CONSIDERACIONES EPISTEMOLÓGICAS PARA EL ANÁLISIS DE LA VISIBILIZACIÓN POLÍTICA DEL PUEBLO GUARANÍ DE JUJUY

Autores: por Gutierrez Guerrero, Evelith Gabriela

UNJU-CONICET


Introducción

Los estudios sobre los pueblos originarios en general se desarrollaron en nuestro país ampliamente durante la década de 1990, más precisamente después de la Reforma Constitucional del año 1994. En este contexto del neoliberalismo y del reconocimiento de los Derechos de los pueblos originarios, tanto por las leyes nacionales e internacionales, dio lugar a la organización política y social de estos grupos. En este trabajo se pretende comprender e interpretar la organización política que tiene pueblo guaraní de la provincia de Jujuy, ya que se manifestaron de manera expresa después del reconocimiento legal; el objeto de estudio se centra en la zona de las Tierras Bajas de la provincia de Jujeñas, que corresponde a los departamentos de San Pedro, Ledesma y Santa Bárbara.

Se persigue la comprensión en profundidad de un acontecimiento político-social, como lo es la organización política de este grupo de originarios, para descubrir las relaciones y conceptos importantes del mismo, en su propio contexto y desde una perspectiva integral, con aportes del complejo metodológico usual en las ciencias sociales en general y en la antropología sociocultural en particular.

Se pondrá énfasis al contexto y mirar desde el interior de las diferentes comunidades guaranís del ramal jujeño (como señala la epistemología del Sur), lo que genera una mirada en profundidad y holística que permite capturar la interacción entre numerosas variables, impactadas por cambios en procesos altamente dinámicos, como los que tienen lugar en las organizaciones y en las relaciones interpersonales; ya que no estamos en presencia de elementos alejados del todo social, sino que forma parte de este y que se hicieron visible formalmente en la década de los años 90.

Esta metodología surge como una alternativa factible para estudiar los fenómenos sociales, donde el replanteamiento epistemológico y las concepciones emergentes, tanto teóricas como metodológicas, sugieren formas diferentes de lograr definiciones conceptuales y análisis estructural de una problemática planteada. Se trata de una tendencia de investigación orientada a la comprensión, hasta llegar a conocer sus principios, estructura, dinámica de relaciones y factores causales, tanto internos como externos.

En este trabajo se toma en cuenta aportes desde la epistemología que enriquecen y permite realizar un análisis más abierto de la investigación social, como el ensayo “teoría tradicional y teoría crítica” de Horhkeimer, quien renuncia a los ideales positivistas, y adquiere un nueva forma de conocimiento de lo social. Además se tiene en cuenta los aportes de Follari, Roberto “Sobre la inexistencia de paradigmas en las ciencias sociales”. Los científicos sociales deberán tratar con un universo simbólico, que se ofrece a la interpretación del mundo social, lo que interesa es la realidad social como tal, ya sea como texto, práctica, o simplemente como palabra hablada. Se realiza un análisis de la hermenéutica de las ciencias sociales, destacaba el carácter simbólico de la vida humana, y el hecho, de que los seres humanos en su vida cotidiana, se auto-interpretaban y que los contenidos de esa auto-interpretación, era lo que realmente debía interesar a las ciencias sociales. Lulo J. (2002).

Ahora bien, entender las transformaciones de la realidad social-política de nuestro continente, para profundizar el estudio hacia un pueblo originario Latino Americano, es necesario tratar con teorías de nuestro continente, lo que demanda la necesidad de revisar la epistemología de la investigación social desde América Latina, ha sido subrayado por diferentes autores que vienen tratando el tema. Por un lado, están los trabajos que se destacan de Pablo González Casanova quien brinda una teoría llamada “nueva ciencia” y Santos Boaventura, con “la epistemología del Sur”. Hitos fundamentales en el desarrollo de una epistemología de la investigación social fundada en la racionalidad de la complejidad (Wallerstein 2001).

Consideraciones epistemológicas para el análisis

En este trabajo es pertinente tener en cuenta el ensayo “teoría tradicional y teoría crítica” de Horhkeimer (1974), quién proviene de la escuela de Frankfurt; la teoría crítica que se constituye en teoría y se opone a la teoría tradicional, adquiere el adjetivo de "crítica", tuvo que afirmarse frente a toda una tradición filosófica, aunque también fue influenciada por sus ideas, al igual que los cambios en las condiciones políticas, económicas y sociales, que repercutieron sobre ella. Esto muestra de manera general la relación que se dio entre el contexto social, político y económico en que surge la Escuela de Frankfurt y la producción intelectual de sus miembros; aunque la Escuela de Frankfurt se presenta como el espacio de reflexión de un variado grupo de filósofos unidos por intereses teóricos similares, las propuestas teóricas de sus miembros llegaron a ser distintas , sin embargo, se podría decir que el tema que une a los distintos autores, es su oposición a la razón instrumental de la teoría tradicional.

En el ensayo “teoría tradicional y teoría crítica” Horhkeimer (1974), define y fundamenta un modo de entender la investigación científica, que renuncia a los ideales de teoría tradicional de base positivista (la neutralidad valorativa y la orientación técnica del saber científico). El autor comenzará su artículo caracterizando el concepto de teoría de que hacen uso las disciplinas científica positivas. De la crítica del mismo, surgirá el espacio para la práctica de una teoría diferente, una teoría crítica.

“Las ciencias sociales aceptan la naturaleza humana y en su conjunto
como algo dado y se interesan por la edificación de las relaciones
entre hombre y naturaleza, entre los hombres, los unos con otros”.

La teoría tradicional y la teoría crítica son “dos modos de conocimiento” el primero, en el contexto de la teoría tradicional, los principios estructurales son incuestionados sólo busca la reproducción eficiente de esos principios. En cuanto a la segunda la teoría crítica, tiene por objeto señala el autor, a los hombres en tanto que productores de todas sus formas históricas de vida, en su totalidad, se pregunta por la totalidad del hombre en sociedad, por su pasado, su presente y su futuro, tiene en cuenta un hombre en sus distintas dimensiones, dentro de la esfera social. La teoría crítica pone lo dado en relación con la actividad humana, su historia, las capacidades actuales de los hombres y sus potencialidades. Por ello, para la teoría crítica es esencial el saber de las circunstancias sociales, económicas, políticas, culturales y psicológicas de los hombres, le interesa el todo social. Horhkeimer (2003: 267), señala que “La teoría no acumula hipótesis acerca de la marcha de acontecimientos sociales aislados, sino que construye la imagen en desarrollo de la totalidad, el juicio de existencia implícito en la historia”. Las ciencias sociales aceptan la naturaleza humana y en su conjunto como algo dado y se interesan por la edificación de las relaciones entre hombre y naturaleza, entre los hombres, los unos con otros.

Un ejemplo de teoría crítica es la teoría marxista, entendida como teoría crítica de la economía política, una teoría que trata precisamente de la acción y la crítica del intelectual hacia el acercamiento teórico a la realidad en aquel contexto político-social. Las nuevas conceptualizaciones de la ciencia muestran imágenes y visiones sobre la misma, que rompen con los postulados positivistas. La ciencia natural ya no pesa en las prácticas sociales, las tradiciones culturales, y consideraciones de índole política y de poder. De acuerdo con los planteamientos del naturalismo o monismo metodológico, que se asocia con la línea positivista, los modelos de la filosofía de las ciencias naturales deben aplicarse también en la investigación en las disciplinas sociales; mientras que bajo la propuesta del dualismo metodológico, consistente con enfoques constructivistas de las teorías sociales, se sostiene que deben ser modelos que orienten la investigación bajo métodos propios, y establezcan los criterios de justificación de sus resultados, de lo contrario caerían en un modelo de simplicidad, que postula la aplicación de metodologías que corresponden a una concepción mecanicista y reduccionista del mundo como el punto de vista positivista (Salas: 2011).

El propósito de aprehender los fenómenos de la naturaleza humana en toda su riqueza y su amplitud se encuentra permeado de un fuerte componente subjetivo, lo que lleva a que en las disciplinas sociales, la investigación sea una situación con distintas líneas de investigación que adoptan diferentes objetivos, supuestos, metodologías y marcos conceptuales que no convergen en un único programa al carecerse de la guía unificadora de un paradigma establecido. Al respecto Roberto Follari, señala que “en las ciencias sociales no se da un acuerdo, la existencia de corrientes alternativas y diferentes es permanente, la relación de exclusión entre ellas es epistemológicamente válida. No hay consenso en las ciencias sociales” (2000:113). Además, señala que en las ciencias sociales hay acuerdos en la comunidad científica, pero no de la comunidad científica, dado que no existe de ninguna manera un conceso global. En esta disciplina, no existen conocimientos aceptados en común, por tanto en ellas no se producen el “efecto paradigma”, que es la existencia de ciencia normal.

“Las ciencias sociales son a-pragmáticas y no pre-pragmáticas” “maduras o no las ciencias sociales de ningún modo podrán convertirse en paradigmáticas.” Follari (2000:118). Pero es necesario que exista una base de entendimientos mínimos, para que sea posible un desacuerdo coherente, consistente y no interrumpa la marcha de la ciencia, por ello es necesario que exista cierta base para una relación cultural común, es decir se debe tener en cuenta las teorías y los aportes de los clásicos. En el contexto, de la crisis del modelo naturalista y el recambio conceptual dieron lugar al regreso de la hermenéutica entendida como teoría de la interpretación y la revalorización de las metodologías cualitativas de investigación empírica, contribuyeron a conformar un nuevo escenario para la filosofía de las ciencias sociales y a resaltar el carácter distintivo de estas ciencias frente a las naturales.

Señala Lulo (2002), que la “interpretación” del mundo social es recuperada no solo como el método a aplicar en el estudio de la realidad social, sino como el componente principal de ese mismo mundo. Ya no solamente se tratará de formular grandes teorías explicativas o de hacer observaciones desde la neutralidad valorativa (como el positivismo), sino de enfrentarse a un universo simbólico que reclama interpretación. “Se produce un esfuerzo dialógico: el científico social no es interpelado por una realidad “externa” sino por alguien semejante a él, y lo que interesa es lo que dice esa realidad, como texto, como práctica o como palabra hablada” Lulo (2002:178). El regreso de la hermenéutica, plantea el autor “entendida como la teoría de la interpretación y la revalorización de la metodología cualitativa de investigación empírica” (2002:176), contribuyeron a diseñar un nuevo escenario para las ciencias sociales y a resaltar el carácter distintivo de esta ciencia, frente a las naturales.

La interpretación del mundo social, es recuperada no solo como el método a aplicar en el estudio de la realidad social, sino como el componente principal para realizar una investigación en el campo social. Ahora los científicos sociales deberán tratar con un universo simbólico, que se ofrece a la interpretación, lo que interesa es la realidad social como tal, ya sea como texto, práctica, o simplemente como palabra hablada. El nuevo enfoque o perspectiva hermenéutica de las ciencias sociales, busca un nuevo lenguaje y una nueva práctica, que diera cuenta de la realidad política social, entendida a parir del significado de del agente social. Puedo añadir, que la investigación sobre la organización política de los guaranís, es una interpretación de esta realidad, producto de mi comprensión, lo cual significa que si viene otro investigador puede obtener otros resultados sobre la misma investigación.

La postura de índole positivista señala, que explicar era dar razones de porque los fenómenos ocurrían y esas razones en última instancia provenían de leyes científicas o de hipótesis, a partir de las cuales se infería el enunciado que describía el fenómeno a explicar, se refiere al método de las ciencias naturales, que debería ajustarse a la ciencias sociales, se hace referencia al monismo metodológico. Frente a esta postura se alzaron voces que reclaman para las ciencias sociales, otro abordaje epistemológico, como Dilthey, Max Weber, Droysen, entre otros; “el mundo histórico - social se entiende si se comprende su significado” Lulo (2002:181).

Se sostiene que explicar no era el objetivo de las ciencias sociales, sino más bien comprender, para lo cual, es necesario interactuar con esos actores sociales y conocer su pasado, ya sea a través del uso de la historia oral, de testimonios o de fuentes escritas sobre la temática y se analiza la influencia de factores políticos - sociales que influyeron en la expresión y manifestación política de este grupo de originarios en particular.

En tanto que, Gadamer (1992) y Ricoeur (2008), exponentes del pensamiento hermenéutico, afirman que la comprensión no es un método, sino el polo que junto con la explicación, está presente en toda construcción teórico social. A esto, Lulo agrega “Mientras la explicación es un recurso para la ciencia, la comprensión es una posibilidad presente en la praxis, una forma de existir del hombre en sociedad” (2002:182). La ciencia social genera reflexividad aporta conocimiento, del hombre en sociedad ya que como señala Gadamer (1992), el investigador de las ciencias sociales puede entrar en contacto con su objeto de estudio a fin de comprenderlos, mientras que el científico natural no. Las ciencias sociales trabajan, sobre la densidad temporal de sus objetos, y la comprensión del objeto histórico, lo que permite ingresar a otras formas de vida y a otras tradiciones, instituciones y costumbres buscando “fundamento de validez” Lulo (2002:189). La comprensión es, lo que dice el texto, contexto, hablado, escrito u observado. Es necesario que en la comprensión exista una auto-crítica; el que investiga somete a examen la supuesta verdad propia. Este es el único criterio sostiene el autor Lulo Jorge, afirmando la postura de Gadamer (1992) para que exista el “progreso” en las ciencias sociales.

La hermenéutica es una mediadora entre el saber de los expertos y el saber común, y encontrará contenidos dentro de la tradición. En tanto que para Para Ricoeur (2008), señala que la hermenéutica es el arte de la interpretación de las culturas, y de la interpretación de los documentos escritos de las culturas, y la ciencia social podrá entenderse como una lectura de lo social; una hermenéutico como acción entendida como texto.

Para Habermas (1973), la hermenéutica contribuirá con sus ideas, sobre la participación del intérprete en el proceso del entendimiento, el uso reflexivo de la comprensión de juicio, la puesta en relación entre los mundos de la vida del autor y del intérprete, que brota de la relación entre el emisor y el intérprete. Ahora se hacer uso de un nuevo paradigma epistemológico de la investigación social desde la perspectiva latinoamericana, la cual no es posible dentro de los marcos del positivismo. En América Latina, se desarrolla una propuesta crítica para análisis de la realidad local, entre los exponentes lo tenemos a Pablo Gonzáles Casanova (2004) lo denomina “Las nuevas ciencias”, Boaventura de Sousa Santos (2009) que desarrolla “la epistemología del sur”, Immanuel Wallerstein (1999), quién señala que es necesario desarrollar nuevos fundamentos epistemológicos, “de impensar las ciencias sociales” y no de “repensar las ciencias sociales”, dado que muchas categorías y suposiciones constituyen barreras en la construcción del conocimiento social, con la esperanza de estimular la creación de un nuevo paradigma a largo plazo.

Se establece fundamentos teóricos sólidos elaborados desde la propia realidad de América Latina, para comprender la multiplicidad de fenómenos de la sociedad contemporánea en una totalidad en base a la diversidad. Esta producción de conocimientos comienza desde la realidad de lo local, rescatando los vínculos de los sujetos y las estructuras sociales; de esta forma, se cuestiona el universalismo de las ciencias sociales positivistas, que por mucho tiempo no tuvo en cuenta la realidad latinoamericana desde Latinoamérica. La trayectoria histórica de las ciencias sociales en América Latina ha sido principalmente eurocéntrica. El eurocentrismo consiste en la forma de comprender la realidad de América Latina según las características y desarrollo particular de Europa. Se explica la realidad de nuestro continente a partir de categorías que fueron elaboradas para dar cuenta el mundo europeo, concepción que se transforma en una visión de alcance y validez universal de carácter imperialista. Es una perspectiva del conocimiento que se elabora desde el siglo XVI sobre los fundamentos de la colonización mundial.

Según Santos, “Las epistemología del Sur reflexionan creativamente sobre esta realidad para ofrecer un diagnóstico crítico del presente” (2011:14), tiene como objetivo reconstruir, formular y legitimar alternativas de conocimiento para una sociedad más justa y libre, ya que por mucho tiempo prevaleció un pensamiento opresor. Además señala “la valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado” (2011:16).

El autor Santos, propone un desarrollo de la investigación social emergente que tiene que abrirse, a la búsqueda de nuevas situaciones y posibilidades creativas de la realidad humana. Plantea que la nueva investigación social, para América Latina en general, sea un “Conocer desde el Sur” que vaya “contra la ortodoxia epistemológica” de los estándares metodológicos de la práctica positivista de conocimiento. Al respecto Casanova (2004:364) señala, “La nueva ciencia ya no generaliza el determinismo y el reduccionismo de los modos de dominación y apropiación, modelos de solución de conflictos y logro de consensos, nuevos modelos de producción y consumo, es un problema complejo de redefinición de las relaciones de dominación y acumulación”. Exige el respeto a las autonomías del pensar, el creer y el hacer dentro del respeto general que en la práctica define y redefine los intereses universales. “Las nuevas ciencias son un nuevo modo de pensar y hacer, y ese modo de pensar y hacer obliga a un nuevo pensar-hacer dialéctico de los pueblos, los trabajadores y los ciudadanos” Casanova (2004:436).

“La diversidad del mundo es infinita, “existen diferentes maneras
de pensar, de sentir, de actuar; diferentes relaciones entre seres humanos,
diferentes formas de mirar el pasado, el presente y el futuro; diferentes
formas de organizar la vida colectiva y la provisión de bienes, de recursos,.

El reencuentro de la epistemología del sur con los otros saberes, busca incorporar experiencias y conocimientos sociales silenciados, marginados y desacreditados de los pueblos, que en la epistemología positivista suponía una práctica negativa. Se puede obtener la sabiduría de las poblaciones ancestrales, que habitaron estos territorios. Las epistemología del Sur son el reclamo de nuevos procesos de producción, señala que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión que le dio el mundo occidental desde siglos pasados. Muestra que la diversidad del mundo es infinita, “existen diferentes maneras de pensar, de sentir, de actuar; diferentes relaciones entre seres humanos, diferentes formas de mirar el pasado, el presente y el futuro; diferentes formas de organizar la vida colectiva y la provisión de bienes, de recursos, desde un punto de vista económico” Santos (2011:16).

Para los occidentales, esta gran diversidad no era de importancia, ya que pretendían la homogeneización o invisivilización de la población originaria latina o no, así de este modo queda desperdiciada hasta fines del siglo XX, por el poder hegemónico, dominante; señala el autor Santos, “desde la conquista y el comienzo del colonialismo moderno, hay una forma de injusticia ya sean la socioconómica, la sexual o racial, la histórica, la generacional, etc., se trata de la injusticia cognitiva” (2001:17). Además se cuestiona el universalismo de las ciencias sociales positivistas, el predominio de una teoría general que no puede cubrir adecuadamente todas estas diversidades del mundo. Por eso hay que buscar formas plurales de conocimiento, señala el autor. Las epistemologías del Sur son construcciones históricas, del presente y futuro, “no son precisamente la historia de occidente”, a través del poder impuesto, que logró transformar todas las otras culturas dominadas.

Santos, elabora una concepción de la investigación social abierta a todas las posibilidades que la realidad pueda ofrecer. En ese sentido, desarrolla una investigación social que “no tiene un cuadro teórico estructurado” y “no dispone de un conjunto de hipótesis de trabajo”. Los procedimientos metodológicos se construyen de acuerdo a la naturaleza del objeto de estudio y se van elaborando según el desarrollo de la investigación. Se trata de un discurso contra la rigidez de la investigación y la predeterminación conceptual de la realidad, se enfatiza en la necesidad de partir de la propia experiencia, explorar las alternativas y hacer surgir lo no dado, de tal forma que la realidad aparezca en toda su complejidad.

Las ciencias sociales tienen un carácter reflexivo, da cuenta de la realidad y a la vez, influye en ella misma, la constituye e incluso la modifica. De allí que Casanova señale que las ciencias sociales son “reflexiones para la acción” (2004:88). Las nuevas ciencias y las humanidades se plantean la lucha por un mundo mejor, de ahí que pongan especial atención en el estudio de lo potencial y lo emergente. Se trata de los procesos de autoorganización que apuntan no a la reproducción del sistema, sino a su superación, a sus procesos de cambio. Una característica de los sistemas complejos es que no sólo nacen, existen y mueren, sino que contribuyen a sus propios procesos de cambio y creación. Por eso, los cambios sociopolíticos no son mecánicos, sino que son transformaciones con “memoria y con historia,” toda vez que son impulsadas “por seres a los que antes sólo se les veía como creados y no como creadores”, señala Casanova (2004: 376). Las nuevas ciencias, no se trata solamente de vincular conocimiento con acción. “Para el pensamiento alternativo, la crítica está articulada con la ciencia, la ciencia con la moral, una y otra con los actores colectivos” Casanova (2004: 429). Por tanto son ellos, “actores colectivos” los portadores del contenido de la historia; a través de la nueva ciencia, pretendieron nuevas posibilidades del estudio del todo en tanto conjuntos y de las partes determinadas y determinantes.

A partir de ahora, se realizara la interpretación de la organización política del pueblo guaraní de la provincia de Jujuy.

Acontecimientos que marcan cambios

Para comprender la organización política expresa, manifiesta, que tiene el pueblo guaraní en nuestros días en la provincia de Jujuy, es necesario tener en cuenta el contexto general en el cual se lleva a cabo. Lo cual lleva a conocer los avances legales que se produjeron en la esfera internacional-nacional, sobre los pueblos originarios, se propone un abordaje desde la propuesta de Pérez Lindo (1998). Para ello es necesario constituir un mapa de los cambios de una realidad, con los siguientes elementos detallados a continuación:

  • Los Acontecimientos: son hechos significativos para la sociedad.
  • Los actores: son sujetos individuales o colectivos de los acontecimientos.
  • Las ideas: son elaboraciones mentales que sustentan a los actores y toman la forma de cosmovisiones, modelos culturales paradigmas científicos, ideologías y creencias religiosas.
  • Los procesos: son el resultado de la combinación entre los elementos materiales y la acción humana, la industrialización, la urbanización, el crecimiento económico.
  • Las estructuras: son mecanismos impersonales, estables y profundos como el sistema jurídico.
  • A través de estos elementos, se podrá ver cómo han venido evolucionando algunas ideas y los acontecimientos, demostrando que se está en una sociedad dinámica, que permite intuir el alcance de las mutaciones. La mutación en este escenario se dio debido al avance de los Derechos Humanos a nivel internacional, que terminó doblegando la norma jurídica nacional, en relación al reconocimiento de los Derechos de los pueblos originarios.

    De acuerdo con la disposición de la OIT (1989), son obligaciones del Estado Argentino y de cualquier otro Estado, sujeto a las normas de derecho internacional:

  • Ajustar su legislación interna a los términos del tratado internacional (leyes y decretos nacionales);
  • Establecer Políticas Estatales de reconocimiento a los derechos colectivos, económicos, políticos, sociales y culturales de los pueblos indígenas, como una aplicación ineludible del convenio; y
  • Aplicar y ejecutar por parte de las autoridades administrativas y judiciales del país el presente convenio, dado que el mismo es inmediatamente operativo.

  • Estos acontecimientos significativos, fueron indispensables para poder entender la realidad política nacional, en relación a los pueblos originarios y el reconocimiento explícito de sus derechos. Es un claro ejemplo, donde se pone en juego la interconexión de estos elementos para entender las mutaciones.

    Actores:

    Siguiendo el análisis que señala Pérez Lindo (1998), otro parámetro de las mutaciones son “los actores”. Seguidamente se van a personalizar a estos sujetos que protagonizaron los acontecimientos, para poder entender su organización. En los años '90, sobre todo después de la reforma de nuestra Constitución Nacional se puede identificar actores individuales y colectivos que tuvieron que ver en la organización general de este grupo de originarios.

    Actores individuales:

  • La presidencia de Carlos Saúl Menem, que fue durante el ejercicio de su gestión donde se produjo la reforma de la Constitución Nacional en el año 1994.
  • La Campinta Guazú (Capitana Grande), Gloria Pérez, la máxima autoridad guaraní en la década de los 90 hasta el año 2005, año en que fallece. La Campinta representa a los guaranís dentro de la sociedad nacional, tiene la solidaridad de los miembros de su comunidad, y es una líder político-espiritual.
  • Los Mburuvichas Guazú de las comunidades: líderes de las comunidades que poseen personería jurídica, son quienes acompañan a la Campinta Guazú.
  • Actores colectivos:

  • En los años '80 y principios de los años '90 la institución que los represento fue ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen). Ésta representaba y acompañaba a los pueblos originarios ante las autoridades locales y nacionales.
  • APG (Asamblea del Pueblo Guaraní), esta organización tiene sus orígenes en Bolivia. Institución que se instauró en el ramal jujeño en la década de los '90. Hoy sigue vigente.
  • Consejo de Mburuvichas, máxima autoridad colegiada del Pueblo guaraní. Estuvo vigente hasta el 2005.
  • COAJ (Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy). Se creó en el año 1989. En la actualidad esta entidad sigue vigente, pero no nuclea la totalidad de las comunidades, sólo una minoría.
  • Túpac Amaru (2001), una organización barrial ajena al pueblo guaraní, que asocia un conjunto de pobladores guaraníes de las tierras bajas de Jujuy.
  • CPI (Consejo de Participación Indígena), en los años '90. Organismo dependiente del INAI. Son dos los representantes guaraníes dentro de este ente nacional, que representan a todas las comunidades.
  • ENOTPO Organización que toma fuerza en el año 2003, definen la necesidad de fortalecerse en la unidad y para ello conforman el “Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios”, conformado en la actualidad por 45 organizaciones que nuclean a 27 pueblos preexistentes y más de 1500 comunidades, con representatividad en 20 provincias. Los guaranís de la provincia de Jujuy forman parte de esta organización desde el año 2003, en ella se encuentran presente APG, APG Tradicional y la Organización Kereimba Iyambae.
  • Las Ideas:

    El marco de la Democracia Liberal, posibilitó la evolución de los Derechos Humanos en general y en particular sobre los derechos de los pueblos originarios. Hecho que dio lugar al reconocimiento de los mismos a nivel nacional. Por otra parte la globalización también tuvo su efecto dentro de la sociedad y dentro del pueblo guaraní de Jujuy.

    Los procesos:

    El máximo alcance político es el resultado del conjunto de acontecimientos, de los actores y las ideas, desde el reconocimiento de sus derechos, hasta la conformación de sus comunidades con personería jurídica. Durante la década de los '80, los guaraníes de las tierras bajas jujeñas, carecían de una organización política formal como comunidad. Tenían una manifestación pasiva, su política no era exteriorizada, las causas principales fueron el aparente rechazo por parte de la sociedad y el desconocimiento local de su existencia y el miedo a exponerse. En el contexto nacional, con el retorno de la democracia en 1983, los procesos de reconocimiento a nivel internacional en asuntos indígenas no mejoró la situación de los pueblos originarios del ramal jujeño.

    Lo que buscaban era la integración de ambas culturas, con un respeto mutuo, para evitar el dominio de la cultura dominante. Desde la perspectiva de los indígenas, era importante estudiar y aprender las terminologías que usaba el caray, (el hombre blanco), porque de lo contrario, es difícil entablar un diálogo entre ambos grupos. Sentían un rechazo por parte la sociedad, eran vistos como analfabetos e inmigrantes bolivianos. No eran conscientes del conocimiento que son culturas precolombinas, que están antes de la formación del estado nacional argentino. Cuando habitaban estos territorios, no había límites fronterizos, aquello que separaba o delimitaba, estableciendo divisiones territoriales, con símbolos nacionales propios de pertenecía.

    La producción historiográfica, sostiene que las organizaciones sociales de los guaraníes jujeños, hacia los años '80 eran nulas, lo que se veía era una manifestación de la cultura de una forma pacífica. Fueron instrumento de utilidad para los ingenios y para la explotación del carbón de la zona del ramal, ya que eran mano de obra abundante y por tanto barata. A través del relevamiento de datos del trabajo de campo, se evidencia que no había una organización socio-política de los guaraníes con otros fines que no sean las vinculadas a la manifestación tradicional de la cultura, en base a los pimpines, las artesanías, las mascaritas. Después llego la institucionalización, y con ello las comunidades comenzaron a tener más fuerza.

    Estructura: Se tiene en cuenta la estructura legal, como las normas, tanto a nivel nacional como internacional, las cuales son señaladas a continuación e influyeron en el contexto político social para la organización política de los originarios.

    A nivel nacional se tiene, la Ley 23.302 (1985), Ley con la que se crea el INAI;

    La Constitución Nacional Argentina de 1994;

    A nivel internacional se tiene, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo de 1989;

    La organización de las Naciones Unida, La Declaración Universal de los Derechos Indígenas (2007);

    La Organización de los Estados Americanos, tras la elaboración del “Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (1997)”.

    Su organización política

    Su organización política comenzó en la familia, unidad social básica que comprende el marido, la mujer, los hijos. Luego en un sentido más general, la “comunidad” que resulta de la agrupación de varias familias. En ella ya no se atienden únicamente a las necesidades cotidianas, sino también, a las necesidades sociales, es decir, administrativas o de gobierno y culturales. La nación Guaraní vendría a ser la unión de las distintas comunidades, esto sobre pasa los límites políticos fronterizos nacionales.

    A través de la actividad política, el pueblo guaraní de la provincia de Jujuy, logró organizarse y reconstruir su sociedad, uniéndolos nuevamente como una verdadera comunidad, con una identidad común la “guaraní”. Su organización surgió de forma expresa, después de la reforma de la Constitución Nacional hacia el año 1994. El reconocimiento Constitucional, dio paso para que los pueblos originarios en general y en particular el pueblo guaraní, comience a constituir un espacio de relación con el otro, por medio de la palabra, la acción y establecer redes en el contexto provincial y nacional. De este modo nacen y forman parte de un mundo que ya existía antes. Surgen líderes, establecen relaciones con los agentes políticos, dando a conocer sus necesidades mediatas e inmediatas. Años anteriores su organización social y política, no era conocida por la sociedad por causa a la no inclusión social.

    La política en este contexto, es concebida por el pueblo guaraní como un medio, un instrumento que posibilita sobrevivir a modo de comunidad. Poseen una estructura política tal que permite la designación de un líder-cacique-Mburuvicha, quien se preocupa por el bienestar de su gente, dentro de su comunidad, como así también dentro del mismo

    Estado Argentino.

    El pueblo Guaraní cuenta con 50 comunidades ubicadas en toda la zona del Ramal jujeño. Cada comunidad tiene las siguientes autoridades: un Mburuvicha, Mburuvicha Raí, Consejo de Mayores y Consejo de Jóvenes. El primero es la máxima autoridad de la comunidad, el segundo es el vicepresidente trabaja a la par del líder máximo, por último se tiene dos eslabones colegiados que trabajan de manera separada en una primera instancia luego realizan actividades de manera conjunta, los primeros trabajan con los mayores, llevan ideas productivas, necesidades a las autoridades que los representan, el Consejo de Jóvenes trabaja con la población más joven de la comunidad, niños, adolescentes y jóvenes en general, con el objeto principal de fortalecer la identidad Guaraní de abajo hacia arriba.

    Conclusión

    La organización político-social de los guaranís de Jujuy, tuvieron su etapa de desarrollo sobre todo después del reconocimiento Constitucional en 1994. Actualmente, basan su organización sociopolítica en formas y organizaciones jerárquicas distintas a las occidentales, ya que son prácticas políticas ancestrales, que siguen vigentes en estos grupos de originarios, aunque tiene una fuerte influencia del hombre blanco y no por ello son superiores ni inferiores. Su organización está planteada en dos niveles, a nivel comunidad y a nivel pueblo de la nación guaraní, que va más allá de los límites políticos nacionales.

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