgió experimenta una expansión en el 1800, creció de acuerdo a los ritmos y
requerimientos de la actividad ligada al puerto, a la pesca, ganadería y agricultura. En sus
orígenes y durante décadas, se desarrolló principalmente hacia el sur el entramado urbano.
Los barrios de la zona norte nacieron principalmente a partir de nuevos emprendimientos
inmobiliarios como por ejemplo al barrio que actualmente recibe el nombre de Prefectura
Naval Argentina, denominado de esa manera por ser una cantidad de parcelas destinada a
los agentes de dicha fuerza, pero que paulatinamente fueron vendiendo la titularidad de las
tierras a particulares. En las cercanías de dicho sector habitacional se observa una industria
textil, zona de playas públicas y un centro deportivo perteneciente a una importante
cadena multinacional dedicado a la producción tabacalera. De manera paralela, el centro
de la ciudad fue incrementando el número de comercios y oficinas pertenecientes a la
administración estatal. A su vez, la disposición física fragmentada guardó relación con
características topográficas: las cuatro principales avenidas (en el norte la Mazzanti, en el
sur la avda. Sarmiento, en el este la J. J. Rolón y en el oeste la Caa Guazú y el riacho) divide al
centro de las demás zonas de la ciudad. Ello conllevó a que cada alguno de los sectores de la
Aquí localizamos el primer factor que explica por qué, para el sentido común local, en la
ciudad no existen las villas. El eje centro-periferia, clave en la interpretación nacional de los
territorios degradados en términos de “villas miseria”, no es aplicable en Goya. Por un lado,
y a pesar de nombrar las distinciones de los barrios de la zona norte o sur, los mismos
responden a los kilómetros de distancia que poseen con respecto al centro, la dispersión sin
continuidad espacial obturó la posibilidad de pensar al territorio siguiendo la lógica de
círculos concéntricos que se amplían, no estableciendo una modalidad estilo espiral. Por el
otro, la distancia al centro sólo se mide en términos físicos, no así morales con el caso de la
zona norte, ocurre una situación demarcatoria tanto con la zona del puerto como con la
zona Oeste. La fuerte relación entre una identidad laboral y barrial tradicionalmente
supuso un orgullo por el lugar de pertenencia, muchas veces esta situación se representa
por ser simpatizante o hinchas de clubes, como por ejemplo la zona norte se identifica con
Huracán de Goya mientras que el sector sur lo hace con Central Goya. Ser de la zona céntrica
permite comprender que se goza de una comodidad económica y social, lo mismo podría
decirse en contraposición con la zona sur en donde se presenta una amplia población que
responde al sector asalariado y cuentapropista. Por el contrario, en las representaciones
contemporáneas, el centro de la ciudad no sólo era el espacio de la administración pública,
sino también se convierte en el punto estratégico para la localización de establecimiento de
distintos rubros comerciales bares y centros recreativos orientados principalmente hacia
los trabajadores de las empresas tabacaleras y productores agrícolas-ganaderos
A mediados del siglo XX, y especialmente luego del crecimiento en la densidad poblacional
debido a la fuerte movilización interna en la misma provincia y de extranjeros, la ciudad
comenzó a expandirse hacia el oeste y el norte con habitantes claramente identificados. A
diferencia de lo que ocurriera con las zonas más antiguas (zona céntrica y los barrios del
sur), en la zona Norte se observa una continuidad espacial, mientras que su común
denominador es haber surgido de forma acelerada a partir de la compra de tierras por parte
de particulares y es en la actualidad que su ubicación también por ser un terreno no
ciudad posea su propio centro, comercios y espacios de recreación. Por otra parte, las
históricas diferencias socioterritoriales de la ciudad en buena medida respondieron al
acceso a determinados servicios públicos, calles, avenidas e ingresos económicos, los
mismo actuaron como barrera que no sólo separó al centro de la zona norte y sur, sino que
dicha barrera también se materializó en las lógicas de construcción y crecimiento de la
ciudad; es decir, si los “barrios” surgieron mediante las formas convencionales de acceso al
suelo urbano –el mercado inmobiliario y/o las políticas estatales de vivienda-, los
asentamientos se localizaron en las laderas de la ruta y en las orillas del riacho Goya, en
áreas declaradas como “no urbanizables” por la municipalidad, dichos habitantes hasta el
día de hoy continúan sin disponer de reconocimiento legal debido a problemáticas
vinculadas por ejemplo al ser zonas inundables o tierras bajas.
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inundable la cotización se ha incrementado. En los orígenes de dicho espacio urbano, la
mayoría de quienes protagonizaron las ocupaciones procedían de sectores profesionales,
docentes o comerciantes. En la zona oeste la ciudad experimentó procesos de tomas de
tierras, con especial fuerza entre los años 1990 y 2000, donde la presencia migratoria esta
vez se vinculó con trabajadores de Paraguay, zonas rurales aledañas a Goya, habitantes de
las islas y procedentes de diversas provincias. En definitiva, en función de las coyunturas
relacionadas a posibles mejoras en las condiciones de vida (acceso a la vivienda, salud,
educación, etc), Goya atrae fuertes flujos poblacionales; ante la falta de planificación
urbana y el déficit de viviendas, los sectores populares tradicionalmente resolvieron sus
necesidades mediante la toma de tierras y la conformación de asentamientos (Grimson y
Baeza, 2011). Por otra parte, una actitud municipal permisiva ante las ocupaciones, o en el
tratamiento del tema como un “problema social”, resulto al mismo tiempo fomentado por
distintos actores sociales.
Los denominados asentamientos desde sus orígenes, se caracterizaron por una
desorganización vecinal que impidió delimitar el espacio que buscaba respetar el trazado
urbano de los barrios contiguos. Durante años, una comisión vecinal reguladora intentó
buscar el respaldo de las autoridades municipal en sus reclamos por la instalación de
servicios e infraestructura; a partir de ello es que buscan el reconocimiento de la Unión
Vecinalista para recibir a cabo la posibilidad de llevar a cabo las elecciones de autoridades
vecinales mediante un estatuto. A partir de entonces, se buscó lograr tener un
reconocimiento estatal sobre las delimitaciones del barrio, lo que permitiría acceder a
En la entrevista realizada al director de Planificación Urbana de la Municipalidad reconoció
no tener la capacidad de intervenir sobre la totalidad ni saber con exactitud cuántos
asentamientos existen en la actualidad en toda la ciudad. En cierta ocasión me proporciono
un mapa en el cual dicho funcionario colocó con demarcaciones en donde se encontrarían
emplazados los asentamientos detectados; pero que sin embargo, no estaban demarcados
con exactitud. Asimismo, las voces oficiales del poder ejecutivo municipal declaran
desconocer un número aproximado de usurpaciones de tierras, en paralelo a una cierta
cantidad de particulares con expedientes solicitando terrenos y sólo un número limitado de
lotes disponibles, siendo uno de los principales proveedores en materias de vivienda en la
provincia INVICO (Instituto de Vivienda de Corrientes) quien realiza mediante el sistema de
sorteo y teniendo ciertas prioridades, la entrega de unidades habitacionales de manera
periódica. En cuanto a determinados sectores barriales, ocurrió en la toma de tierras en un
sector de la ciudad denominado los “Chacales”, el mismo nuclea a más de 99 lotes/familias,
y resulta ser uno de los 3 asentamientos ubicados en la zona oeste de la ciudad, comenzó a
ser construido a fines del 2000 y principios del 2001por argentinos procedentes de distintos
puntos de la ciudad o de diversas provincias –hubo un proceso de organización y expulsión
de extranjeros del espacio barrial.
mejoras urbanas en cuanto a los servicios públicos, inscripción en catastro, apertura de
calles, entre otros datos esenciales para lograr mejores en las condiciones habitacionales.
Retomando al eje central del presente artículo, nos permite rastrear en las versiones
virtuales de los periódicos de la ciudad que para la percepción local en Goya no hay villas”,
solamente existirían sectores más empobrecidos, pero sin la connotación tan empleada en
otros puntos del país. Durante las últimas décadas, desde inicios del nuevo milenio, o mejor
dicho en los últimos años se pueden visualizar en las redes sociales (Facebook, Instagram, y
Twitter) información vinculadas con tomas de tierras y/o asentamientos en la ciudad, pero
que las mismas fueron sofocadas o desplazadas, por los mismos habitantes de las zonas
circundantes por temor a que usurpen sus terrenos. En muy pocas ocasiones surge el
término “villa”; es de notar que sólo en muy pocas columnas periodísticas la palabra fue
citada como parte del mismo, mientras que en un número superior a 10 veces surgió en los
comentarios de los lectores en relación a tales artículos. Se pueden encontrar producciones
por parte de los medios de comunicación en donde funcionarios se refieren críticamente al
tema, empelando en muchas ocasiones términos despectivos hacia esta población, siendo
los más habituales “ilegales”, “usurpadores”, o “intrusos”, pero ni siquiera en tales
situaciones surge la palabra “villa” en sus manifestaciones escritas y/o verbales. Lo mismo
ocurre si evaluamos las entrevistas realizadas a los dirigentes del Centros de Promoción
Barrial, 3 a autoridades de diversas Uniones Vecinales; 1 a médicos de Centros de Salud
Barriales; 3 a funcionarios municipales que trabajan en áreas vinculadas a la problemática
de interés, y 12 entrevistas a grupos familiares que residen en el asentamiento “la curva del
Regimiento”, los encuentros con estos últimos fueron pautados en horario de la mañana o
tarde, ya que ellos postularon dicha franja por seguridad del investigador. El término “villa”
solo surgió en 1 de las 3 entrevistas a funcionarios de Planificación Urbana, y en 2 de las 10
entrevistas a vecinalistas.
Por otra parte, enfocar la atención en las experiencias de habitar hacia quienes residen en
los asentamientos supuso privilegiar, entre otras cuestiones, los modos en que dichas
personas transforman un espacio “no habitable” en habitable, cómo mediante sus
prácticas y representaciones, el espacio cobra vida y pasa a ser un lugar practicado, lugar
que puede ser apropiado y vivido (Lawrence y Low, 2003; De Certeau, 1996).
Consecuentemente, uno de los interrogantes que guiaron la investigación fue el siguiente:
cuando los residentes de la zona de la curva del Regimiento hablan de su espacio residencial
o se refieren a otros sitos surgidos a partir de tomas de tierras, ¿cómo nombran a dichos
lugares? Significativamente, en muy pocas ocasiones surgió el vocablo “villa” en sus relatos
–vale la pena reiterar que ello no ocurrió en ninguna de las entrevistas. En primer lugar, la
forma más común de mencionar al sito donde viven –e incluso a otros espacios similares
distribuidos a lo largo de la ciudad- es en términos de “barrio”; aunque no es frecuente,
también pueden utilizar la palabra “asentamiento”, pero no lo hacen de modo despectivo,
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inundable la cotización se ha incrementado. En los orígenes de dicho espacio urbano, la
mayoría de quienes protagonizaron las ocupaciones procedían de sectores profesionales,
docentes o comerciantes. En la zona oeste la ciudad experimentó procesos de tomas de
tierras, con especial fuerza entre los años 1990 y 2000, donde la presencia migratoria esta
vez se vinculó con trabajadores de Paraguay, zonas rurales aledañas a Goya, habitantes de
las islas y procedentes de diversas provincias. En definitiva, en función de las coyunturas
relacionadas a posibles mejoras en las condiciones de vida (acceso a la vivienda, salud,
educación, etc), Goya atrae fuertes flujos poblacionales; ante la falta de planificación
urbana y el déficit de viviendas, los sectores populares tradicionalmente resolvieron sus
necesidades mediante la toma de tierras y la conformación de asentamientos (Grimson y
Baeza, 2011). Por otra parte, una actitud municipal permisiva ante las ocupaciones, o en el
tratamiento del tema como un “problema social”, resulto al mismo tiempo fomentado por
distintos actores sociales.
Los denominados asentamientos desde sus orígenes, se caracterizaron por una
desorganización vecinal que impidió delimitar el espacio que buscaba respetar el trazado
urbano de los barrios contiguos. Durante años, una comisión vecinal reguladora intentó
buscar el respaldo de las autoridades municipal en sus reclamos por la instalación de
servicios e infraestructura; a partir de ello es que buscan el reconocimiento de la Unión
Vecinalista para recibir a cabo la posibilidad de llevar a cabo las elecciones de autoridades
vecinales mediante un estatuto. A partir de entonces, se buscó lograr tener un
reconocimiento estatal sobre las delimitaciones del barrio, lo que permitiría acceder a
En la entrevista realizada al director de Planificación Urbana de la Municipalidad reconoció
no tener la capacidad de intervenir sobre la totalidad ni saber con exactitud cuántos
asentamientos existen en la actualidad en toda la ciudad. En cierta ocasión me proporciono
un mapa en el cual dicho funcionario colocó con demarcaciones en donde se encontrarían
emplazados los asentamientos detectados; pero que sin embargo, no estaban demarcados
con exactitud. Asimismo, las voces oficiales del poder ejecutivo municipal declaran
desconocer un número aproximado de usurpaciones de tierras, en paralelo a una cierta
cantidad de particulares con expedientes solicitando terrenos y sólo un número limitado de
lotes disponibles, siendo uno de los principales proveedores en materias de vivienda en la
provincia INVICO (Instituto de Vivienda de Corrientes) quien realiza mediante el sistema de
sorteo y teniendo ciertas prioridades, la entrega de unidades habitacionales de manera
periódica. En cuanto a determinados sectores barriales, ocurrió en la toma de tierras en un
sector de la ciudad denominado los “Chacales”, el mismo nuclea a más de 99 lotes/familias,
y resulta ser uno de los 3 asentamientos ubicados en la zona oeste de la ciudad, comenzó a
ser construido a fines del 2000 y principios del 2001por argentinos procedentes de distintos
puntos de la ciudad o de diversas provincias –hubo un proceso de organización y expulsión
de extranjeros del espacio barrial.
mejoras urbanas en cuanto a los servicios públicos, inscripción en catastro, apertura de
calles, entre otros datos esenciales para lograr mejores en las condiciones habitacionales.
Retomando al eje central del presente artículo, nos permite rastrear en las versiones
virtuales de los periódicos de la ciudad que para la percepción local en Goya no hay villas”,
solamente existirían sectores más empobrecidos, pero sin la connotación tan empleada en
otros puntos del país. Durante las últimas décadas, desde inicios del nuevo milenio, o mejor
dicho en los últimos años se pueden visualizar en las redes sociales (Facebook, Instagram, y
Twitter) información vinculadas con tomas de tierras y/o asentamientos en la ciudad, pero
que las mismas fueron sofocadas o desplazadas, por los mismos habitantes de las zonas
circundantes por temor a que usurpen sus terrenos. En muy pocas ocasiones surge el
término “villa”; es de notar que sólo en muy pocas columnas periodísticas la palabra fue
citada como parte del mismo, mientras que en un número superior a 10 veces surgió en los
comentarios de los lectores en relación a tales artículos. Se pueden encontrar producciones
por parte de los medios de comunicación en donde funcionarios se refieren críticamente al
tema, empelando en muchas ocasiones términos despectivos hacia esta población, siendo
los más habituales “ilegales”, “usurpadores”, o “intrusos”, pero ni siquiera en tales
situaciones surge la palabra “villa” en sus manifestaciones escritas y/o verbales. Lo mismo
ocurre si evaluamos las entrevistas realizadas a los dirigentes del Centros de Promoción
Barrial, 3 a autoridades de diversas Uniones Vecinales; 1 a médicos de Centros de Salud
Barriales; 3 a funcionarios municipales que trabajan en áreas vinculadas a la problemática
de interés, y 12 entrevistas a grupos familiares que residen en el asentamiento “la curva del
Regimiento”, los encuentros con estos últimos fueron pautados en horario de la mañana o
tarde, ya que ellos postularon dicha franja por seguridad del investigador. El término “villa”
solo surgió en 1 de las 3 entrevistas a funcionarios de Planificación Urbana, y en 2 de las 10
entrevistas a vecinalistas.
Por otra parte, enfocar la atención en las experiencias de habitar hacia quienes residen en
los asentamientos supuso privilegiar, entre otras cuestiones, los modos en que dichas
personas transforman un espacio “no habitable” en habitable, cómo mediante sus
prácticas y representaciones, el espacio cobra vida y pasa a ser un lugar practicado, lugar
que puede ser apropiado y vivido (Lawrence y Low, 2003; De Certeau, 1996).
Consecuentemente, uno de los interrogantes que guiaron la investigación fue el siguiente:
cuando los residentes de la zona de la curva del Regimiento hablan de su espacio residencial
o se refieren a otros sitos surgidos a partir de tomas de tierras, ¿cómo nombran a dichos
lugares? Significativamente, en muy pocas ocasiones surgió el vocablo “villa” en sus relatos
–vale la pena reiterar que ello no ocurrió en ninguna de las entrevistas. En primer lugar, la
forma más común de mencionar al sito donde viven –e incluso a otros espacios similares
distribuidos a lo largo de la ciudad- es en términos de “barrio”; aunque no es frecuente,
también pueden utilizar la palabra “asentamiento”, pero no lo hacen de modo despectivo,
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sino buscando identificarse de manera opuesto con una villa. Otra forma típica de nombrar
al lugar es como “la continuación”, una forma autóctona de mencionar a los asentamientos
que presupone una lógica inclusiva: la extensión” es sinónimo de la prolongación de un
barrio –el barrio la curva del Regimiento, en este caso.
La villa, un espacio degradado para vivir.
Sus representaciones en los medios de comunicación
goyanos.
Observamos que los artículos periodísticos emplearon la palabra “villa” fueron muy pocos,
un número que no superan los 10. Por lo general, el término surge como cita textual de las
frases emitidas por parte de los cronistas, periodistas en las entrevistas. A su vez, en las 4
ocasiones donde el término fue utilizado en el mismo artículo, se identificó a la villa como
un espacio habitado por inmigrantes, entretejido por la ilegalidad, falta de planificación
urbana y de servicios básicos, incrustado de violencia y delincuencia. Hay un solo artículo
donde un funcionario municipal apela a la villa en su discurso. También lo realizan algunos
de los representantes de la Unión Vecinalista, en un contexto en la que se solicita una mejor
redistribución de ciertos recursos que permitirían generar mejoras en las condiciones de
viviendas y de las que obtendría muy poco a cambio. A partir de este crecimiento
desmedido de la ciudad y la falta de recursos para afrontar los desafíos que el mismo
conlleva, las autoridades mencionan sobre: “la concepción que depara algo negativo, que
lamentablemente generara nuevas situaciones de abandono”. A partir de ello podemos
deducir, que aún muchos goyanos adhieren a que si se denomina villa a un determinado
sector de la ciudad esto provocara un incremento en la tasa de la ilegalidad y delincuencia
Cuando se logra identificar algún espacio de la ciudad como “villa”, la característica más
distintiva de la misma es la connotación ligada a la nacionalidad de sus habitantes, que
suelen ser de países limítrofes, sectores rurales o bien carentes de todo tipo de recursos,
acentuando muchas veces la ausencia de algún nivel educativo. Sucede que a partir de ello
muchas veces se considera a los habitantes de la villa poseedores de un único recurso sus
hijos”, sólo sirven las mujeres para “parir y lo hombres para “robar, drogarse o
emborracharse. Suele nombrar a los habitantes de la villa con términos relacionados con la
“negritud” –vinculado con la falta de civilización o la incapacidad de habitar- y la
delincuencia, aunque estas connotaciones netamente asumidas con sustrato biologicista
de principios del siglo XX, aún perduran en los discursos segregacionistas, sumergido en una
cadena de significantes, (villa-ladrón, villa-drogadicto) no dejando lugar a ninguna duda,
sino únicamente a certezas de que el “habitante de la villa” es portador de los aspectos
negativos de la ciudad. La palabra asco”, asociada con la mugre y otras condiciones de
ausencia de higiene social –por ejemplo con la supuesta prostitución de la mujer y el
consumo de sustancias-, apela a un posible foco infeccioso, que es necesario eliminar de
alguna manera, despojando si resultan ser beneficiarios de algún programa social estatal o
deportarlos hacia sus lugares de origen. También aparecen cuestiones vinculadas a la
ilegalidad, con la usurpación de los servicios públicos que perjudicaría a los “verdaderos
vecinos” -quienes pagan por el mismo-, o en cómo los “ilegales” disfrutan, de lo que no se
merecen, ni tampoco deberían gozarlo del usufructo o la venta de las tierras –que habrían
sido tomadas por “sinvergüenzas” para ganar dinero y retornar a sus países. En más de una
ocasión, las propuestas de solucionar esta problemática resulta más cercana a un gobierno
totalitario en donde se eliminan las minorías, en este caso una “limpieza étnica” hacia todo
aquello que representa lo latinoamericano. Es el comentario de Emanuel quien, sostiene
que la “presencia masiva de extranjeros, o hijos de paraguayos que es lo mismo –esto está
lleno de gente que no es de acá”-, ofrece como una respuesta, una posible resolución a esta
situación el “poner una bomba en esas cuasi favelas, en esas villas y que se mueran todos
esos tapes” (Emanuel, 19 años-Goya).
A su vez, en el uso del término “villa” es de un carácter vinculante con lo extranjero, es en
ese territorio en donde aún se acentúa estas características y la solución para la
problemática habitacional resulta ser la deportación, eliminación o el encierro en unidades
penitenciarias por su atropello a los derechos de los demás. Así, ante las palabras del
intendente mencionadas anteriormente, los comentarios de un forista, un lector de la
versión digital de los diarios escribe:
“los paraguayos llenan las villas de emergencia, ¿no será tal vez porque recibimos pobres de
todo el mundo? Todos estos hdp cobran la asignación por hijo, o tienen algun tipo de pensión,
encima reciben educación, salud, tierras, ¿de dónde crees que sale el dinero?, de los bolu...
que pagamos impuestos y multas! El intendente, gobernador y presidente deberían correrlos
a todos de aquí, ni documento tienen algunos debería sacarlos a patadas en el o…, y que sus
países se hagan cargos de ellos, si un argentino quiere ir a algún hospital en otro país, le cobran
hasta el papel higiénico” (Maximiliano, Power noticias, 05 de febrero de 2019).
En el material trabajado se puede evidenciar justamente estas circunstancias, en los
artículos, las notas periodísticas y comentarios se visibilizan dos cuestiones, ambas
vinculadas con una percepción moral del espacio: a) la expresión “villa” sólo surge en tono
de denuncia; y b) siempre se asocia con un elemento externo que modifica negativamente
la dinámica local. Esa figura amenazante viene ligado a aquellas cuestiones que se
condensan con lo extraño, lejano y que se encarna en el extranjero, pero que al mismo
tiempo la villa representa lo cotidiano y habitual de otras partes no correspondiente a la
4
historia de Goya . De tal modo, la villa es representada como el espacio de pobreza de
4
La toma de tierras se explica por otros múltiples motivos: la topografía marcada por zonas bajas y lagunas, suponen la
escasez de tierras urbanizables; un código de planeamiento urbano que limita el uso de suelo en temas como la construcción
en altura; un mercado inmobiliario reducido y dominado por los propietarios, donde la gran demanda de inmuebles dispara
los precios; un municipio que concentra la posibilidad de distribuir tierras pero cuya capacidad de respuesta es muy lenta; un
municipio que suele otorgar las tierras disponibles a INVICO para la construcción de grupos habitacionales.
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sino buscando identificarse de manera opuesto con una villa. Otra forma típica de nombrar
al lugar es como “la continuación”, una forma autóctona de mencionar a los asentamientos
que presupone una lógica inclusiva: la extensión” es sinónimo de la prolongación de un
barrio –el barrio la curva del Regimiento, en este caso.
La villa, un espacio degradado para vivir.
Sus representaciones en los medios de comunicación
goyanos.
Observamos que los artículos periodísticos emplearon la palabra “villa” fueron muy pocos,
un número que no superan los 10. Por lo general, el término surge como cita textual de las
frases emitidas por parte de los cronistas, periodistas en las entrevistas. A su vez, en las 4
ocasiones donde el término fue utilizado en el mismo artículo, se identificó a la villa como
un espacio habitado por inmigrantes, entretejido por la ilegalidad, falta de planificación
urbana y de servicios básicos, incrustado de violencia y delincuencia. Hay un solo artículo
donde un funcionario municipal apela a la villa en su discurso. También lo realizan algunos
de los representantes de la Unión Vecinalista, en un contexto en la que se solicita una mejor
redistribución de ciertos recursos que permitirían generar mejoras en las condiciones de
viviendas y de las que obtendría muy poco a cambio. A partir de este crecimiento
desmedido de la ciudad y la falta de recursos para afrontar los desafíos que el mismo
conlleva, las autoridades mencionan sobre: “la concepción que depara algo negativo, que
lamentablemente generara nuevas situaciones de abandono”. A partir de ello podemos
deducir, que aún muchos goyanos adhieren a que si se denomina villa a un determinado
sector de la ciudad esto provocara un incremento en la tasa de la ilegalidad y delincuencia
Cuando se logra identificar algún espacio de la ciudad como “villa”, la característica más
distintiva de la misma es la connotación ligada a la nacionalidad de sus habitantes, que
suelen ser de países limítrofes, sectores rurales o bien carentes de todo tipo de recursos,
acentuando muchas veces la ausencia de algún nivel educativo. Sucede que a partir de ello
muchas veces se considera a los habitantes de la villa poseedores de un único recurso sus
hijos”, sólo sirven las mujeres para “parir y lo hombres para “robar, drogarse o
emborracharse. Suele nombrar a los habitantes de la villa con términos relacionados con la
“negritud” –vinculado con la falta de civilización o la incapacidad de habitar- y la
delincuencia, aunque estas connotaciones netamente asumidas con sustrato biologicista
de principios del siglo XX, aún perduran en los discursos segregacionistas, sumergido en una
cadena de significantes, (villa-ladrón, villa-drogadicto) no dejando lugar a ninguna duda,
sino únicamente a certezas de que el “habitante de la villa” es portador de los aspectos
negativos de la ciudad. La palabra asco”, asociada con la mugre y otras condiciones de
ausencia de higiene social –por ejemplo con la supuesta prostitución de la mujer y el
consumo de sustancias-, apela a un posible foco infeccioso, que es necesario eliminar de
alguna manera, despojando si resultan ser beneficiarios de algún programa social estatal o
deportarlos hacia sus lugares de origen. También aparecen cuestiones vinculadas a la
ilegalidad, con la usurpación de los servicios públicos que perjudicaría a los “verdaderos
vecinos” -quienes pagan por el mismo-, o en cómo los “ilegales” disfrutan, de lo que no se
merecen, ni tampoco deberían gozarlo del usufructo o la venta de las tierras –que habrían
sido tomadas por “sinvergüenzas” para ganar dinero y retornar a sus países. En más de una
ocasión, las propuestas de solucionar esta problemática resulta más cercana a un gobierno
totalitario en donde se eliminan las minorías, en este caso una “limpieza étnica” hacia todo
aquello que representa lo latinoamericano. Es el comentario de Emanuel quien, sostiene
que la “presencia masiva de extranjeros, o hijos de paraguayos que es lo mismo –esto está
lleno de gente que no es de acá”-, ofrece como una respuesta, una posible resolución a esta
situación el “poner una bomba en esas cuasi favelas, en esas villas y que se mueran todos
esos tapes” (Emanuel, 19 años-Goya).
A su vez, en el uso del término “villa” es de un carácter vinculante con lo extranjero, es en
ese territorio en donde aún se acentúa estas características y la solución para la
problemática habitacional resulta ser la deportación, eliminación o el encierro en unidades
penitenciarias por su atropello a los derechos de los demás. Así, ante las palabras del
intendente mencionadas anteriormente, los comentarios de un forista, un lector de la
versión digital de los diarios escribe:
“los paraguayos llenan las villas de emergencia, ¿no será tal vez porque recibimos pobres de
todo el mundo? Todos estos hdp cobran la asignación por hijo, o tienen algun tipo de pensión,
encima reciben educación, salud, tierras, ¿de dónde crees que sale el dinero?, de los bolu...
que pagamos impuestos y multas! El intendente, gobernador y presidente deberían correrlos
a todos de aquí, ni documento tienen algunos debería sacarlos a patadas en el o…, y que sus
países se hagan cargos de ellos, si un argentino quiere ir a algún hospital en otro país, le cobran
hasta el papel higiénico” (Maximiliano, Power noticias, 05 de febrero de 2019).
En el material trabajado se puede evidenciar justamente estas circunstancias, en los
artículos, las notas periodísticas y comentarios se visibilizan dos cuestiones, ambas
vinculadas con una percepción moral del espacio: a) la expresión “villa” sólo surge en tono
de denuncia; y b) siempre se asocia con un elemento externo que modifica negativamente
la dinámica local. Esa figura amenazante viene ligado a aquellas cuestiones que se
condensan con lo extraño, lejano y que se encarna en el extranjero, pero que al mismo
tiempo la villa representa lo cotidiano y habitual de otras partes no correspondiente a la
4
historia de Goya . De tal modo, la villa es representada como el espacio de pobreza de
4
La toma de tierras se explica por otros múltiples motivos: la topografía marcada por zonas bajas y lagunas, suponen la
escasez de tierras urbanizables; un código de planeamiento urbano que limita el uso de suelo en temas como la construcción
en altura; un mercado inmobiliario reducido y dominado por los propietarios, donde la gran demanda de inmuebles dispara
los precios; un municipio que concentra la posibilidad de distribuir tierras pero cuya capacidad de respuesta es muy lenta; un
municipio que suele otorgar las tierras disponibles a INVICO para la construcción de grupos habitacionales.
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ciudades como Buenos Aires, algo que no tiene un equivalente en la historia local, en la
historia de la ciudad. Así lo expresan ciertos comentarios en las notas periodísticas: Goya,
con la suciedad que tienes en tus calles y veredas parece una villa porteña, los chorros,
arrebatadores y delincuentes hacen pensar que CABA ahora se trasladó a Goya y por eso
crecen más los lugares que viven estos tapes (Comentario de Daniel en Power noticias, 6 de
mayo de 2019).
A partir de un número de entrevistas realizadas a diversos actores, el término “villa” solo
surgió en casos muy reducido de ellas, fueron aquellas manifiestas por los funcionarios de
Planificación Urbana de tierras -en dos casos como consecuencia de una pregunta directa
del investigador, en el otro de forma espontánea-, y en los sendos encuentros con el
presidente de la Unión Vecinalista -en ambas ocasiones fue empleado de manera
espontánea. De acuerdo a la información recolectada en los encuentros, los dos dirigentes
vecinales que se refirieron a las “villas” coinciden en un punto: se niegan a representar a
quienes residen en asentamientos de reciente conformación localizados en la ciudad pero
que no es reconocido aún por las autoridades municipales y también entendiendo que
dichos lugares nadie respeta a “nadie”, inclusive según los manifestado la agresiones no
poseen límites, ni la policía quiere entrar, caracterizando al espacio en cuestión como un
ámbito de “violencia urbana y fatalista” en el primer relato se usa el apelativo “villa” para
advertir sobre la evolución del territorio, solicitando la intervención estatal (19 de abril de
2019, Entrevista a Juan Correa). En otra entrevista, se repiten elementos que son centrales
en la articulación del relato: lo extranjero, la falta de una dirección y de espacios regulares
propios de un trazado urbano planificado, la posesión legal del terreno, el acceso a los
servicios públicos esenciales, el hacinamiento, la violencia y delincuencia, e incluso la
incapacidad para distinguir “formas naturales” de la arquitectura urbana –la distinción
entre un frente de la parte posterior de un hogar marcaría una imagen de aquello que es
considerado villa.
“Un día viene un… no si es un boliviano. Yo trabajo en el rubro metalúrgico (…) me dice: yo
quiero hacer unas rejas para el ventanal del almacén. Bueno, ¿dónde vive usted? Yo vivo acá
arriba; ¿a dónde arriba?, ¿qué calle? Me dice no hay calles, no hay nombre. ¿Cómo llego? Es
un lugar que está cerca de la curva del regimiento, le mandas derecho por ahí, y llegas
seguro, es el único almacén. ¡Eso es una villa, villa, villa! Eso yo no la conocía: pasillitos en
vez de las calles… esa gente. ¡No sabes cómo viven loco! Es horrible donde vive esta gente,
crece el río y se les lleva todo, viven una bocha, todos amontonados, además tienen
animales chanchos, gallinas, perros, gatos. ¡El almacén de este señor era una celda boludo,
no había nada era parece una caja de té! Los chorros, que se yo, era una celda… Yo le digo
¿cuál es el frente? No se entendía absolutamente nada de lo que hacen cuando construyen
sus casas, no le dan ni un sentido a las cosas ¡Nunca había visto cómo vive esta gente, es
horrible no se puede llamar vida a eso!” (23 de mayo de 2019, Entrevista a Malcom).
En los dos discurso presentados anteriormente la “villa” fue caracterizada como un lugar
distante que se aleja de cualquier posible clasificación de unidad habitacional, como un
espacio-otro” en donde claramente se ve identificado con el mundo marginal. Entonces, lo
que muchas veces se postulaba como distancia no solamente es física, sino también moral
pues el lugar denostado de hecho se ubica en cercanías de las viviendas pertenecientes a las
personas entrevistadas. Algo similar se puede observar cuando establecemos la posibilidad
de poder tener el encuentro con los funcionarios municipales abocados a la temática:
“lo que está pasando es gravísimo (…) lo único que se puede observar es que cuando
quieren ingresar por alguna razón algún funcionario del municipio o de la provincia debe ir
bien escoltados por esos policías de la infantería, armados y no solo patrulleros, sino
también las camionetas, porque ellos mismos reconocen que es peligroso, que ahí no
puede pasar nada bueno, que solamente se puede esperar de esos lugares aquello que es
malo, que ahí nadie se salva si entras solo, ahí las cosas son muy pesadas (23 de agosto de
2019, Entrevista a Funcionario de Planeamiento Urbano-Municipalidad de Goya).
Por otra parte y como se sostuvo anteriormente, cuando los residentes de la “Curva del
Regimiento” hablan de mismos sobre la ciudad o sobre otros asentamientos, en contadas
situaciones utilizan la palabra “villa” para expresar aquello que es distintivo y que merece
ser demarcado como lo netamente considerado inferior, despreciado por sus condiciones
materiales y simbólicas. La excepción a la regla surgió al pretender remarcar positivamente
la propia identidad y, para ello, las características dadas a los habitantes de la Curva del
Regimiento fueron sobreestimadas como inmorales, a veces se definieron en oposición a la
villa como imaginario de un espacio urbano degradado, dando a entender que son estos
espacios los que permiten entender la dicotomía entre lo habitable-no habitable, apto-no
apto. Los cuatro ejes que entonces se resaltaron fueron la nacionalidad, la planificación
urbana, el trabajo y la violencia. Así, la “Curva del Regimiento” es constantemente definida
como un lugar de “okupas”, en donde se materializa lo degradado de la ciudad. En segundo
lugar, todos los informantes suelen resaltar con orgullo la peculiaridad en tanto “único
asentamiento” que a pesar de las condiciones en la que habitan, buscan respetar el orden
público establecido. La organización barrial aquí se encuentra estructurada por el
hacinamiento y falta de higiene -la anomia- que caracterizaría también a otros
asentamientos en general. En tercera instancia, los informantes describen a su lugar como
un sitio de trabajadores; otros lugares habitados de manera irregular son empleado como
contraejemplo, al ser retratado como un ámbito de “vagos, prostitutas, drogadictos y
borrachos”. Finalmente, este mismo asentamiento es caracterizado como un entorno de
delincuentes”, mientras que la “Curva del Regimiento” es adjetivado con los términos
seguro y tranquilo” por parte de sus habitantes.
Los estereotipos negativos recaen en calificativos como okupas” o “usurpadores”,
“villeros”, sumado a los calificativos que suelen girar alrededor de ellos, humildes o pobres.
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ciudades como Buenos Aires, algo que no tiene un equivalente en la historia local, en la
historia de la ciudad. Así lo expresan ciertos comentarios en las notas periodísticas: Goya,
con la suciedad que tienes en tus calles y veredas parece una villa porteña, los chorros,
arrebatadores y delincuentes hacen pensar que CABA ahora se trasladó a Goya y por eso
crecen más los lugares que viven estos tapes (Comentario de Daniel en Power noticias, 6 de
mayo de 2019).
A partir de un número de entrevistas realizadas a diversos actores, el término “villa” solo
surgió en casos muy reducido de ellas, fueron aquellas manifiestas por los funcionarios de
Planificación Urbana de tierras -en dos casos como consecuencia de una pregunta directa
del investigador, en el otro de forma espontánea-, y en los sendos encuentros con el
presidente de la Unión Vecinalista -en ambas ocasiones fue empleado de manera
espontánea. De acuerdo a la información recolectada en los encuentros, los dos dirigentes
vecinales que se refirieron a las “villas” coinciden en un punto: se niegan a representar a
quienes residen en asentamientos de reciente conformación localizados en la ciudad pero
que no es reconocido aún por las autoridades municipales y también entendiendo que
dichos lugares nadie respeta a “nadie”, inclusive según los manifestado la agresiones no
poseen límites, ni la policía quiere entrar, caracterizando al espacio en cuestión como un
ámbito de “violencia urbana y fatalista” en el primer relato se usa el apelativo “villa” para
advertir sobre la evolución del territorio, solicitando la intervención estatal (19 de abril de
2019, Entrevista a Juan Correa). En otra entrevista, se repiten elementos que son centrales
en la articulación del relato: lo extranjero, la falta de una dirección y de espacios regulares
propios de un trazado urbano planificado, la posesión legal del terreno, el acceso a los
servicios públicos esenciales, el hacinamiento, la violencia y delincuencia, e incluso la
incapacidad para distinguir “formas naturales” de la arquitectura urbana –la distinción
entre un frente de la parte posterior de un hogar marcaría una imagen de aquello que es
considerado villa.
“Un día viene un… no si es un boliviano. Yo trabajo en el rubro metalúrgico (…) me dice: yo
quiero hacer unas rejas para el ventanal del almacén. Bueno, ¿dónde vive usted? Yo vivo acá
arriba; ¿a dónde arriba?, ¿qué calle? Me dice no hay calles, no hay nombre. ¿Cómo llego? Es
un lugar que está cerca de la curva del regimiento, le mandas derecho por ahí, y llegas
seguro, es el único almacén. ¡Eso es una villa, villa, villa! Eso yo no la conocía: pasillitos en
vez de las calles… esa gente. ¡No sabes cómo viven loco! Es horrible donde vive esta gente,
crece el río y se les lleva todo, viven una bocha, todos amontonados, además tienen
animales chanchos, gallinas, perros, gatos. ¡El almacén de este señor era una celda boludo,
no había nada era parece una caja de té! Los chorros, que se yo, era una celda… Yo le digo
¿cuál es el frente? No se entendía absolutamente nada de lo que hacen cuando construyen
sus casas, no le dan ni un sentido a las cosas ¡Nunca había visto cómo vive esta gente, es
horrible no se puede llamar vida a eso!” (23 de mayo de 2019, Entrevista a Malcom).
En los dos discurso presentados anteriormente la “villa” fue caracterizada como un lugar
distante que se aleja de cualquier posible clasificación de unidad habitacional, como un
espacio-otro” en donde claramente se ve identificado con el mundo marginal. Entonces, lo
que muchas veces se postulaba como distancia no solamente es física, sino también moral
pues el lugar denostado de hecho se ubica en cercanías de las viviendas pertenecientes a las
personas entrevistadas. Algo similar se puede observar cuando establecemos la posibilidad
de poder tener el encuentro con los funcionarios municipales abocados a la temática:
“lo que está pasando es gravísimo (…) lo único que se puede observar es que cuando
quieren ingresar por alguna razón algún funcionario del municipio o de la provincia debe ir
bien escoltados por esos policías de la infantería, armados y no solo patrulleros, sino
también las camionetas, porque ellos mismos reconocen que es peligroso, que ahí no
puede pasar nada bueno, que solamente se puede esperar de esos lugares aquello que es
malo, que ahí nadie se salva si entras solo, ahí las cosas son muy pesadas (23 de agosto de
2019, Entrevista a Funcionario de Planeamiento Urbano-Municipalidad de Goya).
Por otra parte y como se sostuvo anteriormente, cuando los residentes de la “Curva del
Regimiento” hablan de mismos sobre la ciudad o sobre otros asentamientos, en contadas
situaciones utilizan la palabra “villa” para expresar aquello que es distintivo y que merece
ser demarcado como lo netamente considerado inferior, despreciado por sus condiciones
materiales y simbólicas. La excepción a la regla surgió al pretender remarcar positivamente
la propia identidad y, para ello, las características dadas a los habitantes de la Curva del
Regimiento fueron sobreestimadas como inmorales, a veces se definieron en oposición a la
villa como imaginario de un espacio urbano degradado, dando a entender que son estos
espacios los que permiten entender la dicotomía entre lo habitable-no habitable, apto-no
apto. Los cuatro ejes que entonces se resaltaron fueron la nacionalidad, la planificación
urbana, el trabajo y la violencia. Así, la “Curva del Regimiento” es constantemente definida
como un lugar de “okupas”, en donde se materializa lo degradado de la ciudad. En segundo
lugar, todos los informantes suelen resaltar con orgullo la peculiaridad en tanto “único
asentamiento” que a pesar de las condiciones en la que habitan, buscan respetar el orden
público establecido. La organización barrial aquí se encuentra estructurada por el
hacinamiento y falta de higiene -la anomia- que caracterizaría también a otros
asentamientos en general. En tercera instancia, los informantes describen a su lugar como
un sitio de trabajadores; otros lugares habitados de manera irregular son empleado como
contraejemplo, al ser retratado como un ámbito de “vagos, prostitutas, drogadictos y
borrachos”. Finalmente, este mismo asentamiento es caracterizado como un entorno de
delincuentes”, mientras que la “Curva del Regimiento” es adjetivado con los términos
seguro y tranquilo” por parte de sus habitantes.
Los estereotipos negativos recaen en calificativos como okupas” o “usurpadores”,
“villeros”, sumado a los calificativos que suelen girar alrededor de ellos, humildes o pobres.
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De tal modo, los residentes del asentamiento entienden que sus malestares se acabarán
cuando se “regularicen” su situación habitacional; por ello es que resaltan su voluntad por
pagar en cuotas a la municipalidad por los terrenos que tomaron, y que incluso están
abonando el consumo de la electricidad a la empresa correspondiente pese a que
continúen conectados de manera ilegal. Es decir, para ellos ser propietario o consumidor en
regla equivaldría al acceso a la plena ciudadanía, ser reconocidos por el estado pero
también por el resto de la sociedad goyana, que legitimaria su lugar en el territorio de la
ciudad, ya que no existiría a partir de ello ningún tipo de reproche hacia su condición. Algo
similar ocurre en cuanto a la villa planteada como sinónimo de lo ilegal, de aquello que se
encuentra entrecruzado con los delitos en sus diversas expresiones. En la ciudad, se
imagina al asentamiento como un espacio de pobreza; este no es un dato menor pues,
como sostiene Gúber (2004:117), “todas las categorías morales que se aplican al villero
remiten a la carencia”. En Goya las ocupaciones por lo general fueron protagonizadas por
desocupados o sectores pertenecientes bajo la línea de pobreza, o que contaban con un
empleo o también por aquellos que se desplazaron hacia la ciudad desde la zona rural.
Estamos ante una población con niveles de bajos de ingresos en relación con el promedio en
el país, un déficit crónico de viviendas, lo cual da cuenta de que el problema no es tanto la
construcción sino el acceso a la tierra (Grimson y Baeza, Op. Cit.). Consecuentemente
surgen otros estigmas, como la supuesta de que toman tierra, ya teniendo casas o vivienda,
en donde se desmerece o justifica su posesión, no así la pobreza como elemento
indisociable a los asentamientos.
Los padecimientos residen en cómo el sistema jurídico y la noción de propiedad los
descalifica en tanto “ilegales”; resultan ser los que tomaron por las fuerzas ciertos
territorios que no les pertenecen, en cambio, no parecen sentir el peso de otras etiquetas
cargadas de negativismo asociadas con cualidades morales que se adosan a quienes
residen en un espacio que es nombrado como “villa” y en donde dichos calificativos están
fuertemente ligado con el ámbito del delito.
Para finalizar, en el asentamiento relevado no se observan otros elementos que, como
vimos, son claves en la articulación del imaginario social sobre la noción de villa y que
claramente va configurando sobre su existencia y como perciben en la ciudad a este sector
poblacional
A modo de conclusión
Muchas de las producciones académicas desde el campo de la sociología se nutrieron de
actividades centrada en conventillos, inquilinatos y otras modalidades de hábitat popular,
en nuestro país la reflexión académica sobre la cuestión social llegó a su apogeo tomando a
las villas miseria como unidades de análisis, especialmente en los últimos años, en donde
En el artículo se sostuvo que dichas perspectivas conllevan una serie de obstáculos para la
comprensión de la cuestión urbana vinculadas a las villas. Las lecturas morales sobre el
territorio son un primer vector a considerar y que en infinitas ocasiones son las que
permiten sortear la presencia de una situación de desventaja por parte de sus habitantes
con respecto al resto de la sociedad. Por otra parte, en función de una lógica sociocéntrica,
lo establecido y considerado en Buenos Aires tiende a ser interpretado como universal y
pugna por imponerse como realidad discursiva en el resto del país; el resultado de tal
proceso es una dificultad para comprender cómo, en las diversas ciudades del interior, las
dinámicas de exclusión social se expresan territorialmente de manera disparar a la realidad
de CABA. A partir de un estudio etnográfico sobre tomas de tierras y la conformación de
asentamientos en Goya, el objetivo del artículo consistió en examinar cómo la noción de
villa miseria se materializa –en términos de presencia o ausencia- en los discursos locales
sobre el modo en que se expresa territorialmente la cuestión social que caracterizan los
puntos centrales de estos espacios.
estas características de las ciudades se incrementaron generados a partir de una alta
presencia de tierras tomadas por la fuerza en distintos puntos del país. A partir de entonces,
las villas pasaron a ser un paradigma difícil de sortear a la hora de caracterizar cómo los
procesos de precariedad social se expresan territorialmente, cuestión que permitieron
entender la gran problemática habitacional que atraviesa el país, debido a la presencia no
solamente de grandes grupos poblaciones localizados en los grandes centros urbanos, sino
también en el resto de las ciudades que experimentan un crecimiento desorganizado e
inusual en algún momento de su historia. Simultáneamente, la perspectiva espacial sobre
los procesos de precariedad social se articuló en torno a un eje clave de lectura: el binomio
centro-periferia, el cual presupone una distancia física, pero también moral entre ambos
polos, esta última barrera resulta la más difícil de evitar debido a que en ella juegan las
concepciones valorativas en cuanto lo que es permitido dentro de los márgenes de la
ciudad y aquello que. Esta forma particular de representar al espacio urbano y la cuestión
social tuvo sus orígenes en las ciudades donde surgieron las primeras villas, las cuales a su
vez responden a un patrón –y a un imaginario- espacial limítrofe, en donde se evidencia
claramente la presencia de determinados preceptos que permiten entender que es lo que
fue sucediendo en el entramado de la ciudad.
Todo espacio urbano socialmente delimitado, posee ciertas características, la villa no puede
dejar de ser la excepción, la misma forma parte de un sistema social complejo; si bien de
manera subordinada, se encuentra integrada al resto de la sociedad bajo cierta
modalidades que le resultan propias y singulares con lo cual sería incorrecto pensarla como
una unidad de sentido aislada de la ciudad o separada del resto del cuerpo social. Tal
afirmación apunta a entender los significados de la villa de acuerdo a cómo este concepto
fue mutando históricamente su función social respecto de un planeamiento urbano
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De tal modo, los residentes del asentamiento entienden que sus malestares se acabarán
cuando se “regularicen” su situación habitacional; por ello es que resaltan su voluntad por
pagar en cuotas a la municipalidad por los terrenos que tomaron, y que incluso están
abonando el consumo de la electricidad a la empresa correspondiente pese a que
continúen conectados de manera ilegal. Es decir, para ellos ser propietario o consumidor en
regla equivaldría al acceso a la plena ciudadanía, ser reconocidos por el estado pero
también por el resto de la sociedad goyana, que legitimaria su lugar en el territorio de la
ciudad, ya que no existiría a partir de ello ningún tipo de reproche hacia su condición. Algo
similar ocurre en cuanto a la villa planteada como sinónimo de lo ilegal, de aquello que se
encuentra entrecruzado con los delitos en sus diversas expresiones. En la ciudad, se
imagina al asentamiento como un espacio de pobreza; este no es un dato menor pues,
como sostiene Gúber (2004:117), “todas las categorías morales que se aplican al villero
remiten a la carencia”. En Goya las ocupaciones por lo general fueron protagonizadas por
desocupados o sectores pertenecientes bajo la línea de pobreza, o que contaban con un
empleo o también por aquellos que se desplazaron hacia la ciudad desde la zona rural.
Estamos ante una población con niveles de bajos de ingresos en relación con el promedio en
el país, un déficit crónico de viviendas, lo cual da cuenta de que el problema no es tanto la
construcción sino el acceso a la tierra (Grimson y Baeza, Op. Cit.). Consecuentemente
surgen otros estigmas, como la supuesta de que toman tierra, ya teniendo casas o vivienda,
en donde se desmerece o justifica su posesión, no así la pobreza como elemento
indisociable a los asentamientos.
Los padecimientos residen en cómo el sistema jurídico y la noción de propiedad los
descalifica en tanto “ilegales”; resultan ser los que tomaron por las fuerzas ciertos
territorios que no les pertenecen, en cambio, no parecen sentir el peso de otras etiquetas
cargadas de negativismo asociadas con cualidades morales que se adosan a quienes
residen en un espacio que es nombrado como “villa” y en donde dichos calificativos están
fuertemente ligado con el ámbito del delito.
Para finalizar, en el asentamiento relevado no se observan otros elementos que, como
vimos, son claves en la articulación del imaginario social sobre la noción de villa y que
claramente va configurando sobre su existencia y como perciben en la ciudad a este sector
poblacional
A modo de conclusión
Muchas de las producciones académicas desde el campo de la sociología se nutrieron de
actividades centrada en conventillos, inquilinatos y otras modalidades de hábitat popular,
en nuestro país la reflexión académica sobre la cuestión social llegó a su apogeo tomando a
las villas miseria como unidades de análisis, especialmente en los últimos años, en donde
En el artículo se sostuvo que dichas perspectivas conllevan una serie de obstáculos para la
comprensión de la cuestión urbana vinculadas a las villas. Las lecturas morales sobre el
territorio son un primer vector a considerar y que en infinitas ocasiones son las que
permiten sortear la presencia de una situación de desventaja por parte de sus habitantes
con respecto al resto de la sociedad. Por otra parte, en función de una lógica sociocéntrica,
lo establecido y considerado en Buenos Aires tiende a ser interpretado como universal y
pugna por imponerse como realidad discursiva en el resto del país; el resultado de tal
proceso es una dificultad para comprender cómo, en las diversas ciudades del interior, las
dinámicas de exclusión social se expresan territorialmente de manera disparar a la realidad
de CABA. A partir de un estudio etnográfico sobre tomas de tierras y la conformación de
asentamientos en Goya, el objetivo del artículo consistió en examinar cómo la noción de
villa miseria se materializa –en términos de presencia o ausencia- en los discursos locales
sobre el modo en que se expresa territorialmente la cuestión social que caracterizan los
puntos centrales de estos espacios.
estas características de las ciudades se incrementaron generados a partir de una alta
presencia de tierras tomadas por la fuerza en distintos puntos del país. A partir de entonces,
las villas pasaron a ser un paradigma difícil de sortear a la hora de caracterizar cómo los
procesos de precariedad social se expresan territorialmente, cuestión que permitieron
entender la gran problemática habitacional que atraviesa el país, debido a la presencia no
solamente de grandes grupos poblaciones localizados en los grandes centros urbanos, sino
también en el resto de las ciudades que experimentan un crecimiento desorganizado e
inusual en algún momento de su historia. Simultáneamente, la perspectiva espacial sobre
los procesos de precariedad social se articuló en torno a un eje clave de lectura: el binomio
centro-periferia, el cual presupone una distancia física, pero también moral entre ambos
polos, esta última barrera resulta la más difícil de evitar debido a que en ella juegan las
concepciones valorativas en cuanto lo que es permitido dentro de los márgenes de la
ciudad y aquello que. Esta forma particular de representar al espacio urbano y la cuestión
social tuvo sus orígenes en las ciudades donde surgieron las primeras villas, las cuales a su
vez responden a un patrón –y a un imaginario- espacial limítrofe, en donde se evidencia
claramente la presencia de determinados preceptos que permiten entender que es lo que
fue sucediendo en el entramado de la ciudad.
Todo espacio urbano socialmente delimitado, posee ciertas características, la villa no puede
dejar de ser la excepción, la misma forma parte de un sistema social complejo; si bien de
manera subordinada, se encuentra integrada al resto de la sociedad bajo cierta
modalidades que le resultan propias y singulares con lo cual sería incorrecto pensarla como
una unidad de sentido aislada de la ciudad o separada del resto del cuerpo social. Tal
afirmación apunta a entender los significados de la villa de acuerdo a cómo este concepto
fue mutando históricamente su función social respecto de un planeamiento urbano
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Por otra parte, no es de extrañar que, para representar esta realidad supuestamente
novedosa, el sentido común local apele al vocablo “villa” para designar aquello que es
entendible como lo indecoroso, indeseable, lo no permitido en una ciudad que busca crecer
y posicionarse como un centro turístico del litoral. Esto es consecuencia del peso que tiene
la lógica sociocéntrica mencionada anteriormente: generada en un contexto específico
–porteño y/o del conurbano bonaerenese-, pero con pretensiones de validez nacional –o al
menos con la suficiente fuerza como para generar efectos a nivel nacional-, la misma
identifica el modo en que la cuestión social se expresa en el territorio urbano en términos
de “villa” pero que esta situación es una de las tantas que ocurren con esta población que
cohabita en el interior de las mismas. El proceso de subjetivación se estructura sobre la base
de una alteridad que se materializa en otros” asentamientos que resultan ser lo ilegal o por
fuera de lo permitido, pero principalmente son portadores de los aspectos negativos que se
pueden encontrar en el entramado social goyano.
El término “villa” emerge en los discursos locales, que no suelen contemplar determinadas
características para que realmente sean poseedoras de cierta clasificación.
Significativamente, el denominador común en tales relatos se asocia con una percepción
moral del espacio en el que habitan los pobladores de la villa. Más aún, la palabra “villa”
sólo es invocada en contextos de denuncia sobre los cambios negativos que estaría
padeciendo la ciudad como consecuencia de agentes externos que la desvían de su
tradición y generalmente estarían ocupados por inmigrantes de países limítrofes,
indocumentados o argentinos ligado con el mundo del delito. Para el sentido común local, la
villa es propia de las grandes ciudades como Buenos Aires y conurbano. En tono acusador se
advierte que existirían intenciones de habitante de otros países con el propósito de la
degradación urbana en la ciudad; incrementando el número de inmigrantes, especialmente
cuando responden a caractesticas culturales de los pueblos originarios, son
fundamentales para la articulación de este tipo de argumentos y que sustentan las
creencias de que lo étnico resulta totalmente desfavorable para la dinámica de la ciudad.
La caracterización positiva del “nosotros” sólo puede ser comprendida en oposición a una
otredad cuya radicalidad se expresa en términos de “villa”, término que engloba todos
aspectos negativos de la ciudad y que lleva en mismo rasgos de intolerancia hacia aquello
que es distinto a lo suyo, generando un mecanismo de defensa ante aquello que se muestra
como opresor y censurador. Son las esencias” propias del término “villa” –en tanto ámbito
de vagos y alcohólicos que viven de la asistencia social, sitio de maleantes o un espacio
anómico- las que posibilitan autodefinirse como un entorno de trabajadores, como un lugar
específico. Dichos significados se redefinen contextualmente: es por ello que en este
trabajo se consideró la manera en que, con el pasar de los años, diversos significantes se
fueron adosando como fuente de estigmatización a la categoría de “villa” generando ciertas
tramas de caracterización .
tranquilo y ordenado, en la búsqueda constante del ascenso social, mejoras en las
condiciones de vida. En definitiva, la moral es un elemento clave tanto en los discursos que
niegan la existencia de villas en Goya, como en aquellos que hacen uso del término para
advertir sobre la evolución urbana negativa y que son las condiciones que generan
nuevamente el entorpecimiento y la falta de estética de la ciudad, recordando que
anualmente se lleva a cabo un evento multitudinario de gran envergadura el “Mundial de la
pesca del Surubíen las aguas de uno de los brazo del Paraná.
Referencias bibliográficas
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de algunos debates”. En: M. C. CRAVINO (Org.). Los mil barrios (in)formales: aportes para la
construcción de un observatorio del hábitat popular del área metropolitana de Buenos
Aires. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, 13-44.
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construcción de un observatorio del hábitat popular del área metropolitana de Buenos
Aires. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, 13-44.
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Por otra parte, no es de extrañar que, para representar esta realidad supuestamente
novedosa, el sentido común local apele al vocablo “villa” para designar aquello que es
entendible como lo indecoroso, indeseable, lo no permitido en una ciudad que busca crecer
y posicionarse como un centro turístico del litoral. Esto es consecuencia del peso que tiene
la lógica sociocéntrica mencionada anteriormente: generada en un contexto específico
–porteño y/o del conurbano bonaerenese-, pero con pretensiones de validez nacional –o al
menos con la suficiente fuerza como para generar efectos a nivel nacional-, la misma
identifica el modo en que la cuestión social se expresa en el territorio urbano en términos
de “villa” pero que esta situación es una de las tantas que ocurren con esta población que
cohabita en el interior de las mismas. El proceso de subjetivación se estructura sobre la base
de una alteridad que se materializa en otros” asentamientos que resultan ser lo ilegal o por
fuera de lo permitido, pero principalmente son portadores de los aspectos negativos que se
pueden encontrar en el entramado social goyano.
El término “villa” emerge en los discursos locales, que no suelen contemplar determinadas
características para que realmente sean poseedoras de cierta clasificación.
Significativamente, el denominador común en tales relatos se asocia con una percepción
moral del espacio en el que habitan los pobladores de la villa. Más aún, la palabra “villa”
sólo es invocada en contextos de denuncia sobre los cambios negativos que estaría
padeciendo la ciudad como consecuencia de agentes externos que la desvían de su
tradición y generalmente estarían ocupados por inmigrantes de países limítrofes,
indocumentados o argentinos ligado con el mundo del delito. Para el sentido común local, la
villa es propia de las grandes ciudades como Buenos Aires y conurbano. En tono acusador se
advierte que existirían intenciones de habitante de otros países con el propósito de la
degradación urbana en la ciudad; incrementando el número de inmigrantes, especialmente
cuando responden a caractesticas culturales de los pueblos originarios, son
fundamentales para la articulación de este tipo de argumentos y que sustentan las
creencias de que lo étnico resulta totalmente desfavorable para la dinámica de la ciudad.
La caracterización positiva del “nosotros” sólo puede ser comprendida en oposición a una
otredad cuya radicalidad se expresa en términos de “villa”, término que engloba todos
aspectos negativos de la ciudad y que lleva en mismo rasgos de intolerancia hacia aquello
que es distinto a lo suyo, generando un mecanismo de defensa ante aquello que se muestra
como opresor y censurador. Son las esencias” propias del término “villa” –en tanto ámbito
de vagos y alcohólicos que viven de la asistencia social, sitio de maleantes o un espacio
anómico- las que posibilitan autodefinirse como un entorno de trabajadores, como un lugar
específico. Dichos significados se redefinen contextualmente: es por ello que en este
trabajo se consideró la manera en que, con el pasar de los años, diversos significantes se
fueron adosando como fuente de estigmatización a la categoría de “villa” generando ciertas
tramas de caracterización .
tranquilo y ordenado, en la búsqueda constante del ascenso social, mejoras en las
condiciones de vida. En definitiva, la moral es un elemento clave tanto en los discursos que
niegan la existencia de villas en Goya, como en aquellos que hacen uso del término para
advertir sobre la evolución urbana negativa y que son las condiciones que generan
nuevamente el entorpecimiento y la falta de estética de la ciudad, recordando que
anualmente se lleva a cabo un evento multitudinario de gran envergadura el “Mundial de la
pesca del Surubíen las aguas de uno de los brazo del Paraná.
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